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300 TIPS PARA ELEVAR TU VIBRACIÓN: kit energético de alto voltaje para cambiar tu destino Imagina que lo que no llega aún requiera una energía más alta. Tu vida refleja tu frecuencia. Cuando subes la vibración, cambian tus decisiones, tus relaciones y tus resultados. Este libro no se lee de principio a fin. Se usa como un botiquín rápido de espiritualidad práctica que te devuelve al centro en minutos y te recuerda quién eres. Qué es y cómo usarlo Tienes 300 ideas claras y accionables. Abres por cualquier página y aplicas el tip que te toque. Repites a lo largo del día y observas el cambio. Usas hábitos sencillos que fortalecen tu energía y te ponen en coherencia con tu propósito y tu intención de manifestar. Deja a un lado rituales complejos. Qué vas a conseguir Elevar tu frecuencia cuando una emoción baja te atrape. Recuperar tu poder cuando el miedo te haga dudar. Recordar para qué estás aquí cuando todo parezca perder sentido. Crear un campo energético limpio que atrae experiencias alineadas. Aumentar claridad, presencia y gratitud para manifestar con intención. Activar estados de calma, foco y optimismo que sostienen resultados. Dentro encontrarás Prácticas de respiración y coherencia cardíaca. Rutinas de limpieza energética y enraizamiento. Micro-meditaciones para resetear en 2 minutos. Escritura de enfoque para reprogramar creencias. Declaraciones y preguntas de calidad que abren opciones. Protocolos de descanso, hidratación y movimiento para sostener vibración alta. Ideas para elevar tu entorno: luz, orden, naturaleza, silencio, belleza. Pautas para relaciones que suman: límites sanos, comunicación honesta y elección consciente. Claves de intención, visualización y presencia. Estructura ágil Los tips proponen una acción directa, una intención y un efecto esperado. Te llevas práctica inmediata y enfoque claro. Avanzas a tu ritmo y vuelves al índice cuando necesites otra herramienta. Te llevas recordatorios breves que puedes pegar en el móvil, en la mesa o en la nevera. Beneficios que notarás Más energía por la mañana y calma por la noche. Enfoque sostenido para lo importante. Menos rumiación mental y más decisiones claras. Apertura a oportunidades que ya estaban cerca y ahora ves. Un estado de ánimo más ligero que facilita sincronías y resultados. Relaciones más limpias que elevan tu campo. Preguntas frecuentes ¿Funciona si tengo poco tiempo? Sí. Muchas prácticas duran 2 a 5 minutos y se encadenan durante el día. ¿Necesito creer en algo concreto? No. Trabajas con atención, respiración, cuerpo y lenguaje. La experiencia valida el método. ¿Incluye teoría sobre chakras o vibración? Solo lo justo para comprender por qué sube tu energía y cómo mantenerla. ¿Se repite? No. Vas a encontrar variedad: mente, emoción, cuerpo, entorno y propósito. ¿Sirve si ya medito? Sí. Potencia lo que haces y te ofrece herramientas para momentos de prisa. ¿Cómo lo integro sin complicarme? Usa la regla 1-3-7: una práctica al despertar, tres anclas durante el día y siete agradecimientos antes de dormir. Para quién es Para quien siente la energía baja y quiere recuperarla. Para quien desea manifestar con más facilidad. Para quien busca hábitos simples que eleven su frecuencia y mantengan la claridad en días exigentes. Para quien quiere un recordatorio diario de su verdadero poder interior y de su capacidad de crear una vida alineada. Da el paso ahora. Elige solo tres tips y aplícalos hoy. Eleva tu vibración y deja que tu realidad se reordene a un nivel más alto. Tu energía crea tu experiencia. Cambia tu energía y cambiará tu destino.
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Seitenzahl: 205
Veröffentlichungsjahr: 2025
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Copyright © Raimon Samsó, 2025 (Reservados todos los derechos para la edición en audiolibro, ebook y papel)
1ª edición: Agosto 2025
Corrección de contenido: Maria Revillo
Diseño de cubierta: BC
Ilustración interior: OpenClipart-Vectors from Pixabay
Ediciones Instituto Expertos C/ Príncipe de Vergara 109 2º2º. Madrid 28002, España.
Ninguna parte de este libro puede ser reproducida en cualquier forma o por cualquier medio electrónico o mecánico, incluidos los sistemas de almacenamiento y recuperación de información, sin el permiso por escrito del autor, excepto para el uso de breves citas en una reseña del libro.
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Todos los derechos reservados, incluido el derecho de reproducción de este libro o parte de él, en cualquier forma y soporte.
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Introducción
1. 10 maneras de elevar tu frecuencia sin sentarte a meditar
2. 10 formas de limpiar tu campo energético sin rituales raros
3. 10 formas prácticas de calibrar la vibración, la verdad y la evolución de las personas que conoces
4. 10 cosas que haces que bloquean tu energía
5. 10 formas de ser feliz, low cost, sin que pase nada especial
6. 10 mini trucos para eliminar pensamientos negativos (sin volverte un monje budista)
7. 10 maneras de recibir guía espiritual sin forzarla
8. 10 respuestas a la pregunta: «¿Quién soy?»
9. 10 prácticas para vivir desde tu «Yo Superior» (sin desconectarte de lo humano)
10. 10 trampas del ego pseudoespiritual que sabotean tu evolución
11. 10 señales alarmantes de que tu ego controla tu vida
12. 10 protecciones para vivir con menos estrés (sin tener que huir al Himalaya)
13. 10 formas de practicar la espiritualidad en medio del caos diario
14. 10 formas de dejar de vivir con miedo
15. 10 botones para activar la «paciencia infinita»
16. 10 decisiones espirituales que cambiarán tu vida para siempre
17. 10 prácticas Kaizen para llevar una vida espiritual
18. 10 cosas buenas que pasarán si haces Ho’oponopono cada día
19. 10 enseñanzas Huna hawaianas para la vida cotidiana
20. 10 beneficios de hacerte tapping y borrar tus creencias limitantes
21. 10 ideas clave de «Un curso de milagros»
22. 10 posibles orígenes de los ángeles guardianes
23. 10 pruebas de que la muerte no es real
24. 10 pistas infalibles para recordar tu anterior reencarnación (Incluye 10 ejercicios)
25. 10 cosas que puedes hacer después de un rechazo amoroso
26. 10 lecciones espirituales que solo aprendes a través del dolor
27. 10 pasos para sanar heridas emocionales que siguen doliendo
28. 10 cosas que pasan cuando dices «sí» cuando quieres decir «no»
29. 10 cosas que haces cuando ya no necesitas que el mundo te apruebe
30. 10 formas de resolver todos tus problemas
Conoce al Autor
Este libro no nació como libro.
Nació como una conversación contigo en YouTube, donde contesto personalmente a los comentarios.
Cada uno de los capítulos que encontrarás aquí fue, en su origen, un vídeo que grabé para acompañarte en tu camino de desarrollo espiritual.
Pero pronto me di cuenta de algo: los vídeos vuelan. Se escuchan una vez, se olvidan, se pierden entre sugerencias del algoritmo y quedan casi ilocalizables en un universo paralelo de vídeos y más vídeos.
Todos los tips proceden de mis vídeos más valorados en mi canal de YouTube, con más de cien mil suscriptores y millones de visualizaciones acumuladas.
Allí, incontables personas han compartido cómo estos mensajes les han ayudado en momentos difíciles. Por cierto, si aún no estás suscrito al canal, te invito a que lo hagas (raimonsamso). Encontrarás inspiración a diario.
Un libro, en cambio, se queda contigo. Te acompaña. Se subraya, se consulta, se relee, se lleva a la mesita de noche, viaja en tu bolso o en tu mochila, se convierte en leal compañía.
Por eso decidí convertir esa serie de vídeos tan valorados en un formato que no caduca, el formato papel.
Aquí tienes la versión mejorada, destilada y permanente de esos mensajes que antes viajaban por las redes. Les he sacado punta y brillo. Sin imágenes que te distraigan, sin lentejuelas, sin purpurina. Su transcripción pura y dura para inspiración en vena.
Ahora puedes tener 30 grandes vídeos, transcritos y encuadernados, en tus manos. Elevar tu vibración no es una opción o una idea cool, es desde luego una necesidad si quieres crear una vida con propósito, plenitud y aprovechamiento.
La vibración es la frecuencia en la que emites, piensas, sientes y actúas. No es algo místico, es algo medible. Y según el nivel en el que estés vibrando, así será tu experiencia de vida. Las vibraciones bajas atraen problemas, personas tóxicas, enfermedades, bloqueos. Las vibraciones altas atraen oportunidades, sincronías, salud, amor y paz.
Además, este es un libro práctico… Los 300 tips (10 tips, en cada uno de los 30 temas en cada capítulo) están diseñados para aplicarse en situaciones reales y cotidianas. No vas a encontrar teoría abstracta ni frases lapidarias para un post de Instagram. Puede que algunos tips se repitan en un tema y en otro, pero es que hay acciones que valen igual para un roto que para un descosido. En el ámbito cuántico todo está relacionado con todo.
Vas a encontrar sugerencias claras, concretas, accionables. Ideas para elevar tu vibra en el día a día, incluso cuando no tengas tiempo, ganas o claridad. Es como tener un mapa para cruzar la tormenta y llegar a casa sano y salvo.
Muchos creen que para cambiar su vida necesitan un milagro. Tal vez, aunque el verdadero milagro ocurre cuando tú decides vibrar más alto. Esa es la clave que lo desbloquea todo. Este libro no es un manual de teoría espiritual: es un manual de acción vibracional. Te ofrezco 300 formas sencillas de subir tu frecuencia y atraer lo que deseas por resonancia.
Puedes leerlo de corrido, de principio a fin, o puedes leer un capítulo al día para asentar bien sus 10 recomendaciones. O puedes abrirlo por cualquier página al azar cuando afrontes un desafío y esperar una respuesta.
Léelo como quieras, pero no lo dejes en la estantería. Llévalo contigo, guárdalo en tu bolso, en tu mochila, en tu coche. Ábrelo cuando te sientas perdido. Léelo en la pausa del café y deja que cada tip haga su trabajo: recordarte que tú eres el generador en tu campo energético.
Y no olvides que todo lo que te reta y afrontas es una partida energética que puedes ganar elevando tu vibración.
Cuando cambias tu energía, cambias tu mundo.
¿Cuál es la importancia de elevar la frecuencia personal? Va más allá de ti.
Provocas el «efecto precesional» que describe el fenómeno donde apuntas a un objetivo, pero terminas logrando algo mayor, más alineado con el bien común. Cuando persigues algo directamente, muchas veces acabas consiguiendo algo mejor o inesperado como efecto colateral.
Por ejemplo, el sexo tiene un objetivo claro: la supervivencia de la especie y para motivarnos a practicarlo, tiene una componente placentera como recompensa.
Por ejemplo, cuando una abeja busca néctar y sin querer poliniza flores. Su intención era comer, pero terminó polinizando y gracias a su acción sostiene la vida en el planeta.
Del mismo modo la vibración personal (que como recompensa nos augura una vida más feliz y exitosa) tiene un fin primordial: proteger a la humanidad de los depredadores energéticos que nos parasitan.
De modo que, adelante, trabaja en la elevación de tu frecuencia porque, al margen de lo que tú consigas por tu cuenta, de forma inconsciente estás salvando a la humanidad.
No persigas solo un resultado privado, la elevación de tu conciencia, enfócate en el resultado público, lo que le dará a tu acción un propósito mayor (servir, crear, expresar). Observa qué efectos colaterales valiosos empiezan a aparecer cuando elevas tu vibración.
Antes de empezar vamos convenir a qué me refiero con los siguientes términos para que mi mensaje no quede deshilachado como quien habla de «energías» sin más.
Vibración personal: Es la energía que emites según cómo piensas, sientes y vives. Es tu tono energético, tu onda vital, tu nota, tu nivel de conciencia.
Frecuencia vibratoria: Es la velocidad a la que vibra tu energía. Cuanto más rápida, más elevada y positiva es.
Campo energético: Es una capa invisible que rodea tu cuerpo y refleja tu estado mental, emocional y espiritual. Cambia incluso según es tu salud y entorno.
Aura: Es la parte visible (algunos la perciben) de tu campo energético. Como una luz en colores que muestra tu campo.
Campo electromagnético: Es la definición científica de todo esto: un campo de energía que produce tu cuerpo, especialmente tu corazón y cerebro. Se puede medir.
Todo eso eres tú, más allá del cuerpo físico. Ahora mismo estás vibrando a cierta frecuencia, conectando con otros seres, afectándoles y siendo afectado por ellos.
Dicho esto, ahora sí, vamos a subir esa frecuencia personal, página a página, tip a tip. Dale al «On» a la licuadora energética para conseguir un chute vibracional.
Raimon Samsó, autor.
No todo el mundo tiene tiempo (o ganas) de sentarse media hora en postura de loto con los ojos cerrados y canturrear mantras. Y eso no nos hace menos espiritual porque todos tenemos una vida que sacar adelante.
Vivimos en un mundo acelerado, con mil y un estímulos, responsabilidades sin fin, ruido mental y mundanal… y es precisamente por todo eso por lo que necesitamos formas de elevar la vibración sin complicarnos la vida.
No necesitamoss sentarnos en la posición de flor de loto para elevar la frecuencia; basta con afinarse. ¿Quieres vibrar más alto? Fíjate con quién hablas, a quién escuchas, con quién compartes tu tiempo y los sitios que frecuentas… Empieza por todo esto porque es mano de santo.
La frecuencia vibratoria (la sintonía personal) se contagia, de modo que estar cerca de alguien que se queja o vive en el drama, deprime. Caminar al lado de quien vive en gratitud, con propósito o con alegría, eleva.
Así que no hace falta cerrar los ojos para elevar la nota personal, basta con abrir bien los ojos para elegir con conciencia la estrategia espiritual que transforma el campo energético.
Aquí siguen diez maneras efectivas de elevar tu frecuencia sin necesidad de parar tu mundo, para aplicarlas hoy, estés donde estés, sobre la marcha. ¡On the go!
1. Empieza el día con una elección consciente en vez de ir en piloto automático. En lugar de despertar y lanzarte directo al móvil o encender la TV, elige una intención nutritiva para empezar. Algo simple, como decretar: «Hoy elijo vivir con calma» o «Hoy voy a preocuparme menos» o «Hoy elijo el amor». Esa intención decretada cambia el tono de tu día. No necesitas una hora de meditación para ascender a la quinta dimensión. Solo un instante de conciencia antes de empezar a funcionar. Esa intención —aunque dure diez segundos— te sitúa en una frecuencia vibracional auspiciosa. Pasar de reaccionar a responder ya implica vibrar más alto.
2. Cambia el lenguaje que usas contigo mismo. Las palabras que te dices en tu mente modifican tu campo energético. Si estás todo el día repitiendo cosas como: «Esto es un desastre», «Qué mal estoy», «No puedo más»…, es normal que tu vibración esté bajo mínimos. No necesitas convertirte en un gurú para empezar a hablarte de modo más positivo. Cumplidos como: «Voy a encontrar la forma», «Yo puedo», «Esto también pasará»… actúan como «interruptores energéticos de alto voltaje». Ya sabes que el lenguaje crea la realidad; y lo que te dices, modifica tu vibración y tu condición.
3. Mueve tu cuerpo y moverás tu energía. Un cuerpo en movimiento desbloquea la energía estancada. No hace falta hacer ir al gimnasio (aunque si te gusta, genial). Basta con caminar, estirarte de vez en cuando, levantarte de tu silla cada tanto, subir escaleras a menudo (cambia tu piso por una casa). Muchas veces, la energía baja es falta de movimiento corporal. Cuando te mueves más, tu mente se despeja más, tu cuerpo se activa y tu campo de energía se revitaliza. La vibración personal se reajusta al cuerpo que entra en acción. El movimiento también es una forma de meditar, solo que sin quedarte inmóvil sobre un cojín.
4. Di «no» cuando sientes que es «no». Cada vez que aceptas algo que no quieres, tu vibración baja. ¡Y de qué manera! No por la situación en sí, más bien por la incoherencia interna que expresas. Decir «sí» por miedo, por culpa o por obligación es una forma de dinamitar tu dignidad. Cuando te atreves a decir «no» y ser coherente o cuando pones límites desde el autorespeto, tu frecuencia se eleva como un cohete de verbena. Estás eligiendo desde el poder, no desde la debilidad. Y eso se nota un montón.
5. Rodearte de cosas que te inspiran sube tu vibración. Y no me refiero solo a personas —aunque es fundamental—, también incluye entornos, música, libros, imágenes, espacios, decoración, iluminación, limpieza… Estar en lugares donde te sientes bien, donde hay «buen rollo» hace que tu espíritu se sienta cómodo, tu contexto afecta tu frecuencia vibratoria. Ya sea que trabajes en casa o fuera de ella, hazlo donde sea que te sientas a gusto. Rodéate de lo que te motiva, sea poco o mucho. La frecuencia vibratoria es contagiosa, va de afuera hacia dentro y de dentro hacia afuera.
6. Come con presencia. Aquí se trata de comer lo que eliges que es mejor para ti y hacerlo sin prisa. Cuando te nutres distraído, la energía de la comida se dispersa. Si comes atento, te nutres en todos los niveles. Además, la digestión mejora, el cuerpo lo agradece y tu campo de energía se reajusta. Puedes elevar tu frecuencia en cada comida si la conviertes en un acto de nutrición física y mental. No importa si es un café, un festín o una cena liviana, lo que importa es la atención que prestas y la elección de lo que ingieres.
7. Ayuda a alguien sin esperar nada a cambio. Haz cosas como tener una bondad inesperada con alguien, apoyar sin interés personal, estar disponible, ofrecer unas palabras alentadoras… todo eso eleva tu frecuencia automáticamente. Regala cumplidos, ten bondades que no esperan, ayuda sin más. Me refiero a que una sonrisa, una escucha sincera, una amabilidad, un regalo inesperado e injustificado… lo cambian todo. Eso te sacará del yo minúsculo y egoico, del «yo y mis problemas», y te centrará en los demás. Es suficiente para difuminar tus propios problemas. Tu vibración se sube por las nubes cuando no entregas tiempo a tus penas.
8. Dale al «botón de subidón». ¿Quieres fórmula exprés para elevar la frecuencia sin incienso, sin mantras tibetanos y sin tener que meditar una eternidad? ¿Sabías que imaginas un botón invisible que, si lo pulsas, te sube la vibración al instante? No está en un chakra concreto ni en un punto de acupuntura secreto. ¡Está donde tú decidas! Hazlo así: elige una parte de tu cuerpo (yo uso la punta de la nariz, pero puede ser una oreja, la rodilla o el codo izquierdo, da igual). Ese será tu «botón de subidón» personal. Cuando lo pulsas, subes de frecuencia, te sientes iluminado, conectas con tu campo energético (aura). Cada vez que necesites subir tu frecuencia, pulsa tu botón y di algo como: «¡Subiendo frecuencia… 3, 2, 1… ya!». Este truco, no es ingenuo, es un anclaje de PNL. Y lo mejor: lo puedes usar en cualquier parte sin que nadie note nada. Bueno, tal vez noten que de pronto brillas.
9. Ríete más. Sí, como lo oyes, reír reactiva tu campo energético. Lo libera de pegotes energéticos oscuros. La risa y la sonrisa elevan la vibración personal. No importa si te ríes solo, con alguien, viendo una película o recordando algo divertido. La risa libera emociones atrapadas. Y lo mejor, tiene efectos inmediatos. Por cierto, no necesitas motivos para sonreír… incluso a un desconocido sin causa alguna. Hay días en los que no necesitas más que reírte un poco para salir de un pozo emocional. Escribí el libro «El poder de la alegría» porque conozco bien el cambio que una sonrisa y una risa crean en el espíritu.
10. Haz algo creativo aunque «no sirva para nada». Crear algo hermoso, por pequeño que sea, te pone en modo creativo. No tiene que ser una pieza artística. Puede ser cocinar, escribir, rediseñar tu espacio, generar ideas, una tarea manual… da igual. El acto de crear te conecta con tu parte divina más expandida. Y su frecuencia vibratoria te saca del bucle mental negativo. Asumir el rol de creador es entender la divinidad que hay en ti. Viniste a crear y recrear el amor. Y desde ahí, sube la frecuencia vibratoria. ¡Recuerdas tu naturaleza creativa!
Elevar tu frecuencia personal no es algo complicado ni tampoco es exclusivo de yoguis que levitan. Lo único que requieres es empezar a hacer cosas sencillas con consciencia y con un toque extra de amor.
Algunos creen que para elevar su vibración necesitan alejarse del mundo, como si la vida cotidiana fuera un obstáculo espiritual en lugar de una oportunidad fantástica. ¿Sabes qué?, eso es como querer aprender a nadar sin mojarse—un poquito absurdo. La verdadera maestría se revela lidiando con gente difícil (¡eso sí que es un reto espiritual avanzado!).
Cuando decides elevar tu frecuencia, en medio del caos, entonces ocurre algo fascinante: descubres que el amor está disponible en todo momento y en toda situación. No esperes una iluminación flash; simplemente escoge mirar el mundo desde una óptica más compasiva.
Recuerda que la vibración más poderosa del universo es la del amor, así que encuentra maneras de volver a al amor siempre que te salgas un poquito del camino. Elevar tu frecuencia es vivir en paz, pase lo que pase a tu alrededor. El milagro ocurre cuando conviertes cualquier situación mundana en una oportunidad para regresar al amor y subir tu voltaje espiritual.
¡Ah, entre tú y yo, si todo lo demás falla, recuerda que el chocolate también sube la vibración! (Por si necesitabas una excusa para disfrutarlo sin culpa).
* * *
Igual que te duchas o te cepillas los dientes a diario, también necesitas limpiar tu campo energético a menudo. Vives en contacto con otras personas, en contextos densos, en un laberinto de emociones y todo eso deja huella en tu firma energética. Por suerte, no hace falta hacer rituales raros para limpiar tu campo energético, basta con usar el sentido común.
Limpiar tu campo energético, sin montar un circo chamánico, es hacerle mantenimiento al campo energético que te rodea. Al disipar las interferencias invisibles en tu frecuencia, se afina subiendo de rango. Tu mundo, al detectarlo, te responde con ecos y de pronto todo late al compás de una vibración más prístina.
He sintetizado diez formas simples y efectivas para conseguirlo (te prometo «higiene espiritual» sin misticismo barato).
1. Hacer un «desplumado energético». Sí, tal como si fueras una gallina que se sacude. Imagina como empiezas a «desplumarte» el aura de pegotes energéticos. Hazlo así: imagina que llevas pegados a ti dramas ajenos, preocupaciones prestadas, pensamientos que no sabes ni de quién y los arrancas, uno a uno de tu aura. Sacúdete esa caspa energética de los hombros, pásate las manos por la cabeza como si te quitaras confeti energético y remata con una orden autoritaria: «¡Fuera bichos!», «Esto no es mío», «Fuera, pegotes oscuros»…Con un toque de humor, sin miedo, no es un ritual solemne. Y si después te ríes, entonces tu vibración se dispara.
2. Ducharte con intención. Es de mis preferidas: una limpieza energética con agua y jabón. ¿Qué sería más adecuado? El agua no solo se lleva la suciedad física, también arrastra la mala energía ajena que se adhiere a tu campo durante el día. Para lograrlo, tienes que poner la intención en tu visualización. No basta con meterte bajo la alcachofa de la ducha pensando en tus cosas. Debes añadir intención y visualizar cómo el agua te purifica, cómo te limpia energéticamente, cómo se lleva la mala vibración. Es este un rito diario que puedes convertir en tu hábito matutino: tu minuto de purificación.
3. Crear silencio interior. Limpia la contaminación energética que se acumula por contacto o roce. Vivimos rodeados de malas noticias, emociones intensas, opiniones negativas, mensajes agobiantes, pantallas, anuncios, propaganda política… Todo eso te afecta y ni te das cuenta en qué medida. Cuando eliges poner limites a esa toxicidad, aunque sea por unos minutos, tu campo tendrá un respiro. No hace falta meditar como monje, basta con cerrar los ojos, respirar y resetear tu sistema energético. Reinicia tu vibración personal con unos minutos de introspección, da igual si lo llamas meditación o relajación.
4. Alejarte de personas que te drenan energéticamente. Poner distancia también es hacer limpieza energética. No siempre puedes cortar vínculos (familiares, compañeros de trabajo, vecinos), pero siempre puedes hacer una pausa o poner cierta distancia. Hay personas que no son malas personas, es solo que te agotan. Son así, no te molestan, pero te drenan. Mejor lejos que cerca. No las estamos juzgando como buenas o malas personas, lo que aquí se trata es de preservar la salud de tu campo energético. Así que si después de verte con alguien sientes que tu energía está baja, pon espacio o tiempo en esos encuentros. Necesitas regular tu exposición a la energía tóxica, además de recargarte. Recuerda que no debes asumir el mal rollo que no te pertenece.
5. Escribir lo que piensas y sientes. Limpia tu campo llevando la energía del aura al papel. Funciona más de lo que imaginas. Como sabes, las emociones que no expresas se quedan flotando en tu campo. Y si se quedan ahí, se adhieren como parásitos energéticos. Escribir lo que cargas, ya sea tuyo o prestado, es como quitarte una mochila emocional llena de basura energética. Nadie tiene que leerlo, puedes destruirlo al finalizar. Solo necesitas soltarlo, como cuando tiras la bolsa de la basura en el contenedor. Lo importante es que salga de ti. Y una vez hecho este acto simbólico, la energía personal cambia de tono. Te sentirás más limpio y liviano. ¿No te sientes también así cuando regresas de tirar la basura al contenedor?
6. Escuchar música que te eleva. Esta es otra forma sencilla de purificar tu campo energético. Hay sonidos cuya vibración limpia, recalibra tu tono y te devuelve el alma al cuerpo. ¡Te afinan! Y no me refiero a música mística, cantos gregorianos ni cuencos tibetanos o gongs (aunque si te gustan, genial). Hablo de simples canciones que te alegran el corazón y te hacen sonreír por dentro. La música es vibración y tu energía personal también. Todo vibra en un tono. Así que, cuando sientas que estás sobrecargado, ponte unos auriculares y sube el volumen de lo que te haga sentir bien.
7. Poner orden en tu espacio físico. Esto es, poner orden en tu contexto energético: tu casa, tu auto, tu lugar de trabajo… La energía se estanca en los rincones y en las esquina, en los cajones y en los objetos… los espacios saturados son trampas energéticas. Cuando limpias tu entorno, también te limpias a ti. No se trata de tener una casa de revista, más bien se trata de evitar el exceso, el desorden, la acumulación, el abandono, la suciedad. Un escritorio despejado, una habitación ventilada, una casa minimalista… todo eso eleva tu vibración personal. Como está tu entorno, estás tú. Orden por fuera, claridad por dentro. Haz la prueba, lo llaman FengShui. Tira, regala o vende las cosas que ya no usas o no te sientan bien. Menos es más.
8. Caminar a solas.