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Cada cuento es un granito de identidad santacruceña que me invita a sumergirme y abordar la literatura desde un nuevo enfoque, hermenéutico, holístico y hasta me quisiera convertir en un etnógrafo para comprender mejor la riqueza que hay en cada uno de ellos. El campo sureño con extensiones tan vastas que tantos turistas recorren y otras que tan solo son de acceso a las escuelas. Rutas que podemos recorrer una y mil veces, pero que nada nos dicen de su gente, más lo que podemos suponer por el viento y el frío que hay que soportar en los crudos inviernos, también podemos suponer de qué trabajan, pero… esta propuesta realmente nos abrió un portal mágico donde la producción literaria por parte de los alumnos de las escuelas rurales nos muestra sin miedos ni prejuicios un maravilloso mundo, su mundo, en el cual quiero empaparme y acompañarlos a remontar un vuelo sin fin, donde pueda visitar cada lugarcito de nuestro país y quién dice… otros lugares más… Este libro donde los animales y fantasmas no dejan de sorprendernos. Fantasmas tiernos y dulces como el de la Escuela N.º 31 que llora porque quiere estudiar junto a los niños. O el tenebroso de La Sección que ahuyenta a los peones con sus pisadas y manchas de sangre resurgentes, hasta que Malevo su perro, decide acompañarlo. Carolina Charles
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Seitenzahl: 42
Veröffentlichungsjahr: 2024
SANDRA ELISA GOMEZ
Gomez, Sandra Elisa La ruralidad dice : presente / Sandra Elisa Gomez. - 1a ed - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2024.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-5010-1
1. Cuentos. I. Título. CDD A863
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
Prólogo
Agradecimientos
La palabra
Introducción
Ruralidad vs. Urbanidad
Y… ¿qué es la ruralidad?
Ana Daniela Pereyra Cenobio
“Gaucho” un gran boyero
Abril Priscila Bertotti
La tragedia del incendio en tres lagos
Matías Escobar
Incendio en la escuela y la niña
Darío Bravo
Saberes
Vanesa Vera
El blanco del puente
Emiliano Miguel Maidana
La oveja
Alma Pereyra Cenobio
Bigotitos
Damaris Nahir Sogaray
Andanzas en estancia la Carlota
Sheyla Raquel Bottero
El fantasma y la seño
Braian Garnica
Mi pueblo
Fabricio Ruiz
La novia del pozo
Jeremías Ricardo Nahuel Cañumil
El fantasma de la sección
Dedico este libro a todos los que han entendido que a través de la Educación, podemos construir una mejor sociedad.
“No podemos tener una civilización de oro con hombres de plomo”
Arnold J. Toynbee
Con mucho agrado acepté la invitación de la Lic. Sandra Elisa Gómez, Sandra Gómez, Supervisora Pedagógica de Escuelas Rurales, Zona Centro y Sur, para prologar este libro surgido de un concurso literario, actividad esta que me congratula enormemente y que redundará, sin duda alguna, en beneficio de los estudiantes.
Después de leer las historias, queda flotando en el aire la grata sensación de estar leyendo una sola historia, como si todas derivaran de la mente de un único autor, un solo río del que derivan innumerables afluentes, que nos permiten situarnos en la extensa planicie patagónica, sentir el viento y la nieve, el trabajo duro; condolernos por las tragedias nacidas de las pasiones humanas o de las diversas circunstancias que a veces dificultan la vida.
En todas las historias se puede respirar el mismo aire, y encontrarnos con un lenguaje que define como ninguno la esencia de la ruralidad. Frases como: “dos gauchos se desconocen”; “para qué apurarse si igual se llega”; “con un andar que lo pone en los cincuenta” refiriéndose a un hombre de treinta –y aquí no hace falta nada más para imaginarnos al personaje– unifican el lenguaje del libro y definen claramente la semblanza de los protagonistas –principales y secundarios- de cada historia.
La frase que marca el final de uno de los cuentos, en la que el viejo peón le dice al ingeniero un instante antes de su muerte: “te dije que harías lo que él (zorro) colorado le hace a los corderos empantanados”, deja al descubierto los sentimientos de los personajes antagónicos en una frase que lo define todo.
Se percibe también cierta pureza en los escritos, las ganas de contar, de transmitir esas historias que van pasando de boca en boca a través del tiempo, transformándose en las leyendas que abundan en el imaginario popular. Así nos encontramos con la piedra clavada como lugar de recogimiento y recordación; la iglesia enclavada en el mismo lugar de la tragedia que sumió a una madre en el peor de los desconsuelos; la niña que aparece como un fantasma desesperado en la escuela en que encontró la muerte; el fantasma del muchacho que se aparece en las cercanías de Puente Blanco, o el microcuento en que la oveja es el personaje principal en el universo del narrador.
Hay una frase de una de las autoras que me parece adecuada para cerrar este prólogo: “soy viento, lluvia y suspiro, lágrimas y pesar, paz y alegría”. Todo a la vez. Aunque en el texto la frase viene desde la voz de un perro laborioso –y eso es lo maravilloso de la literatura–, creo que define totalmente el espíritu de este libro.
¡Celebremos y disfrutemos de las historias de estos prometedores escritores de nuestra querida provincia de Santa Cruz!
Cecilia Maldini
Estaré eternamente agradecida por todo lo que aprendí de ustedes, realmente llegaron a mi corazón y espero haber podido llegar al de ustedes, al menos eso sentí. Mucho amor, mucho cariño. Y eso hizo que pudiéramos seguir adelante en momentos tan difíciles como la pandemia. Nuestros lazos nunca se rompieron y trabajamos más que nunca, aprendiendo nuevas formas de enseñar y aprender.
Les agradezco la paciencia de tantas horas frente a la pantalla, les agradezco a cada una de las instituciones que me recibieron con los brazos abiertos, a pesar que sabían que me quedaría unos días con ustedes. Ya que no se puede valorar, ni mucho menos evaluar algo que se desconoce. Sólo tengo para decir GRACIAS a las comunidades educativas de las 8 escuelas rurales de las cuales cumplí mi función. Sólo deseo que ese mundo maravilloso, lleno de pureza, nunca se pierda.
Agradezco el compromiso y la participación de todos los niños, docentes, directivos y familias y sus autorizaciones en aquel momento porque fueron quienes hicieron posible esta publicación.