ASESINATO EN LA VICARIA
AGATHA CHRISTIE
Century Carroggio
Derechos de autor © 2021 Century Carroggio
Reservados todos los derechosIntroducción y notas: Juan LeitaTraducción: Santiago CarroggioIlustraciones: Javier CoteloDiseño de la portada de: Santiago CarroggioLos personajes y eventos que se presentan en este libro son ficticios. Cualquier similitud con personas reales, vivas o muertas, es una coincidencia y no algo intencionado por parte del autor.Ninguna parte de este libro puede ser reproducida ni almacenada en un sistema de recuperación, ni transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico, o de fotocopia, grabación o de cualquier otro modo, sin el permiso expreso del editor.
Contenido
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Derechos de autor
Introducción al autor y su obra
ASESINATO EN LA VICARIA
ACTO PRIMERO
ACTO SEGUNDO
Introducción al autor y su obra
Juan Leita
LafamadeAgathaChristieestanconsiderable en elcampo de la novela policíaca que la inmensa mayoría dela gente identifica el género con una obra de lafamosísimaautora inglesa. Susnovelas, continuamentereeditadas, aparecenentodaslaslibreríasdelosaeropuertosydelasestaciones de ferrocarril como una poderosa tentación paralos viajeros. Sunombre va ligado de una forma sinónimacon la agradable distraccióny el ingenioso pasatiempo. Porestosuobrahaconstituidotambiénelmásimportante «best-seller»enelámbitoconcretodelanovelapolicíacayquizáigualmenteodemaneraparecidaenelterrenogeneral delanovela.Nosinrazónafirmaba Bernard ShawqueAgathaChristieeralamujeralaquemásgananciashabíaproducidoelcrimendespuésdeLucreciaBorgia.
Laconstanteadaptación de susnovelas a lapantallaconstituye también una muestra inequívocade su enormepopularidad. Diez negritos ha vistoplasmar varias veces en el celuloidesu trama extraordinariamente única y fuertemente original.Igualmente, Asesinato en el Orient Express apareció en la pantalla con un brillante reparto y unaexcelente interpretación. Basta recordarque la actrizIngrid Bergman consiguió un nuevo Oscar por su participaciónenormementeprecisayajustadaenestefilm.
Seríalargoyprolijointentaruna reseña de todos losdatosy valoresque distinguen a Agatha Christie como unode los nombresmásrelevantesdenuestra época. Por otraparte, si ello se hiciera con el merofin depresentar la personalidadylaobradelacelebérrimaautora,seríatambién algo totalmentesuperfluo. ¿Qué cabedecir de alguien queha conseguido mantener en cartel durante treinta añosuna pieza teatral en el Ambassadors de Londres, como esel caso de La ratonera? Después de dar la vuelta al mundo,la ingeniosa trama sigue representándose sin cesar con lamisma afluenciade público. Se trata de un hecho realmenteúnico.
Agatha Christie inició su brillantísima carrera con lapublicaciónen 1920 de lanovela titulada El misterioso casodeStyles. Desdeentoncestuvo una dilatadísima y exitosa carrera.La crítica literaria ha mostrado diversastendenciasen elmomentodeenjuiciarsu inmensayvariadaproducción.Porunaparte,seadmirabaysealababasupoderosopoder de creación en el campo del enigma y delasituacióningeniosa.Porotra, se criticaba su falta dejuego limpio en el planteamiento y su pretendida intenciónde engañar al lector. Por unaparte, seelogiabasu agudapercepciónpsicológicay, por otra, se apuntaba la excesivaretóricay el carácter un tanto trasnochado de sus másfamosospersonajes.
Hayalgo,sin embargo, que apenas ha sido remarcadoen supopularísimaproducción, es evidentequeChristieposee un don que la distinguey determinaentretodoslosdemásautoresdelgénero. Este don es elpodermágicode laplasticidad:esdecir, lacapacidaddecorporeizaruna idea, de transformaren objeto sensiblepara los sentidos lo que, en su origen, es intuición abstractaimpalpable.
Enefecto, auncuando se haya podido llegar a pensarque las novelas de Agatha Christie empezabanaperder interés por la desintegración de los elementos clásicos quelas especifican, lo ciertoesquesiguenperdurandoporelauténtico valorque las determina:la situaciónoriginaldelobjetivo,delosactores,delaluzy de la sombra, de lapoesía, delsentimiento,enunapalabra:la mágica plasticidadde una trama. ¿No es acaso esto y sólo esto lo quese admira en Diez negritos? En elfondo, al lector verdaderopocoleimportael«juegolimpio»,elprocesoanalítico,el encadenamiento lógico de las pistas. Lo que todo el mundoha de admiraren realidades el acontecimiento único, labelleza de la situación, la luzy la sombra que nacen delpoderestéticodelatrama.¿Noesacasoestoysóloestolo queunogozaen Testigodecargo?No setrata ni deanálisis ni de prosecuciones lógicas de la verdad. Lo quetodo el mundo disfruta es la originalidad de la peripecia,la poesíay el sentimiento inherentes al suceso, la condiciónestéticamente perfecta de los actores, tal como se admirabaen la espléndida versión cinematográfica protagonizada porCharlesLaughton,TyronePoweryMarleneDietrich.
El recalcar esta soberanía de la «plasticidad» en las novelas de Christieresultadetrascendentalimportancia. DorothyL. Sayersanunciaba ya a comienzos de los años treinta que, tarde o temprano, la novela-problema desembocaríaenunauténticocallejónsinsalida,yaqueloslectoresaprenderían finalmente todos los «trucos» empleados porlo común dentro del género. La novela policíaca clásica severía condenada a la desintegración, de seguir en el terrenodelenigma y en la empeñada tarea de descubrir quién eselcriminal.Muchosañosmás tarde, en 1958, el SundayTimes empezó a publicar los resultados de una encuestaque parecían confirmar por entero aquellas predicciones.La última novelaelegida era ya una clara muestra de cómolosgustossehabíandesplazadoevidentementedelplanteamiento clásico, para acoger un nuevo tipo de trama mucho más cercana a la novelapsicológica o social. Con estaocasión, EdmundWilsonpublicó unartículomuyrepresentativo titulado ¿A quiénle preocupasaberquiénmatóaRogerAckroyd?Enélseresumíalaevolucióndelgénero,señalando concretamente que la novela-enigma había perdidoya todo interés. Elproceso analíticoy la incógnitadelcriminal ya no representaban ningún aliciente. Habían caídoen lacima de la reiteración y del esquematismo superficial. Desdeentonces había de prevalecer la novela en laque abundasencada vezmás los elementossocialesy eminentementepsicológicos. Con todo, a pesar de que elpuntocrucial de la ruptura se determinaba con la alusión directaa lafamosa novela de Agatha Christie El asesinato de RogerAckroyd,esdesdeluegoevidentequesesoslayabaporcompletoelvalorauténticoydecisivodelasobrasdeChristie. Auncuandolosgustoshubieranevolucionadoconrespectoalosingredientesreseñadosdelanovelaclásica,todavíanosehabíadichonadadeaquellacualidaddefinitivaque acabamos de destacar en la obra de la genial autora inglesa. La verdadde lapreguntade EdmundWilson sepondríaúnicamentedemanifiestosituvierauntonomelancólico. Porque,dehecho,loquehayqueponerderelievecon respectoa las obrasdeAgatha Christie es la independencia esencialquetienesu valorestéticoatemporaly objetivo frentealaexperienciahumanareferente alaevolucióndela novelapolicíaca.Labellezadelassituacionesideadas porellasiempreesporsímismaalgomásqueunaexperienciacircunstancialdelobello.Essiempremásqueunasensaciónsubjetiva,másqueunjuiciosubjetivo.Aestacualidadyaestevalorauténticodesusobrashayqueconservarlosydefenderlosfrenteatodasubjetivacióny psicologización,tantodelconceptodelanovelapolicíacacomodesuexperienciaconcreta. Quizálosgustossehayandesplazadoyaenteramentedelplanteamientoclásico.Quizáseacojaconmayoraquiescenciaunnuevotipodeestructuranarrativamuchomás cercanaalanovelapsicológicay social. Elproceso analíticoy la incógnitadelcriminalpuedenhaberperdidosu antiguaatraccióninigualable.Esposibleinclusoquenoseacomodenalgustode la época los ambientesy los personajes creadospor Agatha Christie. Elplácido reposo de miss JaneMarple, sufisonomíainmóvilyelegante,pareceránantiguosadornoscasiya olvidados. El ambientedescrito tendráelaire y el espíritu dealgoañejoycircunstancialmentefenecido.HérculesPoirotrecordaráensímismotodoslosingredientesdeunasociedad pasada. Son posibilidades todas éstas, que podrían serobjetodediscusión,yaquenosonnimuchomenosevidentes.Perolaoriginalidaddelatrama,labellezadel acontecimiento,laluzylasombraquenacendelpoder estéticodelasituaciónhacenexclamaraquienesconservansusentidoabiertoparaconlaesenciadelaobrade arte: «¡Quéextraordinario! Todo esmaravillosamenteperfectoyunsuaveespíritudegravedadsederramainundándolotodo.Verdaderasobrasmaestrasdeartepuro».Desde estepunto de vista, la melancolíaha de hablar en la preguntade Wilson acercade que la obramaestraen el artepolicíacose escape en su esencia a los hombres de una época.Elauténticolector,noobstante, ha de quedar sintonizado por este tono melancólico y triste, porque sigue conservando su aberturapara con la esencia realde las obrasmagistrales de Christie. De ahí que la melancolía no hayadealcanzarasumirleen la depresión. Debe permanecerfirmeen ella, porquesabe que el verdadero arte de una de susnovelasva más allá de cualquier gusto de la época.La bellezadelasituacióny su enorme plasticidad siguensiendo lo que son, prescindiendo de cómo se responda alapregunta:¿A quién le preocupasaber quiénmató a RogerAckroyd?
En un sentido estrictamente consecuente, la cualidad decisiva de la estética de la trama lleva consigo un aspectoimportante en la cuestión que nos ocupa. El elemento definitivo de la « plasticidad»serelacionaintrínsecamenteenel caso de las novelas de Agatha Christie con la teatralidadque poseen en su esencia. El carácter propio de la bellezade lasituación apunta no en direcciónde un documentoescrito, sino más bien en el sentido de representación escénica. Precisamente porque se trata de la situación original, de la luzy de la sombraque nacen del poder estéticode la trama, la cualidad verdadera y el auténtico valor delas obras de Christie poseen unas características esencialmente «teatrales». Es en la puesta en escena donde se capta perfectamente la capacidad de la idea para hacerse sensible. El espectador ya no atiende al juego limpio ni al encadenamiento lógico de las pistas. Poco le importa. Lo queadmira únicamente es la tangibleplasmación en un escenario,por medio de unos actores, de una atrevida trama.Al asistira unarepresentación, va ya a dejarse subyugarporeste elemento definitivo. Por esto no es de extrañarque la producción literaria de Agatha Christie sea prácticamente la única entre todas las obras del género policíacoquehayasidovertidaconstantementealteatro.
Impulsadospor este motivo básico, con elpresente volumen ofrecemosalgo queconstituyeuna verdaderaprimiciaenundoblesentido.Enprimerlugar,hayquedestacarel hecho de quepor primera vez se presenta al públicode hablaespañola un selecto compendio de la obra teatralde Christie, que cuentaya con más de una veintena de títulos. Mientraslas novelas han sido reeditadas numerosísimas veces,lasobrasdramáticasapenashabíanvisto la luz -sólo algunasdeellas- enpequeñas ediciones para el teatro. Lagran mayoríaera prácticamente inédita, incluso en su idiomaoriginal,y asíse manteníadebidosobretodo ala retención de derechos por parte de las compañías. Este es elcaso, naturalmente, de Laratonera, todavía en cartel,en ininterrumpida situación de estreno. Con orgullo,pues, presentamoslaspiezas mássignificativasdelaproduccióndramáticadeAgathaChristie,conscientes de que semejante selección y publicación es unaauténtica novedad editorial. Añadamos que dicha selecciónse ha realizado con un criterio muy riguroso en cuanto ala calidad dramática de las obras. Testigo de cargo poseeunatremendafuerzayunanotableagilidad,derotundoimpacto, quecontrasta precisamente por su mayor categoría con respecto al relato original de donde procede: unade las narracionesbreves de la autora. Diez negritossigueatrayendomágicamenteporsuextrañaeinimitableoriginalidad. La telarañafue, en su día, y lo ha seguido siendoentodassusreposiciones,unodelosmayoreséxitosconseguidosporAgathaChristieenelteatro;perfectamenteestructuraday con una espléndida creación de personajes,en muchos aspectos quizás es superior a la que se ha mantenido tanto tiempo en cartelcomo estreno perenne y riguroso.Lavisitainesperada-escritadirectamentepara elteatro- es igualmente espléndida. En ella se ponen en juegolosrecursosescénicosconuna maestría sin igual, deformaque Christieseconsagraenellacomo autora dramática degran categoría. Coartadaperfectaes obra primeriza; corresponde a lafamosa novela El asesinato de RogerAckroyd, celebérrima tanto por su planteamiento como porsu solución. En ella hubo un errorfundamental, cualfue elintentoimposible de llevar a la escena a Hércules Poirot,unHérculesPoirot,nohayque olvidarlo, que en el momentoenqueseescribióestaobra,1928,estabaaúnalgo desdibujado.Digamos, como anécdota, quefue encarnadoen el estrenopor el genial actor Charles Laughton, a quiendifícilmentelogramosimaginaren esepapelde Poirot,pruebade la indefinicióndeltipoen aquelentonces.Protagonistadenovelas,eldetectivebelgasediluyecomopersonaje dramático, poniendo así una vez más en evidencia que lo auténticamente teatral de las obras de Christieno es lo accesorio, sino lo másprofundo de la trama. Finalmente, Asesinato en la vicaría correspondea la noveladelmismotítulo,publicadaen1930,enlaqueaparecía porprimera vez miss Jane Marple. Aquí sí que el encanto delaingeniosayamableviejecitacobraenlaescenaunaparticularrelevancia,aunacostadetransformarse sutilmente.
En segundo lugar, la presente selección posee el méritoindeclinable de insistir y poner de relieve esa cualidad decisiva de la obra literaria de Agatha Christie a que venimoshaciendo referencia. La ya citada «plasticidad» de las situaciones creadaspor la autora se echa de ver sobre todo enel momento en que se escenificany se estructuranen elatractivomarcoteatral.Labellezadelatramaapareceprincipalmente cuando se trata de manifestarla en un sentidomuyprecisoyconcreto.Porestohayquealudiraquía un error común que suele cometerse aún hoy en día conrespecto a la apreciación de la obra de arte. Son muchostodavía los que se empeñan en abrirse a la bellezapor lasignificación ideológica que se encierra en la esfera de lasensibilidad.Así, la constatación«no quieredecirnada»parece bastar la mayoría de las veces para desacreditaruna obra teatral o cinematográfica. ¿Qué quiere decir SamuelBeckettcon Esperando a Godot? ¿Quéquiere decirAlfredHitchcockconFrenesí?No obstante, en laépocamoderna esta contraposición platónica entre idea y materiaesalgoyaimposible.Ensentidoestricto,aquello quedespuésdelfindelplatonismo, sigue experimentándosecomo elmanifestarse de lo bello, como lo bello mismo, nose identifica en modo alguno con lo que antes se denominaba formalidad o inteligibilidad. La idea, sea cual sea, noes la esencia de la belleza. Lo que ahorase experimentacomobello,comoloqueaparecebello-contodalaambivalencia que encierra la palabra «aparecer»-, no es ya nielexistentedesdobladoenmateriaeidea,nisuresiduomaterial, sino el existente mismo y quizás incluso el seren su coherente unidad y fugaz existencia. La experienciadeAlbert Camús,porejemplo, loponeclaramentedemanifiesto.EnsuDiariode a bordo relata la percepción interiordeunanoche.Noemplealapalabrabelleza,perodescribeunabellezacasiindescriptiblealaquedenomina «dulce temblor del ser»: «Medianoche. Solo, a la orilla. Esperaré aún un poco y luego me iré. El cielo mismo guardasilencio con todas sus estrellas, como paquebotes defuegoque en el mundo entero alumbran a estas horas las oscuras aguas de lospuertos. La lejanía y el silencio pesansobre el corazón. Un amor turbulento, una gran obra, unaacción decisiva, una idea feliz causan a veces la misma angustia insoportable, acompañada de una irresistible seducción. Dulce temblor del ser. Dulce, excitante cercanía delpeligro, cuyo nombre nos es desconocido». Esta experienciade la belleza que se encuentra no detrás sino dentro mismode las cosas y de los fenómenos mundanos (bien sean losde la naturaleza, los de la técnica o los de las relacioneshumanas) es lo que ha de presidir y determinar la aproximación a las obras teatrales de Agatha Christie. No se tratade querer abrirse a la belleza por la «significación ideológica» que se encierra en la esfera de la situación criminaldescrita. Desacreditarlas en este sentido significaría poseeraún acceso alplatonismo.Por el contrario, quien tengaunaexperiencianoanacrónicaoatemporaltendráqueaceptar la belleza intrínseca al fenómeno de una situaciónoriginal y de una peripecia extrañamente única. De lo quese trata precisamente es de experimentar la estética de latrama.Loque aparece bello -con toda la ambivalenciarealy teatral que encierra la palabra «aparecer»- no esya ni la situación desdoblada en materia e idea, ni su residuoformal, sino la misma situacióny quizás incluso latramaen su coherenteunidadyfugazexistencia. En elmarcocriminaldelamedianoche,enlasoledaddequiense encuentra a la otra orilla de la benignidadhumana, setrata de esperar un poco y luego marcharse para sentir lalejaníayelsilencioquepesansobreelcorazóndespués de unfenómenotan inquietante. Como un amorturbulento,como una gran obra, como una acción decisiva, tambiénlas situacionescreadas por Agatha Christie causan la mismaangustiainsoportable,acompañadadeunairresistibleseducción. Testigo de cargo, Diez negritos. La telaraña...todas las obras de Christieprovocan un dulce temblor delser, unadulceyexcitantecercaníadelpeligro, cuyatraducción ideológica nos es desconocida. Por esto la falsedadde la pregunta de Edmund Wilson se revela igualmente enelhecho de que apuntasólo a la superficialidaddel conocimiento. «Saber»quién mató a Roger Ackroyd no se agotaen elcaso de la obra de Agatha Christie en un mecanismode inteleccióny de captación ideológica. Quien siga conservando su sentido abierto para con la esencia de la obrade arte, quiensepapercibir el dulce temblor del ser y sentirla angustiainsoportabley la irresistibleseducciónqueprovoca la estética de la trama, disfrutaráy sepreocuparátambiénde«saber»quiénmatóaRoger Ackroyd simplementepor la belleza de su coherente unidady de sufugazexistencia.
Alpresentar,pues, la obrapolicíaca deAgatha Christie,hemoscreídoqueseríaunfielexperimentoaducirprecisamentesus obras escritas exprofesopara elteatroylasadaptacionesescénicas -realizadasporellamisma- desusnovelasmásrelevantes.Lagrancualidadyelinmensovalorde sus creacionesliterariasseponenpatentementedemanifiestoen su «teatralidad», ya que se trata sobre todo dela bellezaplástica de la situación. Si en sus novelas, tantasveces reeditadas, cabía pensar que los elementos clásicosde la novela-enigmay el caráctervictoriano de sus personajes tendían a postergar de un modo u otro a la famosísimaautora inglesa, ensuteatro se echa de ver claramenteque la verdadera originalidadde suproducciónsigueperdurandoporencimadeltiempo.Inmóviltodavía, elegante,continúaadornandouno de losmásbellos lugares del géneropolicíaco.Poresto, no sinrazón, sigueatrayendolasgrandesmasasde las artesplásticasmás expresivasy populares:elcineyelteatro.
Enlafamosaobra de Jean Cassou Panorama de lasartesplásticascontemporáneasseleeestepárrafoenor-mementesignificativo: «Lanovelapolicíacaesungéneromenospreciado al que se niega un puesto en la literatura.Ycon razón: la novelapolicíaca, afortunadamenteparaella, no tienenadaque ver con aquelloen que se ha convertido la literatura. Su mérito, por el contrario, consisteen acercarse al ciney, como él, actuar por la imaginaciónsobre la imaginación». En el caso de la creación literariade Agatha Christie, estaspalabras adquierenparticular verdad y resonancia. Si los ejemplos pueden multiplicarse eneste sentido (bastapensar en William Irish, Raymond Chandler,PatriciaHighsmith),lacolosalobra de Christieseimponecomounhechoúnicoydecisivo.Siala novelapolicíacaselasigueconsiderandocomoungéneromenospreciadoquenotieneunpuestoen la literatura, conAgathaChristiecomprobamosquesuméritoconsisteenacercarsealasarteseminentementeplásticasdelamodernidad.Actuandoporla imaginación sobre la imaginaciónabase