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En el corazón del exótico Oriente, Marianne, una astuta coleccionista de artefactos raros, une fuerzas con el audaz ladrón Bill Clanton para robar el legendario Dragón de Kao Tsu del poderoso Shareef Ahmed. Mientras navegan por un mundo de engaños, peligros y traiciones, la pareja debe burlar a enemigos despiadados y escapar de trampas mortales para reclamar el tesoro invaluable. Pero en una tierra donde la traición acecha en cada sombra, el mayor desafío puede no ser el robo en sí, sino sobrevivir a él.
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Seitenzahl: 28
Veröffentlichungsjahr: 2025
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En el corazón del exótico Oriente, Marianne, una astuta coleccionista de artefactos raros, une fuerzas con el audaz ladrón Bill Clanton para robar el legendario Dragón de Kao Tsu del poderoso Shareef Ahmed. Mientras navegan por un mundo de engaños, peligros y traiciones, la pareja debe burlar a enemigos despiadados y escapar de trampas mortales para reclamar el tesoro invaluable. Pero en una tierra donde la traición acecha en cada sombra, el mayor desafío puede no ser el robo en sí, sino sobrevivir a él.
Robo, Traición, Aventura
Este texto es una obra de dominio público y refleja las normas, valores y perspectivas de su época. Algunos lectores pueden encontrar partes de este contenido ofensivas o perturbadoras, dada la evolución de las normas sociales y de nuestra comprensión colectiva de las cuestiones de igualdad, derechos humanos y respeto mutuo. Pedimos a los lectores que se acerquen a este material comprendiendo la época histórica en que fue escrito, reconociendo que puede contener lenguaje, ideas o descripciones incompatibles con las normas éticas y morales actuales.
Los nombres de lenguas extranjeras se conservarán en su forma original, sin traducción.
La chica que irrumpió en la trastienda del Purple Dragon Bar, donde Wild Bill Clanton estaba sentado bebiendo un whisky con soda, parecía fuera de lugar en aquel antro. Anunciaba su lugar en el registro social desde su boina insolentemente ladeada hasta sus altos tacones franceses. Era alta y esbelta, pero todas sus líneas eran suaves y redondeadas, con curvas que derretían y hacían que la sangre de cualquier hombre corriera más rápido. En ese momento, sus ojos violáceos brillaron y sus pechos, atrevidamente inclinados, se hincharon con furia.
—Tú —acusó a Clanton—, eres un ladrón, un mentiroso y una rata.
—¿Y qué? —replicó él, imperturbable, mientras servía otra copa.
—¡Vaya, tú, miserable...! —Su refinamiento se desbarató un poco en su resentimiento, y empezó a esbozar su genealogía con un lenguaje que nunca aprendió en la Liga Juvenil. Él la interrumpió de manera perentoria.
—¡Espera! ¡Hay cosas que nadie puede decirme, ni siquiera una dama! ¡Siéntate y cálmate antes de que te pase algo desagradable!
Ella se encogió ante la amenaza y se dejó caer en la silla frente a él.
—Esto —dijo con amargura—, es lo que me pasa por asociarme con un gorila como tú. No sé por qué lo hago.
—Yo sí lo sé —replicó él—. Porque querías el dragón de marfil de Shareef Ahmed y yo era el único hombre que podía conseguírtelo.
—¡Sí, lo eras! —Había rencor en su tono, y su mirada de basilisco lo inquietó. ¡Nunca se sabe con estas damas de la alta sociedad! Si sacaba un cuchillo de su liga, tenía la intención de golpearla.
Pero no tenía ningún cuchillo en la liga, como pudo darse cuenta cuando cruzó las piernas vestidas de seda con la indiferencia regia de una verdadera aristócrata. Se bajó la falda unos centímetros, pero no sin antes dejarle entrever un poco de piel blanca que le hizo hervir la sangre en la cabeza. Su indiferencia ante sus emociones era exasperante.
Probablemente a Marianne, la mimada hija del viejo Allison, nunca se le había ocurrido que un hombre de la clase social de Clanton se le pudiera llegar a insinuar, pero él tuvo que apretar las manos para no tocársela.
— ¿Qué te pasa? —preguntó.
Como respuesta, ella sacó algo de su bolso y lo dejó caer acusadoramente ante él. Era un pequeño dragón de marfil barrigón, exquisitamente tallado y amarillento por el paso del tiempo.
— ¡Es falso! —declaró ella.