Allá arriba, no sé dónde - Carlos Cazila - E-Book

Allá arriba, no sé dónde E-Book

Carlos Cazila

0,0
2,99 €

-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

En el marco de 1975 en Buenos Aires, comienzo de una etapa signada por el miedo, la soledad que se esboza en un grupo de seres los lleva buscar una respuesta existencial a través de un extraño anuncio de esperanza que publica Gregorio Desorbe. Gregorio ha decidido consagrar su existencia en pos de encontrar una verdad más allá de lo cotidiano, que pueda aunar el alma de aquellos marginados por la soledad. Los asolados por el desencuentro y la incomprensión que se acercan a él, irán encontrando un lugar donde, a su manera, podrán expresar sus sueños de trascender más allá de la realidad cotidiana, y emprender una aventura. Esa aventura los llevará a transitar desconocidos y extraños senderos en otros tiempos y en otros espacios, con diferentes desenlaces, pero siempre en la búsqueda de algo distinto.

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB
MOBI

Seitenzahl: 118

Veröffentlichungsjahr: 2024

Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.


Ähnliche


Carlos Cazila

Allá arriba, no sé dónde

Cazila, Carlos Allá arriba, no sé dónde / Carlos Cazila. - 1a ed - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2024.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-5196-2

1. Novelas. I. Título. CDD A863

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Índice

Sinopsis

Prólogo

Biografía

Sinopsis

En el marco de 1975 en Buenos Aires, comienzo de una etapa signada por el miedo, la soledad que se esboza en un grupo de seres, los lleva a buscar una respuesta existencial a través de un extraño anuncio de esperanza que publica Gregorio Desorbe. Gregorio ha decidido consagrar su existencia en pos de encontrar una verdad más allá de lo cotidiano, que pueda aunar el alma de aquellos marginados por la soledad.

Los asolados por el desencuentro y la incomprensión que se acercan a él, irán encontrando un lugar donde, a su manera, podrán expresar sus sueños de trascender más allá de la realidad cotidiana, y emprender una aventura.

Esa aventura los llevará a transitar desconocidos y extraños senderos en otros tiempos y en otros espacios, con diferentes desenlaces, pero siempre en la búsqueda de algo distinto.

PROLOGO

¿Por qué “marginales del alma”?

En los comienzos de su agonía, la religión argentina no encontró otro camino que sostenerse en los regímenes totalitarios del Estado, donde pudo asegurarse supremacía. También se dio que funcionarios públicos de dudosos antecedentes impusieron a través del miedo, cuestionados preceptos morales, instrumentados a través de censura y persecuciones.

En el año 1975, por ejemplo, la primera mandataria intenta blanquear su trayectoria, comulgando en plazas públicas, mientras su favorito, un brujo de profesión, verdadero conductor del gobierno, instala símbolos esotéricos en otros lugares públicos. Asimismo, el singular brujo oficial se propuso sofocar a quienes intentaran pronunciarse libremente y dio origen al nacimiento de un régimen terrorista sin precedentes

En el presente ejercicio literario se filtra el desencuentro espiritual de aquéllos que en torno al anacronismo de los mandatos impuestos, quisieron encontrarse a través de una realidad distinta. Eran tiempos de pensar. Tiempos donde todavía se buscaba una verdad trascendente, donde el intelecto florecía, aún en personajes como los presentados aquí, más o menos díscolos, desorientados de la vida, pero que todavía creían que podía haber algo más allá de lo impuesto.

Recuerdo de cuando se filosofaba en reuniones.

EL AUTOR

1

Buenos Aires, mayo de 1975

—––––––––––––––––––––

GREGORIO DESORBE

CONVOCA A PERSONAS

INTERESADAS EN CULTIVAR

SUS ALMAS

—–––––––––––––––––––––

Primer encuentro en el local de restauración de muebles de Gregorio. Barrio de Boedo.

Gregorio y Asdrúbal:

GREGORIO: No, mi apellido no es Desborde, y espero que nunca vaya a llegar a algo así. Como te decía, mi objetivo es poder reunir a aquellos que quieran encontrar verdades que tengan que ver con la elevación.

ASDRUBAL: Perdoname por llamarte Desborde, te tuteo aunque sos más grande que yo. Lo que pasa es que te anoté mal, soy medio bestia.

GREGORIO: No te preocupes, aunque el estado de bestialidad es una característica de todos, es lo que debemos superar.

ASDRUBAL: Sí, ¿pero qué quiere decir eso de cultivar el alma?

GREGORIO: Ya lo iremos viendo; es algo que me resuena desde hace tiempo y que va a ser para constuir entre todos.

ASDRUBAL: Yo, para construir, siempre fui un desastre. Una vez tuve que ayudar a levantar una pared, y me salió cualquier cosa; ahí nomás, planté el equipo de albañilería, pero me gustó eso que dijiste de lo que resuena, a mí me suenan y resuenan ideas, y te digo la verdad, lo que más me interesa es eso de la “Coordinadora.”

GREGORIO: No te entiendo.

ASDRUBAL: Me vino de repente, no sé si lo dijiste vos o fui yo, me apareció así: “La Coordinadora de almas”

GREGORIO: –conciliador– Parece interesante…

ASDRUBAL: Y ahora pienso, ya que hablabas de agrupar, que se podría formar algo así como un comando central que tendiera redes…

GREGORIO: Podría ser, aunque te aclaro que el término comando hace pensar en un movimiento armado, y nosotros no tenemos nada que ver con eso. Por otra parte, mis fines son mucho más modestos. Nunca pensé en una organización.

ASDRUBAL: ¿Por qué no una organización? ¿No serías capaz de delegar en mí? Yo te prometo…

GREGORIO: –algo esquivo– Tiempo al tiempo, hagamos pasar a esta gente que se fue acercando… Bienvenidas, señoras ¿vienen juntas?

—No. Mi nombre es Irina –dice la primera de ellas–, y yo quiero pedir que no me pregunten, porque no hablo nunca.

—Yo, Elsa Dagún –dice la segunda en ingresar al local.

GREGORIO: Bien, les agradezco que estén. Espero que pronto entremos todos en confianza. Recién comenzaba a hablar con este joven, y creo que habíamos llegado a que nuestro ideal sería el de un encuentro que sirva para elevar nuestras vidas a partir de lo que ya tenemos.

ELSA: Es buena propuesta. Yo vengo a contarles que tengo percepciones un poco extrañas, que me inquietan, y que algo de la convocatoria me pareció que tenía que ver conmigo. Me gusta que tengamos edades distintas, aunque todos somos lo suficientemente adultos.

GREGORIO: Eso, no se trata de una cuestión de edades. Sin duda, nos vamos a entender.

ELSA: Lo primero que querría decir de mí, es que yo nunca tuve miedo.

GREGORIO: No hay por qué tener miedo. Espero que esta cuestión del miedo la vayamos superando entre todos.

ELSA: Yo me refiero a esas percepciones algo extrañas que vengo teniendo, y no pienso retroceder con eso. Si les parece, después les sigo explicando, como para que me entiendan.

GREGORIO: Por supuesto que sí.

Otro joven que se ha acercado, se anima a hablar:

WALTER: Mi nombre es Walter Cipriani, yo también estoy de acuerdo en que haya edades diferentes, y quiero que me ayuden a poder contar, o, mejor dicho, que alguien escuche lo que tengo para decir acerca de unos seres…no sé cómo llamarlos –finalmente se anima– de unos seres con clorofila.

ASDRUBAL: ¿Los seres con clorofila son los dentífricos y los fideos verdes?

WALTER: ¿Me estás cargando?

GREGORIO: No. El compañero ya aclaró que es medio bestia.

WALTER: Entonces te digo que hay algo verde, más allá de los dentífricos, los fideos y todo eso. Quiero hablar de mi verdad sobre los seres con clorofila.

GREGORIO: ¿Hay algo más?... Pues bien, ya que es el primer encuentro, me gustaría compartir un relato. Se me ocurre que puede guardar relación con eso que decía Asdrúbal de levantar paredes, es decir, de edificar algo, y además quisiera que después comentemos las cosas que se nos ocurran: El relato se refiere a la construcción de un monumento. Se trata de que hace años atrás, se pensó en plasmar una obra que careciera de connotaciones sociales, políticas, o religiosas, y que representase a la Humanidad en sí. Era un proyecto que simbolizaba un intento de reconocimiento hacia todos, hacia los notables y asimismo a los que no trascendemos empuñando armas, ideas, ni alguna otra cosa, es decir, también estaríamos ahí, los que transcurrimos sin haber alcanzado nada.

Se pensaba–prosigue– en dotar a la obra de dimensiones colosales, y una empresa de tal magnitud en cuanto a su tamaño y significación, requería de un cuidadoso planeamiento. Varios años demandó la selección del equipo necesario; se elaboró un proyecto preliminar que ubicaba a la magna construcción en un sector importante de la ciudad, lo que originó un sinnúmero de opiniones contrapuestas. Multitudes de manzanas deberían ser derribadas para su realización. Este hecho, que en un principio atentaría contra los conciliadores objetivos iniciales, llevó a que finalmente se pensara en ubicar la obra en una zona alejada dónde no hubiesen mayores complicaciones urbanas. Además, si bien los defensores de la idea hablaban de un posible incremento económico del lugar al imaginar un potencial centro de atracción turística, lo concreto fue que las dimensiones y la financiación del monumento seguían sin acordar, temiéndose incluso, a que la obra llegase a ser postergada indefinidamente.

Fue en esas circunstancias en que se dio el grato acontecimiento de que se interesase un país vecino y se propusiera un esfuerzo mancomunado. Del hecho de esta unión y de una publicidad más efectiva, nació el deseo de otra nación más, de adherirse asimismo a la empresa mediante el acuerdo de que cada país aportase los insumos que resultaran más convenientes.

Después de los primeros años de tratativas, una de las pocas cosas que quedó en claro fue que el monumento estaría ubicado en el punto limítrofe de los tres países, y también se pensó en que el turismo redituaría lo suficiente como para lograr amortizar su costo en menos de una década. Luego de sucesivas revisiones, finalmente prosperó la idea de dotar a la obra de dos sectores fundamentales, a saber, su base y el monumento en sí, y que ambos conservarían sus gigantescas dimensiones pensadas. El interior de la base tendría capacidad como para instalar una apreciable cantidad de hoteles, proyectándose también ornamentar a la zona circundante con imponentes y atractivos parques.

Partiendo de todo ese empeño inicial, lo primero que se logró fue el diseño de la mencionada base o pedestal, que tendría la forma de una pirámide truncada. Cada uno de sus lados miraría hacia cada uno de los países y estaría surcado por escalinatas que conducirían hacia la estatua, que se ubicaría en la cima.

Con respecto a la estatua, que como antes decía, representaría a todos los hombres en sí, se dio el hecho de que transcurriese demasiado tiempo sin que se llegara a ningún acuerdo en cuanto a la forma y actitud que mostraría aquel emblema. Las discusiones referidas a esa figura parecían volver a postergar indefinidamente a la empresa, por lo cual se decidió, sin más, a dar comienzo a la construcción de la primera parte de la obra: el pedestal.

Hoy, después de considerar la cantidad de años que demoró la realización de esa base, se piensa cuántos más hubiese llevado erigir la estatura, que ni siquiera llegó a diseñarse. A partir de ahí, lo cierto es que quienes visitan el lugar pueden llegar a la conclusión de que, en realidad, levantar dicha estatua hubiese resultado algo absurdo, y que su omisión, por lo tanto, respondería a razones apreciablemente sensatas, ya que el pedestal con sus gigantescos escalones, por sí mismo, resulta ser más que suficiente como para engalanar a toda la Humanidad, y por esto mismo, la razón de su atracción quizá resida en la fantasía de cada uno de nosotros, que bien podríamos imaginarnos erguidos allí arriba, abundando en laureles.

Bueno, esto no ha sido más que un relato de inicio. No sé qué pensarán ustedes.

ASDRUBAL: Me pareció vivirlo.

GREGORIO: ¿Sí? ¿Y los demás que opinan?

ELSA: Algo así podría parecer loable, pero también tiene que ver con el engaño.

GREGORIO: Y con el egoísmo, ¿no es cierto?

ASDRUBAL: ¿Entonces, quiere decir que la pifié?

GREGORIO: No. Temas como este, ya iremos viendo. Por lo pronto, creo que tan sólo es suficiente con que les aclare que estoy tratando de que se genere un acercamiento que nos permita encontrar qué es lo que hay de común entre nosotros, como para que así podamos elevarnos y crear un nuevo concepto de dios, como significado de todos juntos. Si, yo sé que de entrada puede parecer difícil, pero…

ASDRUBAL: ¿Elevar las almas no es subir al pedestal?

ELSA: Creo que él quiere decir otra cosa.

GREGORIO: Elevarse en otro sentido, más allá de lo común y corriente que nos toca vivir.

WALTER: Eso mismo, más allá de lo que nos toca.

GREGORIO: Entonces, me parece que sería bueno que a partir de acá, cada uno de nosotros acerque sus propias inquietudes en cuanto a temas de la existencia, como para ver si podemos generar algo que pueda ir creciendo.

WALTER: ¿Nos podrías dar ejemplos de inquietudes?

GREGORIO: Ni más ni menos que estas cosas que empezamos a hablar y alguna otra que pueda surgir.

WALTER: ¿Y me pueden aceptar con eso que estoy buscando?

GREGORIO: Todo es bienvenido; que todos nos escuchemos tiene que ver con la solidaridad. Solidaridad, es un lindo tema.

ASDRUBAL: Pero también hay más.

GREGORIO: Claro que sí, a eso me refiero.

ELSA: Perdón, no sé si soy inoportuna, pero ahora que hablamos de solidaridad, quisiera saber cómo vamos a colaborar, quiero decir, cómo contribuir materialmente.

GREGORIO: No, eso…

ELSA: Sí, hablo de algún aporte como para solventar.

GREGORIO: Como habrás podido ver, este sitio es el lugar donde trabajo durante la semana. No genera ningún gasto especial.

ELSA: Sí, pero supongo que vos también tendrás que…

ASDRUBAL: Yo sólo traje para el colectivo.

GREGORIO: Insisto en que por ahora no es necesario.

ELSA: Para mí, sí, y discúlpenme, yo necesito colaborar. aunque más no sea, con unos pocos pesos.

WALTER: De acuerdo. Yo también quiero aportar. Tenemos mucho para decir. –Irina, vacilante, mira el interior de su cartera.

GREGORIO: Bueno, si es voluntario, acepto, aunque no era mi finalidad. Parecen buena gente…

ASDRUBAL: ¿Entonces, yo...?

GREGORIO: Decía que no pienso en dinero. Esto de hoy, lo voy a guardar para cuando lo necesitemos. No saben cómo les agradezco haber venido…

-------

La tarde de otoño va dejando lugar a la incipiente oscuridad. Gregorio se despide de ellos. Ahora, algo distante, vuelto a su melancolía, permanece sentado sobre un desvencijado sillón, mirando fijo hacia la vidriera hasta que las sombras avanzan y recuerda que un trabajo quedó pendiente en la parte posterior del local.

Esa misma tarde, en un café:

WALTER: No es que me traiga la soledad…

ASDRUBAL: No, para esto están los amueblados. A veces me doy una vueltita…

WALTER: …Yo sé que pronto, muchos van a poder compartir, cuando termine de explicar eso que pienso decir. Quiero tener amigos que me acepten. Para eso necesito que conozcan mi experiencia, lo que sé.

ASDRUBAL: Experiencia es la de poder manejar el tiempo y traer a los que se van.

WALTER: …Se trata de que sepan que hay una falla en la biología humana. Los seres humanos tenemos en la sangre algo que se llama hemoglobina. Es lo que le da el color rojo que vemos. Los vegetales, en cambio, llevan una molécula de ese tipo, pero que en el fondo es diferente, y que es la clorofila.

ASDRUBAL: El dentífrico, los fideos…

WALTER: Los seres verdes en general.

ASDRUBAL: –lo interrumpe–Las cintas. Es lo que estoy oyendo. Empecé con una cinta grabada. Tengo que llegar a la máquina del tiempo.

WALTER: …Alguien tiene que escucharme. Los seres humanos llevamos una composición imperfecta, porque, como te decía, tenemos sangre, y eso hace que nos veamos obligados a alimentarnos de otros, que es una verdadera crueldad. Los vegetales, son lo más puro que hay, viven del aire, del sol, del agua…

ASDRUBAL: