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Una estudiante de arte conoce azarosamente a un apuesto fotógrafo durante su paseo matinal y no puede sacárselo de la cabeza. Es en él en quien piensa al hacer el amor con su novio. Cuando vuelve a encontrarse con el fotógrafo en una exposición de arte, en la cual él exhibe las provocativas imágenes de mujeres desnudas que ha creado, ella finalmente decide que también se dejará cosificar...-
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Seitenzahl: 26
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Sarah Skov
Translated by Javier Orozco
Lust
Cosifícame - una novela corta erótica
Translated by Javier Orozco
Original title: Objektiviser mig
Original language: Danish
Copyright © 2020, 2021 Sarah Skov and LUST
All rights reserved
ISBN: 9788726859300
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
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Me encanta pasear durante ese momento en que la luz matinal se extiende como un velo sereno por la calles vacías, absorber los instantes durante los cuales los únicos sonidos son los de mis pasos. La luz de la mañana es especial, aún más cuando una suave neblina asciende desde el río. Aunque resulte banal, no me puedo resistirme y tomo un par de fotografías junto al puente. Normalmente suelo retratar la basura ignorada, las colillas de los cigarrillos dejados frente a los grandes escaparates de las tiendas, pero hoy me permito esta captura aunque sea todo un cliché. Recorro las calles a buen ritmo pero algo me detiene en la Séptima Calle. La fachada de un edificio en ruinas, adornado por un enorme grafiti me deja casi sin aliento. Me detengo un largo instante para contemplar la imagen, permanezco así hasta que una voz brota detrás de mí. Me doy la vuelta sobresaltada.
- Discúlpame por favor, pensé que ya me habías escuchado –dice un hombre joven.
Da unos pasitos inquietos. Su cabello es rizado y parece desaliñado. Tiene la cara de alguien que acaba de escaparse de la cama. Sin embargo su aspecto descuidado y aleatorio es atractivo. Si me acercara lo suficiente seguro podría oler la calidez del sueño en su piel. Calculo que es algunos años más joven que yo.
- No te escuché, estaba absorta viendo la pintura –digo con un tono poco amistoso. Él asiente mirándome fijamente. ¿Acaso es una sonrisa eso que se asoma en sus ojos?
- Simplemente pensé que te gustaría saber que una rata miraba con apetito los dedos de tus pies, aunque quizás sea solo yo quien siente eso –dice mientras una sonrisa triunfal se extiende por su rostro.
Asiento tranquilamente sin quitarle los ojos de encima. Es guapo, muy guapo, aunque está claro que él lo sabe de sobra.
- Cuando hayas terminado me gustaría sacarte una foto – agrega.
Solo entonces me percato de la cámara que sostiene en su mano. Idiota,