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La obra es un producto literario de indudable valía, que se inscribe en el género de la "crónica testimonial". Por el ojo literario del autor desfilan acontecimientos ocurridos durante los últimos treinta años de su vida y la de sus contemporáneos, desde los tiempos estudiantiles del bachillerato, la universidad y el desempeño de la profesión como abogado. Transversaliza fechas lejanas y cercanas, locaciones próximas y distantes, situaciones de disímil naturaleza y personajes de la más diversa ralea, pero en todos hay un claro hilo conductor, que es la ciudad de La Habana, como trasfondo y escenario de todos los acontecimientos, incluso hasta de aquellos trágicos ocurridos fuera de sus límites geográficos.
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Seitenzahl: 167
Veröffentlichungsjahr: 2023
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PÁGINA LEGAL
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público. Si precisa obtener licencia de reproducción para algún fragmento en formato digital diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) o entre la web www.conlicencia.com EDHASA C/ Diputació, 262, 2º 1ª, 08007 Barcelona. Tel. 93 494 97 20 España.
Edición: Marien Cabrera Sánchez
Corrección: Luis Amaury Rodríguez Ramírez
Diseño interior, de cubierta, maquetación y conversión a e-book: Jadier I. Martínez Rodríguez
Ilustración de cubierta: Onelio Larralde González
© José Antonio del Río González, 2023
© Sobre la presente edición:
Organización Nacional de Bufetes Colectivos, ONBC, 2023
Todos los derechos reservados
ISBN: 9789597261599
Prohibida la reproducción parcial o total de esta obra, por cualquier medio o procedimiento, sin la autorización expresa de la Organización Nacional de Bufetes Colectivos.
Obra editada e impresa por:
Ediciones ONBC
Ave. 41 No. 7208 esq. a 72, Playa,
La Habana, Cuba
Teléfono: 214-4208
E-mail: [email protected]
SINOPSIS
La obra es un producto literario de indudable valía, que se inscribe en el género de la “crónica testimonial”. Por el ojo literario del autor desfilan acontecimientos ocurridos durante los últimos treinta años de su vida y la de sus contemporáneos, desde los tiempos estudiantiles del bachillerato, la universidad y el desempeño de la profesión como abogado. Transversaliza fechas lejanas y cercanas, locaciones próximas y distantes, situaciones de disímil naturaleza y personajes de la más diversa ralea, pero en todos hay un claro hilo conductor, que es la ciudad de La Habana, como trasfondo y escenario de todos los acontecimientos, incluso hasta de aquellos trágicos ocurridos fuera de sus límites geográficos.
Con La Habana como ágora de todo lo que es narrado, por este libro desfilan calles, parques, cines, amigos, la Universidad de La Habana, el sincretismo religioso, la migración, los maratonistas, abogados que juegan a la pelota en el imaginario de que son tan buenos en eso como en los estrados, poetas (sobre todos los esenciales, aquellos que nos ayudaron a enamorar), los acontecimientos que estremecieron a la nación; todos vistos por el ojo agudo de un capitalino hedonista. En todos se transpira cubanidad, orgullo de lo patrio y pertenencia a la ciudad que lo vio nacer, esa “Habana real, profunda, verdadera, vista desde abajo, para cambiarla, sin tantos drones de telenovelas que la miran desde arriba, porque real, profunda y verdadera, todavía es maravillosa”.
Este libro es una antología de las publicaciones que circularon por las redes, algunas poéticas, otras divertidas, otras que nos dejaban la nostalgia de alguna pérdida o una profunda reflexión sobre acontecimientos sociales.
SOBRE EL AUTOR
José Antonio del Río González- Pepito (La Habana, 29 de agosto de 1969). Graduado de Licenciado en Derecho, Universidad de La Habana 1992. Desde septiembre de 1992 ejerce como Abogado en la Organización Nacional de Bufetes Colectivos. Se desempeña en el Bufete Colectivo situado en Calle E y 23 de la Habana Cuba, reconocido en el mundo del Derecho como uno de los abogados defensores de mayor calibre del país, ha participado en muchos de los procesos judiciales más importantes acontecidos en Cuba en los últimos años .En paralelo a este distinguido abogado penalista, existe otro Pepito: un escritor de fina pluma, observador agudo de la ciudad, de su gente, del comportamiento humano, de las fechas sencillas y de los grandes acontecimientos, del ir y venir de la gente común que habita o transita por la capital del país. Esa cualidad especial de espectador de la realidad le permite colimar esos momentos únicos que ocurren en el día a día de nuestro derredor y que al resto nos pasan inadvertidos.
ÍNDICE
PÁGINA LEGAL
SINOPSIS
SOBRE EL AUTOR
PRÓLOGO
Añonuevo.(Miletra)
LAHABANAINFINITA
La Habana (a sus quinientos años)
La Habana.El vendedor de libros
La Habana. Sus parques
La Habana.El cineysuscines
LaHabanahoteles
LaHabana.Suspersonajes
LaHabana,otravez
El concurso
Graffiti de amor
Telegrama
LACOLINA
DanzaUH
La actitud
Naciónyhumanidad
Delarchivoadministrativo– universitario.
El regreso
Laley
DELOSAMIGOS
La riqueza
La Lenin
El robodel diamante.(Unahistoriareal)
Buenastardes grupo
Poramoralarte
Ellas y ellos
En el contén delbarrio
EL INTRUSOCOVID 19
Nasobucoforever
Cumpleañosyla Covid—19
El orgullo
Decálogo
Enépocaderetos. (Este esel mío)
TRILOGÍAS
Elfregadero yyo
Lanoticia
Amisamigas
John River en La Habana
John River Jr.
John River Jr.LaHabanaincreíble
Lajustificación
El viernes yuna historia
Trilogía nostálgica
LAISLABELLA
El parte
Lafe
Tratado depaz
El fenómeno
Fotografía del día
El vuelo. (La Habana — Destino…)
DíadelaCultura.(Canción en trestiempos)
De Sindo al año nuevo
Recorrido Martiano
HISTORIAS DE OTROS
La interrogante absolutoria
El treintaydos
El guateque
Sacaladerecha
Unamanecer diferente
Solidaridad extrema
Lamacetaylaplanta
Las estatuas
Lasmiradas
Información clasificada
Elhallazgo
Las piedrasrodando .
Laruta,unahistoriade viaje,el fin
Defensa polaca
Laequivocación.
Las situaciones
Conversacionestemerarias
No melovasacreer.
Comidagourmet
El encuentro
El chisme, el chismoso y la canción infantil
LASCOSASDEL TIEMPO
El tiempo
Historiaclínica
Elalemán delanovelacubana
El estrés
Frasecélebre
Ladespedida
Agenda apretada
Laconjugación
Últimahora
El 69
LOS GOLPES
Mi Habana hoy
La secuencia, la vigilia, las imágenes
Así lo veo
ANIVERSARIOS
Amimadre.(Escrito hacemásdeveinteaños)
Sin título
Padrenoescualquiera
Cuestióndegénero. Cuestión dehonor
Laguerraylapaz
Lealtadclínica
Laafinidad
Hoy
Gratitud
El cartel
Fin de año, alerta máxima. (Leer antes de enviar)
Aniversario
A mis padres que, sin palabras, me mostraron la honradez,
la decencia y el respeto.
A mi familia y mis amigos, por la cercanía.
A ti, por la entrega sin límites, con amor.
PRÓLOGO
Prologar un libro tiene cierta semejanza con el Bautizo. El prologuista, al igual que en el Sacramento, es seleccionado por los padres de la criatura, quienes depositan en el padrino su confianza en que cumplirá la misión; y cuando el libro se publica, y el autor recibe el inmenso placer de ver su obra en manos de los lectores, el prologuista comparte con el autor las satisfacciones, pero también los sinsabores de la crítica. Padre y padrino, autor y prologuista, siguen unidos por los vínculos inefables del afecto y la comunidad de la prole, que los primeros procrearon y los segundos resguardan.
Por esas razones asumo la responsabilidad de prologar el libro de José Antonio del Rio González (a quien pocos identifican por ese nombre, porque todos lo conocen como Pepito, incluso en los ámbitos profesionales más respetables), y lo hago con la inmensa alegría que me provoca haber sido seleccionado para esta encomienda, de entre los muchos inveterados amigos que rodean al autor.
Pepito es reconocido en el mundo del Derecho como uno de los abogados defensores de mayor calibre del país, que ha participado en muchos de los procesos judiciales más importantes acontecidos en Cuba en los últimos años, pero lo peculiar de Pepito es que a ese abolengo profesional le acompaña una proverbial modestia y sencillez, que hacen de él esa persona extraordinaria que todos admiran, quieren y respetan.
En paralelo a ese distinguido abogado penalista, existe otro Pepito: un escritor de fina pluma, observador agudo de la ciudad, de su gente, del comportamiento humano, de las fechas sencillas y de los grandes acontecimientos, del ir y venir de la gente común que habita o transita por la capital del país. Esa cualidad especial de espectador de la realidad le permite colimar esos momentos únicos que ocurren en el día a día de nuestro derredor y que al resto nos pasan inadvertidos. El resultado es un producto literario de indudable valía, que se inscribe en el género de la “crónica testimonial”.
El profesor e investigador mexicano Karam Cárdenas, en su trabajo Acercamiento semiótico al estudio de la crónica testimonial en la obra de Elena Poniatowska, define a la crónica testimonial como uno de los géneros más importantes en la historia de la literatura y el periodismo, que se caracteriza por su mestizaje y por sus posibilidades expresivas, que le permiten vincular la ficción con la realidad; la oralidad y la literalidad; el presente y el pasado; la literatura y el periodismo; lo empírico y lo poético. En ese juego literario se usa a discreción la primera persona o se narra libremente los acontecimientos como vistos y vividos desde una interioridad ajena, lo que permite un vínculo con los lectores que se comprometen como miembros de una comunidad de la que forman parte. La imaginación y el enfoque personal no están excluidos, pero sí sometidos al compromiso de ser fiel a esa realidad y de informar sobre algo que todos deben y quieren conocer.
Las definiciones que el investigador mexicano utilizaba para describir el trabajo de la talentosa y controvertida escritora se asimilan a la obra de Pepito quien, con mirada inteligente, sagaz y perceptiva, capta la cotidianidad de un entorno humano que le acompaña desde sus años estudiantiles hasta los momentos actuales.
Por el ojo literario del autor desfilan acontecimientos ocurridos durante los últimos treinta años de su vida y la de sus contemporáneos. Desde los tiempos estudiantiles del bachillerato, la universidad y el desempeño de la profesión como abogado.
Esta obra transversaliza fechas lejanas y cercanas, locaciones próximas y distantes, situaciones de disímil naturaleza y personajes de la más diversa ralea, pero en todos hay un claro hilo conductor, que es la ciudad de La Habana, como trasfondo y escenario de todos los acontecimientos, incluso hasta de aquellos trágicos ocurridos fuera de sus límites geográficos.
Con la Habana como ágora de todo lo que es narrado, por este libro desfilan calles, parques, cines, amigos, la Universidad de La Habana, el sincretismo religioso, la migración, los maratonistas, abogados que juegan a la pelota en el imaginario de que son tan buenos en eso como en los estrados, poetas (sobre todos los esenciales, aquellos que nos ayudaron a enamorar), los acontecimientos que estremecieron a la nación; todos vistos por el ojo agudo de un capitalino hedonista. En todos se transpira cubanidad, orgullo de lo patrio y pertenencia a la ciudad que lo vio nacer, esa “Habana real, profunda, verdadera, vista desde abajo, para cambiarla, sin tantos drones de telenovelas que la miran desde arriba, porque real, profunda y verdadera, todavía es maravillosa”.
Esa cualidad de narrar lo ajeno como propio es lo que provoca que las entregas periódicas de Pepito tengan tantos seguidores. En los tiempos difíciles de la Pandemia, en que perdimos el contacto humano con los colegas y amigos, las publicaciones de él en Facebook eran un soplo de alegría, reflexión y humanidad; que provocaban múltiples comentarios.
Este libro es una antología de las publicaciones que circularon por las redes, algunas poéticas, muchas divertidas; otras que nos dejaban la nostalgia de alguna pérdida o una profunda reflexión sobre acontecimientos sociales.
Juan Mendoza Díaz
Profesor de la Universidad de la Habana
La Habana, 28 de diciembre de 2022
Añonuevo.(Miletra)
La estrella que ilumine,
el dolor , que no alcance la lágrima,
la vieja y nueva ley,
todo mezclado,
para bien.
Estrechar definitivamente las manos,
sin volver a chocar los puños.
Vernos reír definitivamente,
sin tener que esconder la risa,
La Habana real, profunda, verdadera,
vista desde abajo,
para cambiarla,
sin tantos drones de telenovelas
que la miran desde arriba,
porque real, profunda y verdadera,
¡todavía es maravillosa!
La palabra nueva que impulse,
que no se estanque,
que dialogue,
que contradiga.
Las despedidas,
que no sean soluciones,
ni sean eternas.
Siempre la espada de luz del poema,
siempre el rayo de luz de la canción
y otra vez la estrella que ilumine,
a la isla de todos.
LAHABANAINFINITA
La Habana (a sus quinientos años)
“Todo poema, con el tiempo, es una elegía”
Jorge Luis Borges
La Habana, con el tiempo,
es un poema.
La Habana en que nací,
la que mis padres me enseñaron a amar,
La Habana de mi familia
y de mis tantos amigos.
La Habana en que te conocí
y en la que te amo.
La Habana tantas cosas.
La Habana de Martí,
La Habana ilustre—escalinata,
La Habana pasión—stadium,
La Habana bosque—Almendares,
La Habana sublime—toda.
La Habana del malecón y sus parques,
La Habana ciudad de las columnas.
La Habana un graffiti de un desgarrado amor,
en un enorme muro del Vedado,
(Lina, Carlos aún te busca).
La Habana que te vio partir,
que te extraña,
que te espera
cuando vuelvas.
La Habana china,
africana,
española,
cubana.
La Habana mística y milagrosa,
La Habana del Cristo.
La Habana de la foto de siempre.
La Habana es tantas cosas
que pudieron ser y no fueron.
La Habana mujer sensual y misteriosa,
La Habana apasionada, cantada y pintada.
La Habana;
que no es Ciudad Luz,
que no es Ciudad Eterna,
porque mi Habana es
sencillamente un poema.
Un poema de amor.
La Habana.El vendedor de libros
Nunca se preguntó por qué lo conservaba. No era un amuleto, ni un talismán, no pretendía tampoco que fuera simbólico y sabía además que solo, no le era de utilidad. Sin embargo, desde que lo guardó en su billetera decidió que lo acompañaría siempre.
Una tarde, mientras caminaba por las calles de una ciudad que él definía como su Habana, con mil contrastes que la hacían única, encontró a su paso una enorme estantería ambulante con libros de uso, la que no veía desde hacía dos años, con su viejo vendedor sobreviviente.
Se acercó a ella, un libro que jamás pensó encontrar se le quedó mirando, solo le faltó decir que lo esperaba. En la primera página, en el borde derecho, había un número.
—Esto es lo que vale?
—No, ese era el precio que tuvo un día, ahora es muy caro, pero si usted tiene un peso en papel se lo lleva.
El viejo vendedor jamás pensó que aquel caminante interesado pudiera tener el peso que reclamaba.
El hombre que había guardado aquel billete sin ningún sueño, siguió recorriendo las calles de su Habana. Ahora diferente, con un libro de Poesías de amor de José Martí bajo su brazo.
Los dos sabían que el valor del libro estaba dentro. Lo escondían los poemas.
La Habana. Sus parques
Del Apóstol me enseñaron y aprendí, a ver la luz del sol y agradecerla, más allá de sus manchas. Por eso cuando veo mi Habana “sol”, agrietada por los años y el abandono, descolorida y hueca por el tiempo, y el desinterés justificado, logro ver, aunque me duela y me cueste, la luz de una ciudad bien trazada, dibujada con gusto, de arquitectura prominente, de herrería de artistas, de puertas y ventanas siempre abiertas a la vida.
En ese diseño perfecto de gran ciudad, sus autores concibieron los parques, para que los habitantes de La Habana respiraran, atraerlos con estatuas a la historia y así inmortalizarlos desde el arte, para los que quisieron amar dejaran en ellos su huella.
Ahora una mancha “noble” asoma a la ciudad, un destino manifiesto y nuevo para los parques. Llenarlos de viandas y frutas, con cajas, pesas, rodeados de grandes camiones, y restos y polvos incluidos, con dolor a la vista, como si no tuviéramos otros lugares para eso, que también crearon aquellos que diseñaron mi bella ciudad.
Me duele ver en lo que se están convirtiendo. Ojalá los que amamos La Habana y sus parques, encontremos la luz, en el inconfundible y atrayente olor, de una guayaba madura.
La Habana.El cineysuscines