El arte de susurrar a los bebés - Ana Isabel - E-Book

El arte de susurrar a los bebés E-Book

Ana Isabel

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Beschreibung

En este libro encontraréis las claves para convertiros en susurradores de vuestro bebé. Aprenderéis a entender sus llantos y su lenguaje corporal, qué circunstancias afectan a su sueño y cómo evitarlas, cómo dormirle desde el primer día y cómo hacerlo si surgen problemas. Cómo y por qué crear unas rutinas apropiadas, adaptadas al bebé y al resto de la familia... Y todo ello basado en las enseñanzas de Tracy Hogg y el foro de las susurradoras de bebés. Al igual que el primer libro de esta autora "El manual de instrucciones que perdiste cuando nació tu hijo.

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Veröffentlichungsjahr: 2020

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EL ARTE DE SUSURRAR A LOS BEBÉSAna Isabel Fraga SánchezMandala eBooks (2012)
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EL ARTE DE SUSURRAR

A LOS BEBÉS

Ana Isabel Fraga Sánchez

colección Lux Natura director: Enrique Lebrero

© Ana Isabel Fraga Sánchez

© Mandala Ediciones, 2011 Tarragona 23 28045 Madrid (España) Tel: +34 914 678 528 E-mail: [email protected] www.mandalaediciones.com

I.S.B.N.: 978-84-8352-443-5 Depósito Legal:

Imprime: Publidisa

Agradecimientos

A mis hijos, Lucas y Samuel, grandes maestros en mi vida, a mi marido, que siempre siempre está ahí y me apoya incondicionalmente. A mis padres por lo mucho que creen en mí, y a Tracy por toda la sabiduría que dejó antes de irse.

Introducción

En mi primer libro (El manual de instrucciones queperdiste cuando nació tu hijo. Casos reales, editado por Ediciones Mandala) me centré en las soluciones a problemas de sueño establecidos. En este segundo libro pretendo explicar cómo evitar esos problemas, qué hacer desde el primer día y cómo convertir el arte de susurrar a los bebés en tu arte. No voy a repetir lo que ya tantos libros y revistas cuentan al respecto de la maternidad o el cuidado de los bebés. Voy a centrarme en todo lo que sé y he experimentado en mi propia vida y en la de tantas madres a las que he ayudado a través de este modo de entender a nuestros bebés, y que acaba irremediablemente, por extenderse al resto de parcelas de nuestra vida. Teniendo en cuenta al pequeño como parte de un todo, la unidad familiar, sin perder de vista su individualidad y necesidades, pero sin olvidar tampoco al resto de su entorno, intentando encontrar el equilibrio y la armonía, huyendo de los extremos y las verdades absolutas.

Sobre mí

Debo presentarme, ya que vamos a compartir unas cuantas horas juntos.

Mi nombre es Ana Isabel Fraga Sánchez, aunque muchos me conocen por Naieba o más cariñosamente Nai. Podéis usar el que gustéis.

Española, y para más señas Asturiana, desde bien pequeña me interesaron los recovecos de la mente humana, el sentir, las emociones, los porqués de esta o aquella actitud, el cómo solucionar las angustias, las tristezas… quizás porque había muchas a mi alrededor, quizás porque así tenía que ser.

El caso es que siempre he vivido en esa búsqueda, que de algún modo se ha convertido en mi camino.

Especialmente sentía que los niños tenían que ser tratados, educados, de otro modo. Que había que pensar cómo decirles las cosas, cuándo decirlas, que había que aprender a respetarles como seres individuales, a no herirles por usar frases hechas y palabras no pensadas.

Mi búsqueda me llevó a sumergirme en las terapias naturales, estudiando primeramente masaje y otras terapias manuales, naturopatía, Á ores de Bach, Reiki…

leyendo cuanto libro de autoayuda, psicología, educación, etc.… caía en mis manos. Nutriéndome con la experiencia con mis clientes y con mi propio proceso interior.

Y un día, oí hablar de Tracy Hogg, varios años antes de tener a mi primer hijo. Su modo de entender a los bebés, de solucionar problemas de un modo tan creativo, protector y coherente me llamó profundamente la atención, y enseguida me empapé de sus textos. Los leí con avidez y mucha ilusión.

Como digo, varios años después tuve a mi primer hijo (actualmente tengo dos), y los rescaté de la estantería.

Me ayudaron mucho, aunque me quedaban grandes lagunas. Y como buena buscadora di con el foro del que ahora, y desde hace más de 4 años soy moderadora. De él aprendí muchísimo, de cada una de las madres (y algún padre, siento decir que pocos) y sus experiencias.

Porque como dice esa canción de Disney: “Aprende a enseñar, que enseñando aprenderás”

Y aprendí, aprendí muchísimo. Tanto así, que escribí mi primer libro y creé mi propia página web (www.susurradoradebebes.com). Y sigo aprendiendo, porque los niños son grandes maestros, que te llevan a replantearte viejos esquemas aprendidos y a buscar dentro de ti todo lo mejor para poder ofrecérselo.

Y si lo que a uno le entusiasma, si lo que uno disfruta, es su camino en la vida, como dijo Edward Bach (descubridor de las Á ores de Bach), este sin duda es el mío. Debo decir que además me ha permitido combinarlo con otra de mis pasiones: escribir.

Y esta soy yo, en pocas palabras.

La Aventura de la maternidad/paternidad

Ser madre/padre es algo maravilloso, lo mejor que puede pasarte en la vida… Seguro que has oído esto en muchísimas ocasiones. Pero no suelen prepararte para todas las demás cosas.

Una vez que el bebé ha nacido, el camino no suele ser de rosas, o al menos no solo de rosas. Por este sendero hay también espinas, piedrecitas fastidiosas que se meten en tus zapatos, tropezones, desvíos equivocados, vueltas atrás, y todo tipo de obstáculos propios de cualquier aventura. Y un compañero de viaje que suele ir en la mochila (sobre todo de mamá): la culpa Dicho así queda estupendamente pero no aclara la realidad de la situación, así que vamos a desentrañar todos estos comparativos.

Cuando hablo de espinas me reÀ ero a aquello que pretendíamos y no pudo ser, por la causa que fuere.

Puede que tu soñado parto no fuese tal y como lo habías previsto, que no llegase la epidural cuando tu intención era utilizarla, o que por el contrario pretendieses un parto natural que no pudo ser. Puede que te asustases durante el proceso en vez de vivirlo con alegría, puede que llegase una cesárea a pesar de haber luchado porque no ocurriese, puede que esperases un bebé sonriente y dormilón, y sin embargo no fue así, puede que esperases enamorarte de tu hijo nada más verle y a cambio sentiste miedo o incluso rechazo, puede que…

Las piedrecitas fastidiosas son desgraciadamente bastante frecuentes y tienen forma de persona. Persona que ha tomado el papel de consejera gratuita (vaya, que nadie le ha pedido su opinión), juez y a veces hasta verdugo. Os preguntaréis porqué motivos. Bueno, pueden ser varios. Desaprobar el modo de dormir a vuestro retoño es uno de los más repetidos (lo he escuchado muchas veces de boca de las mamás con las que trabajo), el tema de la lactancia es otro muy común.

Muchas mamás se sentirán presionadas a dar la teta, otras por el contrario a no hacerlo. Preguntarán si le das o no pecho y porqué no lo has hecho si ha sido el caso. Y

como digo, en ocasiones hasta harán de verdugos con la crueldad de sus palabras.

El entorno, la sociedad y sus creencias, tu madre, tu suegra, tus hermanos o amigos… cualquier persona cercana a ti, la vecina, o una literal desconocida sabrán siempre más que tú y te lo harán saber.

Y con los tropezones me reÀ ero a lo habitual en cualquier aprendizaje, que se compone de ensayo y error hasta llegar al punto deseado.

Nadie nos prepara para ser padres, se acaso para parir en las clases de preparación al parto (y habría mucho que discutir al respecto, pero este no es el libro para ello), así que vamos aprendiendo sobre la marcha.

Un día somos hijos, hermanos, cuñados, mujer o marido… y en cuestión de nueve meses pasamos a ser padres. Una enorme responsabilidad cargada de aprendizajes.

El cambio es tremendo, emocional y físicamente. Y

no solo para la madre, que durante el embarazo, parto y post parto pasa por cambios enormes. También para el padre, el gran olvidado en esto de la maternidad y a los que en muchas ocasiones se les mantiene prácticamente al margen.

De repente las noches han dejado de ser para descansar de un largo día y comienzan a ser otra cosa.

El sueño y el cansancio hacen mella por todas partes, las discusiones en la pareja aparecen por la menor tontería, el agotamiento es el pan nuestro de cada día, las ideas divergentes sobre cómo actuar con el niño, o las distintas interpretaciones sobre lo que le pasa…

La maternidad/paternidad es un cambio brusco para el que pocas veces se está preparado del todo.

Es importante entender esto, porque entendiéndolo muchos de los problemas citados serán minimizados.

Y ahora que lo habéis leído puede que os de la risa la próxima vez que empecéis a discutir porque a alguno de los dos se le olvidó comprar los pañales, o bajar la tapa del wáter.

En cuanto a los desvíos equivocados y vueltas atrás, hablo de decisiones erróneas, propias también de todo aprendizaje. Y como es de sabios rectiÀ car, no quedará más remedio que dar marcha atrás y escoger otro camino. Sed pacientes con vosotros mismos, también estáis aprendiendo.

La culpa, como os decía es un compañero incondicional de viaje, sobre todo de mamá, aunque papi no se librará, en mayor o menor medida.

He oído tantas veces la frase “¿seré una mala madre?”, que encierra un enorme sentimiento de culpabilidad.

Las razones para pensar esto son variopintas. Desde el simple llanto del bebé (si no sé calmarlo no soy buena madre/padre), pasando por el hecho de que su hijo duerma menos que otros bebés, que no haya podido darle la teta o no haya querido (y una de esas piedrecitas la haya fustigado con sus comentarios

“bienintecionados”), etc.…

Papi suele más bien sentir la culpa a través de mamá.

Que si no me ayudas lo suÀ ciente, que si estoy siempre sola, que si … lo que sea. Mamá suele tener las hormonas un tanto desbocadas, que unidas al torbellino emocional por los cambios hacen un cóctel molotov.

Supongo que después de leer todo estaréis profundamente desanimados.

¡Pues animaros de nuevo! La maternidad/paternidad es una aventura, y como le ocurre a cualquier príncipe en busca de su princesa soñada, vivirá momentos difíciles, y también los más bellos que hubiese podido imaginar.

Aprenderá el verdadero signiÀ cado de la palabra amor, de la entrega y de la fuerza, porque por tus hijos adquieres la de un titán, aguantas noches sin dormir, comentarios hirientes, sentimientos encontrados…

Con una sonrisa de ellos, el mundo se ilumina, más aún tu mundo.

Pero es de ley que sepáis a qué os enfrentáis. Tal y como al caballero de brillante armadura le advirtieron del dragón que encontraría en las cuevas, y de las pruebas que tendría que superar…

Bueno, y ahora que ya lo sabéis, cogedme de la mano y caminemos juntos.

Espero a través de este libro llegar a vuestros corazones y que os sintáis arropados y apoyados en este proceso.

¡Empezamossssssssssssssssssssssss!!!!

Qué significa ser padre/madre: una definición personal

Ser madre / padre (es mi punto de vista), es dar por el amor de dar, es dar para potenciar lo maravilloso de ese pequeño ser humano que te han concedido, es dar y aprender a soltar. Soltar es parte de la maternidad/

paternidad, en pequeñas cosas que cada vez ser irán haciendo más grandes.

Es aceptar que no son nuestros, sino parte de nosotros, que merecen seguir su camino aunque ese no sea el que queríamos o esperábamos, es aceptarles tal y como son, es ofrecerles los valores y el apoyo para que caminen su sendero sin juicios.

Ser madre/ padre, es ser consciente de lo que decimos, de cómo lo decimos y en qué momento lo decimos. De cómo actuar, de refl exionar sobre sus necesidades y atenderlas, de aportar seguridad y previsibilidad a sus vidas, de llenarles de momentos maravillosos que recordar, de ponerles límites y de equilibrar la balanza entre derechos y obligaciones que les hagan entender el valor de lo que tienen y reciben.