La Corona de Hungría y La Injusta Venganza - Lope de Vega - E-Book

La Corona de Hungría y La Injusta Venganza E-Book

Лопе де Вега

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Beschreibung

La Corona de Hungría y La Injusta Venganza es una de las veinte comedias teatrales ambientadas en Hungría por parte del autor Lope de Vega. En la línea de las comedias palatinas del Siglo de Oro Español, narra un malentendido amoroso a causa de celos que acabará por provocar varias situaciones humorísticas y de enredo.-

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Lope de Vega

La Corona de Hungría y La Injusta Venganza

 

Saga

La Corona de Hungría y La Injusta VenganzaCopyright © 1916, 2020 Lope de Vega and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726617535

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

Elenco

LISENO FLORA, DAMA LEONOR FILENO ROBERTO ARNALDO, CONDE ALBERTO FABRICIO ENRIQUE BELISA TODOS SOLDADO TODOS VOCES FABIO SILVIO LUDOVICO FEDERICO FABIO RICARDO FLORO LUCINDO LISARDA CONDE ALEJANDRO FENISO ARNALDO

Acto I

(REY DE HUNGRÍA y LISENO.)

REY

Celoso a la guerra voy;

no puedo decirte más.

 

LISENO

Sin causa celoso estás.

 

REY

Causa tengo, pues lo estoy.

 

LISENO

5

Yo lo que merece doy

a Leonor, tu ilustre esposa,

santa, honesta y virtuosa

sobre cuantas han honrado

el matrimonio.

 

REY

Yo he dado

10

en esta opinión celosa,

parte, por darme ocasión

el conde Arnaldo, que nombra

mi amor fuego, mi honor sombra,

parte, por mi condición.

 

LISENO

15

Condiciones hay que son

celosas, naturalmente,

y estas el hombre prudente

las ha de vencer sin dar

al pensamiento lugar

20

para cualquiera accidente.

Un celoso que repara

en sombras de su cuidado

es un arcabuz cargado

que a sí mismo se dispara.

25

Virtud tan suprema y rara

como en la Reina se ve,

¿no merece que le dé

tu opinión debido honor?

Mira, señor, que el amor

30

la funda el alma en la fe.

 

REY

En Bohemia la servía

el Conde para casarse,

con que puede disculparse

si algún amor la tenía.

35

Concertóse con Hungría

el casamiento, y aquí

le truje, que no entendí

que en tal altas pretensiones

pasaban las ocasiones

40

a atreverse contra mí.

Vino el Conde acompañando

a Leonor; pues ¿a qué efeto?

Si el Conde fuera discreto,

fuérase a Flandes, dejando

45

la pretensión, que en casando

Leonor con otro ¿qué acción

le queda a la pretensión

que otro más dichoso alcanza?

¿Cómo le queda esperanza

50

después de mi posesión?

¿Qué hace aquí? ¿Qué quiere aquí?

Más ha de diez meses ya

que el Conde en la Corte está

y que mis celos vencí.

55

Mira si hay prudencia en mí,

pues hasta llegar mi ausencia

no me ha faltado prudencia.

 

LISENO

El Conde vive excusado

con la ocasión que le has dado.

 

REY

60

¿Es ocasión mi paciencia?

 

LISENO

No, sino tanta amistad,

tanta privanza y favor,

que esto le tiene, señor,

cautiva la voluntad.

65

Por dicha, en esta ciudad

asiste de los cabellos;

yo pienso que eres de aquellos

contra sí mismos testigos,

que quieren bien con sus amigos

70

y andan muy celosos de ellos.

Pienso que el mostrarle amor

es causa de esta asistencia,

y, para temer ausencia,

hay otra causa, señor,

75

de más verdad y valor,

que es estar para parir

la Reina, que ha de sentir,

de suerte, pena tan grave,

que puede ser que la acabe.

 

REY

80

Albricias puedes pedir.

 

LISENO

No digas tal, que es crueldad.

 

REY

Estoy furioso, Liseno.

Amo, y amando condeno

la luz de mi voluntad.

 

LISENO

85

No llega a la majestad

jamás tan vil pensamiento.

 

REY

Yo te he dicho lo que siento

y lo que siempre he callado

 

LISENO

En lo que está remediado,

90

¿ de qué sirve el sentimiento?

 

(REY, LISENO, REINA y FLORA, dama.)

LEONOR

¿Qué nueva es esta, señor,

que así os obliga a quitarme

la vida con tal rigor?

 

REY

(Honor, ¿podré disculparme?

95

¿O podré culparme, amor?)

Por estar vos en los días

del parto, no me he partido

a castigar prendas mías.

Ya mi hermano ha remitido

100

a las armas sus porfías;

ya los pleitos por sucesos

de mejores esperanzas

y de su soberbia excesos,

truecan las plumas en lanzas

105

y en banderas los procesos.

Ya no quiere que se pruebe

la verdad.

 

LEONOR

Pues ¿qué le mueve,

señor, a acción tan cruel?

 

REY

Que la guerra de papel

110

le parece menos breve.

Tiene ya por más blasones

las hojas en las espadas

que no en las informaciones.

 

LEONOR

¿Y a cosas tan mal pensadas

115

da mi esposo ejecuciones?

 

REY

Él viene por general;

él se promete, él se fía

el suceso a empresa igual

y a la corona de Hungría,

120

Leonor, su timbre real.

Pienso que el ir en persona

será forzoso.

 

LEONOR

Señor,

pretender vuestra corona

el de Polonia es valor

125

que sus agravios perdona.

Venga, y no le castiguéis

por vuestra mano, ni es justo

que tanta pena me deis.

 

REY

No os quiero yo dar disgusto;

130

la causa vos la sabéis.—

(¡Ay, Liseno! Que mi amor

por una parte de me quita

celos, sospecha y temor,

y por otra solicita

135

mi injusto agravio el honor.)

 

LISENO

(¿De un ángel se ha de temer,

cuyas virtudes han dado

ejemplo al mundo?)

 

REY

(Es mujer.)

 

LISENO

(No es mujer quien ha heredado

140

sangre de tan alto ser.)

 

LEONOR

(¡Ay, Dios, Flora, qué hablarán!

Sin duda que el Rey se parte

y los dos hablando están

de mi dolor.)

 

FLORA

(Es un Marte

145

tan bravo como galán.)

 

LEONOR

(Amor nunca fue valiente

para ausentarse.)

 

FLORA

(Esta injuria

del Rey de Polonia siente.)

 

LEONOR

(Contra mí vuelve la furia,

150

pues quiere matarme ausente.)

 

LISENO

(Celos arguyen bajeza

en tu valor.)

 

REY

(El honor

es de tal naturaleza,

que iguala con un rigor

155

la bajeza y la grandeza.

Amor, en sujeto humano,

gobierna con una ley

lo humilde y lo soberano,

que también enferma un rey

160

de lo mismo que un villano.)

 

LEONOR

Si estáis tratando, señor

de la partida a la guerra,

no me encubráis su rigor,

que, si amor mi pecho encierra,

165

también encierra valor.

Hablad delante de mí;

sepa yo si he de perderos.

 

REY

(¿Oyes esto?)

 

LISENO

(Señor, sí.)

 

LEONOR

Si tan presto no he de veros,

170

merezca veros aquí.

 

REY

(¿Ves, Liseno, cómo aguarda

mi partida y la desea?

Ya le parece que tarda.)

 

LEONOR

Permitid, mi bien, que vea

175

vuestra presencia gallarda;

basten tantos desconsuelos

como me quedan.

 

REY

(¡Ay, cielos!

¿Quién dirá que no es amor?)

 

LISENO

(El cielo ofendes, señor,

180

teniendo de un ángel celos.

¡Mira que te hacen creer

con equívocos sentidos

cosas que no pueden ser!)

 

REY

(No sujetes tus oídos

185

a palabras de mujer,

ni los rindas de esa suerte,

mira que las puertas son

por donde con lazo fuerte

entra al alma la traición

190

y a nuestra vida la muerte.

Ella muere de deseo

de verme ya de partida.)

 

LISENO

(¡Eso dices!)

 

REY

(Esto creo.)

 

LEONOR

Durará mi corta vida

195

el breve tiempo que os veo.

¡Tal desamor! ¡Tal desdén!…

 

LISENO

(Perdóname, que es locura,

señor, tu rigor.)

 

REY

¿A quién

no detendrá tu hermosura,

200

mi Leonor, mi luz, mi bien?

Ya, por no daros enojos,

digo que vaya, mis ojos,

otro general por mi.

 

LEONOR

Ya de dos almas ansí

205

cumplido habéis los antojos.

Ya no seréis su homicida

de alguna a quien distes vida.

 

REY

¿Quién os parece, señora,

que vaya por mí, si agora

210

dejo por vos la partida?

¿Quién puede el bastón llevar

de quien satisfecho quede

que le sabrá gobernar?

 

LEONOR

¿Quién mejor que Arnaldo puede

215

ocupar vuestro lugar?

Es gallardo, caballero,

y a quien vos tenéis amor.

 

REY

(Nombrarme al Conde el primero,

¿qué satisfacción mayor

220

de mis sospechas espero?

¡Vive Dios, que lo temí!)

 

LISENO

(Y yo temo ya de ti

algún grande error.)

 

REY

(Pues ¿quién

que no le quisiera bien

225

pudiera alabarle ansí?)

 

LISENO

(Quien tiene tanto valor

y segura confianza

de su divina Leonor.)

 

REY

(No sabes que es la alabanza

230

primera señal de amor?

Si al Conde no le tuviera,

no le antepusiera a todos.)

 

LISENO

(Antes, si bien le quisiera,

estorbara de mil modos

235

que el Conde a la guerra fuera.)

 

REY

En fin, ¿el Conde es galán

para esta empresa, Leonor?

 

LEONOR

De los que en la Corte están

no podrás hallar, señor,

240

más gallardo capitán.

Bien sabes la bizarría

que en las justas y torneos

mostró en Polonia aquel día

que merecí tus deseos

245

y que dejé de ser mía.

 

REY

En fin, le daré el bastón.

 

LEONOR

Tengo dél satisfacción.

 

REY

Vamos, Liseno, que quiero

hablar en esto primero

250

con el Consejo.

 

LISENO

Es razón.

 

REY

(¡Qué aguardo mayor testigo!)

 

LISENO

(¡Eso dices!)

 

REY

(¡Muerto soy!)

 

(Vanse.)

LEONOR

Tu piedad, cielo, bendigo,

pues ya sin el Conde estoy,

255

fiero y mortal enemigo,

porque dudo que en el suelo