9,49 €
Un misterioso objeto ha sido robado del Museo Británico. Un grupo de fanáticos religiosos pretende usarlo para dar vida a una criatura maligna, usando un viejo lenguaje perdido, el de los ángeles. Adams un joven sacerdote, junto al viejo capellán Martin buscaran la ayuda del profesor Thomas Dee conocedor del Enochiano, lenguaje que creara su tatarabuelo John Dee. En busca de un libro prohibido comenzarán esta aventura que los llevara a recorrer España, Francia, Italia, Alemania, Grecia, Reino unido, la República Checa, Rusia, Turquía, México y la propia Antártida. Siguiendo los pasos de Lovecraft y sus Mitos buscaran la respuesta en el Necronomicon y otros Grimorios que les enseñe a cerrar el portal maligno. Se cruzaran con personajes como Nostradamus, Rasputín, Alice Crowley, Van Gogh y Merlín. También ahondaran en los misterios de la Cábala y la Alquimia. Analizaran las Cruzadas, la Santa Inquisición, los Cataros y los Esenios. Solo los Ángeles podrán ayudarlos con su difícil misión que los llevara por grandes bibliotecas y develar el misterio de las grandes Catedrales.
Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:
Seitenzahl: 1542
Veröffentlichungsjahr: 2023
JESÚS ARIEL AGUIRRE
Aguirre, Jesús ArielLa guerra de los ángeles / Jesús Ariel Aguirre. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2023.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-4162-8
1. Novelas. I. Título.CDD A860
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
Prólogo
Introducción
CAPITULO 1 - JOHN DEE
CAPITULO 2 - BIBLIOATECA NACIONAL DE FRANCIA
Proyecto stargaTE
Abriendo el Portal al Abismo
Nyarlathotep. (El Morador de las Tinieblas)
Invocación de los Cuatro Pórticos desde el mundo de las Esferas
Historia de San Bartolomé
Profanación de las tumbas de la basílica de Saint–Denis
Necronomicon
CAPITULO 3 - El Escorial
El Escorial
El monasterio del Escorial y su larga historia
La biblioteca de El Escorial
Sistema de Clasificación Decimal Dewey
El panteón de El Escorial
Rodolfo II
Maximiliano II
CAPITULO 4 - MAGIA ENOCHIANA
Sigillum Dei Aemeth
Tabula Sancta
Liber Scientia Auxilii et Victoria Terrestris
Bonorum Angelorym Heptarchicorum
Insignias de la Creación
Las Cuatro Tablas Elementales
Claves Angelicae
Los Aethyrs
El Plano Terrestre y las Atalayas
CAPITULO 5 - Claves Enoquianas
Los Sellos de las Tablas
Las Tablas Elementales
Primera Clave Enoquiana
Segunda Clave Enoquiana
Tercera Clave Enoquiana
Cuarta Clave Enoquiana
Quinta Clave Enoquiana
Sexta Clave Enoquiana
Séptima Clave Enoquiana
Octava Clave Enoquiana
Novena Clave Enoquiana
Décima Clave Enoquiana
Undécima Clave Enoquiana
Duodécima Clave Enoquiana
Décimotercera Clave Enoquiana
Décimocuarta Clave Enoquiana
Décimoquinta Clave Enoquiana
Decimosexta Clave Enoquiana
Decimoséptima Clave Enoquiana
Decimo Octava Clave Enoquiana
Decimonovena Clave Enoquiana
CAPITULO 6 - El Espejo Azteca
La Pirámide del Sol
Principales monumentos de Teotihuacán
La entrada al inframundo
Cámara subterránea en Teotihuacán.
¿Dónde quedó el Espejo de Tezcatlipoca?
Catedral Metropolitana de la Ciudad de México
Calendario azteca
Dioses aztecas
Los aztecas y el mito de los 13 cielos
El Misterio de Pakal (el astronauta de palenque)
CAPITULO 7 - SPECULARUIM
Aleister Crowley
La Cábala
Libro del Zohar
La visión y la voz
Los 30 aethyr
La Vida de Alister Crowley
Merlín
CAPITULO 8 - EL SECRETO DE LOS ANGELES
Clasificación de los Ángeles
Los Arcángeles
Los Ángeles
Los Ángeles Caídos
Museo Británico
Henoc
Qumrán
El libro de Enoc
Los Observadores
Los hijos de Dios y las hijas de los hombres
Epopeya de Gilgamesh (el gigante)
La verdadera identidad de los Anunnaki
Los siete seres Abgal o Apkallu
Lista de Reyes Sumerios
Kiskanu (El Arbol de la Vida)
Panteón de Dioses Sumerios
Clasificación de los demonios
Jerarquías Demoniacas
Lista de Ángeles caídos
Las Clavículas de Salomonun
Los 72 demonios
Los Nombres de Dios
Los 72 Genios de la Cábala
Los 7 cielos en las Escrituras
Las esferas del cielo
CAPITULO 9 - ANGELES CAIDOS EN LA ANTARTIDA
Los Primigenios
Los Profundos
Dioses Exteriores
Dioses Arquetípicos
Razas menores
Meseta de Leng
Kadath Tierra de Sueños
Conexiones con los Mitos
Necronomicon
Capitulo 10 - Antiguos Grimorios, los auténticos libros de magia
Libro de San Cipriano
El libro de Honorio
GRIMOIRIUM IMPERIUM
La clavícula de Salomón
Gran Grimorio
Los libros sexto y séptimo de Moisés
El cuarto libro de filosofía oculta
Libro de las Sombras
Corpus Hermeticum, Atribuido a Hermes Trimegiste
Malleus Maleficarum (El martillo de las brujas)
Manuscrito Voynich
El Libro de Soyga
Necronomicón, el “libro maldito”
CAPITULO 11 - LEON ESPAÑA Y EL NECRONOMICON
Catedral de León
Versión en Español del Necronomicon
‘La llamada de Cthulhu’
H.P. Lovecraft
Los dioses de los Mitos
CAPITULO 12 - LA ERA DE LAS CATEDRALES
Templo urbano
¿Qué misterios encierran las catedrales góticas?
Época de oro de las peregrinaciones (siglo XI, XII, XIII)
Las Torres del diablo
Círculos de los infiernos de Dante
Libro de Nod
Torre de Babel, Nemrod
Ubicación de las Siete Torres del diablo
Grandes Catedrales
Grandes Catedrales en Francia
CAPITULO 13 - PRAGA
La Iglesia de nuestra Señora de Tyn
El Reloj astronómico y su maldición
Rodolfo II y la alquimia: su educación en España con Felipe II
El castillo de Praga, nido de alquimistas
Edward Kelley, el alquimista preferido de Rodolfo II
Otros alquimistas al servicio de Rodolfo II
La Casa de Fausto: alquimia y personajes enigmáticos
El Clementinum, más que una biblioteca
TAROT – El Libro de Thot
Arcanos Mayores
CAPITULO 14 - RASPUTIN Y LOS ZARES
La catedral de San Basilio
Rasputín
Las profecías de Rasputín
San Petersburdo
Zares y Emperadores de Rusia.
Palacio Hermitage
CAPITULO 15 - LAS CRUZADAS, EL FIN DE LOS TEMPLARIOS Y LOS CATAROS
Origen de las cruzadas
Templarios y hospitalarios en la reconquista peninsular
Los monjes guerreros de Jerusalén
Las cualidades del Templario
La Cruzada Templaria
El origen de la «Vera Cruz»
Sator el gran enigma
La caída de los Templarios
Baphomet
Los Cataros y Templarios
El “país Cátaro”
La cruzada contra la herejía
El último cataro
El tesoro de los cátaros
En busca del grial
Maria Magdalena
Dinastia merovingias
CAPITULO 16 - AVIÑON
El palacio gótico más grande
Nostradamus
Las verdaderas centurias y profecías
Van Gogh
La Noche Estrellada
CAPITULO 17 - EN BUSCA DEL MALLEUS MALEFICARUM
Belgica
Colonia (Koln)
La catedral perfecta
La Santa Inquisición
Index
Aquelarre
Disquisitionum Magicarum Libri
El Pacto
El maleficio
La Posesión
CAPITULO 18 - MONATERIOS DE METEORA Y LA BASILICA SANTA SOPHIA
Historia de los Monasterios de Meteora
La basílica de Santa Sofía (Santa Sapienza)
La convivencia de Cristianos y Musulmanes
CAPITULO 19 - EN BUSCA DE LOS ANGELES
Palacio Colonna: Historia de una familia, de Roma y de Europa
El battistero di san giovanni de florencia y sus impresionantes mosaicos
CAPITULO 20 - La Biblioteca del Trinity College, y Abadia Saint Michell
El libro de Kells
La Biblioteca Trinity College
Mont–Saint–Michel
Oración de invocación a San Miguel Arcángel
Referencias
Dedicado a
Mis ahijados Sebastian y Milo Tomas,
también a mis sobrinos Ulises, Isabela, Lourdes, Alexis, Maycol,
Viviana, Milena, Leonardo y Benjamin, mis verdaderos angeles.
“Angels are bright still, though the brightest fell”
(Los ángeles son brillantes aún, aunque los más brillantes cayeron)
William Shakespeare
El Museo Británico es un gélido lugar en invierno, en la noche fría de Londres tres personas entran al interior del museo, a la Enlightenment Gallery y roban una pieza sin valor para algunos pero con mucha historia, un espejo de obsidiana.
Muy cerca de allí, en una iglesia abandonada la Holy Trinity Chuch de Marylebone, ubicada en Westminster, cuyos vitrales de la Santísima Trinidad parecen vigilar la estancia agónica de una criatura. Una extraña escultura obra del artista Paul Fryer, mezcla entre la belleza y lo grotesco, atrapado entre cables de acero, es la figura de un ángel caído (Lucifer), despojado de su belleza y luminosidad, sacado del cielo mismo, de los ámbitos del rey divino. Su verdadero rostro macilento y un cuerpo enjusto es la forma en que el artista decidió elaborar esta macabra escultura realizada en cera, las alas son el último vestigio de su origen, son plumas reales. Derrotado y expulsado del cielo y condenado a pasar la eternidad en los oscuros confines del infierno.
En ese lugar abandonado, la Iglesia de la Santísima Trinidad, tres personas desatan y cortan los cables que sostienen la escultura, sostenidos por tres postes de la luz dispuestos en una posición triangular, son tres, el simbolismo del Padre, el hijo y el Espíritu Santo, estos tres sujetan las cuerdas que tienen preso al lucero del alba. La cúpula representa el cielo mismo y en cada vitral un santo que da la sensación de que miran al Ángel caído, los cables evitaban que la figura caiga, esto evoca a una eterna caída en la que esta. Como pueden, envuelven la escultura robada en un lienzo y se pierden en la noche.
“El que no las comprenda, que estudie o que se mantenga en silencio”
John Dee
La nieve refleja la luz del sol brillante en las calles del crudo invierno de Londres, la policía ha quedado perpleja, no entiende por qué se han robado una escultura tan macabra: ¿Quién querría poseerla? ¿Con qué sentido?
Los Investigadores, los policías de Scotland Yard y dos religiosos, entran en la Santísima Trinidad. Van fotografiando el lugar y comparando con fotos anteriores al robo, tratan de reconstruir lo que ha sucedido, mientras miran las imágenes pasan a analizar con detenimiento la figura, en el centro de la composición de Paul Fryer, se observaba el rostro macilento, consumido, con las facciones y los huesos del cráneo muy marcados. Es una figura tensionada y relajada a la vez, con la mirada intensa, pero apagada con sus grandes ojos pero llenos de maldad y odio, son amarillos que destacan con la negrura de sus parpados, también reflejan dolor. De su cuerpo salen de la espalda dos enormes alas emplumadas en posición de vuelo recordando su origen divino pero en una eterna agonía, en una caída sin fin. Los especialistas comprenden al artista quien quiso plasmar los más profundos y oscuras sentimientos de la criatura esculpida.
Conocido como el Lucifer de Morningtar es la más conocido trabajo de este artista nacido en 1963, que sobresalen en su hiperrealistas mezclas de Mitología, iconografía religiosa, Literatura y Ciencia, donde encontramos las dualidades clásicas del cristianismo como el Cielo y el Infierno, la Tierra y el Purgatorio (Dante Alighieri). Sus composiciones captan múltiples sentimientos y elementos que nos recuerdan al mundo onírico, a la muerte, al sufrimiento y a la angustia vital.
En el piso de la vieja Iglesia donde colgaba la escultura, los especialistas logran ver un dibujo pintado con un color rojo como de sangre, es un glifo indescifrable, una mezcla de caracteres chinos y jeroglíficos, ningún lenguajes conocido por ellos. Pero un viejo sacerdote llamado Martin, que estaba en el lugar dice:
—¡Eso, es el lenguaje de los ángeles!
—¿De los Ángeles? se preguntan.
—¡Sí! responde él.
—“Lenguaje Enoquiano.”
Todos boquiabiertos se miran perplejos.
Frederick, el investigador y perito de la Scotland Yard, sonríe y dice:
—Como si ese lenguaje existiera.
Rápidamente cargan los glifos en una tableta y si bien no logran encontrar una respuesta, si descubren que está escrito en lenguaje Enochiano.
—¡Tenías razón!, dice Frederick mirando a Martin avergonzado.
El responde:
—Este es un viejo lenguaje que creó un astrologo real de la corte de la reina Isabel I en el siglo XVI.
—John Dee, logro atreves de un espejo, dice Adams, el joven sacerdote que cuidaba del viejo Martin quien dijo era lenguaje Enochiano, logro comunicarse con entidades que él creía eran ángeles y estos le dieron un lenguaje, el de los ángeles.
Pero ¿qué significado tendría estos caracteres en esa vieja Iglesia? donde colgaba suspendido el Lucifer Morningstar.
Un especialista se acerca a Frederick, y al oído le susurra: seguramente está relacionado con el elemento robado días atrás en el Museo Británico, el espejo negro de piedra obsidiana.
—¡Claro! ahí está la respuesta.
—Ese es el espejo que uso John Dee para comunicarse con los ángeles, dice Frederick Dauhausentz, experto en seguridad, y militar de carrera del ejército británico.
Mientras regresan a la sede del Cuerpo de la Scotland Yard en Victoria Embankment, un edificio anexo al Palacio de Westminster.
Adams dice que existe un experto en jeroglíficos y lenguajes antiguos, y es el descendiente del gran John Dee. Este es el arqueólogo y egiptólogo Thomas Dee. El seguramente como pariente de Dee, el astrologo real, tenga las respuestas que necesitamos, así que van en busca de él a la Universidad de Oxford donde es catedrático.
“Las mascaras funerarias se han usado atreves de los siglos para proteger el rostro del difunto ya que el ka debía poder reconocer su rostro para poder traerlo a la vida, según la creencias de varias culturas y religiones. La máscara podía ser de oro, cera, yeso, arcilla, cuero y las más variadas técnicas han servido para conseguir el molde del honorable difunto. Su rostro quedaba con nosotros. Se untaba con aceites el rostro del difunto y sobre él se ponía el yeso para tomar el molde que después frio se usaría para retratarlo. Museos de todo el mundo exhiben masacras funerarias.”
Señalando en la pizarra que proyectaba una foto en cuadriculas de varias mascaras. Thomas continua: “desde China, Indonesia, Grecia, Irak, Irán, México , Colombia o Perú son conocidas, por ejemplo en México la de Pakal el gobernante maya que con un tono verde que sobresalía el jade, en Macedonia la careta dorada el rey Agamenón, la lista sería interminable, la de Julio Cesar, Dante Alighieri, William Shakespeare, Benjamín Franklin, George Washington, Napoleón Bonaparte o el mismísimo Ludwig van Beethoven, pero sin lugar a dudas las más conocida fue la del rey niño Tutankhamon”.
Así disertaba Thomas Dee frente a una multitud de alumnos que perplejos los escuchaban.
Adams interrumpe a Thomas Dee al salir de su clase y le informa que han robado el espejo que su pariente lejano uso para crear el lenguaje Enoquiano.
Thomas sonríe un poco, sus ojos con una mirada distinta y perturbada no piensan lo mismo, sabe que se tendrá que embarcar en otra una aventura.
—“¡Sí!”, dice convencido.
El Enoquiano procede de los diarios privados de mi tatarabuelo, quien además de matemático y astrónomo fue geógrafo y astrologo personal de la reina Isabel I, reina de Inglaterra. Le debemos a él haber inventado y acuñado los término “meridiano de Greenwich”, “Imperio británico” y hasta “el agente espía 007”, así lo tildaron a él, reyes de la época, pensando que era un agente espía de la corona británica, pero también fue un erudito en religión, filosofía, cábala y hermetismo. Fascino su época por sus obras, aunque desgraciadamente el vulgar confundía sus trabajos con brujería. Fue de hecho un verdadero mago quien basaba sus conocimientos en sus propias experiencias mística y científicas. Perfectamente conocemos su vida porque tenía un periódico íntimo. Ahí encontramos su relación con Isabel I de Inglaterra. El aura que lo rodeaba dejo que sus trabajos estuviera en bibliotecas públicas lo que a veces se volvía en su contra. Bajo el termino de magia Enochienne (en referencia al lenguaje sagrado de los Antiguos). También copio y traduzco varios manuscritos a pedido del Vaticano, de Roma, Florencia y Viena con la ayuda de su alumno y colaboradores. Entre los manuscritos que adoraba mas se encontraba particularmente el Steganographia de Tritemio (Polygraphie et universal escriture cabalístico, Paris 1651) en el que se inspiro también Paracelso.
En 1577 recibió a un visitador de Persia y algún tiempo después comenzó la obra titulada la Monada Jeroglífica que es uno de los escritos mayores (lo conforman 24 teoremas) y que yo poseo parte del original dice Thomas. Hace una pausa para tomar agua y continúa. Sobre la portada de este documento reencontramos los símbolos egipcios que Rosa Cruz utiliza hoy. El círculo con un centro servía también de firma en aquella época a la fraternidad secreta que se reunía para trabajar en el hermetismo egipcio. A esta Orden pertenecieron Robert Fludd y Franciesco Bacón y al que John Dee era considerado el Mago o Legado de esta fraternidad en el siglo XVI.
Thomas concluye que el nombre Enoquiano es el lenguaje que les fue revelado como parte de una serie de mensajes angélicos, cuyo propósito era elevar la magia humana hacia un nivel completamente nuevo. El Enoquiano sobrevivió en los diarios y cuadernos de John Dee quien creía que el patriarca Enoc fue el último hombre en conocer todas las posibilidades de esa lengua. La idea de que existió una lengua angélica antediluviana era algo bastante común en la época de John Dee, no sin cierta lógica. Si los ángeles interactuaban hábilmente con la humanidad, como queda claro en ciertos pasajes de la Biblia, entonces era posible que esa interacción se diese en una especie de “lengua común”, un idioma bajo y degradado para los ángeles, pero notablemente complejo para los hombres. Este era el lenguaje del Creador, los ángeles son capaces de hablarlo, al igual que Adán, pero no con matices y sutilezas propias del paladar divino. Los hombres deben conformarse con una pronunciación áspera e inexacta. Las lenguas posteriores como el Hebreo, suena como balbuceos de bebe frente a las complejidades del Enoquiano. Tras el bochornoso episodios del Árbol del Conocimiento, Adán y Eva fueron expulsados del paraíso, pero se llevaron consigo el Enoquiano, paulatinamente fue degradado hasta convertirse en lo que conocemos hoy como proto–hebreo, con escasos vínculos con aquella lengua primigenia de los ángeles.
Las generaciones posteriores a Adán consideraron que el Enoquiano no debía ser una lengua común, sino una lengua secreta, hablada y escrita únicamente por los sabios y sacerdotes, de modo que la escondieron.
La primera mención al Enoquiano se produjo en 1581. John Dee anoto en su diario que Dios le envió un ángel para comunicarle directamente sus intenciones. En 1582 se unió a John el entonces desconocido Edward Kelley en calidad de asistente. Al parecer, juntos lograron contactarse con aquel ángel, quien les revelo algunos rudimentos de aquel lenguaje perdido que en honor a Enoc ellos llamaron enoquiano y anotaron en un libro, que después editaron llamado Liber Loagaeth (el libro del discurso divino). Básicamente consiste en cuarenta y nueve tablas encabezadas con las cuarenta nueve letras del alfabeto enoquiano más algunas adicciones y comentarios de los recetores.
El segundo conjunto de textos enoquianos fue recibido por Edward Kelley, un año después en Cracovia Polonia. Se trata del corpus más interesante, ya que va acompañado por una traducción al ingles, que brindo las bases del vocabularios enoquiano. El texto consiste en cuarenta y ocho versos poéticos conocidos como Claves Angelicae (Claves angelicales). Estas claves, o llaves, son el punto de partida para todo un sistema mágico basado en la palabra.
Hay dos versiones diferentes del Alfabeto Enoquiano, siendo las letras de uno de ellos ligeramente diferentes a la del otro. La primera versión la encontramos en un manuscrito de Dee, los primeros cinco Books of the Mysteries (Libros de los Misterios), y la segunda, en general la más aceptada, está en Liber Loagaeth, versión del propio Kelley. Se escribe de derecha a izquierda, y puede incluir acentos. Algunas letras enoquianas tienen equivalentes en las letras inglesas y una pronunciación similar, pero muchas de ellas se pronuncian de forma diferente. El alfabeto se una en la práctica de magia Enoquiana sobre Claves Angélicas. Llego hasta nosotros por medio de Edward Kelly en 1984. Ese año escribió en su diario una serie de diecinueve encantamientos mágicos. Las Claves comprenden cuarenta y ocho versos poéticos y se corresponden con diversas funciones dentro del sistema de Magia Enoquiano. El grafico a continuación dice Thomas
Dee muestra las letras originales del alfabeto Enoquiano con su trascripción en ingles moderno asado en los escritos de John Dee en ingles antiguo.
—¿Qué mas sabemos del matemático John Dee?, pregunta Frederick, de la SY (Scotland Yard).
Retrato de John Dee, pintado en 1594 por artista desconocido. Credito imagen https://historia.nationalgeographic.com.es/a/john–dee–alquimista–corte–isabel–i–17468
Thomas continua con la historia de John Dee (13 de julio de 1527 finales de 1608 o principios de 1609) fue un notorio matemático, astrónomo, astrólogo y geógrafo inglés, que también fue ayudante de la reina Isabel I. A lo largo de su vida se dedicó, asimismo, a la alquimia, la adivinación y el estudio del hermetismo. Dee incursionó tanto en la ciencia como en la magia. Fue uno de los hombres más cultos de su época, y ya daba conferencias en salones atiborrados de gente en la Universidad de París cuando todavía no llegaba a los treinta años. Fue un ferviente defensor de las matemáticas, un respetado astrónomo y un experto en la navegación: estuvo a cargo del entrenamiento de muchos de quienes llevarían al ascenso de Inglaterra como la gran potencia naval de Europa. Al mismo tiempo, siguió investigando los ángeles y la magia cristiana y la filosofía hermética. De hecho, dedicó los últimos años de su vida por entero a estos propósitos, que no le parecían contradictorios sino complementos para una amplia visión del mundo.
Dee nació en Londres, en el seno de una familia galesa, cuyo apellido deriva de la palabra galesa du (negro). Su padre era un mercader y un cortesano de escasa importancia. Dee concurrió a la Chelmsford Chantry School y luego entre 1543 y 1546 estudió en el St. John s College, en la Universidad de Cambridge. Su talento fue reconocido desde que era joven, por lo cual fue admitido en el Trinity College. Durante los últimos años de la década de 1540 y los primeros de la de 1550, viajó por Europa, estudiando en Lovaina y Bruselas; y dando conferencias en París sobre Euclides. Aprendió junto a Gemma Frisius y se convirtió en un amigo íntimo del cartógrafo Gerardus Mercator, por lo cual volvió a Inglaterra con un importante caudal de instrumentos y conocimientos matemáticos, astronómicos y geográficos. A su regreso en 1554, le fue ofrecido el cargo de profesor adjunto de matemática en la Universidad de Oxford, que declinó criticando el excesivo énfasis por parte de las universidades inglesas en la retórica y la gramática (las cuales junto a la lógica conformaban el trivium académico), en detrimento de la ciencia y la filosofía (un quadrivium compuesto por aritmética, geometría, música y astronomía). En 1555 fue arrestado, acusado de calcular horóscopos para la reina María I de Inglaterra y la princesa Isabel. Los cargos fueron luego elevados a traición a María, y Dee debió comparecer ante la corte judicial, donde logró ser absuelto. Sin embargo, fue entregado al obispo Bonner para realizar una examinación religiosa, que complicó aún más a Dee debido a su destacado interés en las ciencias ocultas y otras áreas mal vistas por la Iglesia Católica. Este ataque fue sólo uno de los muchos que recibiría John a lo largo de su vida, y en esta ocasión logró salir prácticamente indemne, volviéndose pronto un cercano amigo del obispo.
Luego de estos episodios, Dee confeccionó para la reina María, en 1556, un importante plan para conservar libros y manuscritos antiguos y fundar con ellos una biblioteca nacional, pero su idea fue desechada, por lo cual se dedicó a expandir su biblioteca en su casa de Mortlake, comprando escritos en Inglaterra y también trayéndolos de Europa continental. Poco a poco, su biblioteca se convirtió en una de las más completas de Europa y atrajo a estudiosos y científicos a la casa de Dee. Cuando Isabel fue coronada en 1558, Dee se convirtió en uno de sus más íntimos consejeros y llegó a elegir el día de la coronación de la reina. Entre las décadas de 1550 y 1570 sirvió como consejero en los viajes de exploración de Inglaterra, difundiendo sus conocimientos de geografía y navegación y la ideología detrás de la creación de un Imperio Británico. De hecho, fue el primero en usar ese término. En 1577, Dee publicó General and Rare Memorials pertayning to the Perfect Art of Navigation, un libro en el cual exponía su visión de la navegación y justificaba los reclamos territoriales de Inglaterra en el Nuevo Mundo. En esta época conoció a Humphrey Gilbert y a Sir Philip Sídney.
En 1564, escribió el libro Monas Hieroglyphica (La mónada jeroglífica) una interpretación exhaustiva desde el punto de vista de la Cábala de un glifo que el mismo diseñó, con la intención de expresar la unidad mística de la creación toda. El escrito fue reverenciado por muchos contemporáneos de Dee, pero al perderse las tradiciones orales que poblaban su entorno, hoy en día es difícil descifrar el sentido correcto del texto. Publicó un prólogo matemático a la traducción al inglés de Henry Billingsley de la obra Los Elementos de Euclides en 1570, defendiendo la importancia de la matemática y su influencia en las demás ciencias y artes. Al estar dirigida al público no universitario, éste se convirtió en uno de los trabajos más reconocidos y se reimprimió en varias ocasiones.
Hacia los primeros años de la década de 1580, Dee estaba cada vez menos satisfecho con su progreso en el conocimiento de los secretos de naturaleza y su falta de influencia y reconocimiento. Empezó entonces a buscar formas sobrenaturales de adquirir conocimiento, en especial el contacto con un ángel mediante el uso de una bola de cristal como intermediaria. Sus primeros intentos no dieron frutos, pero en 1582 conoció a Edward Kelly, quién lo impresionó con sus habilidades y conocimientos paranormales. Dee lo tomó a su servicio y comenzaron a buscar lograr contactos sobrenaturales con todo su empeño, aunque siempre desde una perspectiva de piedad cristiana, acompañando estas conferencias espirituales con intensas sesiones de purificación, oración y ayunos. Dee estaba convencido de que esto traería grandes beneficios a la humanidad, y redactó numerosos libros que, según decía, le habían sido dictados por los ángeles a través de estas conferencias, algunos de ellos en un lenguaje enoquiano o de los ángeles. Kelley, por otro lado, es menos explícito con respecto a sus pensamientos sobre estas charlas con espíritus, algunos concluyen que estaba aprovechándose de la credulidad de Dee, otros grupos creen que realmente poseía esta clase de habilidades y también hay interpretaciones intermedias.
En 1583, Dee visitó al noble polaco Albert Laski, quien lo invitó a acompañarlo en su regreso a Polonia, a lo cual Dee accedió luego de consultarlo con sus ángeles. Así, Dee, Kelley y sus familias partieron en septiembre de 1583, pero resultó que Laski estaba en bancarrota y desprovisto de todo favor en su país, lo cual obligó a Dee y Kelley a llevar una vida nómada en Europa central, durante la cual siguieron manteniendo conversaciones con los ángeles que Dee registró meticulosamente. Consiguió audiencias con Rodolfo II, emperador del Sacro Imperio Romano y Esteban I de Polonia, en las cuales los reprimendó por su falta de fe. También trató de convencerlos de la importancia de sus comunicaciones con ángeles, pero ninguno de los monarcas le hizo caso alguno. Durante una conferencia espiritual en Bohemia, en 1587, Kelley le informó a Dee que el ángel Uriel había ordenado que los dos hombres debían compartir sus esposas. Es probable que Kelley, quien en ese momento era mucho más popular que su compañero haya usado esto como una forma de romper su relación. La orden le causó angustia a Dee, pero no dudó de su veracidad y habría permitido su realización, pero poco después dejó de celebrar las conferencias y nunca más volvió a ver a Kelley. Regresó a Inglaterra en 1589.
Dee era un cristiano profundamente piadoso, pero su cristiandad estaba muy influida por las doctrinas hermética y platónico–pitagórica que eran influyentes en el Renacimiento. Creía que los números eran la base de todas las cosas y la puerta al conocimiento, que la obra de Dios era un acto de numeración. Del Hermetismo extrajo su creencia de que el ser humano tenía el potencial para alcanzar el poder divino, y pensaba que este poder divino podía ser ejercitado a través de las matemáticas. Su magia cabalística angelical (que era fuertemente numerología) y sus trabajos en matemáticas prácticas (por ejemplo en navegación) eran simplemente los extremos exaltado y mundano del mismo espectro, y no las actividades contrapuestas que muchos podrían considerar hoy en día. Su objetivo final era ayudar a sacar adelante una religión mundial unificada, curando la brecha entre las iglesias Romana Católica y Protestante y recobrando la teología pura de la antigüedad. Cerca de diez años antes de la muerte de Dee, el anticuario Robert Cotton compró un terreno cerca de la casa de Dee y comenzó a realizar incursiones en busca de papeles y artefactos. Descubrió algunos manuscritos, principalmente registros de comunicaciones con ángeles. El hijo de Cotton entregó estos manuscritos al estudioso Méric Casaubon, quién los publicó en 1659, junto con una larga introducción crítica hacia sus autores, con el título de A True & Faithful Relation of What passed for many Yeers between Dr. John Dee (A Mathematician of Great Fame in Q. Eliz. and King James their Reignes) and some spirits. Al ser la primera revelación pública de las conferencias espirituales de Dee, el libro resultó muy popular y se vendió rápidamente. Casaubon, quién creía en la existencia de los espíritus, argumentó en su introducción que Dee estaba actuando sin saberlo como herramienta de espíritus malignos creyendo que se trataba de ángeles. Este libro fue en gran medida responsable por la imagen de Dee que prevaleció durante los siguientes dos siglos y medio: la de un fanático engañado.
Por la misma época, fue publicado el libro el libro True and Faithful Relation y algunos miembros de los Rosacruces afirman que Dee era uno de ellos. Sin embargo, no está claro que existiera en esa época una organización rosacruz y no hay evidencia de que Dee haya pertenecido a alguna sociedad secreta. La reputación de Dee como mago y la historia de su asociación con Edward Kelley lo han hecho parecer una figura aparentemente irresistible para los escritores de fábulas, escritores de historias de horror y magos posteriores. La gran cantidad de relatos falsos sobre su vida frecuentemente oscurece los hechos de su vida. Una revaluación de la persona de Dee y su influencia tuvo lugar en el siglo XX, principalmente como resultado del trabajo de la historiadora Frances Yates, quien publicó nuevas ideas que le daban una mayor relevancia al papel de la magia en el Renacimiento y en el surgimiento de la ciencia contemporánea. Como resultado de esto, Dee es ahora considerado un erudito serio y uno de los hombres más cultos de la Europa del siglo XVI. La biblioteca que poseía en Mortlake era, sin lugar a dudas, la más importante de Inglaterra, y era considerada una de las mejores del continente; sólo superada por la de Jacques Auguste de Thou en opinión de muchos. En su papel como consejero geográfico, astrológico y científico de Isabel I, fue uno de los primeros defensores de la colonización de Norteamérica y trató de impulsar la idea de un Imperio Británico que se extendiese por el Nuevo Mundo. Durante el tiempo que ostentó poder, Dee lo aprovechó para impulsar el desarrollo de las ciencias, en especial la navegación y la cartografía. Gerardus Mercator colaboró íntimamente con él, y poseía una amplia colección de mapas, globos terráqueos y diversos instrumentos. Además, creó y mejoró instrumentos y técnicas para facilitar la navegación en las regiones polares. También se encargaba de seleccionar y entrenar a los principales pilotos de la marina inglesa. Creía que las matemáticas (a las cuales comprendía de un modo místico) eran imprescindibles para el progreso del aprendizaje humana, y es esta cualidad la que lo acerca más a los hombres de siglos posteriores que otros pensadores contemporáneos, como Francis Bacón, aunque algunos investigadores afirman que Bacón restó importancia a las matemáticas aplicadas en un sentido místico como el de Dee debido a la atmósfera anti–ocultismo imperante a lo largo del reinado de Jacobo I. De todos modos, los conceptos de matemática utilizados por Dee no eran similares a los actuales y abarcaban áreas que en la actualidad gran parte de la comunidad de matemáticos calificarían de numerología. Quizás el mayor y más duradero logro de Dee sea el haber promovido la matemática fuera de las universidades. Su Prefacio matemático a la obra de Euclides tenía la intención de fomentar el estudio y la aplicación de las matemáticas entre las personas que no habían podido realizar estudios universitarios, algo que fue acogido de buen grado por la nueva y creciente clase de mecánicos y otros hombres que irían creando aplicaciones prácticas a partir de los avances científicos.
Dee llegó a incluir una serie de demostraciones y principios que los lectores podían realizar y comprobar por sí mismos. Dee era amigo de Tycho Brahe, y estaba familiarizado con los trabajos de Copérnico. Gran parte de sus cálculos astronómicos y astrológicos estaban basados en la teoría heliocéntrica, aunque debido a lo peligroso de mostrarse como un defensor de esta nueva idea no llegó a abrazar completamente la teoría. Sí la aplicó para resolver algunos problemas del calendario, y propuso reformas que fueron aceptadas cautelosamente. En varias ocasiones, se ha asociado a la figura de Dee con el Manuscrito Voynich. Wilfrid M. Voynich, la persona que adquirió el manuscrito en 1912, sugirió que este pudo haber pertenecido a Dee, quien lo habría vendido al emperador Rodolfo II. Sin embargo, los contactos de Dee con el emperador no parecen haber sido muy extensos y no hay notas en el diario que mencionen la venta de un libro tan poco corriente. El Museo Británico posee varios instrumentos que pertenecieron a Dee y están asociados con sus conferencias espirituales:
El espejo o speculum (espejo en latín) de Dee, un objeto de culto azteca hecho de obsidiana con la forma de un espejo de mano. Fue llevado a Europa en la década de 1520 y pasó por las manos de Horace Walpole.
Una serie de pequeños sellos que usaba Dee en su mesa de prácticas (en la cual llevaba a cabo la adivinación del futuro).
Un sello grande y elaborado usado para sostener la bola de cristal usada por Dee.
Un amuleto de oro, con un grabado que representa las visiones de Dee.
Un orbe de cristal, de seis centímetros de diámetro. Este objeto había pasado varios años desapercibidos en la sección de minerales. Su procedencia no está confirmada y no se sabe si pasó por las manos de Dee. En diciembre del 2004, una piedra usada por Dee para ver el futuro y una explicación de su uso escrita por Nicholar Culpeper a mediados del siglo XVII fueron robadas del museo de ciencias (Science Museum) de Londres, pero fueron recuperadas poco después.
Esta es la historia de mi tatarabuelo, seguramente en algún momento tendremos que volver a sus andanzas, dice Thomas.
En la base de Westminster de la Scotland Yard, Frederick, Thomas, Martin y Adams comienzan la investigación que los llevara al espejo mágico. Frederick rápidamente investiga a estos religiosos católicos ya que él es protestante.
Adams Craig, es un joven sacerdote, graduado con honores en el mismísimo Vaticano, ordenado como sacerdote por ser una persona paciente, digno de confianza y discreto. Además posee dotes comunicativas. En su juventud tuvo problemas de salud difíciles de controlar, lo que lo llevó a estar internado en un neurosiquiatrico para su estudio, pero del cual salió sano y se dedico al servicio de la iglesia en New York pasando por episcopado, como candidato legitimo sucesor de los apóstoles y le fue confiado los oficios de enseñar, santificar y regir. Luego fue presbítero, como buen candidato al Cristo sacerdote y buen pastor para administrar el culto divino y finalmente fue ordenado para el diaconado, al servicio de la iglesia para la predicación orientación y sobre todo, de la caridad. Después de pasar todas estas instancias fue enviado a Roma para continuar con su formación. Donde se graduó como abogado y teólogo.
Mientras que Martin Bellucci sirvió primero como capellán en Escocia y luego fue delegado pontificio para de la Escuela Apostólica para atraer a jóvenes al sacerdocio. Y es uno de los pocos que sabe ejecutar el exorcismo romano enseñado y autorizado, únicamente por el Vaticano.
Sus muchos años le han dado la experiencia y el saber que tiene hoy.