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"Me empuja suavemente y mira al suelo. Yo me tumbo boca arriba y él se lanza a mí. Creo que está tan cerca de correrse como yo. Me penetra sin dificultad y me folla como la mujer de Picasso se follaba a sí misma mientras él miraba, pero hoy no es el pintor quien mira".Una tarde la joven comisaria y el guapo visitante masculino son los únicos en el museo de arte. Los únicos aparte de los cuadros de las mujeres desnudas de Picasso que les rodean y la cámara a través de la cual alguien parece estar viéndoles...El relato corto se publica en colaboración con la productora de cine sueca Erika Lust. Su meta es mostrar la naturaleza humana y la diversidad a través de historias de pasión, intimidad, amor y lujuria combinadas con una fuerte narrativa y eroticismo. -
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Ähnliche
Sarah Skov
No toques el cuadro, tócame a mí
LUST
No toques el cuadro, tócame a mí
Original title:
Don't Touch the Art, Touch Me
Translated by Cymbeline Núñez
Copyright © 2019 Sarah Skov, 2020 LUST
All rights reserved ISBN 9788726390339
1st ebook edition, 2020. Format: Epub 2.0
No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
LUST
No toques el cuadro, tócame a mí
Me fascina el arte de varios periodos, pero no todo el arte me emociona como lo hace el expresionismo. Cuando los visitantes del museo de arte donde trabajo como comisaria me pregunta cuál es mi artista favorito, yo finjo pensar un poco durante un ratito.
—Hay muchos artistas maravillosos, pero Picasso siempre me ha parecido especial —contesto después de una pausa larga.
Hoy es un día extraordinario. Mi cuerpo se tensa de emoción varias veces al día. A menudo me ocurre antes de una nueva exposición, pero esta vez es diferente. Las obras empezarán a llegar esta tarde. Vienen directamente de una exposición en el Tate que ha sido un gran éxito. Hemos decidido titularla Las Mujeres de Picasso, aunque también contiene pinturas de otros artistas expresionistas. El nombre de Picasso tiene una manera especial de atraer visitantes, mientras que la palabra «expresionismo» ahuyenta a los visitantes.
Abro un libro del Tate Modern Museum de Londres. Lo he hojeado muchas veces desde que se cerró el trato. Varias páginas están desgastadas en las esquinas. Me dirijo a esas primero. Me inclino sobre el libro, me pongo las gafas de leer y empiezo a estudiar las mujeres de Picasso de sus primeros años. Son redondeadas y vulgares. Todo son bultos e invitan al espectador a adentrarse. Así es cómo percibía a las mujeres, desde los pechos salidos a la doble nariz, que aparecía cuando se arrimaba para un beso. Me gusta su visión temprana de las mujeres más que las otras.
