El juego de las nubes Ed. 2022 - Johann Wolfgang von Goethe - E-Book

El juego de las nubes Ed. 2022 E-Book

Johann Wolfgang von Goethe

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Beschreibung

El juego de las nubes recopila algunas de las anotaciones que Johann Wolfgang Goethe realizó a modo de diario sobre sus observaciones de nubes. Como señala la traductora, Isabel Hernández, en su epílogo, «Es en 1815 cuando el autor alemán empezó a interesarse seriamente por el estudio de las mismas a raíz de la lectura de la obra que el inglés Luke Howard publicara en 1803 sobre la clasificación de las nubes: On The Modifications of Clouds.[...] Las nubes son para el científico de Weimar seres animados que reaccionan en función de las condiciones de la tierra y de su fuerza de atracción, puesto que no son ni fijas ni volátiles, sino, como todo en la naturaleza, formas en constante transformación. Es por eso por lo que la observación de los fenómenos atmosféricos tiene siempre para él una vertiente empírica y otra simbólica: la primera se manifiesta en sus estudios científicos, la segunda en sus textos literarios». Además, hemos incluido su original Ensayo sobre Meteorología y algunos de sus dibujos de nubes que, al igual que sus anotaciones, están llenos de poesía. El libro está ilustrado por Fernando Vicente, que ha sabido captar la belleza de las nubes a diferentes horas del día resaltando el espíritu romántico de los textos de Goethe. El resultado es un libro que lleva, tras su lectura, a mirar al cielo y redescubrir las nubes.

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Seitenzahl: 85

Veröffentlichungsjahr: 2022

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J.W. von Goethe

El juego de las nubes

Ilustraciones de Fernando Vicente y J.W. von Goethe

1820

Cielo cubierto de estratos

con formas de cúmulos

Goethe, Johann Wolfgang von

Estrato

Cuando, desde el espejo de las aguas manso,

una niebla eleva su tapiz en raso,

la luna, con las olas del aire fundida

como un fantasma haciendo fantasmas brilla,

¡entonces todos nosotros somos con certeza

felices, alegres hijos tuyos, oh, naturaleza!

Entonces monte arriba suben explayándose,

franja junto a franja, ocultándose,

a media altura hacia ambos inclinándose,

ya cayendo como lluvia o cual aire elevándose.

Martes, 16 de mayo

Todo el cielo levemente cubierto, pero muy gris, imposible ver ni el sol ni la atmósfera.

Lunes, 22 de mayo

A las nueve de la mañana parecía que iba a aclarar por completo, cosa que, de hecho, ocurrió, aunque con interrupciones; la región inferior de la atmósfera continuaba oscura por acción de la niebla ascendente. En algunos breves momentos se veían nubes más altas que se mostraban más constantes. Lo mismo a intervalos hasta la noche.

Viernes, 5 de mayo

Llegan nubes que podrían considerarse como estratos, aunque, a finales de verano y en otoño, estas mismas tenían un aspecto muy diferente: eran más fáciles de ver y pasaban por una zona más alta, de la que bien habrían podido definirse su posición y su situación a tenor de las mediciones llevadas a cabo en mis primeros apuntes.

Miércoles, 26 de abril

El barómetro había descendido un poco; aun con todo, el cielo estaba completamente limpio al amanecer, tan solo algunas líneas de nubes en el horizonte, al Norte. Viento en calma antes y después de salir el sol, los gallos cantaban. Toda la mañana hasta mediodía el cielo absolutamente limpio. En Eger[1] nos dimos cuenta de que el barómetro había bajado, pero sin más detalle. El cielo estuvo todo el día limpio e igual de perfecto durante la noche.

Sábado, 6 de mayo

Cielo completamente claro, pero no por mucho tiempo, porque empezaron a llegar nubes procedentes del Norte y se fueron expandiendo poco a poco, aunque de forma aislada, por todo el cielo. Lo mismo durante todo el día. Por la noche, despejado.

Viernes, 12 de mayo

Cielo levemente cubierto por franjas de nubes, no hay un azul nítido en toda la atmósfera, viento en calma, apuntando a vientos de componente Sur. La observación de ayer resultó mucho más decisiva. Las nubes procedentes del Sur, más en forma de copos que apelotonadas, se disiparon en franjas alargadas y en hilos ascendentes, y también en esta ocasión tal operación pareció tener lugar a menor altitud que de costumbre; asimismo, los cirros resultantes de ello tenían una forma muy distinta a la de costumbre, más alta, porque los hilos ascendentes y las franjas levemente torcidas volvían a transformarse en nubecitas en su extremo superior, hasta que el cielo fue cubriéndose poco a poco.

Viernes, 28 de abril

Debido a su naturaleza, los cúmulos pueden verse principalmente flotando en una región intermedia: un montón de ellos pasan uno tras otro en largas filas, por arriba recortados, en el centro rechonchos, abajo rectos, como si se apoyaran sobre una capa de aire. Si el cúmulo sube, lo absorbe el aire de arriba, que a su vez lo disuelve y lo transporta a la región de los cirros; si baja, se vuelve más pesado, más gris, menos receptivo a la luz, descansa sobre una base de nubes horizontal y alargada, y abajo se transforma en estrato. Vimos cómo estas formas pasaban en toda su variedad por el semicírculo del cielo de poniente, hasta que la capa inferior de nubes, más pesada, atraída por la tierra, se vio obligada a descender en franjas de lluvia.

Domingo, 23 de abril

En Jena, a las cinco de la mañana, el barómetro marcaba 28´ 2´´ 5´´´.

Antes del amanecer, en el cielo completamente limpio, algunas franjas nubosas al Este que, al aproximarse, se disolvían en cirros igual que el resto de franjas que flotaban al Norte y en el cenit. Las brumas del Saale[2] se diluían también al instante en el aire, se posaban sobre las montañas y caían en forma de rocío; las pocas que lograban subir se dejaban ver igualmente en forma de leves franjas nubosas.

Sábado, 28 de mayo

Por el Noroeste se va aclarando cada vez más; poco a poco, en ese mismo punto, se va despejando el cielo y sale el sol. Unas pocas nubecitas, empujadas por el viento del Oeste, recorren suavemente su trayectoria. Cirros en la capa superior, la de un aire más azul.

[1] Localidad del norte de Hungría, en el condado de Heves, al Este de los montes de Mátra. (Todas las notas son de la traductora).

[2] Río de Europa central que nace cerca de Zell, pasa por las ciudades alemanas de Hof, Saalfeld, Rudolstadt, Jena, Naumburgo, Weissenfels, Merseburgo y Halle y desemboca en el río Elba cerca de Barby. Tiene una longitud de 413 km.

1816

Cúmulo con una fuerte

aglomeración en su base

Goethe, Johann Wolfgang von

Cúmulo

Y si después a la atmósfera más alta

la materia activa fuera llamada,

la nube estaría alta, adorablemente henchida,

anunciando, bien firme, su fuerza decidida,

y, lo que teméis es, con segura conciencia,

que cuando arriba amenaza, abajo tiembla.

Martes, 9 de mayo

Cielo claro, aunque cubierto con leves bancos de nubes como vapores altos; el sol muy caliente, la atmósfera nublándose más y más.

A mediodía viento, atmósfera incoherentemente nublada, unas pocas gotas de lluvia, noche clara.

Lunes, 24 de abril

El aire había absorbido en sí toda la humedad; por eso, al amanecer, surgió una especie de vapor alto, que podía percibirse incluso en los objetos más distantes, y hasta en el color más pálido del cielo. Poco a poco van dejándose ver delicadas franjas nubosas horizontales, en las que se concentran todos esos valores, y cubren todo el cielo, al tiempo que ponen de manifiesto su tendencia a transformarse en cirros, se fragmentan y aparecen formando una fila de borreguitos.

Domingo, 14 de mayo

Igual que ayer, solo que los cúmulos mantuvieron más su forma propia, apelotonada. Sin síntomas de bochorno desagradable.

Miércoles, 24 de mayo

Igual que ayer, pero con mayor tendencia a la lluvia y, de vez en cuando, lluvias acompañadas de truenos. Así estuvo hasta pasado el mediodía, hasta cerca de las cinco, como pudimos comprobar en un paseo al Horn.[3] Después aclaró y a las ocho de la tarde la luna se veía clara en el cielo, después enturbiada por algunas nubes ligeras.

Domingo, 30 de abril

El viejo juego de las nubes disminuyendo y aumentando de tamaño, sin resultado.

Domingo, 21 de mayo

Pasan nubes de lluvia con un fuerte viento de componente Nordeste, lo mismo durante todo el día. Por la tarde, después de las siete, una lluvia fuerte y persistente, también durante toda la noche.

Viernes, 26 de mayo

Mañana clara. Rachas de viento. Más nublado. A las tres lluvia suave, truenos, alternando hasta la noche. Una hermosa noche de luna, no tan clara como la de ayer.

Sábado, 13 de mayo

Igual que ayer, llegan nubes de bochorno, se disuelven y vuelven a agruparse; alternancias continuas.

Sábado, 20 de mayo

Cielo cubierto, abriéndose poco a poco, rayos de sol, aire templado.

Martes, 23 de mayo

Cúmulos, altos y distantes, de un blanco claro y apelotonados. Por debajo pasaban nubes de lluvia, rara vez truenos, poca lluvia.

Domingo, 28 de mayo

Nieblas y nubes de lluvia sin fin, venidas del Noroeste, pasan por los Montes Metálicos,[4] también por el Horn en dirección a la región de Teplá. Toda Bohemia cubierta de nubes, flotando a baja altitud, cenicientas, hirsutas, sin forma, amenazando con diluirse en un chaparrón a cada momento.

[3] Se refiere al Waldhorn, una de las montañas más impresionantes del subgrupo de los Alpes Centrales conocido como Schladmiger Tauern y situada en las cercanías de Elbogen. Tiene una altitud de 2.702 m.

[4] Los Montes Metálicos (en alemán Erzgebirge, en checo Krušné hory) son una cordillera situada entre Alemania y la República Checa, que forma la frontera entre ambos países a lo largo de 150 km, que se extienden desde la frontera occidental del Estado federado de Sajonia hasta el río Elba.

1816

Masas de nubes y

haz de rayos de sol

Goethe, Johann Wolfgang von

Cirro

¡Pero siempre asciende más el noble empeño!

La redención es ligera obligación del cielo,

una acumulación en copos se disuelve,

como cardando borreguitos, con ligero peine.

Así acaba fluyendo lo que nació sin esfuerzo,

calmo, hacia el pecho y las manos del padre del cielo.

Jueves, 18 de mayo

Por la mañana temprano cielo muy claro, paulatinamente leves cirros, a mediodía una visión rara, muy llamativa, que me hizo salir de mi refugio a un espacio al aire libre. Procedentes del Oeste, con un fuerte viento del Sur, se aproximaban unas largas y delicadas franjas de cirros, aisladas y en grupo; al avanzar doblaban el extremo delantero formando pequeñas nubes, algo más bajo pasaban unas nubecitas blancas indeterminadas que eran atrapadas por esas franjas; por lo demás, había en el cielo azulado toda clase de cirros, borreguitos, franjas enrejadas, todo en movimiento y transformación.

Lunes, 8 de mayo

Nubes en árbol delante del sol. La parte superior del cielo ligeramente nublada, la inferior más pesada. Ligeros cúmulos procedentes del Oeste pasan por el Dreikreuzberg.[5] Las zonas altas del cielo y la energía absorbente del aire seco parecen mantener la supremacía.

Jueves, 27 de abril

Todo siguió igual hasta el amanecer. El cielo entero estaba cubierto de nubes aisladas, que se rozaban unas a otras, y de las cuales una parte se disolvía en la capa superior de la atmósfera, mientras la otra bajaba tan hirsuta y cenicienta que a cada momento esperábamos verla bajar en forma de lluvia.

Domingo, 29 de abril

El cielo estaba todo cubierto; a tenor de lo que se veía en el camino y en los campos, ayer y durante toda la noche debió de haber llovido mucho en la región de Elbogen;6