San Agustín fue un filósofo y teólogo cristiano, una de las figuras más influyentes en la historia de la Iglesia y en el pensamiento occidental. Nacido en Tagaste, una pequeña ciudad del norte de África, Agustín es conocido por sus profundos escritos sobre la fe, la razón, el libre albedrío y la gracia divina. Su obra más famosa, Confesiones, es una reflexión autobiográfica sobre su vida, su conversión al cristianismo y su búsqueda de la verdad espiritual, mientras que La Ciudad de Dios ofrece una visión teológica de la historia y la política. San Agustín fue fundamental en la formación de la teología cristiana occidental, particularmente en lo que respecta a conceptos como el pecado original, la gracia y la predestinación. Su idea de la "ciudad de Dios", en contraposición a la "ciudad terrenal", refleja su visión de una sociedad ideal basada en la fe y en la sumisión a la voluntad divina. Además, su pensamiento influyó profundamente en figuras como Tomás de Aquino y Juan Calvino, y sus escritos continúan siendo estudiados tanto en contextos teológicos como filosóficos.