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Aristóteles (384 a.C. - 322 a.C.) fue un filósofo griego de gran importancia. Considerado uno de los pensadores más influyentes en la cultura occidental, Aristóteles fue discípulo de Platón. Desarrolló un completo sistema filosófico en el que reflexionó sobre una amplia variedad de temas, que incluyen geometría, física, metafísica, botánica, zoología, astronomía, medicina, psicología, ética, drama, poesía, retórica, matemáticas y lógica. "Acerca del Alma" (en latín, De Anima) es un texto del filósofo griego Aristóteles de Estagira, compuesto por tres libros, y no existen dudas sobre su autenticidad. En "De Anima", Aristóteles se propuso analizar los problemas más importantes relacionados con el alma, que es el principio vital de todos los seres vivos. El libro I consta de una introducción y contextualización del tema tratado; el libro II presenta análisis sobre la relación entre el alma y el cuerpo, las facultades del alma, la nutrición y la sensación; en el libro III, Aristóteles discute la imaginación y el pensamiento, además de las relaciones entre la sensación y el intelecto. Es en este tratado, más específicamente en el libro III, donde el filósofo presenta su influyente teoría del intelecto activo y el intelecto pasivo. A lo largo de su obra, Aristóteles abordó una amplia gama de temas y dejó un legado duradero en la filosofía y la ciencia occidentales.
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Seitenzahl: 180
Veröffentlichungsjahr: 2023
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Aristóteles
ACERCA DEL ALMA
Título original:
“De Anima”
Primera edición
PRESENTACIÓN Sobre el autor y su obra
LIBRO PRIMERO
CAPÍTULO I
CAPÍTULO II
CAPÍTULO III
CAPÍTULO IV
CAPÍTULO V
LIBRO SEGUNDO
CAPÍTULO I
CAPÍTULO II
CAPÍTULO III
CAPÍTULO IV
CAPÍTULO V
CAPÍTULO VI
CAPÍTULO VII
CAPÍTULO VIII
CAPÍTULO IX
CAPÍTULO X
CAPÍTULO XI
CAPÍTULO XII
LIBRO TERCERO
CAPÍTULO I
CAPÍTULO II
CAPÍTULO III
CAPÍTULO IV
CAPÍTULO V
CAPÍTULO VI
CAPÍTULO VII
CAPÍTULO VIII
CAPÍTULO IX
CAPÍTULO X
CAPÍTULO XI
CAPÍTULO XII
CAPÍTULO XIII
Platón y Aristóteles en la La escuela de Atenas, por Rafael Sanzio (1509)
Aristóteles (Estagira, 384 a. C.- Calcis, 322 a. C.) fue un filósofo, polímata y científico nacido en la ciudad de Estagira, al norte de la Antigua Grecia. Es considerado junto a Platón, el padre de la filosofía occidental. Sus ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual de Occidente por más de dos milenios.
Fue discípulo de Platón y de otros pensadores, como Eudoxo de Cnido, durante los veinte años que estuvo en la Academia de Atenas. Poco después de la muerte de Platón, Aristóteles abandonó Atenas para ser el maestro de Alejandro Magno en el Reino de Macedonia durante casi 5 años. En la última etapa de su vida, fundó el Liceo en Atenas, donde enseñó hasta un año antes de su muerte.
Aristóteles escribió cerca de 200 obras, de las cuales solo se han conservado (ninguna de ellas destinada a la publicación) en el Corpus Aristotelicum sobre una enorme variedad de temas, entre ellos: lógica, metafísica, filosofía de la ciencia, ética, filosofía política, estética, retórica, física, astronomía y biología. Aristóteles transformó muchas, si no todas, las áreas del conocimiento que abordó. Es reconocido como el padre fundador de la lógica y de la biología, pues si bien existen reflexiones y escritos previos sobre ambas materias, es en el trabajo de Aristóteles donde se encuentran las primeras investigaciones sistemáticas al respecto. Aristóteles también ha sido llamado el padre de la ciencia política, zoología, embriología, ley natural, método científico, retórica, psicología, realismo, crítica, individualismo, teleología y de la meteorología.
Contrario al platonismo, Aristóteles desarrolló una filosofía en donde la experiencia es la fuente del conocimiento. Según su teoría hilemórfica, cada entidad sensible es una sustancia compuesta de materia, aquello que constituye las cosas; y forma, lo que organiza la materia, siendo esta última su esencia. Toda sustancia tiende hacia una causa final dirigida por su naturaleza (teleologismo). Según el filósofo, el ser humano es un animal racional constituido por un cuerpo y alma, cuyo fin último es la actividad intelectual mediante el ejercicio de la razón, virtud (areté) propia del alma, llegando así al bienestar (eudaemonia). Las virtudes éticas, las cuales se forman mediante el hábito, son el término medio entre dos excesos o vicios. Los humanos viven por naturaleza en comunidad, formando así Estados (polis) con el fin de preservar la felicidad de sus ciudadanos. También defendió el valor de la retórica, el arte poético y la superioridad del varón griego.
Entre muchas otras contribuciones, Aristóteles formuló la teoría de la generación espontánea, el principio de no contradicción y las nociones de categoría, sustancia, motor inmóvil, acto y potencia. Algunas de sus ideas, que fueron novedosas para la filosofía de su tiempo, hoy forman parte del sentido común de muchas personas. Influyó en el pensamiento islámico durante la Edad Media, así como en la escolástica cristiana. Su ética, aunque siempre influyente, ganó un renovado interés con el advenimiento moderno de la ética de la virtud.
Aristóteles nació en 384 a. C. o 383 a. C., durante el primer año de la olimpiada XCIX, en la ciudad de Estagira, la actual Stavros (razón por la cual se lo apodó el Estagirita), no lejos del actual Monte Athos, en la península Calcídica, entonces perteneciente al Reino de Macedonia (actual región de Macedonia de Grecia). Su padre, Nicómaco, pertenecía a la corporación de los asclepiadeos, es decir, que profesaba la medicina, y fue médico del rey Amintas III de Macedonia, hecho que explica su relación con la corte real de Macedonia, que tendría una importante influencia en su vida; y su madre, Festis, era oriunda de Calcis y también estaba vinculada a los asclepiadeos.
En la época del rey Arquelao I de Macedonia, al ser su padre médico del rey Amintas III de Macedonia, ambos residieron en Pella, y Aristóteles no pudo permanecer mucho tiempo en aquel lugar, ya que sus padres murieron cuando él era aún muy joven, y se trasladó probablemente a Atarneo. En 367 a. C., cuando Aristóteles tenía 17 años, falleció su padre, y se hizo cargo de él su tutor Proxeno de Atarneo, que lo envió a Atenas, por entonces un importante centro intelectual del mundo griego, para que estudiase en la Academia de Platón. Allí permaneció por veinte años.
Bajorrelieve de Platón enseñando a Aristóteles, por Luca della Robbia (c. 1439).
Para completar la educación de Aristóteles, Proxeno lo envió a Atenas para inscribirle a la Academia, habiéndose extendido ya su fama y la de Platón por el mundo griego.
Aristóteles conoció a Platón cuando tenía 17 años de edad, y permaneció en la Academia desde 367 o 366 a. C. hasta 347 o 346 a. C., justo con el momento en el que coincide el segundo viaje que realiza Platón a Sicilia. Debido a que Aristóteles acudió a la Academia durante su periodo de máximo esplendor, pudo desarrollarse de forma adecuada. Eudoxo ejerció la primera influencia decisiva sobre Aristóteles, ya que pudo ejercer su influencia en la exigencia «salvar los fenómenos», lo que es lo mismo, «hallar un principio que explicase los hechos conservando intacto su modo genuino de presentarse». El propio Platón le llamaba «el lector» debido a su afán de formarse mediante escritos en lugar de hacerlo de forma oral (como se hacía en la Academia).
Debido a que las ideas filosóficas de Eudoxo diferían de la filosofía platónica y concluían en aporías, Aristóteles hizo caso omiso de las mismas, pero sí se relacionó con Espeusipo, Filipo de Opunte, Erasto y Corisco. Tanto Espeusipo como Filipo de Opunte fueron escolarcas de la Academia, Heraclides Póntico la rigió cuando Platón hizo su tercer viaje a Sicilia, Filipo publicó la obra Leyes, y Erasto y Corisco asociaron sus nombres con Aristóteles. Durante este periodo de juventud escribió varios diálogos y el Protréptico, una exhortación a la filosofía muy popular dirigida al público general. Ninguna de estas obras se ha podido conservar.
Aristóteles participó probablemente en los Misterios eleusinos, escribiendo sobre ellos: "La experiencia es aprender"
Tras la muerte de Platón en 347 a. C., Aristóteles dejó Atenas. La historia tradicional registra que Aristóteles partió por su decepción a que la dirección de la Academia pasara al sobrino de Platón, Espeusipo, aunque esto es improbable, pues un macedonio no podía heredar bienes atenienses. Es posible que temiera los sentimientos contra los macedonios en Atenas en ese momento y se fue antes de la muerte de Platón.
Aristóteles se trasladó a Atarneo y a Aso, en Asia Menor, donde vivió aproximadamente tres años bajo la protección de su amigo y antiguo compañero de la Academia, Hermias, quien era gobernador de la ciudad. Cuando Hermias fue asesinado, Aristóteles se mudó a la ciudad de Mitilene, en la isla de Lesbos, donde permaneció dos años.1617. Allí continuó con sus investigaciones junto a Teofrasto, nativo de Lesbos, enfocándose en zoología y biología marina. Además, se casó con Pitias de Aso, la sobrina de Hermias, con quien tuvo una hija del mismo nombre.
Alejandro Magno y Aristóteles. El filósofo fue su formador intelectual y le inculcó sus conocimientos en la etapa adolescente por más de dos años. Se considera que esas enseñanzas fueron elementos decisivos para los objetivos que se propuso Alejandro. Su sobrino, Calístenes, quien fue su biógrafo, lo acompañó en la campaña contra Persia. Las cartas entre Alejandro y Aristóteles quedaron registradas en el libro de Pseudo Calístenes, Vida y Hazañas de Alejandro de Macedonia.
En 343 a. C., el rey Filipo II de Macedonia convocó a Aristóteles para que fuera tutor de su hijo de 13 años, que más tarde sería conocido como Alejandro Magno, en la localidad de Mieza. Aristóteles viajó entonces a Pella, por entonces la capital del imperio macedonio, y enseñó a Alejandro durante dos años, al menos, hasta que inició su carrera militar. Durante el tiempo de Aristóteles en la corte macedonia, dio lecciones también a otros dos reyes futuros: Ptolomeo y Casandro.
En 335 a. C., Aristóteles regresó a Atenas y fundó su propia escuela, el Liceo (llamado así por estar situado dentro de un recinto dedicado al dios Apolo Licio).
A diferencia de la Academia, el Liceo no era una escuela privada y muchas de las clases eran públicas y gratuitas. A lo largo de su vida, Aristóteles reunió una vasta biblioteca y una cantidad de seguidores e investigadores, conocidos como los peripatéticos 'itinerantes', llamados así por la costumbre que tenían de discutir caminando). La mayoría de los trabajos de Aristóteles que se conservan son de este período. Escribió muchos diálogos, de los cuales solo han sobrevivido fragmentos. Los trabajos que han sobrevivido están en forma de tratado y no estaban destinados, en su mayor parte, a una publicación.
Durante este período, murió su esposa, Pitias, y Aristóteles empezó una nueva relación con Herpilis, se cree que, como él, nativa de Estagira. Aunque algunos suponen que no era más que su esclava, otros deducen de las últimas voluntades de Aristóteles que era una mujer libre y probablemente su esposa en el momento de su muerte. En cualquier caso, tuvieron descendencia juntos, incluyendo un hijo, Nicómaco, que nombra como padre a Aristóteles y a quien dedicó su Ética a Nicómaco.
Aunque poco se sabe de su aspecto físico, Aristóteles fue descrito como calvo, de piernas cortas, ojos pequeños, balbuciente, elegante al vestir y sobre la base sus propias opiniones, su falta de hábitos ascéticos. Era un hombre práctico y un observador cuidadoso. De mente alta y buen corazón, dedicado a sus seres queridos y justo con sus rivales. Diógenes Laercio declaró que tenía inclinación a la burla y cita algunas expresiones que testimonian su fácil ingenio.
Cuando Alejandro murió en 323 a. C., es probable que Atenas se volviera un lugar incómodo para los macedonios, especialmente para quienes tenían las conexiones de Aristóteles. Según se cuenta, declaró que "no veía razón para dejar que Atenas pecara dos veces contra la filosofía" (clara alusión a la condena de Sócrates). Aristóteles dejó Atenas y se estableció a Calcis, en la isla de Eubea, donde murió extrañamente al año siguiente a la edad de 61 o 62 años, en 322 a. C., por una enfermedad de los órganos digestivos. Su testamento fue conservado por Diógenes Laercio.
En mayo de 2016, durante el congreso internacional "Aristóteles, 2.400 años" celebrado en la Universidad de Salónica, Konstantinos Sismanidis, director de las excavaciones en la ciudad de Estagira, dio a conocer las conclusiones de su equipo de arqueólogos sobre un edificio descubierto en 1996 y ahora reestudiado a la luz de dos manuscritos que hacen alusión al traslado posterior de las cenizas del filósofo, en una urna de bronce, a su ciudad natal. Según ellos, el edificio, hallado en el interior de una fortaleza bizantina posterior, "no puede ser otra cosa que el mausoleo de Aristóteles", aunque aclararon que "no tenemos pruebas, pero sí indicios muy fuertes que rozan la certeza".
El pensamiento de Aristóteles abarca prácticamente todas las facetas de la investigación intelectual. Aristóteles hizo filosofía en sentido amplio, que también describiría como "ciencia". El uso del término ciencia tiene un significado diferente al que cubre el término "método científico". Distingue tres tipos de filosofías, ciencias o saberes: saber práctico, que incluye la ética y la política; saber productivo, significa el estudio de las artes, incluida la poética; y saber teórico, puramente contemplativo al no intervenir en el objeto de estudio, que abarca la física, las matemáticas y la metafísica. La lógica y la retórica no constituyen para Aristóteles saberes sustantivos.
'De Anima' (en latín, De Anima) es un texto del filósofo griego Aristóteles de Estagira, compuesto por tres libros, y no existen dudas sobre la autenticidad de la obra. En 'De Anima', el objetivo de Aristóteles es analizar los principales problemas relacionados con el alma, que es el principio vital de cualquier ser vivo.
El libro I consiste en una introducción y contextualización del tema abordado; el libro II presenta análisis sobre la relación entre el alma y el cuerpo, las facultades del alma, la nutrición y la sensación; en el libro III, Aristóteles discute la imaginación y el pensamiento, así como las relaciones entre la sensación y el intelecto.
Según el filósofo: "Al considerar el conocimiento como una de las cosas más bellas y dignas del mayor valor, algunas más penosas que otras, ya sea debido a su mayor rigor o porque se refieren a cosas más bellas y elevadas, decidimos, debido a estas mismas causas, considerar toda investigación relacionada con el alma como de importancia fundamental".
Es también en este tratado, más específicamente en el libro III, donde el filósofo presenta su influyente teoría del intelecto activo y el intelecto pasivo.
Desde el pensamiento griego hasta la modernidad, es posible ver muchos pensadores occidentales que se esforzaron por definir el alma e incluso clasificarla en función de sus características y atributos. Aristóteles mismo, en la segunda parte del libro I de la obra mencionada, enumera varios filósofos occidentales, señalando contradicciones e intentando construir argumentos basados en lo que ya se ha dicho sobre el tema. A diferencia del entendimiento oriental, una parte considerable de los occidentales solía clasificar a los seres como constituyentes de almas distintas (una para cada ser); a pesar de esta convergencia, el Libro I de la obra analizada también enumera diferencias, dividiendo a los occidentales en tres grupos: (a) aquellos que definían el alma a partir del movimiento, (b) aquellos que la definían en función del potencial de conocimiento y la distinción entre seres animados o no y (c) aquellos que consideraban que el alma era un ente sin masa que se infundía en la materia.
Estos intentos buscan básicamente el mismo objetivo, que puede resumirse en la afirmación de Delfos: "Conócete a ti mismo". Todos estos pensadores percibieron que parece existir algo universalmente responsable de la vida, de la propulsión del movimiento y de la agregación y desagregación de la materia en diversas formas, porque de lo contrario no existirían los seres y todo sería amorfo. La palabra "animación" deriva de "Anima", que es el alma; este "iniciador de la vida", debido a su carácter universal y, por lo tanto, metafísico, no puede demostrarse matemáticamente ni puede reproducirse experimentalmente a voluntad, como un fenómeno natural cualquiera, es decir, no puede evaluarse con absoluta certeza.
Incluso en medio de estas enormes incongruencias, los filósofos no renunciaron a abordar el tema. Aristóteles afirmaba, incluso frente a estas complicaciones, que era posible decir algunas cosas sobre el alma y, además, con un buen nivel de certeza. Según él, reflexionar sobre los seres animados es necesario, es un principio común, y los resultados de esta construcción metafísica pueden contribuir a que el hombre conozca mejor la vida que lo rodea y también a sí mismo, haciendo valer así la afirmación de Delfos."
Partiendo del supuesto de que el saber es una de las cosas más valiosas y dignas de estima y que ciertos saberes son superiores a otros bien por su rigor bien por ocuparse de objetos mejores y más admirables, por uno y otro motivo deberíamos con justicia colocar entre las primeras la investigación en torno al alma.
Más aún, parece que el conocimiento de ésta contribuye notablemente al conjunto del saber y muy especialmente al que se refiere a la Naturaleza: el alma es, en efecto, como el principio de los animales. Por nuestra parte, intentamos contemplar y conocer su naturaleza y su entidad, así como cuantas propiedades la acompañan: de éstas las hay que parecen ser afecciones exclusivas del alma, mientras que otras parecen afectar además, y en virtud de ella, a los animales como tales. En cualquier caso, y desde todos los puntos de vista, resulta dificílimo llegar a tener convicción alguna acerca de ella. Pues al ser esta investigación — me refiero a la investigación en torno a la entidad v la esencia — común también a otros muchos tratados, cabría pensar que existe un método único para todos y cada uno de aquellos objetos cuya entidad queremos conocer, como ocurre con la demostración en el caso de los accidentes propios; de manera que resultaría necesario investigar semejante método. Si, por el contrario, no existe un método único y común en torno a la esencia, entonces el empeño se hace más difícil todavía, puesto que será necesario determinar cuál es el modo de proceder adecuado para cada caso. Pero una vez aclarado esto — si se trata de demostración o de división o incluso de cualquier otro método — la cuestión da lugar aún a múltiples dificultades y extravíos en lo que se refiere a cuáles son los principios de que ha de partir la investigación: y es que los principios son distintos cuando son distintos los objetos, como ocurre con los números y las superficies.
Resulta, sin duda, necesario establecer en primer lugar a qué género pertenece y qué es el alma — quiero decir si se trata de una realidad individual, de una entidad o si, al contrario, es cualidad, cantidad o incluso cualquier otra de las categorías que hemos distinguido — y en segundo lugar, si se encuentra entre los seres en potencia o más bien constituye una cierta entelequia. La diferencia no es, desde luego, desdeñable. Pero además habrá que investigar si es divisible o indivisible e igualmente si todas las almas son de la misma especie o no y, en caso de que no sean de la misma especie, si se distinguen por la especie o por el género. Ocurre, en efecto, que cuantos actualmente tratan e investigan acerca del alma parecen indagar exclusivamente acerca del alma humana. Ha de tenerse cuidado, pues, no vaya a pasarse por alto la cuestión de si su definición es única como la del animal o si es distinta para cada tipo de alma, por ejemplo, del caballo, del perro, del hombre, del dios — en cuyo caso el animal, universalmente considerado, o no es nada o es algo posterior—. E igualmente por lo que se refiere a cualquier otro atributo que pueda predicársele en común.
Más aún, si lo que hay son muchas partes del alma y no muchas almas, está el problema de si ha de investigarse primero el alma como totalidad o las partes. Por lo demás, es también difícilde precisar cuáles de estas partes son por naturaleza diversas entre sí y si procede investigar primero las partes o bien sus actos, por ejemplo, el inteligir o bien el intelecto, el percibir sensitivamente o bien la facultad sensitiva; e igualmente en los demás casos. Pero si se concede prioridad a los actos, surgiría nuevamente la dificultad de si se han de estudiar sus objetos antes que ellos, por ejemplo, lo sensible antes que la facultad sensitiva y lo inteligible antes que el intelecto.
Por otra parte, y según parece, no sólo es útil conocer la esencia para comprender las causas de las propiedades que corresponden a las entidades (por ejemplo, en matemáticas saber qué es la recta, la curva, la línea, la superficie para comprender a cuántos rectos equivalen los ángulos de un triángulo), sino que también — y a la inversa — las propiedades contribuyen en buena parte al conocimiento de la esencia: pues si somos capaces de dar razón acerca de las propiedades — ya acerca de todas ya acerca de la mayoría — tal como aparecen, seremos capaces también en tal caso de pronunciarnos con notable exactitud acerca de la entidad. Y es que el principio de toda demostración es la esencia y de ahí que a todas luces resulten vacías y dialécticas cuantas definiciones no llevan aparejado el conocimiento de las propiedades o, cuando menos, la posibilidad de una conjetura adecuada acerca de las mismas.