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Veröffentlichungsjahr: 1796
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La comedia nueva
Leandro Fernández de Moratín
Índice
Cubierta
Portada
Preliminares
La comedia nueva
DEDICATORIA
PRÓLOGO
PERSONAS
ACTO PRIMERO
ACTO SEGUNDO
Notas
Acerca de esta edición
Enlaces relacionados
Non ego ventosae plebis suffragia venor.
HORAT. epist. 19. lib. I.
Esta Comedia ofrece una pintura fiel del estado actual de nuestro Teatro; pero ni en los personages ni en las alusiones se hallará nadie retratado con aquella identidad, que es necesaria en qualquiera copia, para que por ella pueda indicarse el original.
Procuró el Autor, así en la composicion de la fábula, como en la eleccion de los caractéres, imitar la naturaleza en lo universal, formando de muchos un solo individuo: por cuyo medio resulta la pintura con toda la expresion característica que la conviene y carece al mismo tiempo de aquella semejanza (odiosa muchas veces) y que es propia solo de quien retrata, no de quien inventa.
De muchos escritores ignorantes que abastecen nuestra scena, de comedias desatinadas, saynetes groseros, tonadillas necias y escandalosas, formó un D.n Eleuterio: de muchas mugeres sabidillas y fastidiosas, una D.a Agustina: de muchos pedantes erizados, loquaces, presumidos de saberlo todo, un Dn Hermógenes: de muchas farsas monstruosas, llenas de disertaciones morales, soliloquios furiosos, hambre Calagurritana, revista de exércitos, batallas, tempestades, bombazos y humo, formó El gran Cerco de Viena; pero ni aquellos personages, ni esta pieza existen.1
A pesar de tanta precaucion, no pudo librarse de una de aquellas persecuciones á que vive expuesto él que se atreve á decir verdades útiles y acostumbra á reirse de quanto le parece ridículo. Los Poetas (así se llaman ellos) que escriben á destajo para los Cómicos de Madrid, los que lloran todavia la prohibicion de los Autos, elogiadores de Marta y Vayalarde y enemigos de todo lo que anuncie regularidad y sentido comun; seguidos de la mosquetería que aplaude los delirios de El Negro mas prodigioso y las pilladas de Manolo y sus compañeros los Héroes del Rastro, alzáron la voz, calumniáron al Autor, llamaron libelo á una Comedia escrita con arte y apuraron todos los medios imaginables para impedir su publicacion . La constancia del Autor, la rectitud del Gobierno, la inteligencia de los Censores que examináron esta obra y la imparcialidad del Público, atropelláron los artificios y asechanzas de aquella acalorada multitud.
La Comedia nueva fué recibida con entusiasmo del Público: de aquel juez incorruptible que nunca ha hecho partido con los que escriben disparates, ni entra en sus mezquinos intereses, ni padece su ignorancia, ni siente su envidia y quantas veces se ha representado despues, otras tantas ha confirmado con sus aplausos: que todo Autor chavacano que se meta á escribir de lo que no entiende, merece rechifla y desprecio, que toda Comedia extravagante, parecida á El gran Cerco de Viena es indigno espectáculo de un pueblo culto y que es vergonzoso además, que á fines del siglo XVIII se hayan de ver todavia en los teatros Españoles tales absurdos.
Una parte muy numerosa de la nacion mira con dolor el abandono en que se hallan: desea que una mano poderosa remueva los obstáculos que se oponen á su perfeccion y no en vano se lisongea de que, abierto el paso á las luces, los buenos ingenios se dedicarian á seguir una carrera tan nueva y tan gloriosa, para honor de la patria y utilidad comun.
Si hay, no obstante, una clase de gentes á quienes la falta de principios, la indolencia, el interés y otras pequeñas pasiones hacen obstinadas en el error, contra ellas se dirige en esta Comedia la censura. Y qué otro medio se hallaria mas conveniente que él de presentar en el Teatro, castigados y expuestos al desprecio general, los vicios del Teatro mismo? Qué otra respuesta puede darse á los que atribuyen al mal gusto de toda una nacion la decadencia de nuestra Poesia Dramática, que ridiculizarlos y confundirlos á vista de la misma nacion ofendida por ellos? Y qué mayor servicio podrá hacer un escritor, que él dé explorar la opinion pública, rectificarla con sólidas doctrinas y facilitar por este medio al Gobierno la mas pronta execucion de una reforma, tan útil á los progresos de la literatura, tan necesaria á la instruccion comun y que tanto puede influir en la correccion de las costumbres?
D.N ELEUTERIO.
D.A AGUSTINA.
D.A MARIQUITA.
D.N HERMÓGENES.
D.N PEDRO.
D.N ANTONIO.
D.N SERAPIO.
PIPI.
La Scena es en un Café de Madrid.
El Teatro representa una sala con mesas, sillas y aparador de café: en el fondo del Teatro una puerta con escaleras que conduce á la habitacion principal y otra puerta á un lado, que da paso á la calle.
D. ANTONIO sentado junto á una mesa, y PIPI.
D. ANTONIO.
Parece que se hunde el techo! Pipi?
PIPI.
Señor?
D. ANTONIO.
Qué gente hay arriba, que anda tal estrépito? Son locos?
PIPI.
No, Señor: Poetas.
D. ANTONIO.
Cómo Poetas?
PIPI.
