Entre nosotros, la luna - Joaquina Astral - E-Book

Entre nosotros, la luna E-Book

Joaquina Astral

0,0

Beschreibung

"Joaquina Astral hace un recorrido por las doce distintas lunas, apelando al lenguaje poético cercano. La luna es el cuerpo celeste más cercano al planeta Tierra. Conocemos su alto nivel de influencia en los ciclos corporales y en la naturaleza. Astrológicamente, la luna, se asocia a lo cercano y conocido, rige nuestras emociones. Tiene un papel muy importante: es el lugar de contención, es el sitio al que nos dirigimos cuando sentimos miedo e inseguridad o cuando, simplemente, algo nos saca de nuestro eje. La luna representa un espacio de gran intimidad, nuestra forma de cuidar, de amar, de nutrir y de defensa más profunda. Conocer nuestra luna nos brinda un gran entendimiento sobre los propios vínculos. Joaquina Astral describe a cada luna de forma íntima, vecina. Presenta a cada una a través de una poesía, luego, la describe, enumera los talentos de cada una y el mecanismo de defensa de las doce lunas."

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 68

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Entre nosotros, la luna

La luna es el cuerpo celeste más próximo al planeta Tierra. Conocemos su alto nivel de influencia en los ciclos corporales y en la naturaleza. Astrológicamente, la luna, se asocia a lo cercano y conocido, rige nuestras emociones y vivencias más íntimas. Tiene un papel muy importante: es el lugar de contención, es el sitio donde vamos cuando sentimos miedo e inseguridad o cuando, simplemente, algo nos corre de nuestro eje.

La luna representa un espacio de gran intimidad, nuestra forma de cuidar, de amar, de nutrir y de defensa más profunda.

Poder reconocernos desde la vulnerabilidad lunar permite un alto entendimiento vincular, una gran aceptación y, por sobre todas las cosas, nos humaniza cada vez un poco más.

Joaquina Astralse presenta, primero, como sol en Piscis, ascendente en Sagitario y luna en Géminis. ¡Cómo no darle paso a la curiosidad con esa carta! Su pasión por este tipo de lenguaje comenzó en el vientre de su madre, también astróloga.

Pasa sus días entre los astros y los quirófanos, porque además es instrumentadora quirúrgica. En ambas disciplinas aborda al ser como un todo: cuerpo, mente y energía.

Sumergirse en el mundo astrológico representó una completa revolución en su vida. En sus palabras: “cuanto más estudio, menos sé, y más me entusiasma seguir aprendiendo sobre el misterio de este lenguaje”.

Piensa la carta natal como un vehículo para el descubrimiento personal. Sostiene que somos códigos vibracionales en constante aprendizaje.

Conoce más sobre ella en: joaquina.astral

Índice
Agradecimientos
Palabras de apertura
Introducción
Cómo conocer tu luna
La luna en aries
La luna en tauro
La luna en Géminis
La luna en cáncer
La luna en leo
La luna en virgo
La luna en libra
La luna en escorpio
La luna en sagitario
La luna en capricornio
La luna en acuario
La luna en piscis

Agradecimientos

Algunas de estas personas tuvieron una presencia fugaz y otras permanecieron por más tiempo, pero todas ellas fueron parte de este viaje.

Mi abuela Tachi, mi modelo guía.

Mi mamá y mi papá, por incentivarme a vivir con libertad y a elegir vivir haciendo lo que me gusta.

Silvia Neira, una de mis profesoras de astrología, a quien admiro y de quien siempre aprendo.

Para siempre agradecida a mis amigas y a la red que vino a darme la mano para apostar, confiar y seguir camino, siempre para adelante.

Palabras de apertura

Cuando Joaquina me pidió que escribiera las palabras de apertura de Entre nosotros, la luna, no tenía la menor idea por dónde empezar. Mi ascendente Capricornio no me permitía pedir ayuda, por lo tanto, supe que tenía que lograrlo sola (esto clara y naturalmente me lo enseñó la autora del libro).

Cuando indagué sobre el fin o qué debía decir un prólogo, descubrí que la persona que lo hace suele ser alguien que conoce a fondo el tema que se aborda en el texto o bien, a su autor. Esta definición me llamó a los gritos, porque pocos conocen tanto a Joaqui como yo.

Joaquina es mi amiga-luna, tenemos una de esas relaciones que no tienen explicación y que desde afuera son difíciles de entender. Nos queremos como hermanas, nos peleamos como hermanas y hablamos con la cruda verdad como lo hacen las hermanas de sangre. Nuestro vínculo es pasional, emocional, gritón, llorón, uno que al final del día nos encuentra espalda contra espalda.

Joaqui es familia, es aprendizaje, es esa persona que cuando está, todo está bien. Es la intuitiva, la cursi, la maestra, todo eso en un metro cincuenta y cinco centímetros. Espero que todos los que tengan este libro entre sus manos, disfruten tanto como yo de leer y aprender con y de ella.

¡Viva la astrología! Como herramienta de autoconocimiento, como información para mejorar y sanar todos los vínculos.

Disfruten del viaje, descúbranse y den amor, así como la luna se los dio al nacer.

Maia Zadunaisky

Introducción

En mi casa siempre hubo muchos libros, de biología, de anatomía humana, libros de cuentos, novelas y, por sobre todas las cosas, libros de astrología; de esos, había bibliotecas enteras.

Nací en la casa donde vivía una astróloga, mi mamá, así que, desde chiquita, los diferentes lenguajes fueron habituales; el idioma entre astros, planetas, lunas y soles eran moneda corriente.

La curiosidad por aprender a hablar “ese idioma” siempre estuvo latente; las explicaciones de mi mamá, Mariana; la palabra como disparador y la lectura infaltable antes de dormir, describen mi infancia entera.

Si me pongo a pensar, mi casa fue un lugar de juego; vivía de acá para allá, pasando veranos enteros en la casa de mis primos, amigos y vecinos. Fui esa niña obediente que se adaptaba, que entendía, que le encontraba razón a las cosas, que le ponía (y le pongo) palabra a los sentimientos, y que hace un trabajo enorme por no racionalizar cada sensación, aunque debo admitir que me sale más fácil explicar algo, que sentirlo.

Para mí todo tiene un por qué, una palabra y una explicación lógica de por qué sucede algo, de por qué alguien reacciona de esa manera o por qué mi mamá me puso en penitencia. Puedo hacer una descripción gráfica, paso a paso, de lo que sentí en cada momento crítico de mi vida, pero si me preguntan: “¿qué sentiste?”, lo que encuentre, seguramente, sean palabras no sentimientos.

Frente a cualquier situación que pueda angustiarme, busco entender qué pasa y por qué pasa; busco alguna palabra que pueda calmar ese agujero en la panza que la gente normal (digo, que no tenga luna en Géminis) llama sentimiento.

En mi caso, la escritura resulta un gran calmante y, a través de ella, me ordeno, bajo a tierra, me tranquilizo, me descargo y desdramatizo cualquier situación. Me sale mucho más fácil escribir que hablar.

Cuando escribo focalizo y, ahí, siento.

Soy curiosa, me gusta investigar todo y saber el porqué de las cosas; cuanta más información poseo, mayor es mi seguridad frente a cualquier circunstancia.

Sé adaptarme a cualquier lugar, a cualquier ambiente, a cualquier persona y mood.

Me sale más fácil la ambigüedad que elegir una única opción, lo que es todo un tema cuando algo o alguien me pide definiciones, claro.

Lo que pasa es que tengo luna Géminis en mi carta natal y es la gran protagonista de esta fiesta.

La luna, que muchos quedamos contemplándola por la noche, es el planeta que representa, en mi opinión, una palabra que calma, que contiene.

Siempre pensé que la luna acercaba a las personas, ya que podemos estar lejos pero mirar la misma luna, ¿no?

La astrología, aunque siga siendo una gran incógnita para muchas personas, ha tomado un rol importante en mi vida y en la de mucha gente a mi alrededor.

Si me preguntan qué es la astrología, diría que es el arte de interpretar los movimientos planetarios junto a los procesos conscientes e inconscientes de los seres humanos.

El gran debate, de si la astrología es o no una ciencia, nos lleva a distinguir ese lugar un tanto misterioso de aquello que está pero que no se ve.

Me crie pensando que mi pasión era vivir dentro de un quirófano; soy instrumentadora quirúrgica, recibida hace 11 años, y paso gran parte de mi vida entre médicos, cirujanos y anestesistas.

Alrededor de los 22 años dejé la casa de mi madre para irme a vivir sola; fue allí cuando, sin mucho más que algunos libros de astrología, empecé a construir mi propio hogar y, a la par, me inscribí en Casa XI, escuela de astrología, que resultó ser mi primer acercamiento formal a este gran lenguaje.

Como todo en mi vida (dual), ambas profesiones empezaron a cobrar la misma importancia, una gran vocación, tanto en el quirófano, como en la necesidad de empaparme cada vez más del lenguaje astrológico.Una y otra tienen en común la importancia de abordar al ser como un todo. Somos cuerpo, mente y energía.

A través de la astrología fui descubriendo la carta natal como una herramienta que revela la energía potencial para el desarrollo de cada persona; patrones energéticos, potencialidades, aprendizajes, formas de amar, de cuidarnos, de desear, de ir en busca de lo que queremos.