5,99 €
¿Alguna vez has imaginado los primeros cuentos de hadas adaptados a la actualidad? Cuando lo pensé, mi imaginación voló hasta tal punto que unió cada cuento en uno solo. Y así fue cómo nació esta corta novela, cuya historia pretende reflejar la crueldad y sufrimiento de los habitantes de nuestra época, lo que muchos de nosotros hemos hecho de la vista gorda en más de una ocasión.
Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:
Seitenzahl: 65
Veröffentlichungsjahr: 2018
Denise Aylén Papalato
Como un cuento
de hadas...
Denise Aylén
Como un cuento de hadas... / Denise Aylén. - 1a ed . - Ciudad Autónoma
de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2018.
70 p. ; 20 x 14 cm.
ISBN 978-987-761-366-7
1. Novela. I. Título.
CDD A863
Editorial Autores de Argentina
www.autoresdeargentina.com
Mail: [email protected]
Ilustración de portada: Celeste Yuliana Papalato
Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723
Impreso en Argentina – Printed in Argentina
La vida no es de color rosa. Siempre habrá obstáculos que buscarán impedir que llevemos a cabo nuestros objetivos, pero hay otra ruta esperando a que la recorramos para terminar lo que una vez empezamos. Nunca bajen los brazos, sigan adelante sin importar cuán difícil sea. Todo esfuerzo tiene su recompensa.
Quiero dedicarles este libro como un gesto de agradecimiento a mis profesores y a mi preceptora, por darme ánimos y ayudaron con las editoriales para alcanzar mi sueño.
Gracias a la editorial, por darme la oportunidad de compartir esta historia y poder transmitir mi mensaje a cada uno de los lectores.
Gracias a las personas que considero grandes amigos, a pesar de estar separados por la cruel distancia, por aguantar mis charlas sobre mis proyectos, darme sus opiniones y apoyarme. Siéndoles sincera, jamás creí conocer a personas tan maravillosas como ustedes, y estoy muy feliz de tenerlos.
Gracias a los usuarios de la plataforma Wattpad, que han estado leyendo esta historia y han dejado sus comentarios en cada capítulo que iba actualizando. Si bien no son muchos, prefiero la calidad antes que cantidad, y les agradezco por brindarme su tiempo.
Gracias a mi familia, por darme su apoyo y por acompañarme en este largo y difícil camino. Me alegra saber que juntos conocimos un nuevo mundo.
Gracias a la persona que considero alguien muy importante, quien ha estado conmigo desde mis comienzos en la literatura –incluso antes– y ha sido hasta mi corrector y consejero a la hora de enseñarle algunos fragmentos de mis trabajos y contarle mis decisiones. Muchas gracias por soportarme, por brindarme todo tu apoyo, tus ánimos y estar cuando más te necesité.
Capítulo 1
La Bella Durmiente
Un día como cualquier otro, el sol radiaba con fervor y el cielo celeste se dejaba contemplar. Algunas nubes hacían presencia. Era más que seguro que la tormenta no haría de las suyas por el momento. Un día perfecto. Al menos eso se pensaba…
Una adolescente, cumplido los dieciséis años, asistía al colegio a la hora puntual. Sus calificaciones eran buenas. Sus amistades eran envidiables, al igual que su vida: hija de padres ricachones. ¿Quién no quisiera tener esa vida? ¿Quién no quisiera tener una amiga como ella? ¡Vamos! Todos hemos soñado con alguna de las dos preguntas, nadie puede negar eso. Y si lo hiciera, es un mentiroso. Cuando hay dinero, todos vamos hacia él.
—¡Ya me voy! —avisó la chica de cabello rubio como el oro.
—¡Qué tengas buen día! —dijo el padre, quien estaba leyendo el periódico en la cocina.
—Ten cuidado afuera —comentó la madre, lavando los platos.
Talía, una vez fuera de la casa, fue en dirección a la parada del autobús, sin prisa alguna. Sacó su celular del bolsillo de su bolso y revisó los mensajes que iban llegando de sus amigos (si es que se pueden considerar amistades, puesto que ninguno de ellos estaría presente en el hospital). Respondía uno en uno, observando de vez en cuando por dónde caminaba. A una calle de la parada, no se había despegado del aparato en ningún momento. Ni siquiera cuando tocaba cruzar la calle. ¿Quién hubiera pensado que solita se condenaría al sueño eterno?
La ambulancia llegó como si el mismo Flash la condujera, la subieron a la camilla con sumo cuidado y fueron rumbo al hospital. Los padres fueron informados del accidente y uno de los doctores les formuló una serie de preguntas respecto a su primogénita. Como tipos de alergias, algún tipo de enfermedad que padeciera, y esas cosas.
Como se dijo antes, ninguno de sus amiguitos se presentó al establecimiento, mucho menos cuando supieron de la noticia. ¿Grandes amigos? ¡Por supuesto que sí! Cuando les conviene.
Una tarde, el doctor King tenía anotado en su agenda VISITAR A LA PACIENTE BASILE, la joven que yacía dormida en la camilla del hospital gracias a su mal uso de la tecnología que llevaba en sus manos en vez de cuidar su propia vida. Terminó de ingerir los alimentos de la cafetería, que consistían en una taza de café cortado y unas tostadas, guardó su celular en el bolsillo izquierdo de su bata blanca y fue rumbo al segundo piso, tomando el ascensor, y buscó la tercera habitación.
El profesional ingresó al cuarto y conoció, una vez más, a la bella durmiente en persona. Se acercó y comenzó a chequear su cuerpo, procurando que todo estuviera en orden después de aquel accidente. A pesar de tener algunos huesos fracturados y sus ojos ocultos por sus párpados que no iban abrirse por mucho tiempo, posiblemente nunca, su poesía nunca desaparecería. Acabado su labor, anotó en el expediente clínico, que se encontraba en el pie de cama, el estado de la paciente. Pero no acabó ahí mismo. La lujuria lo jugó en contra, descargando su apetito voraz en la pura e inocente alma.
Pasados los meses, el vientre de la muchacha no dejaba de crecer con el paso del tiempo. La examinaron, pensando que podría tratarse de un bloqueo gástrico, hasta que uno de los doctores se le ocurrió determinar un posible embarazo... y fue así. Recordando su llegada al establecimiento y la declaración de los padres, su cuerpo no había demostrado un índice de haber tenido contacto masculino. Era como llegar virgen al altar, salvo que en esta ocasión era a una cama del hospital.
Cumplido los nueve meses, dio a luz a dos niños, un varón y una mujer, y estuvieron bajo el cuidado de las enfermeras y doctores mientras que la madre continuaba en su letargo, del cual no despertó jamás.
En la verdadera historia, sí, La Bella Durmiente fue visitada por un Rey que depositó su semilla dentro de su ser. También es cierto que dio a luz a dos gemelos, varón y mujer, quienes la rescataron de su letargo al extraerle la espina tras confundir su dedo con el pezón. Y también es cierto que los cuatro vivieron felices para siempre (a pesar de que la esposa del Rey quería vengarse, dándole de comer a su esposo los restos de los niños en la cena y quemar a la princesa).
Es una pena que esta pobre chica y sus pobres niños no corrieran la misma suerte.
Capítulo dos
Hansel y Gretel
Los niños conocieron por primera vez el orfanato, donde permanecieron siete años hasta que dos adultos, que no podía engendrar hijos por la cruel esterilización, adoptaron a ambos y, por primera vez, conocieron el significado de «mamá» y «papá».
Sin embargo, la felicidad no duró mucho, pues al cumplir los diez años de edad, debido a la carestía que sufría el país, sus padres perdieron el empleo y no era sencillo conseguir otro. La comida apenas alcanzaba para el día y la noche. Apenas había ropa sana y limpia para vestir. Estaban cayendo en la pobreza poco a poco.
Los pequeños salieron a trabajar a la calle, pidiendo limosna mediante trabajos como limpia parabrisas y cuidadores de coches, trabajos «menores». ¿Y los padres? Ninguno de ellos hacía lo que sus hijos, al contrario; los papeles se habían invertido.