Gaditano de cuna y madrileño de vida, Ignacio desoyó el mandato de ser ingeniero. Se enamoró del Psicoanálisis (emergente y considerado "de hippies") y fundó el CEAP, centro pionero en España. Ponente y profesor de postgrado, es uno de los mayores expertos en Freud y un reputado teórico en filosofía, física y neurociencia, miembro de prestigiosas sociedades internacionales (ASINJA, IFPS).