Asesinato en la vicaría - Agatha Christie - E-Book

Asesinato en la vicaría E-Book

Agatha Christie

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Beschreibung

Obra de suspense, crimen y misterio de Agatha Christie, en la que por primera vez presenta a su famoso personaje Miss Marple. El cuerpo sin vida del coronel retirado Lucius Protheroe aparece en el despacho del vicario de Sant Mary Mead, un pequeño pueblo de la campiña inglesa. La esposa del coronel y su joven amante confiesan el asesinato. Pero, su vecina, Miss Marple, una anciana de aguda intuición, descarta su culpabilidad. El neurótico ayudante del vicario, la hija adolescente del coronel, el médico del pueblo, un exconvicto encarcelado por el coronel y la curiosa viuda de un explorador forman la larga lista de sospechosos a los que Miss Marple investigará para dar con el asesino.

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Seitenzahl: 170

Veröffentlichungsjahr: 2023

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ASESINATO EN LA VICARIA
AGATHA CHRISTIE
Century Carroggio
Derechos de autor © 2021 Century Carroggio
Reservados todos los derechosIntroducción y notas: Juan LeitaTraducción: Santiago CarroggioIlustraciones: Javier CoteloDiseño de la portada de: Santiago CarroggioLos personajes y eventos que se presentan en este libro son ficticios. Cualquier similitud con personas reales, vivas o muertas, es una coincidencia y no algo intencionado por parte del autor.Ninguna parte de este libro puede ser reproducida ni almacenada en un sistema de recuperación, ni transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico, o de fotocopia, grabación o de cualquier otro modo, sin el permiso expreso del editor.
Contenido
Página del título
Derechos de autor
Introducción al autor y su obra
ASESINATO EN LA VICARIA
ACTO PRIMERO
ACTO SEGUNDO
Introducción al autor y su obra
Juan Leita
LafamadeAgathaChristieestanconsiderable  en  elcampo  de  la  novela  policíaca  que  la  inmensa  mayoría  dela gente identifica el género con una obra de lafamosísimaautora inglesa. Susnovelas, continuamentereeditadas, aparecenentodaslaslibreríasdelosaeropuertosydelasestaciones de  ferrocarril como una poderosa tentación  paralos viajeros. Sunombre  va  ligado  de  una  forma  sinónimacon la agradable distraccióny el ingenioso pasatiempo. Porestosuobrahaconstituidotambiénelmásimportante «best-seller»enelámbitoconcretodelanovelapolicíacayquizáigualmenteodemaneraparecidaenelterrenogeneral   delanovela.Nosinrazónafirmaba   Bernard   ShawqueAgathaChristieeralamujeralaquemásgananciashabíaproducidoelcrimendespuésdeLucreciaBorgia.
Laconstanteadaptación de susnovelas a lapantallaconstituye también una muestra inequívocade su enormepopularidad. Diez negritos ha vistoplasmar  varias veces  en el  celuloidesu trama extraordinariamente única y fuertemente original.Igualmente, Asesinato en el Orient  Express apareció en la pantalla con un brillante reparto y unaexcelente interpretación. Basta recordarque la actrizIngrid Bergman consiguió un nuevo Oscar por su participaciónenormementeprecisayajustadaenestefilm.
Seríalargoyprolijointentaruna  reseña  de  todos  losdatosy valoresque  distinguen  a  Agatha  Christie  como unode los nombresmásrelevantesdenuestra  época. Por otraparte, si ello se hiciera con el merofin depresentar la personalidadylaobradelacelebérrimaautora,seríatambién algo totalmentesuperfluo. ¿Qué cabedecir  de alguien queha conseguido mantener en cartel durante treinta añosuna  pieza teatral en el  Ambassadors  de  Londres, como esel caso de La ratonera?  Después de dar la vuelta al  mundo,la ingeniosa trama sigue representándose sin cesar con lamisma afluenciade  público. Se trata de un  hecho realmenteúnico.
Agatha Christie inició su brillantísima carrera con lapu­blicaciónen  1920  de lanovela  titulada  El  misterioso  casodeStyles. Desdeentoncestuvo una dilatadísima y exitosa carrera.La crítica literaria ha mostrado diversastendenciasen elmomentodeenjuiciarsu inmensayvariadaproducción.Porunaparte,seadmirabaysealababasupoderosopoder  de  creación  en  el  campo  del  enigma  y  delasituacióningeniosa.Porotra,  se  criticaba  su  falta  dejuego limpio  en el  planteamiento  y  su  pretendida  intenciónde engañar al lector. Por unaparte, seelogiabasu agudapercepciónpsicológicay, por otra, se apuntaba la excesivaretóricay el carácter un tanto trasnochado de sus másfa­mosospersonajes.
Hayalgo,sin  embargo,  que  apenas  ha  sido  remarcadoen supopularísimaproducción, es evidentequeChristieposee  un  don  que  la  distinguey  determinaentretodoslosdemásautoresdelgénero.  Este  don  es  elpodermágicode laplasticidad:esdecir, lacapacidaddecorporeizaruna  idea,  de  transformaren  objeto  sensiblepara los sentidos lo que, en su origen, es intuición abstractaimpalpable.
Enefecto, auncuando  se  haya  podido  llegar  a  pensarque las novelas de Agatha Christie empezabanaperder  interés  por  la  desintegración  de  los  elementos  clásicos  quelas especifican, lo ciertoesquesiguenperdurandoporelauténtico valorque las determina:la situaciónoriginaldelobjetivo,delosactores,delaluzy  de  la  sombra,  de  lapoesía, delsentimiento,enunapalabra:la  mágica  plasticidadde  una  trama. ¿No  es  acaso  esto  y  sólo  esto  lo  quese admira en Diez negritos? En elfondo, al lector verdaderopocoleimportael«juegolimpio»,elprocesoanalítico,el encadenamiento lógico de las pistas. Lo que todo el mundoha de admiraren realidades el acontecimiento único, labelleza de la situación, la luzy la sombra que nacen delpoderestéticodelatrama.¿Noesacasoestoysóloestolo queunogozaen Testigodecargo?No setrata  ni deanálisis ni de prosecuciones lógicas de la verdad. Lo quetodo el  mundo disfruta  es la originalidad  de la  peripecia,la poesíay el sentimiento inherentes al suceso, la condiciónestéticamente perfecta de los actores, tal como se admirabaen la espléndida versión cinematográfica protagonizada porCharlesLaughton,TyronePoweryMarleneDietrich.
El recalcar esta soberanía de la «plasticidad» en las no­velas de Christieresultadetrascendentalimportancia. DorothyL. Sayersanunciaba  ya a  comienzos  de los años  treinta  que, tarde  o temprano, la novela-problema  desembocaríaenunauténticocallejónsinsalida,yaqueloslectoresaprenderían   finalmente  todos  los  «trucos»  empleados   porlo común dentro del género. La novela  policíaca clásica severía condenada  a la desintegración, de seguir en el  terrenodelenigma  y  en  la  empeñada  tarea  de  descubrir  quién  eselcriminal.Muchosañosmás  tarde,  en  1958,  el  SundayTimes  empezó  a  publicar  los  resultados  de  una  encuestaque  parecían  confirmar   por  entero  aquellas  predicciones.La última novelaelegida era  ya una clara  muestra  de cómolosgustossehabíandesplazadoevidentementedelplan­teamiento clásico,  para acoger  un  nuevo tipo de trama mucho más cercana a la novelapsicológica o social. Con estaocasión, EdmundWilsonpublicó unartículomuyrepresentativo  titulado  ¿A  quiénle  preocupasaberquiénmatóaRogerAckroyd?Enélseresumíalaevolucióndelgénero,señalando concretamente  que la novela-enigma había  perdidoya todo interés. Elproceso analíticoy la incógnitadelcriminal  ya  no representaban  ningún aliciente. Habían  caídoen lacima de la reiteración  y del esquematismo  superficial. Desdeentonces  había  de  prevalecer  la novela  en laque abundasencada vezmás los elementossocialesy emi­nentementepsicológicos. Con todo, a pesar de que elpuntocrucial  de la  ruptura  se  determinaba  con  la alusión  directaa lafamosa novela de Agatha Christie El asesinato de RogerAckroyd,esdesdeluegoevidentequesesoslayabaporcompletoelvalorauténticoydecisivodelasobrasdeChristie. Auncuandolosgustoshubieranevolucionadoconrespectoalosingredientesreseñadosdelanovelaclásica,todavíanosehabíadichonadadeaquellacualidaddefinitivaque acabamos de destacar en la obra de la genial autora inglesa. La verdadde lapreguntade EdmundWilson sepondríaúnicamentedemanifiestosituvierauntonomelancólico. Porque,dehecho,loquehayqueponerderelievecon respectoa las obrasdeAgatha  Christie  es la independen­cia esencialquetienesu valorestéticoatemporaly objetivo frentealaexperienciahumanareferente alaevolucióndela novelapolicíaca.Labellezadelassituacionesideadas porellasiempreesporsímismaalgomásqueunaexperienciacircunstancialdelobello.Essiempremásqueunasensaciónsubjetiva,másqueunjuiciosubjetivo.Aestacualidadyaestevalorauténticodesusobrashayqueconservarlosydefenderlosfrenteatodasubjetivacióny psicologización,tantodelconceptodelanovelapolicíacacomodesuexperienciaconcreta. Quizálosgustossehayandesplazadoyaenteramentedelplanteamientoclásico.Quizáseacojaconmayoraquiescenciaunnuevotipodees­tructuranarrativamuchomás cercanaalanovelapsicológicay social. Elproceso analíticoy la incógnitadelcri­minalpuedenhaberperdidosu antiguaatraccióninigualable.Esposibleinclusoquenoseacomodenalgustode la época los ambientesy los personajes creadospor Agatha Christie. Elplácido reposo de miss JaneMarple, sufisonomíainmóvilyelegante,pareceránantiguosadornoscasiya olvidados. El ambientedescrito tendráelaire  y el  espíritu dealgoañejoycircunstancialmentefenecido.HérculesPoirotrecordaráensímismotodoslosingredientesdeunasociedad pasada. Son posibilidades todas éstas, que podrían serobjetodediscusión,yaquenosonnimuchomenosevidentes.Perolaoriginalidaddelatrama,labellezadel acontecimiento,laluzylasombraquenacendelpoder estéticodelasituaciónhacenexclamaraquienesconservansusentidoabiertoparaconlaesenciadelaobrade arte: «¡Quéextraordinario! Todo esmaravillosamenteperfectoyunsuaveespíritudegravedadsederramainundán­dolotodo.Verdaderasobrasmaestrasdeartepuro».Desde estepunto de vista, la melancolíaha  de hablar  en la  preguntade Wilson acercade que la obramaestraen el artepolicíacose escape en  su esencia a los hombres  de una época.Elauténticolector,noobstante,  ha  de  quedar  sintonizado por este tono melancólico y triste, porque sigue conservando su aberturapara con la esencia realde las obrasmagistrales  de Christie. De  ahí  que  la melancolía  no  hayadealcanzarasumirleen  la  depresión.  Debe  permanecerfirmeen  ella,  porquesabe  que  el  verdadero   arte  de  una de susnovelasva  más  allá  de cualquier  gusto  de la  época.La bellezadelasituacióny su enorme  plasticidad  siguensiendo  lo  que  son,  prescindiendo   de  cómo  se  responda  alapregunta:¿A quién le preocupasaber quiénmató a RogerAckroyd?
En un sentido estrictamente consecuente, la cualidad de­cisiva de la estética de la trama lleva consigo un aspectoimportante en la cuestión que nos ocupa. El elemento defi­nitivo de la « plasticidad»serelacionaintrínsecamenteenel caso de las novelas de Agatha Christie con la teatralidadque  poseen en su esencia. El carácter  propio de la bellezade lasituación apunta no en direcciónde un documentoescrito, sino más bien en el sentido de representación escénica. Precisamente porque se trata de la situación original, de la luzy de la sombraque  nacen del  poder  estéticode la trama, la cualidad  verdadera  y el auténtico valor delas obras de Christie poseen unas características esencial­mente «teatrales». Es en la  puesta en escena donde se capta perfectamente la capacidad de la idea para hacerse sensible. El espectador ya no atiende al juego limpio ni al encadenamiento lógico de las pistas. Poco le importa. Lo queadmira únicamente es la tangibleplasmación en un escenario,por  medio de  unos actores, de  una atrevida  trama.Al asistira unarepresentación, va  ya a dejarse  subyugarporeste elemento  definitivo.  Por  esto no es  de  extrañarque la producción literaria de Agatha Christie sea prácticamente la única entre todas las obras del género policíacoquehayasidovertidaconstantementealteatro.
Impulsadospor este motivo básico, con elpresente vo­lumen ofrecemosalgo queconstituyeuna verdaderaprimiciaenundoblesentido.Enprimerlugar,hayquedestacarel hecho de quepor  primera  vez  se  presenta  al  públicode hablaespañola  un selecto  compendio  de  la  obra  teatralde Christie, que cuentaya con más de una veintena de títulos. Mientraslas  novelas  han  sido  reeditadas  numerosísimas  veces,lasobrasdramáticasapenashabíanvisto  la  luz  -sólo algunasdeellas- enpequeñas  ediciones  para  el  teatro.  Lagran mayoríaera  prácticamente  inédita, incluso en  su idiomaoriginal,y asíse manteníadebidosobretodo ala  re­tención de derechos  por  parte de las compañías. Este es elcaso, naturalmente, de Laratonera,  todavía  en cartel,en  ininterrumpida  situación  de  estreno. Con orgullo,pues, presentamoslaspiezas mássignificativasdelaproduccióndramáticadeAgathaChristie,conscientes de que semejante selección y publicación es unaauténtica  novedad  editorial. Añadamos  que  dicha  selecciónse  ha  realizado  con  un  criterio  muy  riguroso  en  cuanto  ala calidad  dramática  de  las obras. Testigo de  cargo  poseeunatremendafuerzayunanotableagilidad,derotundoimpacto, quecontrasta  precisamente  por  su  mayor  categoría  con  respecto al  relato  original  de  donde  procede:  unade las narracionesbreves de la autora. Diez negritossigueatrayendomágicamenteporsuextrañaeinimitableoriginalidad. La  telarañafue, en  su  día,  y  lo ha  seguido  siendoentodassusreposiciones,unodelosmayoreséxitoscon­seguidosporAgathaChristieenelteatro;perfectamenteestructuraday  con  una  espléndida  creación  de  personajes,en muchos aspectos quizás es superior a la que se ha mantenido tanto tiempo en cartelcomo estreno  perenne  y riguroso.Lavisitainesperada-escritadirectamentepara  elteatro- es igualmente  espléndida.  En ella  se  ponen  en  juegolosrecursosescénicosconuna  maestría  sin  igual,  deformaque Christieseconsagraenellacomo  autora  dramática degran categoría. Coartadaperfectaes obra  prime­riza; corresponde a lafamosa novela El asesinato de RogerAckroyd, celebérrima  tanto  por su  planteamiento  como  porsu solución. En ella hubo un errorfundamental, cualfue elintentoimposible  de  llevar  a  la  escena  a  Hércules  Poirot,unHérculesPoirot,nohayque  olvidarlo,  que  en  el  momentoenqueseescribióestaobra,1928,estabaaúnalgo desdibujado.Digamos,  como  anécdota,  quefue  encarnadoen el estrenopor el genial actor Charles Laughton, a quiendifícilmentelogramosimaginaren  esepapelde  Poirot,pruebade la indefinicióndeltipoen aquelentonces.Protagonistadenovelas,eldetectivebelgasediluyecomopersonaje  dramático,  poniendo  así  una vez  más en evidencia  que  lo  auténticamente  teatral  de  las  obras  de Christieno es lo accesorio, sino lo másprofundo de la trama. Final­mente, Asesinato en la vicaría correspondea la noveladelmismotítulo,publicadaen1930,enlaqueaparecía  porprimera  vez  miss  Jane  Marple.  Aquí  sí  que  el  encanto  delaingeniosayamableviejecitacobraenlaescenaunaparticularrelevancia,aunacostadetransformarse  sutil­mente.
En segundo lugar, la presente selección posee el méritoindeclinable de insistir y poner de relieve esa cualidad decisiva de la obra literaria de Agatha Christie a que venimoshaciendo referencia. La ya citada «plasticidad» de las situaciones creadaspor la autora  se  echa de ver  sobre  todo enel momento en que se escenificany se estructuranen elatractivomarcoteatral.Labellezadelatramaapareceprincipalmente cuando se trata de manifestarla en un sentidomuyprecisoyconcreto.Porestohayquealudiraquía un error común que suele cometerse aún hoy en día conrespecto a la apreciación de la obra de arte. Son muchostodavía los que se empeñan en abrirse a la bellezapor lasignificación ideológica que se encierra en la esfera de lasensibilidad.Así, la constatación«no quieredecirnada»parece  bastar la mayoría  de las veces  para desacreditaruna obra teatral o cinematográfica. ¿Qué quiere decir SamuelBeckettcon Esperando a Godot? ¿Quéquiere decirAlfredHitchcockconFrenesí?No obstante, en laépocamoderna esta contraposición platónica entre idea y materiaesalgoyaimposible.Ensentidoestricto,aquello  quedespuésdelfindelplatonismo,  sigue  experimentándosecomo elmanifestarse  de lo bello, como  lo bello  mismo, nose identifica en modo alguno con lo que antes se denominaba formalidad  o inteligibilidad. La idea, sea cual sea, noes la esencia de la belleza. Lo que ahorase experimentacomobello,comoloqueaparecebello-contodalaambivalencia  que  encierra  la  palabra  «aparecer»-, no  es  ya  nielexistentedesdobladoenmateriaeidea,nisuresiduomaterial,  sino  el  existente  mismo   y  quizás  incluso   el  seren  su coherente  unidad  y  fugaz  existencia.  La  experienciadeAlbert Camús,porejemplo, loponeclaramentedemanifiesto.EnsuDiariode  a  bordo  relata  la  percepción  interiordeunanoche.Noemplealapalabrabelleza,perodescribeunabellezacasiindescriptiblealaquedenomina «dulce temblor del ser»: «Medianoche. Solo, a la orilla. Es­peraré aún un poco y luego me iré. El cielo mismo guardasilencio con todas sus estrellas, como paquebotes defuegoque en el  mundo entero alumbran  a estas horas  las oscuras aguas de lospuertos. La lejanía  y el  silencio  pesansobre el corazón. Un amor turbulento, una gran obra, unaacción decisiva, una idea feliz causan a veces la misma angustia insoportable, acompañada de una irresistible seducción. Dulce temblor del ser. Dulce, excitante cercanía delpeligro, cuyo nombre nos es desconocido». Esta experienciade la belleza  que se encuentra  no detrás sino dentro  mismode las  cosas  y de los  fenómenos  mundanos  (bien sean losde la naturaleza, los de la técnica o los de las relacioneshumanas) es lo que ha de presidir y determinar la aproximación a las obras teatrales de Agatha Christie. No se tratade querer abrirse a la belleza por la «significación ideoló­gica» que se encierra en la esfera de la situación criminaldescrita. Desacreditarlas en este sentido significaría poseeraún acceso alplatonismo.Por  el  contrario,  quien  tengaunaexperiencianoanacrónicaoatemporaltendráqueaceptar la belleza intrínseca al fenómeno de una situaciónoriginal  y de una  peripecia extrañamente  única. De lo quese trata precisamente es de experimentar la estética de latrama.Loque  aparece  bello -con  toda  la  ambivalenciarealy teatral  que  encierra  la  palabra  «aparecer»-  no esya ni la situación desdoblada en materia e idea, ni su residuoformal, sino la misma situacióny quizás incluso latramaen su coherenteunidadyfugazexistencia.  En  elmarcocriminaldelamedianoche,enlasoledaddequiense encuentra a la otra orilla de la benignidadhumana, setrata de esperar un poco y luego marcharse para sentir lalejaníayelsilencioquepesansobreelcorazóndespués de unfenómenotan inquietante. Como un amorturbulento,como  una  gran  obra,  como  una  acción  decisiva,  tambiénlas situacionescreadas  por  Agatha Christie  causan la  mismaangustiainsoportable,acompañadadeunairresistibleseducción. Testigo de cargo, Diez negritos. La telaraña...todas las obras de Christieprovocan  un  dulce  temblor  delser, unadulceyexcitantecercaníadelpeligro, cuyatraducción ideológica  nos es desconocida.  Por esto la  falsedadde la  pregunta  de  Edmund  Wilson  se revela  igualmente  enelhecho de que apuntasólo a la superficialidaddel cono­cimiento. «Saber»quién  mató a Roger  Ackroyd  no se  agotaen elcaso de  la obra  de  Agatha  Christie  en un  mecanismode inteleccióny de captación ideológica. Quien siga conservando  su  sentido  abierto  para  con  la  esencia  de  la  obrade arte, quiensepapercibir  el  dulce  temblor  del  ser  y sentirla angustiainsoportabley la irresistibleseducciónqueprovoca la estética de la trama, disfrutaráy sepreocuparátambiénde«saber»quiénmatóaRoger  Ackroyd  simplementepor la belleza de su coherente unidady de sufugazexistencia.
Alpresentar,pues, la obrapolicíaca deAgatha Christie,hemoscreídoqueseríaunfielexperimentoaducirprecisamentesus obras escritas exprofesopara elteatroylasadaptacionesescénicas -realizadasporellamisma- desusnovelasmásrelevantes.Lagrancualidadyelinmensovalorde sus creacionesliterariasseponenpatentementedemanifiestoen  su «teatralidad»,  ya  que  se  trata  sobre  todo  dela bellezaplástica de la situación. Si en sus novelas, tantasveces  reeditadas,  cabía  pensar  que  los  elementos  clásicosde la novela-enigmay el caráctervictoriano de  sus  personajes  tendían a  postergar  de un  modo u otro a la  famosísimaautora inglesa, ensuteatro  se  echa  de  ver  claramenteque la verdadera originalidadde suproducciónsigueper­durandoporencimadeltiempo.Inmóviltodavía, elegante,continúaadornandouno de losmásbellos  lugares  del  géneropolicíaco.Poresto, no sinrazón, sigueatrayendolasgrandesmasasde las artesplásticasmás expresivasy populares:elcineyelteatro.
Enlafamosaobra  de Jean Cassou  Panorama  de  lasartesplásticascontemporáneasseleeestepárrafoenor-mementesignificativo: «Lanovelapolicíacaesungéneromenospreciado  al  que  se  niega  un  puesto  en  la  literatura.Ycon  razón:  la  novelapolicíaca,  afortunadamenteparaella, no tienenadaque ver con aquelloen que  se ha con­vertido  la  literatura.  Su  mérito,  por  el  contrario,  consisteen acercarse al ciney, como él, actuar  por la imaginaciónsobre  la imaginación».  En  el  caso  de  la creación  literariade Agatha Christie, estaspalabras adquierenparticular ver­dad  y resonancia.  Si los ejemplos  pueden  multiplicarse  eneste sentido (bastapensar en William Irish, Raymond Chandler,PatriciaHighsmith),lacolosalobra  de  Christieseimponecomounhechoúnicoydecisivo.Siala  novelapolicíacaselasigueconsiderandocomoungéneromenospreciadoquenotieneunpuestoen  la  literatura,  conAgathaChristiecomprobamosquesuméritoconsisteenacercarsealasarteseminentementeplásticasdelamodernidad.Actuandoporla  imaginación  sobre  la  imaginaciónabase