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"Los Dólares Me Quieren" de Henry Harrison Brown es una obra que explora el intricado vínculo entre la mente humana y la prosperidad económica. En este libro, Brown expone su teoría de que nuestras convicciones internas y actitudes hacia la riqueza son clave para atraer la prosperidad financiera. Escrito en un estilo directo y accesible, el libro combina elementos de autoayuda con principios de la filosofía del pensamiento positivo, un movimiento emergente en la época de su publicación a principios del siglo XX. A través de ejemplos prácticos y un tono motivador, Brown ofrece a sus lectores estrategias para transformar sus pensamientos y atraer riqueza, un contenido que sigue relevante en cualquier contexto de crisis económica o cambio personal. Henry Harrison Brown, no solo era un autor, sino también un pensador influyente en el campo de la filosofía mental en la era del Nuevo Pensamiento. Su formación en filosofía y su experiencia como editor y orador público le permitieron desarrollar una perspectiva única sobre el poder de la mente. Brown creía firmemente en el potencial humano para superar limitantes autoimpuestas, una creencia cimentada en su propia búsqueda de éxito financiero y espiritual. Recomiendo "Los Dólares Me Quieren" a quienes buscan un enfoque positivo hacia el crecimiento personal y financiero. El libro ofrece una guía profunda sobre cómo reconfigurar la mente para alcanzar la prosperidad, haciendo hincapié en el poder de los pensamientos. Su relevancia trasciende el tiempo, resonando tanto en lectores contemporáneos como en futuros aspirantes a la transformación personal. En definitiva, es una obra inspiradora que invita a reflexionar sobre la intersección entre la mentalidad y la abundancia."
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Veröffentlichungsjahr: 2025
Este ensayo sobre el dólar apareció en NOW como parte de una serie de doce lecciones titulada «El éxito y cómo lo alcancé a través de la afirmación». Atrajo mucha atención y suscitó numerosas cartas de los lectores. Este reconocimiento ha llevado a NOW a reimprimirlo para darle una mayor difusión.
Esto conserva bien el propósito para el que fue escrito. Deseo despertar en mis semejantes la conciencia de tus posesiones actuales y ayudarles a comprender el principio que controla la expresión de la vida, de modo que, al vivir como un «arte refinado», dejen de buscar la felicidad en algún cielo lejano y empiecen a disfrutar de la que crean aquí y ahora.
Se cree que esta pequeña monografía es la primera expresión del pensamiento de que cada individuo tiene la capacidad de irradiar sus fuerzas mentales de tal manera que puede hacer que el dólar lo sienta, lo ame, lo busque y, así, atraiga a voluntad todas las cosas necesarias para su desarrollo desde la Oferta Universal.
Te ayudará a elevarte por encima de la monotonía del trabajo forzoso y te permitirá entrar en las múltiples expresiones de la vida con la alegría y la espontaneidad de la infancia. Este es el pensamiento que te llega con esta, mi Lección de Éxito.
Henry Harrison Brown.
San Francisco, California, 1 de mayo de 1903.
EL LADO DEL DÓLAR
Conquistas el destino con el pensamiento. Si piensas el pensamiento fatal de los hombres y las instituciones, nunca necesitarás apretar el gatillo. Las consecuencias del pensamiento siguen inevitablemente. — Carlyle.
Los ideales personales, por necesidad, deben diferir, pero, dado que el dinero representa el poder objetivo, su consideración debe entrar como factor en todo ideal de éxito. El dinero representa el suministro. En nuestro pensamiento, representa la comida, la ropa y el alojamiento; los libros, las imágenes y la compañía; el disfrute, el desarrollo y la expresión.
El dólar significa una oportunidad para la realización de altos ideales.
El suministro material es una necesidad de la vida. El dólar es el representante concreto de esta necesidad.
El individuo debe ser libre y, hasta que no se garanticen las necesidades de la vida, no es libre. Por lo tanto, el dólar representa la libertad individual.
La libertad personal encuentra su base en la independencia pecuniaria. La independencia financiera y la libertad personal guardan en gran medida una relación de causa y efecto. Casi podemos decir que, en la mente popular, el dólar confiere libertad. En la cultura del alma, una actitud mental de superioridad respecto al dólar da como resultado la libertad personal. No hay libertad para quien se siente limitado por la falta de dólares. La deuda es uno de los amos más tiránicos. Mackay dice acertadamente: