Estudios sobre la alquimia - Saint Germain - E-Book

Estudios sobre la alquimia E-Book

Saint Germain

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Beschreibung

Fue publicado originalmente, como una serie de cartas semanales de los maestros ascendidos, a sus estudiantes de todo el mundo. Bajo el título de "Perlas de Sabiduría" (Pearls of Wisdom), estas cartas, que contienen instrucciones muy personales, fueron dictadas al Mensajero Mark L. Prophet por el Maestro Ascendido Saint Germain, el Maestro Alquimista. Mark L. Prophet, maestro del siglo XX, demostró las leyes de la alquimia y de la consciencia cósmica a miles de devotos de los misterios sagrados, antes de su ascensión el 26 de Febrero de 1973. En virtud de su realización espiritual, Mark L. Prophet trascendió los ciclos del karma y de la reencarnación y, después de su transición, su alma volvió a unirse otra vez con el Espíritu de Dios. Hoy día sus estudiantes le llaman afectuosamente Lanello, mientras continúa guiándolos en su marcha por el sendero.

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ESTUDIOS SOBRE LA ALQUIMIA

La Ciencia de la Autotransformación

Saint Germain

Table of Contents
LIBRO I
CAPÍTULO I
LA LEY DE TRANSFERENCIA DE ENERGÍA
CAPÍTULO II
EL PROPÓSITO DE TU EXPERIMENTO ALQUÍMICO
CAPÍTULO III
LA CIENCIA SAGRADA
CAPÍTULO IV
¡AVENTÚRATE!
CAPÍTULO V
LA NECESIDAD, EL PODER Y EL MOTIVO DEL CAMBIO
CAPÍTULO VI
ELEMENTOS DE FORMACIÓN
CAPÍTULO VII
MÉTODOS DE TRANSFERENCIA
CAPÍTULO VIII
CAPÍTULO IX
EL CRISOL DEL SER
Parte I
Parte II
Parte III
LIBRO II
CAPÍTULO I
SOBRE ALQUIMIA - Para el Adepto en la Era de Acuario
CAPÍTULO II
ALQUIMIA PRÁCTICA
CAPÍTULO III
ALIANZA ESPIRITUAL
CAPÍTULO IV
PENETRANDO LA MATERIA
CAPÍTULO V
FÓRMULAS PARA LA PRECIPITACIÓN
CAPÍTULO VI
“¡CREAD!” Y LA NUBE
CAPÍTULO VII
LA CIENCIA DE LA VISUALIZACIÓN
CAPÍTULO VIII
LO QUE LA ALQUIMIA PUEDE SIGNIFICAR PARA UN MUNDO EN DECADENCIA
CAPÍTULO IX
LA ANSIEDAD Y EL SÍNDROME DE ANSIEDAD
CAPÍTULO X
LA NATURALEZA SE RINDE ANTE LAS MENTES DE LOS QUE SON COMO NIÑOS
CAPÍTULO XI
LA MÁS ALTA ALQUIMIA
CAPÍTULO XII
EL CAMINO DEL ÁRBOL DE LA VIDA
CAPÍTULO XIII
TRILOGÍA - La Llama Triple de la Vida . La alquimia del Poder . Sabiduría y Amor.
CAPÍTULO XIV
SABIDURÍA
CAPÍTULO XV
AMOR

Maestro Saint Germain

   Estudios sobre alquimia / Maestro Saint Germain. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Pluma y Papel, 2016.

   Libro digital, EPUB

   Archivo Digital: descarga

   ISBN 978-987-648-157-1

   1. Esoterismo. 

I. Título.

   CDD 130

© de esta edición, Pampia Grupo Editor 2016

Alberdi 872, C1424BYV, C.A.B.A., Argentina

www.pampia.com

www.pampia.com

[email protected]

Director Editorial: José Marcelo Caballero

Coordinadora: Marcela Serrano

Colaborador: Javier Valentín Espósito

Primera edición

Hecho en Argentina

LIBRO I

El significado profundo de la alquimia es sencillamente composición total, implicando la relación de toda la creación con sus partes componentes. Así la alquimia, cuando se entiende debidamente, se refiere al poder consciente que controla las mutaciones y transmutaciones dentro de la Materia y de la energía, e incluso dentro de la Vida misma. Es la ciencia del místico y es el fuerte del hombre auto-desarrollado, quien después de haber investigado, llega a descubrir su singularidad con Dios y está dispuesto a desempeñar su papel.

Saint Germain

Dedicado a los discípulos de Oriente y Occidente

que aspiran a ser alquimistas en la Edad de Acuario.

Saint Germain

Estudios Sobre la Alquimia fue publicado originalmente, como una serie de cartas semanales de los maestros ascendidos, a sus estudiantes de todo el mundo. Bajo el título de Perlas de Sabiduría (Pearls of Wisdom), estas cartas, que contienen instrucciones muy personales, fueron dictadas al Mensajero Mark L. Prophet por el Maestro Ascendido Saint Germain, el Maestro Alquimista. Mark L. Prophet, maestro del siglo XX, demostró las leyes de la alquimia y de la consciencia cósmica a miles de devotos de los misterios sagrados, antes de su ascensión el 26 de febrero de 1973.

En virtud de su realización espiritual, Mark Prophet trascendió los ciclos del karma y de la reencarnación y, después de su transición, su alma volvió a unirse otra vez con el Espíritu de Dios. Hoy sus estudiantes le llaman afectuosamente Lanello, mientras continúa guiándolos en su marcha por el Sendero.

Bajo la dirección del Consejo de Darjeeling de la Gran Fraternidad Blanca, Mark L. Prophet fundó The Summit Lighthouse en 1958 en Washington, D.C., E.U.A., con el fin de publicar las enseñanzas de los maestros ascendidos. El y su esposa, Elizabeth Clare Prophet, recibieron un entrenamiento intensivo para su misión como mensajeros de Saint Germain, el Jerarca de la Era de Acuario, y de su Gurú, el Maestro Ascendido, El Morya, Jefe del Consejo de Darjeeling.

Las iniciaciones del Espíritu Santo, que son imprescindibles para que la humanidad efectúe su transición a la Era de Acuario, se ponen a la disposición de todos aquellos que quieran recibirlas.

CAPÍTULO I

LA LEY DE TRANSFERENCIA DE ENERGÍA

Hace dos mil años, cuando Cristo caminó sobre las aguas del Mar de Galilea1, su demostración fue una manifestación de la ley natural de levitación operando dentro del marco energético de cohesión, adhesión y magnetismo: los mismos principios que hacen posible el vuelo orbital. Los átomos de luz componentes del cuerpo de Cristo, absorbieron a voluntad una cantidad adicional de rayos cósmicos y substancia espiritual cuya condición congenial a la luz física convirtieron todo su cuerpo en luz, facilitándole el caminar con destreza tanto sobre el mar como sobre la tierra firme.

Su cuerpo era un rayo puro de luz resplandeciendo sobre las aguas. La concepción más deslumbrante de todas, fue su habilidad de transferir a Pedro esta autoridad sobre la energía, mediante la potencia visual de Pedro al ver la manifestación radiante e iluminada del Cristo sobre las aguas. Sin embargo, al apartar temporalmente sus ojos del Cristo, Pedro entró en una vibración y un vórtice de temor humano que densificó inmediatamente su cuerpo, haciendo que se sumergiera parcialmente en el enfurecido mar. La mano alentadora de Cristo, extendida en un amor puro, restableció el enlace alquímico; y el flujo de energía espiritual a través de su mano, puso a Pedro nuevamente a salvo.

El siguiente ejemplo de emisión de energía por el Maestro Jesús -como el caso de la mujer que tocó el borde de su manto sin que El lo advirtiera de antemano2 - nos demuestra el amor impersonal de Dios que responde igualmente al llamado de fe de su semblante, que El tan admirablemente y con tanta pureza ha creado con la suprema esperanza de que todos alcancen su libertad cósmica absoluta.

Estos dos ejemplos se refieren a los aspectos de la Gran Ley Cósmica que no son comúnmente conocidos, aunque comúnmente discutidos o ligeramente tratados por grupos religiosos. La ley de transferencia de energía es vital en la ciencia de la alquimia; puesto que sin ella, es imposible “crear” Materia. Es ley que de la nada no se puede crear algo. El conocimiento verdadero de la ley impersonal de transferencia de energía es también vital para entender correctamente la Gran Ley; porque ésta prueba que Dios se manifiesta haciendo salir su sol sobre justos e injustos3.

Durante su misión en Palestina, Jesús declaró que “el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan“4. Debemos comprender pues, que es posible arrebatar de la mano de Dios algunos de los secretos para regir las fuerzas de la naturaleza y controlar la Materia, aún cuando el individuo y el motivo no sean absolutamente puros. Pero que nadie piense jamás que quien así lo haga quedará impune, porque El será totalmente responsable del uso o abuso de la energía dentro de su mundo.

La razón por la cual he decidido comenzar mi exposición sobre la alquimia con una observación y una explicación solemne, no es para atemorizar a nadie, sino más bien para infundir en todos los lectores una profunda y constante reverencia hacia Dios, que es el único temor que se nos permite en nuestra octava. Es en realidad un reverente temor que engendra en todo aquel que ama la Gran Ley del Amor, el más profundo respeto y veneración por la sabiduría que tan temerosa y admirablemente hizo toda la creación en la semejanza de una libertad intrépida.

Todos los que hagan mal uso de los poderes del universo para fines egoístas descubrirán, tarde o temprano, que deben despojarse de sus bienes mal habidos; y la pena que han de pagar por ello es realmente horrenda. El producir substancia para alimentar al pobre, curar con el tacto una mano marchita, resucitar a los muertos, e incluso prescindir de la ley natural para obrar mediante la magia de la alquimia milagros de maravilla infinita, a la humanidad, todo esto le parece ser lo óptimo en el uso de la gracia Divina. Dejadme óptimo en el uso de la gracia Divina. Dejadme abrazar el Espíritu de libertad que hace que el hombre, creado a la imagen de su Creador, inmortal, amorosa y divinamente libre, pueda realizar estas cosas y muchas más en pro de la sociedad y la felicidad de sus bienhechores. Pero sobre todo, dejadme alabar el buen uso de la divina y bendita ciencia de alquimia espiritual.

El antiguo alquimista ha sido siempre una pintoresca figura, aún para sus propios contemporáneos. Pero el tiempo ha enaltecido su imagen con una gloria mucho mayor de la que jamás haya tenido, lo cual sucede siempre que abordarnos los aspectos del misterio. Es en las sencillas amenidades de la vida donde los hombres han de encontrar su libertad, aunque los aspectos más complejos de la vida son expresiones progresivas de las leyes de la Vida que fomentarán el bienestar de esta Tierra y de todos sus habitantes, encauzando la bondad colectiva en beneficio del más grandioso mundo de libertad jamás concebido, ¡aún ni en la mente de un Nuevo Atlante!5

Dejemos por un momento la sociedad mundana. Consideremos el desempeño del hombre a la luz de la alquimia. El significado profundo de la alquimia es sencillamente composición total, implicando la relación de toda la creación y sus partes componentes. Así la alquimia, cuando se entiende debidamente, se refiere al poder consciente que controla las mutaciones y transmutaciones dentro de la Materia y de la energía, e incluso dentro de la vida misma. Es la ciencia del místico y es el fuerte del hombre autorrealizado, quien después de haber investigado, llega a descubrir su singularidad con Dios y está dispuesto a desempeñar su papel.

A través de los años, los hombres han intentado cautivarme con la tentación de la distancia en el tiempo y el espacio, que prestan siempre encanto a la perspectiva. No es que me tenga en menos como obra de las manos del Padre, pero como semejante al amado Jesús y otros de los grandes Maestros de nuestra Fraternidad, y por eso estoy particularmente interesado en que cada hombre logre el lugar que le corresponde y tenga la debida comprensión de cómo debe ejercer la autoridad en el universo y en su mundo y en sus propios asuntos.

Entiendan todos los que emprendan este estudio que tengo un propósito al hablar aquí, y ese propósito es de hacer de cada uno de ustedes un alquimista en el sentido más puro de la palabra. Esto significa que deben familiarizarse profundamente con la química integral de Dios, y comprender cómo cada faceta de la creación, llega a manifestarse en la Materia, en vuestra consciencia y en vuestra vida cotidiana.

Para realizar esto debidamente deberás meditar y leer estas lecciones repetidas veces, invocándome e invocando a tu Divino Yo -tu Presencia “YO SOY”- en busca de iluminación sobre cualquier asunto que no se evidencia claramente en el momento. Cuando tu propio Cristo Interno te haya conferido el grado interior de Alquimista del Fuego Sagrado, te convertirás inmediatamente en candidato para ser admitido al círculo externo de la Gran Fraternidad Blanca6. Este factor por sí solo es un gran incentivo para que te perfecciones en la alquimia espiritual auténtica.

Ha sido siempre una falacia del pensamiento humano el negar los llamados “milagros” en la vida del gran avatar Jesús. Sin embargo, El, como hijo de Dios, les reveló a todos estas poderosas fórmulas que, si se hubieran entendido y practicado, habrían transformado hace ya tiempo el planeta en un paraíso de perfección.

¡Basta pues, de necedades y de creaciones humanas! Según lo hubiese expresado Shakespeare:

¡Fuera entonces con lo antiguo,

la putrefacción y olor a moho

de esta masa informe:

y, da paso a la eterna inmensidad

del espíritu liberado-

un ser tan libre

como el movimiento mismo

parece ser algo aparte

de la Realidad misma,

y proyecta la imagen

de la eterna esperanza

sobre la diminuta gema

o gota de rocío, en la copa

de una exótica flor!

YO SOY por la libertad de todos.

Amorosamente

Saint Germain

1San Mateo 14:22-23.

2San Marcos 5:25-34.

3San Mateo 5:45.

4San Mateo 11:12.

5Atlante, ciudadano de la Atlántida, el “continente perdido” donde floreció una civilización avanzada en tiempos remotos antes del Diluvio. La Atlántida es mencionada en las obras de Platón y es el prototipo de la sociedad ideal y del estado científicamente organizado descripto por Francis Bacon en su obra literariaNova Atlantis.

6 La Gran Fraternidad Blanca es una orden espiritual de la jerarquía, una organización de divinos maestros ascendidos, unidos por los sublimes ideales de la hermandad de los hombres bajo la Paternidad de Dios. La palabra “blanca” no se refiere a la raza, sino a la luz blanca del Cristo, que rodea a los santos y sabios de todos los tiempos quienes han surgido de todas las naciones para contarse entre los inmortales.

CAPÍTULO II

EL PROPÓSITO DE TU EXPERIMENTO ALQUÍMICO

El vacío es energía estéril. El alquimista debe desarrollar un sentido de valor del tiempo y el espacio, y la oportunidad para manipular a ambos. La Libertad se alcanza con la búsqueda y la conquista, pero principalmente con la conquista del yo finito. La maestría auténtica de lo finito se adquiere mediante el amor aspirante, el apremiante llamado profundo, casi magnético del alma a su Fuente Divina. Sólo la gran afluencia de la luz cósmica de Dios podrá liberar el alma de las aprisionantes sombras de su creación humana. Reúne pues, la pureza de intención que necesitas para hacer realidad tu diseño creativo; no des tregua a los elementos base que surgen como duendes para perturbar y poner a prueba el proyecto que has emprendido; luego, desarrolla pacientemente tu diseño Divino, el propósito de tu experimento alquímico.

La verdadera ciencia del Espíritu es mucho más exacta que lo que puedan determinar los sistemas mundanos. Por lo tanto, reconoce a tu propio Yo como la piedra blanca o el elixir de donde debe provenir, de manera ordenada, toda tu creación. Si las ideas claves no se inician dentro de ti que eres el alquimista, entonces, todo el acto resultará, o bien un fracaso, o una imitación de la obra de otro. Ahora bien, si es Dios a quien quieres imitar, entonces se podrá decir de ti: “¡Bien hecho!”; más, si imitas a la vanidad de la humanidad, lastimosa permanecerá tu consciencia. Vale la pena consultar al “Verdadero Yo” del hombre, de donde procede todo designio digno, sobre lo que es conveniente crear; y por eso, el verdadero alquimista comienza su experimento en comunión espiritual consigo mismo para captar así los pensamientos inspiradores de la Mente radiante de su Creador.

Es en la imitación de cualidades inferiores y de los estados inferiores de consciencia, que la sociedad ha moldeado muchos de sus conceptos erróneos. Para corregir estos conceptos, forjar una cultura ennoblecedora, y definir el buen carácter, el hombre y la sociedad deben fijarse en los ejemplares sublimes. Aprenda primero el hombre que va a practicar la alquimia, que primordialmente debe imitar los grandes ejemplos de todos los siglos quienes han manifestado los diseños del cielo; y luego aprendan a seleccionar los mejores aspectos de sus vidas para que la alquimia pueda utilizarse según la intención divina, como el método más noble para lograr los deseos del corazón ahora mismo.

Abrigo grandes sospechas de que muchos de mis oyentes y pocos, si es que hay alguno, de los estudiantes más sinceros, están ansiosos de que se les confiera de inmediato la piedra filosofal, o las cualidades mágicas que les puedan convertir, a voluntad, en una combinación de Aladinos y Midas, sazonando todo con una pizca de benevolencia. Quiero declarar aquí para beneficio de los que así piensen, que, mientras he de comunicarles conocimientos formidables acerca de la ciencia de la alquimia en todas las nueve partes de este estudio, y al menos que asimilen los secretos de las primeras lecciones con profunda humildad, concediéndoseme como instructor el privilegio de preparar las enseñanzas como Dios mandase, dudo mucho que no se sientan defraudados antes de concluir el estudio. ¡La culpa no será ni de la enseñanza ni del maestro! No intento dar un largo discurso sobre las vanidades de la vida mundana, pero quisiera indicar que al revelar estas enseñanzas en esta ocasión la Fraternidad espera que nuestros estudiantes eviten los errores de algunos de los primeros alquimistas, cuyo único propósito pareció ser la adquisición de riquezas y honor y la habilidad de adquirir de la substancia universal las energías para convertir metales base en oro. Quiero apresurarme a decir que no todos los primeros alquimistas limitaron sus ideales a las ganancias temporales. En realidad, muchas almas resueltas se dedicaron a la alquimia con la misma reverencia con que habrían emprendido la búsqueda del Santo Grial7, considerándola como un arte divino y como el origen de los misterios cristianos como cuando Cristo convirtió el agua en vino en las bodas de Caná de Galilea.

Deseamos que se dé un nuevo significado a los conceptos originales sobre la alquimia y que se destaque el significado que adquirió en las escuelas místicas. Pues, los usos a los que actualmente se aplica esta ciencia, deben elevarse a una dimensión superior para que la humanidad pueda gozar de todos los beneficios de la misma. A menos que esta ciencia espiritual se aplique a la liberación de los individuos y de la sociedad, de los afanes, confusión y transigencias con las densidades del pensamiento humano -como es nuestro deseo-, los propósitos que Dios ordenó quedaran incumplidos. Los que seguimos la noble vocación del alquimista aspiramos a que todos alcancen un nivel en el que puedan enseñar y enaltecer los ideales básicos de la vida a la juventud del mundo, como placeres mucho mayores que los meramente temporales, que en realidad, tienen menos utilidad para un alquimista divino como lo tiene el chupete para un niño lactante.

Que nadie crea que mi exposición no es pertinente a los hechos a mano, porque haya yo dedicado este tiempo para presentarles lo esencial del asunto. A menos que cada uno comprenda que debe ejercer individualmente el derecho que Dios le dio para usar el poder con sabiduría y amor, no podrá evitar caer en un abismo de errores propios y de falsas justificaciones.

Ahora bien, como parte del diseño de Dios, El ha incluido el plan para que todos los habitantes de la Tierra se dediquen al conocimiento de sí mismos y de sus destinos. La vanidad que nace del orgullo intelectual, ha hecho que muchos estudiantes sinceros, e incluso un gran número de maestros mundanos de una u otra ciencia, hayan caído en las trampas de su propia creación, no llegando a saber nunca, en muchos casos, cuándo saltó la trampa. Por eso, cuando se incluya aquí algún tema, que nadie piense que lo puede pasar por alto simplemente porque le parezca conocido, o porque lo ha estudiado anteriormente. Colocamos gemas de pensamientos en las oraciones más inverosímiles, que aunque sencillas en estilo y fáciles de comprender, pueden exigir más que la exploración diligente de, incluso, un corazón sincero. San Pedro planteó esta pregunta: “Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador?”8. Es conveniente que el aspirante a alquimista se convenza de que ésta es una ciencia exacta y auténtica, cuya comprensión se la confiere al hombre Dios mismo. Su objeto es enseñar a la humanidad cómo obtener para sí mismos todos los dones y virtudes gratuitos que sus “corrientes individuales de vida” necesitarían para encontrar el camino que los retornará a su Hogar, al corazón de Dios.

No digo que no puedas aprender a convertir en realidad todo lo que tu ser ansíe -y este aspecto de la alquimia es para algunos la parte más fácil - mientras que para otros resulta la más difícil. Lo que sí digo es que se debe aspirar a la formación de esos deseos más que a la maravillosa ciencia de hacerlos pasar de lo invisible a su manifestación. Ya que el crear un designio digno, es un nobilísimo empeño digno del Dios que existe dentro del hombre, quien es el único que puede liberarlo de sus cadenas para satisfacer su destino inmortal.

Hemos laborado tanto en la Tierra como esperado en el Cielo para que los hijos de este mundo desistan del saqueo y del pillaje de la guerra, que se dediquen a la educación de los desvalidos, que abandonen el deseo de la distinción de clases y se dediquen, como lo harían los príncipes del reino, a satisfacer eficientemente las necesidades de su empobrecido aunque noble linaje. Estamos actualmente decididos a buscar los fieles de todas las naciones para facilitarles los medios con que puedan librarse individualmente de la esclavitud impuesta por los tiempos, y reposeer la herencia inapreciable que les pertenece. Naturalmente, esta herencia no es ni pasajera ni efímera. No obstante, cuando me encontraba en Europa para hacer desaparecer parte de la pobreza y confusión que allí reinaba, utilicé la alquimia Universal para crear la substancia que, aunque temporal en naturaleza, llenó muchas necesidades humanas y resultó confortadora y útil para el mundo y las vidas personales de mis beneficiarios. No concibo nada malo en la idea, ni miro con desagrado, que tengáis una Fuente Divina de aprovisionamiento para satisfacer todas vuestras necesidades. Creo que lo necesario es que os mantengáis siempre humildes y agradecidos mientras Dios pone en vuestras manos la clave para el dominio de las fuerzas naturales. De nuevo, y sin estar supeditada a ninguna otra idea de las que aquí se exponen, existe la necesidad constante de comprender el designio o plan universal de la creación, para que todo lo que proyectemos y realicemos esté en armonía con la ley eterna y los principios cósmicos.

Espero no haber atemorizado ni desanimado a ninguno de los estudiantes de la alquimia de proseguir con este maravilloso estudio divino. Pero ahora me siento ya libre para proceder con más desahogo, puesto que he ensalzado el principio eternamente manifiesto de la inteligencia inmortal de Dios que algunos denominan inspiración, mientras que otros lo llaman simplemente la Mente de Dios. Sea cual fuere el nombre con que los hombres designen una cualidad, es su posesión la que representa los nueve puntos de la ley. Por consiguiente, ama la emanación de sabiduría divina aquí contenida, la cual, al igual que la luz del sol que brilla tenuemente a través de los árboles, toca con sus dedos de luz todo aquello por lo que atraviesa, ya que sólo por el amor es que puedes realmente poseer.

YO SOY la Resurrección y la Vida9 del designio cósmico que llevas dentro de ti.

En nombre de la libertad, me suscribo.