Espiritualidad práctica en la vida cotidiana E-Book

Dion Fortune

• Herausgeber: BookThug
• Kategorie: Geisteswissenschaft
• Sprache: Spanisch

Seitenzahl: 88

Veröffentlichungsjahr: 2019

Beschreibung

Este libro es una excelente guía para avanzar en el crecimiento personal y espiritual. Indica cómo entrenar a la mente en el proceso de la autodisciplina y conseguir gracias a ciertas prácticas constantes, la maestría. También explica cómo iniciar un trabajo consciente y objetivo, tanto en el plano físico como en el espiritual. Sus conceptos no se limitan al plano abstracto, sino que pueden ser experimentados en la vida cotidiana, de allí lo acertado de su título.

Leseprobe

Introducción

Entre el gran número de misivas que llega a la Fraternidad de la Luz Interior, una buena parte contiene pedidos de ayuda y consejos respecto de los métodos de aplicación de las fuerzas ocultas a los problemas de la vida cotidiana.

Las obsesiones, conjuros y ataques ocultos son raros y cuando se los investiga casi siempre se revelan como casos de insanía. Sin embargo, la mala suerte persistente, la falta de salud que resiste terapias ordinarias y sobre la cual los médicos no descubren las causas, se deben exclusivamente a tratamientos inadecuados respecto de la evolución psíquica; también se mencionan malas influencias del ambiente o del lugar. Todo esto constituye el contenido de la mayoría de las inquietudes recibidas. También se nos pregunta con frecuencia sobre la interpretación de los sueños, visiones de símbolos y la manera de recuperar la memoria de encarnaciones pasadas.

Según la tradición oculta ortodoxa, la enseñanza de los Misterios debe estar reservada estrictamente a los que se han entregado a ella con dedicación exclusiva y han pasado durante largos años por determinadas disciplinas y pruebas. En otras palabras, en ocultismo es imprescindible ser iniciado, pero con la difusión de los conocimientos ocultos que tiene lugar en nuestra época, se ha producido también un cambio en el espíritu del movimiento. Del mismo modo que se enseña a cada uno de los componentes de un coro que recree la totalidad de la partitura, así también se pide al buscador que se capacite para aplicar los métodos a sus problemas cotidianos. El requerimiento es razonable.

No es fácil saber hasta qué punto una persona no iniciada puede comprender las teorías metafísicas y metapsíquicas porque el individuo común tiende a tergiversar los hechos y así agudiza sus dificultades. Es necesario tener un punto de partida y una actitud especial para un buen manejo de las fuerzas ocultas. Quien pretenda hacer uso de ellas debe estar libre de influencias emocionales y su actitud debe ser imparcial y serena, en caso contrario provocará una confusión mayor. Conocer tecnicismos no es suficiente para el trabajo espiritual, por el contrario, lo más importante es la actitud, y es lo que determina los resultados. Y sólo por la autodisciplina y la depuración del carácter puede lograrse la actitud adecuada.

Sin embargo, es posible explicar de manera bastante simple y práctica los requisitos necesarios para el aprendizaje íntegro de las doctrinas ocultistas y enunciar los métodos de capacitación deseables para cualquier persona equilibrada y de inteligencia media que aspire a aplicar estos conocimientos a los problemas de la vida cotidiana, aun cuando los asuntos más delicados deban dejarse al experto.

Los métodos de gran ceremonial no son apropiados para el uso de nadie que no sea iniciado, pero hay ritos menores susceptibles de abordarse por cualquiera que pueda lograr una concentración estable. Además, la comprensión de los principios ocultistas aplicados a los problemas de la vida diaria es muy útil como medio profiláctico, y capacita al afectado para superar y evitar toda clase de disgustos. Asimismo, nos muestra la manera de abordar mejor y dominar los problemas de la vida, enseñándonos que hay una maniobra estratégica para afrontar cada problema: por ejemplo, el ataque de flanco que desvía, en lugar del ataque frontal que es una simple fuerza ciega. Del mismo modo, hay flujos y reflujos en la vida del hombre que sabiendo cómo actuar oportunamente juegan a favor y no en contra. Todos estos son conocimientos y aplicaciones prácticas del ocultismo en la vida cotidiana, y su dominio resulta beneficioso para el que se interesa en su estudio.

La intención es en lo posible develar estos conocimientos, pero no como método rutinario, sino como aplicación de los principios ocultos en que están cimentados, de modo tal que aquellos que los pongan en práctica puedan hacerlo sabiamente. El éxito dependerá de la capacidad de discernimiento sobre los problemas a resolver. El diagnóstico debe preceder al tratamiento, y el diagnóstico de las condiciones sutiles no es nada simple, implica el reconocimiento y el manejo del elemento subconsciente, y esto es complejo ya que los conflictos presionan con agudeza y quien los padece necesita utilizar un enfoque imparcial e impersonal. No obstante, hay que esforzarse y a menudo el éxito sólo se logra en la medida en que seamos más honestos con nosotros mismos que lo que somos cuando intentamos justificar nuestra posición frente a la mirada ajena.

El éxito también depende del poder de concentración que nos permite enfocar la mente en una idea, pero esto es un asunto de práctica y el uso regular de ciertos ejercicios desarrolla, en general, la capacidad requerida con bastante rapidez.

Siguiendo estas dos premisas: un recto juicio respecto de la naturaleza del problema y la necesaria habilidad para concentrarse, se logra casi siempre el resultado esperado, incluso por quienes no están entrenados ni iniciados. Algunos problemas podrán ser resueltos en forma total y otros serán más llevaderos aunque temporariamente queden sin resolver.

No debe pensarse que enseñaré cómo hacer sonar las trompetas de Jericó. Algunos conflictos, por supuesto, se aclararán en seguida cuando se trate la causa psíquica que los provocó, otros requerirán un permanente y arduo trabajo hasta su solución y en algunos casos un diagnóstico erróneo directamente arruinará el trabajo. El ocultista experimentado, que actúa sobre el terreno mismo, debe ser capaz de formular su diagnóstico y observar en perspectiva con un alto grado de exactitud, pero no escribo para él, sino para aquellos que recién han comenzado a deletrear el alfabeto ocultista. Y aunque siempre me entusiasma transmitir el conocimiento en todo lo que pueda, sólo por excepción me resulta posible actuar sobre el terreno mismo. Por lo tanto, el lector deberá aprender sus lecciones con ayuda de su propia experiencia, siendo ésta una escuela dura pero muy eficiente.

•

1.- Principios básicos

Existen algunos libros antiguos –y otros modernos– que llevan el título genérico de “el médico en casa” o algo similar. Allí se encuentran clasificados síntomas tales como: “Estómago: dolor en; sensación de…”, etc., y remiten a una página en la que se consigna el remedio, generalmente en dosis como para la resistencia física de marineros y herreros. Se trata de compilaciones incompletas que probablemente hayan aumentado en forma considerable la mortalidad por operaciones demoradas y cánceres no reconocidos a tiempo. Me propongo no cometer el mismo error en esta obra, por eso le pido al lector el esfuerzo y la atención suficiente para captar ciertos principios básicos, de modo que pueda llegar, como primera medida al diagnóstico, y luego, a la aplicación con inteligencia de los métodos ocultos.

Para empezar hay que comprender que el plano material, tal como lo vemos, es el resultado final de una larga cadena de procesos evolutivos que tuvieron lugar en los planos sutiles; en el reino del espíritu, de la mente y del éter astral. Por lo tanto, cada problema que encontramos en el plano físico tiene una especie de “alma” compuesta por los factores de cada uno de esos niveles de manifestación. Es importante comprenderlo, ya que cada problema es compuesto, hay que determinar la proporción relativa de los diferentes factores que lo integran y discernir cuál es el nivel en el que la perturbación tiene su raíz o núcleo. Es inútil tratar el problema por medio del simple exorcismo astral si su raíz se encuentra en algún factor espiritual oculto en lo profundo del alma.

Conviene recordar siempre que cada plano tiene sus propias leyes particulares que no pueden ser alteradas por poder alguno por grande que éste sea, sólo pueden ser redirigidas y utilizadas. Pero como cada plano es producido y dirigido por el superior, el modo en que sus energías y mecanismos pueden ser dirigidos es mayor de lo que suele imaginarse. Sin embargo, hay límites bien definidos que deben ser aceptados. Por eso fracasa tan a menudo la curación espiritual, porque casi nunca admite limitaciones a lo que llama el “poder de Dios”, que, con frecuencia, sólo implica el deseo del paciente por verse libre de sus sufrimientos.

Por otro lado, debemos comprender que hay muchas fuerzas y diversas formas de existencia que no descienden a planos tan inferiores como el físico, pueden por ejemplo tener un aspecto espiritual y mental, o espiritual, mental y etérico astral, pero no forma física. Si sabemos cómo podremos extender esas fuerzas haciéndolas descender por los planos y darles expresión en lo físico. Esto no significa que haremos milagros y materializaciones, porque en la mayoría de los casos el vehículo de la manifestación será la mente del operador y por lo tanto, la operación parecerá manifestarse de modo natural con una coincidencia de factores felices. Sólo el poder sistematizado que ordena esos “factores felices” demuestra que ciertas y determinadas operaciones están siendo ejecutadas.

Cabe destacar, sin embargo, que es necesario seguir determinado criterio respecto del uso de estos métodos; no deben ni pueden utilizarse de manera rutinaria para eliminar cualquier incomodidad mental, corporal, anímica o simplemente para realizar los deseos contrariados.

Los casos en los que estas fuerzas sutiles son los factores predominantes se presentan como los más apropiados para las operaciones ocultas, y tienen resultados muy marcados. Aunque parezcan alejadas de lo material, estas fuerzas sutiles desempeñan en todos los casos un papel y pueden ser utilizadas si no para curar, al menos, para aliviar. En un hombre lesionado por un accidente de tren, por ejemplo, o atacado por una aguda infección como una neumonía, parece que todos los problemas radican exclusivamente en el plano físico, sin embargo esto está muy lejos de ser cierto, porque sobrevivir a la operación en el caso del accidente, y resistir la infección en el caso de la neumonía, juegan un rol fundamental, y corresponden a los planos sutiles, ya que dependen de la vitalidad y del temperamento.

Debemos recordar también que para evaluar con precisión muchas clases de problemas, en especial los que están relacionados con la “mala suerte” y ciertas patologías psíquicas, debemos tomar en cuenta el karma o influencia de encarnaciones previas. Hay ciertos métodos para analizar esto que describiremos más adelante. Además, el karma individual, o destino, debe ser trabajado de acuerdo con la influencia del largo ciclo del karma racial, que lo modifica o refuerza; también esto debe ser tenido en cuenta.

En resumen, todo problema es cuádruple: espiritual, mental, etérico-astral y físico, Cada uno de estos planos tiene sus propias leyes que no pueden ser abolidas, sino direccionadas. La causa de la mayoría de los problemas se proyecta hacia atrás en el tiempo, está vinculada con encarnaciones anteriores y tales problemas son modificados además por las influencias del karma racial prevalente. En relación con todos estos factores, y no con uno, es que debemos intentar lidiar con nuestros problemas teniendo en cuenta que las proporciones de estos factores varían en cada caso.