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Una compilación de poesía e historias qué surge del colectivo "Son ésas cosas que pasan". El juego de confrontar palabras y darles un sentido sin pretender que sea el mismo para todos . Contar historias que nos dejan viajar a la sensación de ser otras personas. Los sentidos a flor de piel en una descripción de eventos que pasan en lo cotidiano y resuenan con armonía fantástica.
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Seitenzahl: 82
Veröffentlichungsjahr: 2019
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A V I S O L E G A L
Raro perfume en el aire
Gregorio Traum
© 2019 Gregorio Traum.
Todos los derechos reservados.
Autor: Gregorio Traum
ISBN: 978-3-96544-821-6
Para el que quiera jugar conmigo un rato
Contraparte
Soy una imagen con sabor a beso.
Soy las cosquillas de tus recuerdos.
Soy ese que ríe sin límite desde lo más puro, lo más sensual y lo más perverso de mi ser.
Soy el deseo de tenerte acá́ conmigo, de tocarte con intensidad.
Soy una mirada dulce y amarga. Lo bueno y lo malo.
Soy todo lo que de mi sale.
Soy una molestia, ese el fuego que incomoda y te consume.
Soy el que entiende y el que no.
El adolescente que no puede contenerse.
Soy el que camina con vos sin que me veas.
El que busca la comisura de tu boca para profanarla.
El ladrón de caricias. El que te desnuda en lujuria y se deja caer en tus besos.
Soy todas estas palabras y aún más.
El resto lo desciframos después.
Solo asi soy feliz
de un papel apócrifo y quizá de otro autor
Entre las sábanas de domingo
Entre tus brazos como siglos
Entre el mirar borroso de salir del sueño
Entre besos con sabor a noche
Entre nuestros pasados que nos hacen saltar
Entre las caricias que nos prenden fuego
Entre el deber y el poder
Entre el decir y el sexo
Entre vos y yo
Para vos y para mi
¿Que más se puede pedir?
Así sin más apareció el diablo y le dijo a Ramsmir el escriba: " Te ofrezco lo que desees; sólo te pido a cambio, tu alma". Ramsmir era sabio y supo ser ambicioso alguna vez. Miro al diablo y le dijo: "Si tan sólo hubieses llegado hace unos años mi alma sería tuya pero ahora pertenece a Esca la ninfa del bosque y ella ya se ha ido al camino de la luz. Y aún así no tengo nada que pedirte. Soy lo que soy y no temo a la muerte ni a tormento alguno, he vivido una vida plena. Mi camino será la luz lejos de tus ámbitos".
El diablo que hasta ese momento se había mantenido inmóvil comenzó a reír y su risa era hermosa como la de un niño y terrible como el sonido del trueno.
De repente dejo de reír y le dijo...
"Eres mío. Nadie escapa a las palabras y en tu seguridad esta la arrogancia que te ha condenado..."
Nos vemos en tu juventud...
Y desapareció.
La Pregunta
Mientras la noche abrazaba a la aldea. El maestro, con voz firme rompió el silencio y se dirigió a sus discípulos sentados en círculo alrededor del fuego. Mirándolos a su rostro pregunto: - ¿que es lo que falta?.
Los 7 discípulos pensaron en silencio y respondieron uno a uno.
El primero dijo: - Falta lo que completa, lo que hace que uno llegue a uno.
El segundo en cambio dijo: nada, todo esta ya aquí sólo que no podemos verlo. Nadie puede buscarlo, sólo encontrarlo.
A lo que el tercero agrego: lo que falta es lo que debemos, lo que tenemos que devolver y sentimos en culpa.
El cuarto con voz segura dijo: la falta no es nada sino el saber que existe esa falta lo que produce un distorsión en el mundo.
El quinto reflexiono: falta es una palabra como cualquier otra. Las palabras hacen a la falta.
El sexto respondió: la falta es el motor del mundo, no existe el completo, porque sino no existe el hombre.
El séptimo miro al maestro a los ojos y le hizo una reverencia.
Todos volvieron a sus pensamientos y el silencio que deja sentir el mundo volvió a rodearlos.
El fuego siguió ardiendo toda la noche aún cuando el dios del sueño cayo sobre la aldea.
Catálogo de gritos
Tímido
Sobre actuado
Influyente
Sin ganas
Con A
Que se entiende
Que te tienta
De noche privado
Solo sonido
Con risa
De odio
En idiomas
Sexual
En contexto
Violento
Anónimo
Intervocálico
Romántico
Robado
Bajo techo
Con llanto desubicado
Sin palabras.
Apasionado
En Control
En gesto
De gol
Al aire libre
Comunitario
En cuerpo
Sin voz
Sin vos
Ecos
En el vidrio borroso de la memoria, te recuerdo como solo luz; que insensato de mi que morí por vos o quitando el heroísmo, me deje caer herido.
Te reinvento como risas en la cama, como cielos despejados y uff si llovió: como se volaron los paraguas para dejarnos desnudos y mojados. Claro que sé que nos secamos juntos, se que era nuestra lluvia.
Aun me sorprendo diciendo en nuestra lengua de susurros y no tantos, códigos tan únicos que supimos tener. Rituales privados de un amor a la vista de todos.
Siguen tus imágenes de colores, tus disonancias mas hermosas y esas cadencias de interminables finales.
Me sigo conectando, con esos zonzos juegos de palabras que eran el transcurrir de nuestros días.
No soy yo (porque no es ahora).
No soy yo (porque el antes es espejo con curvas, una visión nostálgica de un supuesto).
A veces miro y me pienso otro, uno que me digo yo no era.
Quizá seamos lo que necesitamos ser en el momento preciso, donde se necesita, donde lo necesito.
Últimamente entiendo que el momento es tan importante como cualquiera de las otras variantes.
En las películas el héroe no es el que muere sino el que lo hace justo en el momento indicado.
En alguna de mis vidas
¿Como rompo esta inercia? Debería empezar exigiéndole al destino que coincidas en mis miradas; que se desvanezca esa distancia que te tiene impertérrita a mis miedos.
¿Es justo que el cobarde se pregunte de donde nace la valentía?
Finalmente entiendo a los que sucumbieron a la gorgona Medusa. Los castigados a estar viendo desde la piedra el presente; distante e inexorable.
Tal como vos y yo en este colectivo, siendo solo eso: Vos y Yo.
Así y todo no puedo dejar de pensar en un "nosotros"
En una noche dentro de muy poco. En ese nuestro éxtasis mas sublime.
Yo en tus ojos y tus pechos. En lo salado de tu piel transpirada y las sabanas revueltas. En nuestros cuerpos desfasados, modulando placer.
Mírame, sin juzgarme, te prometo ser sincero.
Me es inevitable tener miedo sentir que se termina todo. Ver cada camino posible.
Nuestro amor imposible
Mis infidelidades, tus reclamos y esos besos que me derriten; me reinventan, le dan sentido a esas mañanas de otoño.
La Música y esa manera tan tuya de quedarte inmóvil haciendo que baile el entorno.
Tu elegancia de santa y tu cuerpo de indigna
Te pido por favor que seas mas valiente que yo.
Y que sino soy digno me mates o me insultes.
O que sostengas alguna mirada que contagie eso que desesperadamente estoy buscando: las palabras perfectas que nos regalen el paraíso.
Pero es tarde te levantas y se que no puedo hacer nada mas que morirme solo.
Tocas el timbre; ya estas bajando y yo sentado
Amándote como nadie te amo
Algún día en el momento en el que el tiempo se destruya. En el que todo sea y no, volveré́ a subir al colectivo
Y repetiremos el ritual hasta que me anime a hablarte...
... y vos a amarme.
Maldito domingo
Maldito domingo que delata debilidades y me muestra flaco a la sensibilidad. Maldito domingo que me arrastra al pasado y a los recuerdos inventados que uno crea sólo en domingos. Esos mentirosos recuerdos llenos de luz y días de sol; Inviernos cálidos y veranos templados.
La pregunta es ¿si uno sabe que el domingo es un día que cae, como es posible que lo idealice tanto? Será que existen los domingos ascendentes; los domingos llenos, los que no son malditos. Tan pocos que la posibilidad de que no sea un maldito domingo es mas un deseo que un hecho factible, el ser humano no puede dejar de disfrutar lo que no puede conseguir.
Maldito domingo que sabe que no soy fútbolero. Que sabe que no soy religioso. Porque por lo menos uno puede engañarse con esas cosas el domingo. Si fuera religioso este es un típico domingo: todo es culpas y no merecer; soledad y necesidad de expiación.
Maldito domingo que me muestra sólo, sin piel para tocar ni labios para besar. Lleno de poesía cursi que no encuentra destino.
Si por lo menos fuera lunes. Si fuera Lunes podría hablar de lo terrible de comenzar la semana, de ir a la oficina.
Si fuera sábado, pero el sábado esta ya en una suerte de pasado muy lejano y vuelve sólo en esta sensación extraña en el estómago. Mezcla de haber tomado vino y fernet y entender que fue sólo otro sábado de seducción sin posibilidad real de afecto. Sexo si, algo de mal sexo. Un sábado que inexorablemente precipita en este maldito día.
Se puede sobrevivir el domingo pero se lo debe sufrir un poco insultandolo y otro tanto maldiciéndolo.
También es cierto y nadie puede quitarle al domingo que lo carga a uno de posibilidades: es simple pensar en lo que se va a hacer cuando se siente que no se hace nada; solo dejar pasar el tiempo, solo dejar que nos rodee el día en su dominguitud. Quien se atreve a negar que después del almuerzo uno se transforma en el polvo de los muebles. Ese polvo que reposa sobre las superficies y que a la mínima de viento vuelve al aire sin destino esperando reposar en otro lugar.
Maldito domingo, delator, desnudador, creador de locuras y arte. Maldito domingo queda usted denunciado y expuesto. No vuelva más.