FC Mezzi 6: Adiós Kingo - Daniel Zimakoff - E-Book

FC Mezzi 6: Adiós Kingo E-Book

Daniel Zimakoff

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Beschreibung

El fútbol no se trata de la vida o la muerte, ¡es mucho más importante! Juan y sus amigos han formado su propio equipo, el FC Mezzi. En esta serie para niños, seguimos sus partidos de entrenamiento, los torneos y todas las viejas y nuevas amistades. Ilustrado por Jan Solheim.-

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Daniel Zimakoff

FC Mezzi 6

Adiós Kingo

SAGA

FC Mezzi 6: Adiós Kingo

Original title: FC Mezzi 6: Farvel til Kingo Translated by: Nicolas Gallardo

Copyright © 2014, 2020 Daniel Zimakoff and SAGA Egmont, Copenhagen All rights reserved ISBN: 9788711865958

1. E-book edition, 2019 Format: EPUB 2.0

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

FC Mezzi 6

Adiós Kingo

Juan: Le encanta jugar a la pelota. Viene antes que todo lo demás. Sabe leer bien el juego, es rápido y muy hábil. No le gusta ser tacleado. Sueña con jugar profesionalmente en el FC Barcelona, como Messi.

Nicolás: Practica a menudo con el balón en su jardín. Tiene una patada izquierda salvaje. Siempre es optimista y risueño. Es muy fuerte, tiene mucha energía, y además es el hermano pequeño del mejor jugador, Kingo.

Emilio: Súper buen portero. Salva la mayoría de las pelotas. Conoce todo sobre el fútbol, todos los equipos y sus tácticas. Su único problema es que odia correr y rápidamente se queda sin aliento.

Úrsula: Es una de las dos chicas en FC Mezzi. La otra se llama Ana. Úrsula es una jugadora veloz. Está acostumbrada a jugar por el costado derecho. Es buena haciendo jugadas ganadoras y no le tiene miedo a ser tacleada. Úrsula es la novia de Juan.

Capítulo 1

El sol brilló entre las nubes que se estaban apartando. Nicolás y yo fuimos juntos al entrenamiento, como siempre. Habían cosas que jamás cambiarían, aunque Úrsula y yo fuéramos novios. Emilio avisó que no asistiría porque contrajo influenza. Nicolás soltó una mano del manubrio y la puso sobre mi hombro.

“¿Viste como Barca ganó ayer?”

“Por supuesto. Aunque tuvieron suerte con ese penal para Messi.”

“Si, ero jugaron mejor que lo otros.”

Hablamos de Barcelona y su partido contra Manchester City en la Champions League. Estábamos de acuerdo en que Barcelona ganaría este año, teniendo a Messi, Neymar y Suarez. Este año destruirían a Bayern Múnich en la final.

“Espera un poco,” me detuve y ajusté mi tapabarros, que estaba desviado.

“Tu…. eh,” comenzó Nicolás. “¿Cómo se siente tener novia?”

“Se siente bien.”

“¿Cómo bien?”

“No lo entenderás hasta que lo pruebes. ¿Qué hay de ti y Ana?”

“No creo… Seguro me dirá que no.”

“¿Le has preguntado?”

“No.”

“Entonces hazlo. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Te puede decir que no, pero no creo que haga eso.”

“¿Úrsula te ha dicho algo?”

“No directamente, pero… le puede preguntar. Ya logré enderezar el tapabarros de porquería.”

###

El entrenamiento de hoy se trató de una sola cosa: el próximo partido contra Durango y cómo ganaríamos.

“Están locos por vengarse y seguro vendrán con una ofensiva fuerte,” dijo Kingo. “Jugaremos a la defensiva, quedándonos firmes en nuestro lado de la cancha. Cuando cometan un error contraatacaremos.”

“Cómo en el fútbol Italiano,” rio Marco.

“Podría decirse que sí,” dijo Kingo. “O como Chelsea contra Barcelona. Lo ensayaremos ahora, seis contra cinco. El equipo de seis defenderá e intentará contraatacar. Yo estaré al arco, como Emilio no pudo venir.”

Fui puesto en el equipo de seis junto a Zlatan. Kingo gritó y dirigió el juego, y logramos evitar que nuestros oponentes anotaran. Cuando logré arrebatarles el balón a la mitad de nuestra cancha, Zlatan comenzó a esprintar en dirección al arco oponente. Envié el balón hacia él, y como estaba solo frente al arco, pudo anotar sin problemas.

“¡Así se hace!” gritó Kingo. “Es así como tenemos que ganar contra Durango.”

###

En el camino a casa, Nicolás me lanzó una bomba. No una bomba de verdad, pero una noticia: puede que Kingo deje de ser nuestro entrenador. Su novia y él habían postulado a unos estudios en EEUU, en una universidad de deportes, y si eran aceptados…

“¿Pero cuando?”

“De inmediato, creo. Recibirán sus respuestas en unos días.”

“Y si él ya no es nuestro entrenador… ¿Qué haremos?”

“No lo sé,” Nicolás se encogió de hombros. “Tendremos que encontrar un entrenador nuevo.”

“Si, ¿pero quién?” Me encontré deseando que lo rechazaran, aunque no era lo que quería. Estados Unidos. Sería genial para Kingo.

Nicolás dobló para ir a su casa y yo pedaleé el resto del camino a la mía. Por la tarde iría a ver a Úrsula. Haríamos la tarea de inglés juntos y tomaríamos té. Tengo que acordarme de preguntarle sobre Ana. Seria simpático si ella y Nicolás se volvieran novios, así seríamos dos parejas y podríamos ir al cine juntos. ¿Quizás Úrsula tendría ideas para un nuevo entrenador? Las cosas estaban yendo muy bien para FC Mezzi, y habíamos ganado los últimos dos partidos. Si ganábamos esta selección, entonces iríamos una semana completa a Valencia para jugar un Mini-torneo. Sería lo mejor.

Capítulo 2

Al fin. Ya era la hora del gran partido contra Durango. Era mi club anterior, que había abandonado por ser tratado como jugador de segunda clase. Si había un partido que era importante ganar, era este. También se podría decir que era un partido importante por razones tristes, quizás sería el último partido en que tendríamos a Kingo como entrenador.

De hecho, había avisado que tendríamos una reunión el martes por la tarde.

Por suerte, Emilio había sanado y estaba listo para el partido aunque estuviera algo pálido.

Emilio, Nicolás y yo fuimos juntos en bicicleta. Le había preguntado a Úrsula sobre Ana. Dijo que hablaría con ella, pero no me había contado nada aun. Hoy Ana no asistiría. Había avisado que no podría por un dolor que tenía en la rodilla.

“Simplemente tenemos que ganar,” dijo Emilio. “O si no tendremos que oír a Alex jactarse el resto del año.”

“Y ver la cara de te-lo-dije de Félix cuando agradezcamos el partido,” dije.

“Lo lograremos,” dijo Nicolás. “Ganaremos. Lo siento en mis entrañas.”