Lorena Rodríguez Kittsteiner nació en Viña del Mar. Allí fue donde, en la cocina de su abuela, escuchó estas historias. Esos relatos y la lectura son el origen de su avidez por las palabras, y en el taller de Ana María Güiraldes aprendió a usarlas para transformar sus recuerdos en literatura. Trabaja como bibliotecaria escolar desde hace veinte años y dedica sus días a contar cuentos y a convertir en lectores a estudiantes. Con ellos descubrió que también quería contarles sus propias historias y comenzó a caminar hacia el mundo de las letras. Es diseñadora gráfica y profesora, y tiene un máster en lectura, libros y lectores infantiles y juveniles.