Cómo ser un chico - DR. Ranj - E-Book

Cómo ser un chico E-Book

DR. Ranj

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Navegar por los mensajes confusos que te rodean mientras creces puede ser difícil. En un mundo en el que todos parecen tener una opinión sobre lo que significa ser varón, el Dr. Ranj está aquí para asegurarte que no hay una sola manera de ser un chico, solo una manera de ser fiel a ti mismo.

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Seitenzahl: 130

Veröffentlichungsjahr: 2024

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¿ALGUNA VEZ HAS HECHO ALGO QUE NO TE GUSTA SOLO PARA ENCAJAR EN TU GRUPO DE AMIGOS?

¿TE CUESTA DECIRLES A LOS DEMÁS CÓMO TE SIENTES?

¿TE GUSTARÍA QUE HUBIERA MENOS PRESIÓN SOBRE TI POR SER VARÓN?

 

 

Navegar por los mensajes confusos que te rodean mientras creces puede ser difícil. En un mundo en el que todos parecen tener una opinión sobre lo que significa ser varón, el Dr. Ranj está aquí para asegurarte que no hay una sola manera de ser un chico, solo una manera de ser fiel a ti mismo.

Para Rohan, Sajjan, Veer y Oscar

Índice

Introducción. ¿Tengo lo necesario?1. La palabra M2. Todos necesitamos aliados3. Así son los chicos4. Ama la piel que habitas5. Derribando barrerasConclusión. Tu completo túÍndice temáticoAgradecimientos

¿TENGO LO NECESARIO?

¿Alguna vez te preguntaste qué significa realmente “ser un hombre”? Es algo que me he preguntado toda mi vida. Siempre escucho a la gente decir cosas como “Sé un hombre” o “Así son los chicos”, pero ¿a qué se refieren exactamente? ¿Creen que ser un chico o un hombre significa tener que verse de una determinada manera o ser bueno en determinadas cosas? ¿Solo puedes ser hombre si te comportas de cierta manera?

¿Qué crees TÚ?

No somos las únicas personas que pensaron esto. De hecho, es una pregunta que ha pasado por la cabeza de algunos de los pensadores más famosos de la historia. Por ejemplo, Albert Einstein era una persona bastante inteligente, ¿verdad? Probablemente, tenía la mente científica más sofisticada que la humanidad jamás haya visto. Sus teorías y sus cálculos nos permitieron expandir nuestro conocimiento de la física, el universo y prácticamente todo lo que hay en él. Pero ¿sabes en qué más se pasaba tiempo pensando?

“INTENTA NO CONVERTIRTE EN UN HOMBRE DE ÉXITO, SINO EN UN HOMBRE DE VALOR”.

 

¡Es un tema con el que incluso los científicos más famosos del mundo se han tomado la cabeza!

Si tuviera una moneda por cada vez que me senté cuando era pequeño y me pregunté si era lo suficientemente “hombre”, sería millonario. Bueno, quizás no millonario, pero sí tendría mucho más dinero para gastar en cosas geniales. Porque no siempre me gustaron las mismas cosas que a los otros chicos de mi clase (como el fútbol o la Fórmula 1). Tampoco me elegían para ser el capitán de algún equipo. De hecho, siempre me elegían último, porque no era bueno en los deportes. Y, a menudo, sentía que debía haber algo mal conmigo.

Ahora sé que toda esta preocupación sobre cómo ser un chico es TAN innecesaria, porque tú eres quién eres y ¡eso está perfectamente bien! El asunto es que, todos nosotros, sin importar qué tan varoniles o masculinos nos veamos (o no), nos hemos cuestionado a nosotros mismos y preguntado si somos como deberíamos ser. Entonces, cualquiera sea la razón por la que tomaste este libro, voy a explorar contigo todo esto, y juntos encontraremos algunas respuestas a esas preguntas que tienes en la cabeza. Quién sabe, ¡quizás te sorprenda lo que termines descubriendo!

¿Por qué tanto escándalo?

Si la gente viene hablando de estas cosas desde hace tantos años, ¿por qué decido escribir este libro ahora? La verdad, por dos razones. La primera es porque el tema sobre cómo deberían ser los chicos y los hombres empieza a ser un tema mucho más recurrente en toda clase de lugares. Puede que te hayas topado con discusiones sobre esto en la televisión, en la escuela o en las redes sociales. Hay muchas opiniones dando vuelta y por eso es importante que estés informado y puedas tener tu propia opinión.

La segunda razón es que también escuchamos muchas noticias sobre hombres que no se comportan bien, que atacan o lastiman a otras personas verbal y físicamente. A veces, las personas dicen que esto es producto de los problemas que trae la “masculinidad tóxica”. Puede que creas que sepas lo que significa la “masculinidad”, eso que describe cómo debería ser un hombreo o un chico. Aun así, cuando la gente habla de “masculinidad”, a menudo es porque algo malo ha ocurrido. Y eso puede hacernos creer que esta es una mala palabra.

¿ESO SIGNIFICA QUE ESTÁ MAL SER MASCULINO?

 

¡Claro que no! Hay muchas cosas brillantes sobre la masculinidad, solo si podemos ajustar nuestra manera de pensar. Lo otro importante a resaltar es que no todos los hombres o chicos son masculinos (ni tienen que serlo), al menos no en el sentido tradicional de la palabra.

Ahora mismo, mientras creces, es el mejor momento para empezar a hablar sobre esto. Esta época crucial y mágica de la vida moldea la clase de hombre (o persona) que serás. Este libro te ayudará a convertirte en un maravilloso adulto, pues te animará a reflexionar sobre lo que se necesita para ser amable, bueno y responsable en el mundo de hoy. Durante mucho tiempo, los chicos quedaron abandonados para resolverlo todo por sí solos. ¡Pero ahora ya no tienen por qué hacerlo!

El viaje comienza aquí

Ahora mismo, lo más importante es que entendamos esto: sin importar lo que te hayan dicho, el primer paso para ser un gran chico u hombre es ser quién eres y respetarte por eso. Este libro va a desarmar todas tus inseguridades sobre “ser un hombre” y te mostrará por qué no tienen que estresarte.

Discutiremos sobre por qué la masculinidad no se trata de satisfacer ningún ideal de hombre que esté escrito en piedra. Quiero mostrarte que la masculinidad puede tomar diferentes formas y, por sobre todas las cosas, ser algo positivo. Puede ser algo que nutramos, celebremos y promovamos en todas sus formas y colores.

Toma mi ejemplo: pasé de ser un chico que fingía que le gustaba el fútbol porque a todos mis amigos les gustaba, a un adolescente que sentía que era demasiado sensible y emocional para ser un chico maduro, a un hombre que se siente orgulloso de decir que le gustan los trajes elegantes, bailar y usar cosas brillantes. En mis más de cuarenta años en este planeta, aprendí mucho sobre lo que realmente significa ser un chico o un hombre.

Vamos a desarmar lo que significa ser un chico y ayudarte a construir quién realmente eres y cómo ser tu mejor versión, a tu manera, sin importar cuál sea. Considera este libro un compañero personal que te enseñará sobre ti mismo y te guiará a través de los desafíos de la vida, alentándote a que siempre pienses y te comportes con positividad, como un antídoto para la llamada masculinidad tóxica. Te mostraré que la clave de todo esto es tan sencilla como un poco de amabilidad, hacia ti mismo y hacia los demás. También les pedí algunos de mis amigos y amigas que me inspiran que te compartan algunas de sus ideas y consejos. Y destaqué a varias personas increíbles que hacen cosas fantásticas en el mundo.

Entonces, ¿por qué deberías leer este libro? ¡Porque es absolutamente FABULOSO y va a cambiar tu vida, claro! Bueno, espero que lo haga. Y si no lo hace, te dará un inmenso subidón de confianza. Además, te permitirá pensar más sobre quién eres, cómo te sientes y cómo te expresas. No tienes que leerlo todo en una sentada. Lee un capítulo a la vez y tómate algo de tiempo para pensar después de leerlo. Juntos vamos a derribar barreras y empezar a pensar quién somos realmente y quién queremos ser.

¡COMENCEMOS!

 

 

1 LA PALABRA M

Empecemos por definir la masculinidad.

Si tomamos el diccionario y buscamos esta palabra, dice algo como: “Cualidad de masculino”. Y si buscamos masculino, dice: “Perteneciente o relativo al varón”. Pero ¿qué significa esto?

Empecemos con una serie de desafíos. Primero, busca una hoja y escribe cuál de las siguientes cualidades asociarías con ser un chico o un hombre. Adelante, esperaré.

La “escala de masculinidad”

Luego dibuja una línea horizontal en una hoja de papel. Escribe un 0 a la izquierda de la línea y un 10 en el otro extremo de la línea. Esta es nuestra “escala de masculinidad”. Ahora toma todas las cualidades de la página anterior y ubícalas en algún lugar de esta escala dependiendo de qué tan masculina crees que sea esa palabra (0 para la menos masculina y 10 para la más masculina). Aquí hay un ejemplo:

Aquí no hay una respuesta correcta o incorrecta. Este ejercicio está diseñado para hacerte pensar. Es solo una manera divertida de explorar cuál es nuestra definición de masculinidad y por qué. Por ejemplo, nos permite ver que hay muchas palabras diferentes para describir a la masculinidad y que no todos usamos las mismas palabras. Y puede que decidas que ciertas palabras son más masculinas que otras, pero otra persona podría ponerlas en un orden completamente diferente. Cualquiera sea el orden que elijas, recuerda: TODAS estas palabras pueden usarse para referimos a la masculinidad.

Entonces puedes ser un chico/hombre y tener CUALQUIERA de estas cualidades que enumeramos. Asimismo, no tienes que ser solo un chico o un hombre para tener alguna de estas cualidades; ¡muchas chicas y mujeres también tienen estos atributos!

Ahora piensa otra vez sobre tu respuesta a la primera pregunta que te hice… ¿Las cualidades que elegiste te recuerdan a alguna persona en particular? Considera a los chicos y hombres que conoces: ¿qué cualidades tienen? Cuando empiezas a pensar en eso, descubrirás que todos ellos son diferentes y tienen distintas cualidades.

Ese es el punto: la masculinidad no es algo fijo o establecido y no es igual para todos. Varía dependiendo de las personas y a qué nos estemos refiriendo. Es mucho más que lo que la sociedad nos dice que debería ser. ¡Sí, vamos a dar vuelta todo lo que creías sobre la masculinidad!

Una breve historia de la masculinidad

En este momento, probablemente estés pensando:

¡ESPERA, RANJ, NO PUEDES INVENTAR LO QUE SIGNIFICA SER UN CHICO O UN HOMBRE!

Bueno, eso es exactamente lo que los humanos han hecho a lo largo de la historia.

Empecemos por el principio. Los neandertales eran unos viejos parientes evolutivos de los humanos modernos que deambularon por la tierra hasta hace casi cuarenta mil años atrás. Búscalos en algún libro o en internet y verás una imagen típica: el hombre casi siempre aparece con una especie de herramienta o arma y se ve como un tipo robusto; mientras que la mujer cuida a su hijo y se la muestra a cargo de la crianza. Incluso hasta hoy en día las personas usan la palabra neandertal para describir a un chico u hombre con un comportamiento bruto. Pero ¿era realmente así?

Durante mucho tiempo, hemos asumido que los neandertales tenían diferentes roles o trabajos según su sexo biológico, es decir, según cómo nacieron (sus genitales). Siempre creímos que esos trabajos estaban determinados por sus características físicas o conductuales: los hombres eran cazadores y las mujeres eran recolectoras. Sin embargo, nuestro entendimiento sobre lo que realmente hacían cambió cuando observamos detenidamente los fósiles de sus dientes.

¿Cómo? Bueno, los neandertales usaban sus bocas y dientes como una tercera mano y, al observar el patrón de desgaste en ellos, ¡pudimos ver que usaban sus bocas para muchas cosas distintas! Si bien por lo general vemos a los hombres caracterizados como cazadores en la cultura popular, sus fósiles sugieren que los dos géneros compartían muchas actividades y las mujeres también salían a cazar tanto como los hombres. Entonces, ese supuesto “comportamiento masculino” definitivamente no está restringido solo para los hombres.

Ahora, avancemos decenas de miles de años hacia Esparta, donde los roles de los chicos y las chicas cambiaron nuevamente. Esparta era el hogar de una sociedad guerrera que se volvió una fuerza dominante en Grecia alrededor del año 400 a. C. Los espartanos a menudo son representados como guerreros robustos, atléticos y musculosos. Todos los chicos saludables ingresaban al régimen de educación militar desde los siete años. Esto alentaba la valentía, la perseverancia, el autocontrol y la obediencia. Una vez que crecían, también se esperaba que lucharan para proteger a su pueblo. Hasta ahí, muy machos. Sin embargo, los hombres espartanos estaban muy en contacto con sus emociones y a nadie la hubiera sorprendido encontrarse con un hombre llorando en esa época. Y si bien las chicas no estaban obligadas a recibir entrenamiento militar, recibían educación y, una vez que crecían, estaban a cargo de gestionar la tierra y la propiedad. Entonces, si bien no se esperaba que las mujeres pelearan, eran líderes y tenían autoridad y poder dentro de su sociedad. Interesante, ¿verdad?

Para cuando llegó la época del Imperio Romano (desde el 27 a.C. al 476 d.C.) nos encontramos con una sociedad muy diferente. Los seres humanos habían evolucionado mucho de sus ancestros prehistóricos y sus ideas sobre lo que significaba ser hombre también habían cambiado. Ahora los hombres eran líderes, políticos, doctores y jefes de los ejércitos (entre otras cosas), mientras que las mujeres eran principalmente esposas y madres. La balanza del poder se había inclinado notablemente hacia el lado de los hombres.

Saltemos varios cientos de años otra vez hacia la época victoriana, alrededor del siglo XIX. A esta altura, el rol de los hombres y las mujeres, y las cualidades que se esperaba que tuvieran, estaban muy definidas y eran prácticamente opuestas. Los chicos y los hombres solían ser líderes fuertes y luchadores que no mostraban ni hablaban de sus emociones, y se esperaba que las chicas fueran calladas y delicadas, mientras se preparaban para convertirse en mujeres que cuidarían la casa y los hijos.

La masculinidad alrededor del mundo

Esa es una breve historia de cómo era ser chico u hombre en la sociedad occidental. Sin embargo, es solo una parte del panorama completo, después de todo, ¡no todos vivimos en occidente! Las diferentes culturas alrededor del mundo tienen sus propias ideas sobre la masculinidad. Miremos algunas de ellas…

En la antigua India (donde vivían mis ancestros), los hombres y mujeres tenían tareas específicas como en otros lugares, pero las reglas en torno al género eran menos estrictas. Su sociedad tenía un tercer género, llamado hijra. Mis ancestros reconocían que las personas podían ser hombres, mujeres o algo más. Las personas que componían este tercer género por lo general nacían hombres, pero vestían ropa tradicionalmente femenina y tenían sus propias responsabilidades, como ser figuras espirituales o religiosas.

También se puede ver esta concepción más abierta del género en otras partes de la cultura india. En la antigua India, se reconocía que los hombres y mujeres compartían atributos. ¡Si tomamos la religión hindú y la mitología, encontraremos figuras, dioses y diosas que muestran características tanto “masculinas” como “femeninas”! En algunas corrientes del hinduismo, la deidad Shiva se muestra y describe tanto con atributos masculinos como femeninos.

Ya sé que se vuelve un poco más complicado aquí, pero exploraremos lo que queremos decir cuando hablemos de género más tarde. Pero la antigua India no es el único lugar donde surgía la idea de otros géneros o que los hombres y mujeres compartieran cualidades.

Muchas comunidades indígenas de América del Norte reconocen a las personas como más que solo hombres y mujeres. De hecho, algunas de estas culturas tienen al menos cuatro géneros (femenino femenino, femenino masculino, masculino femenino y masculino masculino). Estas personas creyeron durante siglos que los chicos y los hombres pueden tener cualidades tradicionalmente masculinas y femeninas, algo que también llaman “dos espíritus”.

Masculinidad en la actualidad

Bien, probablemente te estés preguntando de qué manera todo esto se conecta con lo que significa la masculinidad y ser un chico. Tal como pudimos observar en nuestro rápido viaje a través de la historia, a menudo se esperaba que los chicos cumplieran ciertos roles solo porque eran chicos, como ser más físicos o estar a cargo. Y también era igual para las chicas, que se suponía que fueran más cariñosas. Muchas personas todavía piensan de esa manera hoy en día. Estos son los que llamamos ESTEREOTIPOS DE GÉNERO