Marco Aurelio (121-180 d. C.) pasa por ser uno de los mejores y más populares emperadores que tuvo Roma. Su sabiduría como gobernante hábil, sensato y justo quedó plasmada en el contexto de la política interior. Sin embargo, también tuvo que desplazarse a los confines del imperio, para defender sus fronteras. Solo escribió un libro: Meditaciones, obra maestra de la filosofía estoica.