Resumen del libro "Charlas TED" de Chris Anderson - Leader Summaries - E-Book

Resumen del libro "Charlas TED" de Chris Anderson E-Book

Leader Summaries

0,0

Beschreibung

Las luces se apagan despacio. Una mujer con manos sudorosas aparece en el escenario. Le tiemblan un poco las piernas. Un foco le ilumina la cara y mil doscientos pares de ojos se clavan en los suyos. El público nota que está nerviosa. Hay una tensión palpable en la sala. Ella carraspea… y empieza a hablar. Lo que ocurre a continuación es asombroso. Las mentes de esos mil doscientos individuos empiezan a sincronizarse mientras la mujer teje un hechizo mágico que los atrapa a todos. La gente se ríe, se sorprende y llora al mismo tiempo. No solo eso: unos patrones complejos de información se transmiten a los cerebros de esas personas, patrones que permanecerán el resto de sus vidas, y posiblemente sigan influyendo en su comportamiento muchos años después. Lo que esa mujer teje no es brujería, sino asombro, y esto es posible gracias a las maravillas que logra la comunicación entre los humanos. Y esta alcanza su forma más intensa sobre una tarima, en un escenario público. Durante los próximos minutos voy a explicarte cómo se consigue el milagro de hablar bien en público, y equiparte para hacerlo lo mejor posible. Ya te adelanto que no existe una sola manera de pronunciar una gran charla, pero sí un conjunto de herramientas pensadas para ayudarte. Limítate a usar las que te vayan bien a ti, y a la ocasión a la que te enfrentes. En realidad, tu única ocupación a la hora de pronunciar una charla es tener algo valioso que decir y decirlo con autenticidad, a tu manera, que es única. Piensa que, si está bien dada, una charla puede entusiasmar a una sala entera de conferencias y transformar la visión del mundo del público. Bien dada, una charla es más poderosa que cualquier cosa que se presente por escrito, ya que transmite emociones y conecta de una forma a la que las palabras escritas no pueden llegar. Todas estas aptitudes se pueden enseñar, y vivimos en la mejor época para aprenderlas. Gracias a internet, hoy somos capaces de plantarnos ante una cámara e influir en personas de cualquier país en cuestión de segundos. Tan solo hemos de ponernos en pie, decir algo valioso y dejar que nuestras palabras fluyan con la pasión de lo que queremos transmitir. Todo el progreso humano se ha producido gracias a que hemos sido capaces de compartir ideas los unos con los otros, y después hemos cooperado para convertir esas ideas en realidad. Eso hoy es más necesario que nunca. Las ideas que podrían solucionar los problemas más difíciles se mantienen a menudo invisibles, porque las personas brillantes en cuyas mentes residen carecen de la confianza o de la habilidad para compartirlas con eficacia. La idea adecuada, presentada de la manera adecuada, podría cambiar el mundo. Para ti, el hablante a la espera, como para el resto de nosotros, que necesitamos saber qué es lo que tienes que decir. ¿Estás listo? Pues empecemos.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 30

Veröffentlichungsjahr: 2021

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.


Ähnliche


Charlas TED

Chris  Anderson

Leader Summaries

Capítulos

Los fundamentosLa línea argumentalHerramientas para las charlasEl guionEl proceso preparatorioConclusión: el poder de hablar en público

Los fundamentos

Casi todo el mundo ha experimentado el miedo a hablar en público alguna vez, y para muchos este miedo es incluso mayor que la muerte. Pero ¿cómo es posible? No hay ninguna tarántula oculta tras el micrófono, ni el público te atacará con lanzas si lo haces mal. ¿Por qué, entonces, tanta angustia?
Pues porque hay mucho en juego, no solo en la experiencia del momento, sino en nuestra reputación a largo plazo. Y esto era lo que más temía Monica Lewinsky.
Resulta que hace unos años salió a la luz un escándalo entre el presidente estadounidense de entonces, Bill Clinton, y Monica Lewinsky. Monica fue criticada y humillada en público por la aventura que tuvo con el presidente, pasando por una experiencia tan intensa que a punto estuvo de destruirla. Diecisiete años más tarde, Monica se encontraba en el escenario de TED para dar su charla.
Como te imaginarás, “nerviosa” es poco para describir cómo se sentía Monica. Temía quedarse en blanco frente al escenario, no saber transmitir lo que pretendía… y lo peor: que la gente la juzgara de la misma forma que había hecho años atrás.
Monica estaba aterrada, pero sabía que lo que tenía que decir era algo valioso. Tras prepararse mentalmente, subió al escenario y usó ese miedo como motivación para dar su charla.
Al día siguiente, la charla de Monica tenía más de un millón de visualizaciones en internet, llena de comentarios entusiastas sobre su actuación. Muchas personas recibieron la charla como un regalo, e incluso gente que la había criticado hacía años le pidió disculpas por juzgarla.
Monica solo tomó algo que le importaba profundamente y lo reconstruyó en las mentes de sus oyentes. Y esa es precisamente tu misión como conferenciante.
Ese algo que debes transmitir es una idea: una construcción mental con la que los demás pueden quedarse, de la que pueden apartarse, que pueden valorar, y que en ciertos aspectos puede cambiarlos.
Una idea puede cambiar la visión del mundo de la gente. Si logras invocar una idea poderosa en la mente de las personas, habrás hecho algo asombroso. Les habrás ofrecido un regalo de valor incalculable. En un sentido muy real, un trocito de ti se habrá convertido en parte de ellos.
Lo más probable es que haya en ti muchas más cosas dignas de compartir de lo que tú mismo eres consciente. Has vivido una vida que es tuya y solo tuya. Hay experiencias que has tenido solo tú. Hay visiones que puedes extraer de algunas de esas experiencias y que merece la pena compartir. Solo hace falta averiguar cuáles son.
Piénsalo un momento: ¿cuál es la idea que más te gustaría esparcir en la mente de los demás? La posibilidad de hablar en público puede ser el empujón que necesitas para comprometerte con un proyecto de investigación serio, y aprender de aquello que en el futuro te gustaría transmitir.
Ten en cuenta que, para que al público le merezca la pena el tiempo que dedica a tu charla, lo que digas tiene que basarse en algo con cierta profundidad. El estilo sin sustancia es espantoso; y, al igual que el público nos está prestando su atención, nosotros hemos de darles algo de valor.
Recuerda que lo más importante es acabar creando ese patrón en la mente de tus oyentes, y que el lenguaje que utilices debe ser compartido por quien habla y quien escucha.