De Abrahán a Gabriele - Martin Kübli - E-Book

De Abrahán a Gabriele E-Book

Martin Kübli

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Beschreibung

De Abrahán a Gabriele: la palabra de los profetas a lo largo de la historia se cumple ahora. El plan de Dios se hace manifiesto.

Das E-Book De Abrahán a Gabriele wird angeboten von Gabriele-Verlag Das Wort GmbH und wurde mit folgenden Begriffen kategorisiert:
Gabriele, revelaciones divinas, Isaías, Abrahán, profetas, Palabra profética en la actualidad, Reino de paz

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Seitenzahl: 58

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La Palabra de los profetas se cumple

De Abrahán aGabriele

Martin Kübli

El Espíritu universal es la enseñanza del amor a Dios y al prójimo, a los seres humanos, a la naturaleza y a los animales

1ª edición en español: 2014Spanisch

© Gabriele-Verlag Das Wort GmbHMax-Braun-Str. 2, 97828 Marktheidenfeld, Alemaniawww.gabriele-verlag.dewww.editorialgabriele.com

Título del original en alemán:»Das Wort der Gottespropheten erfüllt sich. Von Abraham bis Gabriele «

Traducción autorizada por la editorial Gabriele-Verlag Das Wort.En todas las cuestiones relativas al sentido, la edición original en alemán tiene validez última

Todos los derechos reservados.

Foto en portada: © Patrick Poendl/fotolia.com

Nº de pedido: B465esISBN 978-84-8251-091-0 (edición impresa en español)ISBN 978-3-89201-895-7 (epub en español)ISBN 978-3-89201-896-4 (mobi en español)

«Porque como caen la lluviay la nieve de los cielos, y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar,para que dé simiente al sembrador y pan para comer,así será Mi Palabra que sale de Mi boca;no vuelve a Mí vacía,sino que realiza lo que Yo quiero,y cumple todo aquello para lo que la envié».

(Isaías 55, 10-11)

Prólogo

La obra de los profetas de Dios en el curso de los milenios forma la base de la historia cultural de la humanidad; las grandes religiones se refieren también tanto ahora como antes a la palabra del Eterno a través de los profetas –y de todos modos, a los enviados de Dios se les rebaja en la actualidad solo a una especie de galería genealógica de épocas antiguas, especialmente en la llamada cristiandad.

En el pedestal de la auto exaltación se ha instalado el sacerdocio de culto, contra el que los grandes profetas se interpusieron en todos los tiempos. A la Palabra de Dios dada a través de Sus enviados, aún se la incorpora aquí y allá en las instituciones religiosas al vaho trivial de dogmas y reglas, pero no se hace caso de las visiones de los profetas, de las advertencias y orientaciones de Dios.

El presente escrito muestra en forma comprimida la gran perspectiva en que se basa la actuación de los verdaderos profetas de Dios, pero también las consecuencias nefastas que ha tenido el menosprecio que les ha mostrado la mayoría de los seres humanos fieles a los sacerdotes, que no han seguido la Palabra de Dios. Partiendo de Abrahán hasta Gabriele, la profeta y enviada de Dios en nuestro tiempo, el Espíritu único, la Inteligencia universal, obra en el plan único contenido en el cumplimiento de la oración que enseñó Jesús, el Cristo –el Padre Nuestro–, en el que se dice: «Así en la Tierra como en el Cielo».

La palabra de los profetas de Dios se cumple. De Abrahán a Gabriele

La mayoría de las personas, especialmente en la llamada cristiandad, consideran la actuación de los profetas de Dios en la historia de la humanidad como una circunstancia que en su vida diaria tiene un significado secundario o que incluso no juega ningún papel. Se admite la aparición de los grandes amonestadores y anunciadores, de los enviados de Dios, como un hecho histórico en el que un Dios desconocido, más o menos siguiendo el principio de la casualidad, trasmitió a la humanidad Su Palabra a través de seres humanos.

Cómo llegó a darse esta Palabra, de dónde viene esta Palabra –la Palabra de Dios–, de dónde proviene este Dios que se manifiesta, cómo es Él y a qué se refiere la Palabra del Eterno que ha sido manifestada, es algo que desaparece en la oscuridad de la tradición institucional. Envuelta en enmohecidas explicaciones de carácter pagano de la doctrina de la Iglesia, se enturbió la visión del contenido de la Palabra de Dios.

A pesar de que también en las biblias legadas por la tradición se explica cómo Jesús aclara las escrituras con respecto a los profetas y a Su venida, pocas personas se hacen conscientes de que Sus explicaciones se refieren a procesos temporales de este mundo, que tienen su origen en el mundo espiritual y que forman parte de un plan de Dios.

A los discípulos en Emaús, Cristo les dijo: «¡Oh, necios! ¡Cuán lento es vuestro corazón para creer en todo lo que dijeron los profetas! ¿No tuvo que soportar Cristo tal sufrimiento y llegar a su Gloria? Y Él comenzó por Moisés y por todos los demás profetas y les explicó en todas las escrituras, lo referente a Él».

Estas palabras muestran que la actuación de todos los enviados de Dios no es una chapucería surgida de la casualidad, en la que de aquí para allá se lleva a la humanidad la Palabra del Eterno. El Espíritu profético, que tiene efecto a través de los portadores de la palabra, es parte del gran plan del Reino de Dios para hacer regresar al Reino de Dios a los seres caídos, que en el fondo de su alma son seres divinos que provienen del Hogar eterno. A través de la llamada de Sus mensajeros, el Eterno, el Espíritu universal y libre, Dios, quiere movernos a recapacitar e indicarnos el camino: el camino de regreso al Hogar paterno.

Este es el plan espiritual divino, que a través de todos los tiempos y hasta el día de hoy ha sido la base de la actuación de todos los verdaderos profetas de Dios. Toda la historia de la humanidad está vinculada inseparablemente a la llamada del Eterno a través de Sus portadores de la Palabra.

Como enhebrada en un collar de perlas, según sea el estado de consciencia de las personas de cada época y de su sociedad correspondiente, la Palabra de Dios se dirige a nosotros seres humanos en una dimensión cada vez más amplia, con enseñanzas espirituales cada vez más profundas.

Una misión, un plan espiritual divino es la base de la actuación de todos los profetas de Dios

En los grandes profetas de Dios estuvieron y están encarnados seres espirituales muy elevados, que fueron enviados al mundo con la misión divina de prepararse para Su Palabra, con el fin de disponer el regreso de Sus hijos e hijas, que somos todos en el fondo de nuestra alma, al reino de la Existencia eterna.

Jesús de Nazaret aludió a este gran plan de Dios en la parábola del viñero que envió a sus criados allí donde estaban los obreros desobedientes, los que mataron a todos los criados. Como todo esto no sirvió de nada, envió entonces a su hijo, pero también los obreros de la viña lo mataron. En esta parábola, Jesús, el Cristo, habla de Su propia trayectoria, así como también de los enviados, de los llamados siervos, de los servidores de Dios, de Sus portadores de la Palabra, que ante el trono de Dios son elevados seres espirituales.