Ricardo II - William Shakespeare - E-Book

Ricardo II E-Book

William Shakespeare

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Beschreibung

Ricardo II narra los acontecimientos que tuvieron lugar a raíz de la usurpación del trono por Ricardo en 1399 y el consiguiente advenimiento de la dinastía de los Lancaster. El drama gira en torno a la pérdida, conservación y conquista del poder, donde Shakespeare va más allá de los avatares del juego político e indaga en la condición humana del rey, en el comportamiento de los hombres y en las razones de sus actos.

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Seitenzahl: 107

Veröffentlichungsjahr: 2021

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William Shakespeare

Ricardo II

 

Saga

Ricardo II

 

Original title: Richard II

 

Original language: English

 

Copyright © 1623, 2021 SAGA Egmont

 

All rights reserved

 

ISBN: 9788726521320

 

1st ebook edition

Format: EPUB 3.0

 

No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.

 

www.sagaegmont.com

Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com

DRAMATIS PERSONÆ

RICARDO II, rey de Inglaterra

La REINA Isabel, su esposa

Juan de GANTE, Duque de Lancaster y tío del rey

Enrique BOLINGBROKE, Duque de Hereford, hijo de Juan de Gante y futuro rey Enrique IV

DUQUESA DE GLOUCESTER, viuda de Tomás de Woodstock, Duque de Gloucester y tío del rey

Duque de YORK, tío del rey

DUQUESA DE YORK

Duque de AUMERLE, su hijo

Tomás MOWBRAY Duque de Norfolk

 

GREEN favoritos del rey

BAGOT favoritos del rey

BUSHY favoritos del rey

Percy, Conde de NORTHUMBERLAND

 

Enrique PERCY su hijo partidarios de Bo-

Lord Ross lingbroke partidarios de Bo-

Lord WILLOUGHBY partidarios de Bo-

 

Conde de SALISBURY partidarios del rey

OBISPO DE CARLISLE partidarios del rey

Sir Esteban SCROOP partidarios del rey

 

Lord BERKELEY

Lord FÍTZWATER

Duque de SURREY

ABAD DE WESTMINSTER

Sir Piers EXTON

LORD MARISCAL

HERALDOS

CAPITÁN del ejército galés

DAMAS de compañía de la reina

JARDINERO

AYUDANTES del jardinero

CRIADOS

CARCELERO de la prisión de Pomfret

MOZO de cuadra

 

Nobles, soldados, guardias, acompañamiento.

VIDA Y MUERTE DEL REY RICARDO II

I.i Entran el rey RICARDO y Juan de GANTE, con otros nobles y acompañamiento.

 

RICARDO

Anciano Juan de Gante, venerado Lancaster,

¿has traído a tu audaz hijo, Enrique de Hereford,

según tu juramento y compromiso,

para que pruebe la violenta acusación,

que mis tareas me impidieron atender,

contra el Duque de Norfolk, Tomás Mowbray?

GANTE

Sí, Majestad.

RICARDO

Dime también: ¿Le has sondeado para ver

si acusa al duque por viejo rencor

o dignamente, como cumple a un buen vasallo,

por hechos conocidos de traición?

GANTE

Por lo que he podido tantearle,

le acusa por un claro peligro contra vos

que ha visto en él, no por rencor obstinado.

RICARDO

Traedlos, pues, a mi presencia. Cara

a cara y ceño contra ceño, ante nos

libremente hablarán acusador y acusado.

Ambos son altivos y, en su ensañamiento,

sordos como el mar, prontos como el fuego.

 

Entran BOLINGBROKE y MOWBRAY.

 

BOLINGBROKE

¡Viva muchos años de felices días

mi augusto soberano, mi afable Majestad!

MOWBRAY

¡Cada día más feliz que el anterior,

hasta que el cielo, envidiando la suerte de la tierra,

añada un título eterno a vuestra corona!

RICARDO

Gracias a ambos; mas uno de los dos me adula,

a juzgar por el pleito que aquí os trae:

acusar de alta traición el uno al otro.

Primo Hereford, ¿cuáles son tus cargos

contra el Duque de Norfolk, Tomás Mowbray?

BOLINGBROKE

Primero - el cielo atestigüe mis palabras -,

con lealtad fervorosa de vasallo,

mirando por la seguridad de mi príncipe

y libre de rencores ilegítimos,

ante vos comparezco como acusador. –

Ahora, Tomás Mowbray, me vuelvo hacia ti,

y advierte el tratamiento, pues mis cargos

mi cuerpo ha de probarlos en la tierra

o mi alma defenderlos en el cielo.

Eres un traidor y un desleal,

muy noble para serlo y muy ruin para estar vivo:

cuanto más claro está el cielo y más relumbra,

más horribles son las nubes que lo surcan.

Una vez más, agravando tu baldón,

hundo en tu garganta el nombre de traidor

y, antes de partir, quiero, con la venia,

demostrarlo con mi espada justiciera.

MOWBRAY

Que mi calma no desmienta mi lealtad.

No es el forcejeo de una riña de mujeres,

el estrépito de lenguas afiladas,

lo que va a decidir nuestra querella.

Aún hierve la sangre que la muerte ha de enfriar.

Mas tampoco puedo blasonar de una dulzura

que me hace callar y no decir palabra.

Primero, el respeto que os profeso me impide

dar rienda y espuela a mi discurso,

que volaría para hundir en su garganta,

redoblados, esos cargos de traición.

Descartando la grandeza de su sangre

y cual si no fuera pariente de mi rey,

yo aquí le desafío y le escupo,

y le llamo ruin, calumniador y cobarde.

Para mantenerlo, le daré ventaja

y le haré frente, aunque tenga que correr

hasta las crestas heladas de los Alpes

o cualquier otra tierra inhabitable

que nunca inglés alguno haya pisado.

Mientras, juro, defendiendo mi lealtad,

que ha mentido con rotunda falsedad.

BOLINGBROKE

Cobarde tembloroso, ahí te arrojo el guante,

despojándome de parentesco con el rey

y descartando la grandeza de mi sangre,

que por miedo y no respeto has invocado.

Si el temor culpable te ha dejado fuerzas

para coger la prenda de mi honor, agáchate.

Por éste y demás ritos de la caballería,

con mi brazo he de probarte cuanto he dicho

frente a la peor de tus mentiras.

MOWBRAY

La recojo, y te juro por la espada

que noblemente me hizo caballero

que voy a responderte conforme a razón

o en combate, según manda la caballería.

Una vez montado, que yo muerto caiga

si soy un traidor o injusta es mi causa.

RICARDO

¿Qué le imputa a Mowbray mi pariente?

Muy grave ha de ser lo que me transmita

una sombra de duda sobre él.

BOLINGBROKE

Con mi vida responderé de mis palabras:

Mowbray ha recibido tres mil libras

como adelanto para vuestra real hueste

y las ha retenido con fines innobles

cual falso y perverso traidor.

Además, digo, y lo probaré en combate,

aquí o donde sea, hasta el confín más remoto

que ojos ingleses hayan divisado,

que todas las traiciones de estos dieciocho años

fraguadas y urdidas en este país

manan y brotan del falso Mowbray.

También digo y también me propongo

mantenerlo sobre su ruin vida,

que él tramó la muerte del Duque de Gloucester,

tentó a sus bien dispuestos enemigos

y después, cual cobarde y vil traidor,

vació su alma inocente en un río de sangre

que, como la del inmolante Abel,

desde las fosas mudas de la tierra

a mí clama justicia y duro castigo.

Por mi clara estirpe y por su valía,

que lo hará mi brazo o cesará mi vida.

RICARDO

De muy alto vuelo es su decisión.

Tomás de Mowbray, ¿qué dices a esto?

MOWBRAY

Que mi soberano desvíe la mirada

y por un momento haga oídos sordos

hasta que le diga a esta infamia de su sangre

cuánto odian Dios y el hombre a un vil embustero.

RICARDO

Mowbray, imparciales son mis ojos y oídos.

Aunque él fuera mi hermano o el príncipe heredero,

y no el hijo del hermano de mi padre,

juro por la obediencia debida a mi cetro

que la proximidad a mi sagrada sangre

en nada ha de torcer o perturbar

la erguida firmeza de mi rectitud.

Igual que tú, Mowbray, él es mi vasallo;

habla libremente: no tengas reparo.

MOWBRAY

Entonces, Bolingbroke, desde el fondo del pecho

hasta tu falaz garganta, mientes.

Tres partes de lo que recibí para Calais

las pagué debidamente a los soldados.

Me quedé con la otra parte por acuerdo,

pues conmigo estaba en deuda nuestro rey

por el resto de una cuenta de valor

desde que de Francia le traje a su esposa.

Trágate tu mentira. Respecto a Gloucester,

yo no le maté, aunque, para mi deshonra,

descuidé mi lealtad en este caso. -

En cuanto a vos, mi señor de Lancaster

y honorable padre de mi enemigo,

una vez os quise matar en emboscada,

pecado que atormenta mi conciencia.

Pero antes de tomar el sacramento

yo lo confesé, y expresamente pedí

vuestro perdón, que espero haber tenido.

Ésta es mi culpa. Las demás imputaciones

emanan del rencor de un depravado,

de un traidor degenerado y cobarde;

lo cual defenderé con valentía,

y en respuesta arrojo aquí mi guante

a los pies de este fatuo desleal

para probar mi fe de caballero

haciéndole verter su mejor sangre.

Vivamente pido, pues siento impaciencia,

que mi rey señale el día de la prueba.

RICARDO

Airados señores, haced lo que os diga:

purgad vuestra bilis sin sacaros sangre.

Ésta es mi receta, aunque no sea médico,

que el hondo rencor saja muy adentro.

Haya olvido, paz, perdón y armonía:

no es mes, dice el sabio, para las sangrías.

Buen tío, que todo vuelva a su principio.

Yo calmo al Duque de Norfolk; tú, a tu hijo.

GANTE

El pacificar, bien le cuadra a un viejo.

El guante del duque, hijo, tira al suelo.

RICARDO

¡Mowbray, tira el suyo!

GANTE

Enrique, ¿te obstinas?

La obediencia manda que no lo repita.

RICARDO

¡Arrójalo, Mowbray! Te lo manda el rey.

MOWBRAY

Yo me arrojo, Majestad, a vuestros pies.

Mandáis en mi vida, pero no en mi honor.

Mi vida se os debe; mi buen nombre, no,

pues, cuando yo muera, sobrevivirá,

y para el oprobio no os lo voy a dar.

Me acusan, me afrentan, me hieren el alma

con el dardo venenoso de la infamia,

cuya sola cura es la sangre del pecho

que exhala ponzoña.

RICARDO

La ira frenemos.

Dame el guante: el león doma al leopardo.

MOWBRAY

Sin cambiar sus manchas. Quitadme el agravio

y entregaré el guante. Mi amado señor,

en nuestra existencia la joya mayor

es un nombre limpio. Si nos lo arrebatan,

el hombre no es más que arcilla dorada.

Un ánimo audaz en un pecho honrado

es gema en un cofre diez veces cerrado.

Mi honor es mi vida; con ella florece.

Quitadme el honor y mi vida muere.

Permitid, buen rey, que mi honor defienda;

si vivo con él, por él yo perezca.

RICARDO

Vamos, primo, tira el guante. Tú primero.

BOLINGBROKE

¡Dios me libre de pecado tan horrendo!

¿He de quedar encogido ante mi padre

o empañar mi rango ante este cobarde

cual triste mendigo? Antes que mi lengua

injurie mi honor con esa flaqueza

o con tregua innoble, arranquen mis dientes

el órgano abyecto del temor que cede

y sangrando se lo escupa con su mancha

al rostro de Mowbray, cubil de la infamia.

 

Sale GANTE.

 

RICARDO

Nací para mandar, no para pedir

y, pues no consigo poneros a bien,

presentaos, porque en ello os va la vida,

el día de San Lamberto en Coventry.

Decidan allí la lanza y el hierro

el crudo litigio de un odio tan fiero.

Pues no puedo uniros, dicte la justicia

quién gana este duelo de caballería.

Lord Mariscal, que el rey de armas prepare

cuanto es de rigor para este combate.

 

Salen.

 

I.ii Entra Juan de GANTE con la DUQUESA DE GLOUCESTER.

 

GANTE

Ah, ser yo de la sangre de Gloucester

me mueve mucho más que tus lamentos

a entrar en acción contra sus asesinos.

Mas, ya que el correctivo está en las manos

de quien hizo el mal que no podemos corregir,

confiemos nuestra causa a la voluntad del cielo,

que, cuando vea la tierra en sazón,

hará llover su venganza sobre los culpables.

DUQUESA DE GLOUCESTER

¿No tiene espuela más viva la fraternidad?

¿Ya no arde el amor en tu vieja sangre?

Los siete hijos de Eduardo, de los que eres uno,

eran como siete vasos de su santa sangre

o siete hermosas ramas de una misma raíz.

A algunas las ha marchitado la naturaleza,

a otras las ha cortado el destino,

pero a Tomás, mi amado esposo, mi vida, mi Gloucester,

vaso lleno de la santa sangre de Eduardo,

rama florida de su muy regio tronco,

lo ha quebrado, y vertido el rico licor,

lo ha partido, y secado sus hojas de estío,

la mano del odio y el hacha sangrienta del crimen.

¡Ah, Gante! Su sangre era tuya. El lecho, el vientre,

la carne, el molde que a ti te formó

a él le hizo un hombre y, aunque vives y alientas,

estás muerto en él. En gran medida

consientes en la muerte de tu padre

al ver morir a tu desdichado hermano,

que era la viva estampa de tu padre.

No lo llames paciencia, Gante: es desesperanza.

Al permitir que a tu hermano hayan matado,

arriesgas el camino de tu vida

enseñando al rudo crimen a matarte.

Lo que en un ser común llamamos paciencia,

en un pecho noble es ruin cobardía.

¿Qué voy a decirte? Para salvar tu propia vida

lo mejor es vengar la muerte de mi Gloucester.

GANTE

De Dios es el pleito, pues Su delegado,

ungido que fue ante Sus ojos,

ha causado esta muerte; si fue injusta,

vénguela el cielo, pues yo no alzaré

ningún brazo airado contra Su ministro.

DUQUESA DE GLOUCESTER

Entonces, ¡ay de mí!, ¿ante quién puedo quejarme?

GANTE

Ante Dios, paladín y defensa de la viuda.

DUQUESA DE GLOUCESTER

Pues lo haré. Adiós, anciano Gante.

Vas a Coventry, a presenciar la lucha

de mi sobrino Hereford y el fiero Mowbray.

¡Ah, pon mis agravios en la lanza de Hereford,

que traspase el pecho asesino de Mowbray!

O, si falla en la primera embestida,

pesen tanto en su pecho los pecados de Mowbray

que deslomen su corcel espumeante

y lancen al jinete a la palestra de cabeza,

quedando el vil cobarde a merced de nuestro Hereford.

Hermano, adiós: esta viuda de tu casta