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Dejar plasmado en letras un lapso de tiempo de vida, donde hay muchas historias para contar, algunas tan hermosas como amaneceres cálidos, disfrutando una rica taza de café con leche, y otras tan dramáticas que solo una mente calmada y fría podría entender cómo se es capaz de superar. Son cuentos cortos en forma de crónicas y comienza como una nueva etapa de vida, después de una larga aventura patagónica, ya era tiempo de dejar atrás el correr, la soledad, el frío, el viento, la tierra en el aire, la escarcha, la nieve, las ruedas del auto con clavos, los guanacos, las maras, las liebres, los choiques, las largas distancias para llegar a algún lado. Esta etapa de médico rural fue una de las impactantes de mi vida.
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Seitenzahl: 63
Veröffentlichungsjahr: 2025
MARCELA LOPEZ
Lopez, Marcela Crónicas de un médico en zona rural / Marcela Lopez. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2023.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-3559-7
1. Relatos. I. Título. CDD 610.92
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
PRÓLOGO
CONTACTO
LA LLEGADA
BETO
VIDA TRANQUILA
VOS ESCONDÉS ALGO
LA CHANCHA
ABUELOS
LA ABUELA ABANDONADA
LA AMBULANCIA
LAS GUARDIAS
EL GRUPO DE WHATSAPP
INTERACCIÓN CON LA GENTE DEL PUEBLO
DAINA
LA CASA
NUEVOS PROFESIONALES
EL DELEGADO MUNICIPAL
LA OTRA MÉDICA DEL PUEBLO
AFIP
LA CASA DE DISNEY
LA GOTA QUE REBALSÓ EL VASO
LA DESPEDIDA
LA REFLEXIÓN
Me entusiasmó mi marido a dejar plasmado en letras este lapso de tiempo de mi vida, tengo muchas historias para contar, algunas tan hermosas como amaneceres cálidos disfrutando una rica taza de café con leche y otras tan dramáticas que solo una mente calmada y fría podría entender como fui capaz de superar.
Este lapso de tiempo, comienza como una nueva etapa de vida, después de una larga aventura patagónica ya era tiempo de dejar atrás el correr, la soledad, el frío, el viento, la tierra en el aire, la escarcha, la nieve, las ruedas del auto con clavos, los guanacos, las maras, las liebres, los choiques, las largas distancias para llegar a algún lado.
Esa etapa quedó en memoria para el resto de mi vida, lo volvería a hacer pero solo como turista.
Ahora solo deseo estar tranquila, levantarme cada mañana, caminar algunas cuadras hasta el centro asistencial donde practicar la medicina, volver a casa, encontrar una casa linda, limpia, un plato de comida y la compañía de mi marido y de mi perro.
Es mi profunda intención poder ayudar a la comunidad donde pertenezco ahora, no solo desde lo médico sino desde la experiencia de tantos años de profesión como así también desde lo humano, colaborando como un oído que escucha las nuevas historias que me depara el destino.
Estas historias, estos acontecimientos y relatos son los que me mueven a expresar en letras y dejar mi testimonio, mi impronta en la localidad de CLARAZ.
No ha pasado mucho tiempo desde que llegamos al pueblo hasta que comienzo con este proyecto, pero venía tan acelerada, por tiempos pasados, que han sucedido muchos momentos, eventos y situaciones que deseo compartir con todos aquellos que puedan leer estas líneas.
La identidad de todos los personajes ha sido modificada para evitar cualquier tipo de reclamo.
Una tarde de octubre de 2020 estaba en el departamento de Puerto Deseado, provincia de Santa Cruz, hablando por teléfono con mi marido, ya hacía siete meses que no nos veíamos, la pandemia del Covid-19 nos separó, yo quedé en la provincia de Santa Cruz y él en la provincia del Chubut, no podíamos cruzar de un lado para el otro sin hacer los 14 días de cuarentena de ida y 14 días de vuelta, no podíamos dejar nuestros trabajos. Pero durante la charla mi marido me pregunta qué iba a hacer yo, y le comenté que me quería quedar en Puerto Deseado, él no quería ir a vivir a ese lugar, y no quería ir a vivir a Comodoro Rivadavia, fue luego de esta charla que él me dice: M-yo no quiero quedarme solo aquí en Comodoro, si voy a quedarme solo prefiero ir a otro lado, y no precisamente a Puerto Deseado, yo me voy a Mar del Plata. Yo ante esta situación me sentí muy presionada, yo quería estar con él, pero en Comodoro era imposible, él no quería venir conmigo a Puerto Deseado, yo estaba muy bien económicamente en Puerto Deseado, pero muy sola también.
Después de pensar, hablar con mis amigas de toda la vida, con mis padres y hermanos, todos me dijeron lo mismo “basta de tu aventura patagónica, trata de comenzar a vivir una vida tranquila”, tomé la decisión de salir de Puerto Deseado, encontrarme en Comodoro Rivadavia con mi marido y de allí ver para dónde salir. Estaba más que claro que en la Patagonia ya no íbamos a estar.
Fue cuando llegué a Comodoro Rivadavia, que comencé a hacer llamados al Colegio de Médicos de Mar del Plata, ese iba a ser el nuevo destino, mi marido quería salir de la Patagonia y se iba a mudar sin tener trabajo, renuncia a la empresa en la que estaba muy bien posicionado, y se trasladaría a Mar del Plata a una nueva aventura. Yo por mi lado no puedo salir así nada más, necesitaba la tranquilidad de un empleo, un lugar, un sueldo.
Luego de varias llamadas y recomendaciones del Colegio Médico que analicé las propuestas de trabajo que estaban cargadas en la web de la bolsa de trabajo. Marco el número de teléfono de la unidad sanitaria de Claraz, allí comenzó mi primer contacto con la localidad.
No me voy a olvidar más ese día, era la emoción de hablar para solicitar el puesto de trabajo de médico generalista de la unidad sanitaria y conseguir un trabajo que nos permita mudarnos.
Cuando atienten el teléfono, del otro lado de la línea, una voz femenina que habla, con quien me presento como la Doctora Marcela López y que estaba llamando por el puesto de médico de la sala de atención primaria, inmediatamente después de terminar de hablar, la voz femenina me dice:
M: —¿Quién habla? ¿Sos vos FULANA? ¡No es GRACIOSO! ¡Déjate de llamarme al pedo!
A lo cual le respondo:
Marcela: —Buenas tardes, mi nombre es Marcela López, soy médico clínico y especialista en Neurología, y llamo por el puesto de médico de unidad sanitaria, ¿este puesto aún se encuentra disponible?
M: —¿Quién habla?, ¿es verdad que es médico y llama por el puesto de médico de la unidad sanitaria?
Marcela: —¡SÍ! ¿Aún está disponible el puesto?
M: —SÍ, está disponible, ¿usted de dónde llama?
Marcela: —Llamo desde Comodoro Rivadavia, mi marido y yo quisiéramos mudarnos y Claraz parece ser un lugar agradable para instalarnos.
(Ya habíamos investigado la localidad, distancias, comercios, localidades aledañas, cantidad de habitantes (642), unidad económica preponderante en el área, etc.).
M: —¿Está segura?
Marcela: —SÍ, lo estamos, es nuestra intención mudarnos a un ambiente tranquilo donde yo pueda ejercer como médico y mi marido conseguir un trabajo que le permita un ingreso suficiente para atender sus necesidades. Ya hemos trabajado muy duro y hemos sacrificado mucho, ahora queremos una vida tranquila. ¿Con quien tengo el gusto de hablar?
M: —Mi nombre es Mabel, soy la delegada municipal.
Marcela: —Un gusto Mabel, ¿a quién debo enviar mi CV, referencias, títulos, etc.?
Mabel: —Puede mandarme a mí y al área de Salud, yo le paso el número de teléfono de la responsable del área de atención primaria, se llama Elsa.
Marcela: —Muchas gracias, ya les mando la información y hablo con Elsa. Nosotros nos mudaríamos para fines de diciembre de 2020.
Mabel: —Perfecto, eso nos da tiempo para terminar los arreglos que quedan hacer a la casa que se les asigna para vivir.
En diciembre de 2020, salimos de Comodoro Rivadavia, yo viajé en mi vehículo y mi marido en el suyo con un acoplado, los dos cargados de cosas que entraron en cada espacio que encontramos libre.