El eneagrama y su espectro de estilos de personalidad - Dr. Jerome Wagner - E-Book

El eneagrama y su espectro de estilos de personalidad E-Book

Dr. Jerome Wagner

0,0
10,99 €

-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

Éste es el mejor libro introductorio que vas a encontrar sobre el eneagrama, pues la guía de Wagner constituye una clara y concisa introducción a este sistema, valioso para la exploración personal y como identificador educativo para facilitadores de talleres y asesores.Este completo libro, con diagramas, ejercicios y descripciones detalladas, permite comprender a través de la experiencia los principios fundamentales del eneagrama, tales como: Los valores auténticos y sus sustitutos de personalidad Esquemas cognitivos, emocionales y conductuales valiosos y menos valiosos, y cómo cambian en condiciones de estrés o fluidez Influencias del desarrollo Los tres centros de clasificación y toma de decisiones Los mecanismos de defensa, principios y paradigmas, virtudes, pasiones e instintos, tanto saludables como desadaptativos, de cada uno de los nueve tipos de personalidad del eneagrama.Durante siglos –y ahora bajo la luz de la psicología de vanguardia–, el eneagrama ha permitido a las personas reconocer sus predisposiciones, motivos y talentos. Sus perspectivas proporcionan información sumamente valiosa para aquellas personas que trabajan en la comunicación, el mundo empresarial, los recursos humanos, la terapia y el crecimiento personal. Este libro te llevará a explorar los nueve «tonos» diferentes del eneagrama, a descubrir tu propio tipo y a comprender comportamientos y actitudes que son exclusivamente tuyos. De hecho, este libro está considerado como la guía introductoria sobre el eneagrama más concisa y de fácil uso que se pueda encontrar.

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB
MOBI

Seitenzahl: 237

Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



DR. JEROME WAGNER

Con un nuevo prólogo del autor

EL ENEAGRAMA Y SU ESPECTRO DE ESTILOS DE PERSONALIDAD

Si este libro le ha interesado y desea que le mantengamos informado de nuestras publicaciones, escríbanos indicándonos qué temas son de su interés (Astrología, Autoayuda, Ciencias Ocultas, Artes Marciales, Naturismo, Espiritualidad, Tradición...) y gustosamente le complaceremos.

Puede consultar nuestro catálogo en www.edicionesobelisco.com

Colección Psicología

EL ENEAGRAMA Y SU ESPECTRO DE ESTILOS DE PERSONALIDAD

Dr. Jerome Wagner

1.ª edición en versión digital: abril de 2024

Título original: The Eneagram Spectrum of Personality Styles

Traducción: Antonio Cutanda

Maquetación: Isabel Also

Corrección: Sara Moreno

Diseño de cubierta: Enrique Iborra

Conversión a ebook: leerendigital.com

© 2021, Jerome P. Wagner, Ph. D. Libro publicado por acuerdo con Waterside Productions Inc., a través de International Editors & Yáñez Co' S.L.

(Reservados todos los derechos)

© 2024, Ediciones Obelisco, S.L.

(Reservados los derechos para la presente edición)

Edita: Ediciones Obelisco S.L.

Collita, 23-25. Pol. Ind. Molí de la Bastida

08191 Rubí - Barcelona - España

Tel. 93 309 85 25 - Fax 93 309 85 23

E-mail: [email protected]

ISBN EPUB: 978-84-1172-140-0

Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada, trasmitida o utilizada en manera alguna por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación o electrográfico, sin el previo consentimiento por escrito del editor. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

Índice

 

Portada

El eneagrama y su espectro de estilos de personalidad

Créditos

Prólogo de Helen Palmer

Prólogo de Thomas Condon

Introducción a la edición 25.º aniversario

Introducción

Estilo 1. La persona buena

Estilo 2. La persona cariñosa

Estilo 3. La persona eficaz

Estilo 4. La persona original

Estilo 5. La persona sabia

Estilo 6. La persona leal

Estilo 7. La persona alegre

Estilo 8. La persona poderosa

Estilo 9. La persona tranquila

Apéndice

Bibliografía

Acerca del autor

Prólogo

de Helen Palmer

Supe del doctor Wagner merced a un microfilm de su tesis doctoral hace más de veinte años, un material del eneagrama abordado desde el punto de vista académico que ha generado recientemente una amplia atención internacional. Desde entonces, hemos debatido, discutido, llegado a acuerdos y cuestionado mutuamente nuestras ideas, todo lo cual me ha resultado inmensamente gratificante. Aunque no estés mirando a los ojos a Jerry, su claridad siempre aporta un ángulo interesante al debate.

Este libro de ejercicios es un fragmento de la magia del eneagrama, que resulta atractivo para quienes buscan algo más que la agenda de Freud del buen amor y el trabajo como cúspide del bienestar. Es ciertamente una buena guía, y estoy encantada de recomendarla, tanto a estudiosos noveles como de largo recorrido, que se beneficiarán enormemente del modo en que Jerry da vida a los distintos tipos de personalidad.

—Helen Palmer

Profesora y autora de El eneagrama,[01] El eneagrama en el amor y el trabajo[02]y The Pocket Enneagram (El eneagrama de bolsillo)

[01] Publicado en castellano por La Liebre de Marzo, Barcelona, 2011. (N. del T.).

[02] Publicado en castellano por Neo Person, Móstoles (Madrid), 2003. (N. del T.).

Prólogo

de Thomas Condon

La mayoría de las introducciones al eneagrama lo reducen a una colección de tipos de personalidad, pero este libro adopta el tono adecuado, pues ofrece una versión dinámica del sistema, una versión arraigada en el sentido común y la experiencia personal.

Está escrito de forma depurada y precisa, y las descripciones que hace Wagner de los estilos de personalidad son un reflejo de su propio vocabulario y su visión. Su profundo dominio del eneagrama, adquirido con esfuerzo, se hace evidente en la calidad de la perspectiva que aquí ofrece. El autor tiene décadas de experiencia en este tema, y eso se nota.

Personalmente, me gustan sobremanera los ejercicios que contiene el libro. Sencillos pero profundos, apuntan directamente al mejor propósito del eneagrama: el desvelamiento de nuestro mapa interior de realidad. Los lectores encontrarán sorprendentes y novedosas maneras de aplicar el eneagrama, tanto en términos personales como profesionales, así como una vía directa hacia las profundidades de su persona. Por todas estas y otras muchas razones, es un placer para mí recomendar este libro.

—Thomas Condon

Autor de The Everyday Enneagram (El eneagrama cotidiano) y de The Enneagram Movie & Video Guide (Guía de películas y vídeos del eneagrama)

Introducción a la edición 25.º aniversario

Resulta difícil creer que hayan pasado ya veinticinco años desde que se publicó El eneagrama y su espectro de estilos de personalidad, y muchas cosas han cambiado desde entonces, como atestigua mi aspecto en la vieja foto de la contracubierta de la edición original. En la misma medida en que ha disminuido el número de cabellos que tengo en la cabeza, se ha incrementado el número de libros, artículos, páginas web, inventarios y productos relacionados con el eneagrama.

En un principio, en la bibliografía había una relación de veintiún libros, siete artículos y ocho tesis doctorales. Ahora dejaré al lector que haga la suma del número de entradas que hay en la nueva bibliografía, y eso que no está completa.

Escribí mi tesis doctoral sobre el eneagrama en 1981. Fue la primera descripción no publicada (como ocurre con la mayoría de las tesis) del sistema y los estilos del eneagrama. Por esta aportación fui nombrado Fundador Honorario de la Asociación Internacional del Eneagrama. Como dije cuando me hicieron tal honor, si te metes en algo lo bastante pronto y estás por allí dando vueltas el tiempo suficiente, al final te dan un premio. Lo cierto es que me siento honrado en todos los significados de esta palabra.

Cuando hice mi investigación de doctorado hace cuarenta años, la mía fue la tercera tesis sobre el eneagrama que se había realizado y nada se había publicado fuera del campo académico. El eneagrama se había transmitido a través de la tradición y la enseñanza oral, y esto me llevó a sugerir al tribunal de mi tesis que, en vez de citas bibliográficas, tenía que haber puesto números de teléfono en la sección de referencias, para que pudieran llamar a la gente y pudieran escuchar lo que estas personas tuvieran que decir acerca del eneagrama. Sorprendentemente, no le vieron la gracia a mi sugerencia, pero me permitieron seguir adelante con mi investigación. Les estaré siempre agradecido por su visión de futuro, que me permitió salir de la escuela de posgrado.

La primera vez que oí hablar del eneagrama fue en 1971. Ya entonces me advirtieron de que no hablara de ello hasta que estuviera completamente familiarizado con los estilos de personalidad. Sin embargo, mi silencio duró alrededor de una semana, pues me resultaba muy difícil estar callado con algo tan fascinante. Desde entonces, se ha hablado y escrito mucho acerca del eneagrama.

¿Qué puede uno hacer con todo este material nuevo sobre el eneagrama? ¿Acaso está el eneagrama escrito en piedra y debe transmitirse tal como se ha aprendido? Pues éste es el enfoque de la tradición oral, en la que el discípulo aprendía y memorizaba el material que le proporcionaba el maestro y lo transmitía inalterado.

¿O es el eneagrama, más bien, una tradición viva que crece y se diversifica, aceptando siempre nuevas aportaciones y propuestas? ¿Cómo se ve mejor el eneagrama en términos ópticos, a través de un microscopio o de un telescopio, donde la visión se mantiene más estable? ¿O es mejor verlo como un caleidoscopio, en el que aparecen constantemente nuevas configuraciones?

Y si se ofrecen nuevas interpretaciones y reestructuraciones (que quizás alguien te exija para que te publiquen un libro), ¿cómo vamos a evaluar estos añadidos? Si todas las teorías son falsas o son parciales, o aún no han sido reemplazadas, ¿cómo las va a evaluar el oyente/lector?

Bien, existen diversas fuentes de validación.

Una podría apelar a la autoridad. Éste es el enfoque dogmático. ¿Quién lo ha dicho?

Otra podría apelar a la razón. Éste es el enfoque racional. ¿Tiene esto sentido? ¿Es lógico?

Otra podría apelar a la experiencia. Éste es el enfoque romántico. ¿Encaja esto con mi experiencia?

Otro podría apelar a la ciencia. Éste es el enfoque empírico. Muéstrame los datos.

Otro podría apelar a la utilidad. Éste es el enfoque pragmático. Entonces, ¿qué? ¿Puedo aplicarlo?

Otro podría apelar a la revelación. Éste es el enfoque de la fe. ¿Qué tiene que decir Dios o alguna otra autoridad superior acerca de esto?

Otro podría apelar a la escritura. Éste es el enfoque hermenéutico. ¿Dónde está escrito?

Dependiendo de las propias inclinaciones filosóficas o religiosas, uno podría utilizar varias de estas fuentes de validación o, incluso, todas ellas. Yo provengo de una tradición humanística y científica, de modo que tengo la tendencia a preguntar si todo esto tiene sentido, o si es tan abstracto y enrevesado que no veo cómo se aplica en mi caso, lo cual me situaría en un enfoque pragmático. Esta teoría, ¿encaja con mi experiencia, o es una teoría completamente inventada? (Bueno, en realidad, todas las teorías lo son). ¿Y dónde están los datos? ¿Acaso te recluiste en tu dormitorio y, simplemente, esbozaste una serie de grandes ideas? ¿O bien entrevistaste a la gente, les preguntaste por su experiencia e investigaste algo para poner a prueba tus hipótesis? Aunque el eneagrama se ha investigado mucho, siguen haciendo falta más estudios empíricos revisados por pares para conseguir que sea aceptado en la corriente principal de las ciencias sociales.

Muchas de las autoridades originales del eneagrama han fallecido desde que se publicó El espectro del eneagrama por vez primera. Este mismo año, fallecieron Óscar Ichazo (a quien algunos llaman el padre del eneagrama) y Claudio Naranjo (a veces denominado la madre del eneagrama). Mi propio maestro, Robert Ochs, S. J., falleció también hace unos cuantos años. Por desgracia, hemos perdido a tres de los fundadores de la International Enneagram Association (IEA): Ted Donson, Don Riso y David Daniels; y también echamos de menos a otras personas que contribuyeron mucho al estudio del eneagrama, como Suzanne Zuercher, Elizabeth Wagele y otros a quienes pido disculpas por no recordarlos mientras escribo esto. Si hubieras optado por apelar a autoridades, no habrías encontrado a mejores autoridades que éstas.

Cuando descubrí el eneagrama a principios de la década de 1970, no se hablaba demasiado, y mucho menos se había escrito, acerca de los subtipos del eneagrama. En mis apuntes mimeografiados (sí, ya dije que fue a principios de los setenta), había en torno a tres frases por cada uno de los 27 subtipos. Y dado que el libro original de El espectro del eneagrama no era más que una introducción al eneagrama, quise simplificarlo al máximo y presenté sólo los nueve estilos básicos, de modo que me dejé fuera los subtipos.

Sin embargo, en los últimos años ha habido un interés creciente en ellos, en la medida en que influyen en aquello en lo que se ocupan los estilos y en cómo se manifiestan. Claudio Naranjo escribió recientemente acerca de los subtipos y ofreció algunos talleres acerca de ellos. Bea Chestnut y Ginger Lapid-Bogda también han escrito acerca de los subtipos siguiendo la nueva línea de pensamiento de Naranjo. Mario Sikora reformuló los subtipos para hacerlos más atractivos para el mundo empresarial. Don Riso, Russ Hudson, Tom Condon, Peter O’Hanrahan y David Daniels también han hablado y escrito acerca de los subtipos.

Así pues, para traer al Espectro del eneagrama hasta el siglo XXI, voy a hacer una revisión de las actuales corrientes relativas a los subtipos y voy a proporcionar una breve descripción de los 27 subtipos en el apéndice.

Y dado que nada en la vida es simple –tampoco el eneagrama–, tendré que hacer algunas distinciones.

Existen tres centros, tres instintos y 27 subtipos (que son una combinación de cada uno de los instintos con cada una de las nueve pasiones/vicios de cada tipo). Si todavía no te has cansado de este libro, ­vamos adelante.

Los tres centros

Si yo te preguntara: «¿Dónde está tu centro?», ¿qué dirías? Habría quien diría que su centro está en la cabeza, justo detrás de los ojos; otros dirían que está en el corazón o en la región del pecho; en tanto que otros dirían que su centro lo tienen en el vientre o en todo el cuerpo. Y todos tendrían razón, pues somos seres con tres cerebros y tres centros de inteligencia: un IQ mental, un EQ emocional y un SQ corporal.[03] Se nos ha dotado con tres inteligencias, pero solemos preferir una de ellas sobre las otras dos. En última instancia, o tras considerarlo a fondo, o simplemente tomando una decisión, terminamos por confiar un poco más en una de estas inteligencias. Gurdjieff hablaba del Hombre Número Uno, el Hombre Número Dos y el Hombre Número Tres (él vivió entre el siglo XIX y el XX), cada uno de los cuales prefería uno de estos tres centros. El Hombre/Mujer Número 4 integraba los tres centros.

En lo tocante a tomar una decisión, podrías preguntarte: «¿Qué dice mi cabeza acerca de esto? ¿Qué dice mi corazón acerca de esto? ¿Qué dice mi cuerpo acerca de esto?». Si los tres estuvieran de acuerdo, probablemente tomarías una buena decisión, una decisión a la que te aferrarías con fuerza. Si sólo dos de los tres estuvieran de acuerdo, quizás tomarías una decisión que, a la larga, sería buena. Si ninguno de los centros coincidiera con ninguno de los otros, quizás convendría que dejaras a un lado la toma de decisiones, dado que una casa dividida contra sí misma no puede durar. Hasta donde yo sé, Lincoln no sabía nada del eneagrama.

Los tres instintos

Como organismos que hemos evolucionado a lo largo de milenios, la Madre Naturaleza nos ha equipado con instintos que nos ayudan a sobrevivir. No tenemos instintos predeterminados e invariables, como nuestros ancestros animales. No construimos guaridas de la misma manera en cada ocasión. No tienes más que caminar calle abajo y ver lo distintas que son las casas. Ni siquiera tenemos sexo de la misma manera cada vez. Simplemente, echa un vistazo al Kama Sutra. Sin embargo, sí que tenemos algunas conexiones heredadas de nuestros predecesores que nos llevan a reaccionar de determinadas maneras. También hemos desarrollado una consciencia que nos permite desautorizar nuestras propensiones naturales, a veces para bien, a veces para mal.

Los profesionales de la psicología evolutiva dicen que todos tenemos un instinto de autopreservación que nos ayuda individualmente a sobrevivir. Como criaturas de manada o seres sociales, nuestros antepasados descubrieron que les resultaba más fácil sobrevivir juntos que aislados, lo cual nos llevó a desarrollar un instinto social. También disponemos de un instinto sexual que permite la supervivencia de la especie. Gracias, mamá y papá.

Los instintos son necesarios. Si no interferimos con ellos, nos llevarán hasta lo que necesitamos para sobrevivir y prosperar. Y eso es ­bueno. Lo malo es que podemos corromper hasta los procesos más naturales. Esto sucede cuando nuestra pasión, o vicio, o esquema emocional desadaptativo se filtra en nuestros instintos y los distorsiona. Esto nos lleva a los 27 subtipos.

Los 27 subtipos

Si confías en la autoridad como prueba de validez, convendrá que sepas que las autoridades en el eneagrama no se ponen de acuerdo en lo relativo a los subtipos. Incluso discrepan en cuanto a cómo debería denominarse a cada uno de los tres instintos. Y en tanto que hay un centro intelectual superior e inferior, y un centro emocional superior e inferior, existen tres expresiones paralelas del centro corporal.

Gurdjieff dividía este centro somático en los centros motor, instintivo y sexual.

Ichazo hace referencia a los instintos social, de autopreservación y sexual.

El Enneagram Institute de Riso y Hudson se refiere a las variantes instintivas de autopreservación, social y sexual.

El eneagrama en la Tradición Narrativa de Palmer y Daniels etiqueta a los subtipos como autopreservación, social e íntimo o individual.

El enfoque de Conciencia en Acción de Sikora los llama preservar, navegar y transmitir.

Cuando me familiaricé con el eneagrama de la mano de Bob Ochs, S. J., que acababa de asistir a un seminario de Claudio Naranjo, que acababa de regresar de Chile de estudiar con Óscar Ichazo, tuve la impresión de que los tres subtipos tenían algo en común, con independencia del estilo al cual acompañaran.

Yo utilizaba el ejemplo de cuando uno va a un congreso. Los subtipos de autopreservación son los que se preocupan de sobrevivir al congreso. Comprueban el clima en la región, el alojamiento, la comida, la seguridad del entorno, los preparativos del viaje, etc. Los subtipos sociales están más interesados en las personas que van a asistir al congreso, con quién van a estar. ¿Tendremos mentalidades similares, valores e intereses parecidos, la misma filosofía? ¿Encajaré en el grupo y me sentiré parte de él? Los subtipos sexuales / íntimos / individuales ­podrán relajarse cuando conecten con otra persona en el congreso, o quizás viajen con algún acompañante o visiten a un familiar en la zona.

También di detalles sobre la energía de los subtipos como vacilante, ansiosa, más introvertida (autopreservación); o bien moderada, tranquila, afable, ambivalente o más extravertida (social); o bien intensa, enérgica, fuerte, extravertida (sexual). O bien, y esto es una exageración, los subtipos se pueden ver como las diferentes expresiones del agua: niebla, difíciles de agarrar (de autopreservación); agua, adaptables al entorno y al contenedor (sociales); y hielo, firmes y tangibles (sexuales). Me alegra no haberme adentrado en todo esto.

Tenemos la tendencia a vivir dentro de uno de los subtipos a lo largo de toda nuestra vida. Esto puede deberse a la interacción del temperamento con el entorno, al igual que ocurre con los tipos en sí. O bien, una teoría postula que determinados problemas nos preocupan debido a que esas necesidades no se vieron satisfechas durante nuestra infancia.

También es posible que, dadas nuestras actuales circunstancias, uno de los instintos puede sobresalir por encima de los demás. Por ejemplo, si pierdes el empleo, tu instinto de autopreservación podría pasar a primer plano. Si te acabas de enamorar, tu instinto sexual podría acentuarse. Si te has ido a vivir a un vecindario nuevo, o has cambiado de empresa o te has unido a un movimiento social, tu instinto social podría situarse en primer término.

Hay quien habla de escalonamiento o priorización de los instintos: ¿cuál va primero, cuál segundo, y tercero? O bien ¿cuál es primario, cuál auxiliar, cuál es ignorado?

Ichazo decía que, cuando el vicio de cada estilo se filtra en los tres instintos de ese estilo, emerge una palabra para describir cada estado. Así, Ichazo disponía de 27 palabras para describir esa combinación. Pero, después, él y otros cambiaron algunas de las palabras, de tal manera que, lingüísticamente hablando, podríamos decir que los subtipos del eneagrama tampoco están grabados en piedra.

Naranjo revisó también su manera de ver los 27 subtipos, pues no tienen necesariamente la misma dinámica para cada uno de los nueve estilos. En principio se pensaba que si tuvieras que poner todos los subtipos de autopreservación, sociales e íntimos en sus grupos respectivos, cada uno tendría algo en común, aunque hubiera diferentes eneatipos.

Lo que se piensa ahora es que, dentro de los subtipos de cada tipo, existe un contratipo cuya expresión no está sincronizada con el flujo del estilo principal. La energía es diferente, y este subtipo podría parecer en realidad otro tipo totalmente distinto. Pero volvamos de nuevo a las fuentes de validación: ¿qué es lo que tiene sentido para ti? ¿Qué encaja mejor con tu experiencia (validación personal)? ¿Qué dicen los demás acerca de su experiencia (validación consensuada)? ¿Existe algún dato que apoye esta posición?, etc.

En el apéndice puedes encontrar mi propia descripción de los subtipos, una descripción que intenta hacer honor a la mayor parte de las ideas más recientes. Recuerda que un subtipo es el resultado de una mezcla del vicio o pasión (ira, orgullo, engaño, envidia, avaricia, miedo, gula, lujuria, indolencia) con el instinto (autopreservación, social, sexual) del tipo.

Otros autores han escrito y se han pronunciado respecto a los subtipos: Riso-Hudson, 1999; Naranjo, en YouTube; Chestnut, 2013; ­Lapid-Bogda, 2018; Daniels, 2019; Sikora, en mariosikora.com; Condon, en thechangeworks.com; Huertz, 2020.

Después de tantos años, el eneagrama me sigue pareciendo un sistema psicoespiritual ciertamente exhaustivo y útil, y me alegra mucho saber que una nueva generación ha tomado las riendas, por lo que no puedo más que anticipar el momento de poder leer y escuchar sus aportaciones.

[03] IQ son las siglas asignadas desde hace decenios al «cociente intelectual», en tanto que EQ se ha asignado más recientemente a lo que se ha llegado a denominar «cociente emocional». En cuanto a las siglas SQ, interpretadas distintamente como «cocien­te social», como «cociente sistematizador» e incluso como «cociente espiritual», suponemos que aquí haría referencia a un «cociente somático». (N. del T.).

Introducción

Resulta siempre fascinante ver cómo teorías y descripciones de personalidad procedentes de diversas fuentes de la sabiduría perenne y sistemas psicológicos de personalidad contemporáneos resuenan entre sí y se confirman mutuamente. Tal es el caso de la teoría del eneagrama con sus manifestaciones en nueve estilos de personalidad.

El eneagrama es una figura de nueve puntas encuadrada en un marco circular que se utiliza desde muy antiguo para disponer nueve estilos de personalidad. (En griego, ennea significa «nueve» y gramma significa «punta»).

Esta disposición se ha comparado con una rueda de colores. Si enfocas luz blanca hacia un prisma, se desplegará el espectro de los colores básicos. Según esta metáfora, en cada persona se hallan todos los tonos del espectro, si bien un color destaca particularmente o caracteriza a cada persona. Desde un punto de vista espiritual, esta metáfora vendría a decir que la Divinidad desciende y se muestra a través de nueve manifestaciones terrestres. Desde un punto de vista filosófico, indicaría que el Ser se desvela a través de nueve características esenciales. Desde un punto de vista psicológico, podríamos verlo como que la naturaleza humana se expresa de nueve formas fundamentales.

Los paradigmas o patrones de personalidad que se disponen en este modelo circular representan, dependiendo de la metáfora que elijas, bien nueve manifestaciones de lo Divino, o bien nueve cualidades del Ser, o nueve visiones del mundo o perspectivas fenomenológicas. Desde este último punto de vista, estos esquemas o mapas fundamentales subyacentes son suposiciones organizadoras de raíz o creencias nucleares que influyen e incluso determinan nuestras percepciones, pensamientos, valores, sentimientos y conductas. Estos paradigmas se hallan en el núcleo de nuestra manera de pensar y sentir con respecto a nosotros mismos y a otras personas, y determinan el tipo de interacciones con los demás que nos permitimos plantearnos y tener. Así pues, estos estilos constituyen diferentes modos de estar en el mundo, diferentes maneras de experimentar, percibir, comprender, evaluar y responder ante nosotros mismos, los demás y la realidad.

Las escuelas tradicionales de sabiduría suelen utilizar el círculo como símbolo de la unidad, la totalidad y la plenitud, de ahí que no debería sorprender que se utilice una figura circular para describir todo el rango de las expresiones humanas. Curiosamente, la psicología moderna, a través de complejos análisis factoriales estadísticos, ha descubierto que los modelos circulares son más aptos para mostrar las características de personalidad de una manera gráfica.

Aunque no existe consenso sobre los orígenes del eneagrama (algunos especulan que sus raíces se encuentran en la antigüedad, otros remontan su linaje a la Edad Media, en tanto que otros sugieren que se trata de un descubrimiento moderno) y sigue siendo un enigma el modo en que se verificó exactamente la transmisión del símbolo del eneagrama, lo que está claro es que se han podido reconocer leyes y descripciones de la esencia humana y de la personalidad, tal como nos las muestran las lentes del eneagrama, desde hace siglos, así como en diversas razas, culturas, edades y géneros. Da la impresión de que lo que se expresa a través de este sistema sea algo universal concerniente a la naturaleza y el funcionamiento del ser humano.

En los últimos veinte años, el eneagrama se ha ido conociendo y popularizando en todo el mundo, y ha sido validado en culturas tan distintas como las de Japón, India, África, Europa y las Américas. Actualmente, se está utilizando en diversos entornos, desde centros de crecimiento personal y salas de terapia hasta aulas y salas de juntas; y se está usando con diversos propósitos que van desde el crecimiento personal, psicológico y espiritual hasta las interacciones de pareja, la creación de equipos y la gestión de la productividad.

El eneagrama se transmitió en sus orígenes mediante la tradición oral, y es muy probable que se aprenda mejor escuchando sobre él en la interacción con los demás. Lo cierto es que sólo en los últimos años se han plasmado por escrito las enseñanzas del eneagrama con el fin de darle una más amplia difusión. Por eso esta introducción, con su cuaderno de trabajo y ejercicios, no busca otra cosa que ser un puente entre la tradición oral y la escrita. Puede ser útil para facilitadores de talleres, terapeutas y consultores como herramienta educativa para introducir a sus clientes en el eneagrama, pero también puede ser útil por sí misma, como un manual breve sobre este notable sistema.

Los ejercicios y las descripciones que vienen a continuación están diseñados para que te familiarices con la teoría general de la personalidad en la que se arraiga el eneagrama y para que conozcas los nueve tonos que constituyen el espectro de los estilos de la personalidad. Tengo la esperanza de que esta combinación de reflexión experiencial y presentación teórica te ayuden a ubicar, comprender y apreciar tu propio estilo particular.

En este manual damos por hecho que no tienes ningún conocimiento previo del eneagrama, de modo te aconsejo que completes los ejercicios de la introducción, compares los descriptores de términos y frases que hay antes de cada capítulo con tu propio estilo y tomes después en consideración las descripciones de los nueve estilos del sistema.

Los descriptores de palabras/frases pretenden ser una catalogación precisa o parcial de los rasgos positivos y negativos de cada uno de los estilos. Si buscas un inventario fiable y validado estadísticamente a través de la investigación, con una muestra estandarizada y puntuaciones normativas, puedes cumplimentar las Wagner Enneagram Personality Style Scales (WEPSS) (Escalas Wagner de Estilos de Personalidad del Eneagrama) en www.wepss.com.

Al igual que las WEPSS, los ejercicios han ido tomando forma a lo largo de muchos años, a través de multitud de talleres y cursos. Están diseñados para que reflexiones sobre tu propia experiencia. Y a medida que vayas encajando los datos de tu experiencia, verás cómo las descripciones del eneagrama te muestran un patrón que ha estado ahí toda tu vida sin que te percataras de ello.

Los ejercicios comienzan con preguntas muy generales para la reflexión, y luego se hacen más específicas, de un modo parecido a un embudo, que es ancho en su boca y estrecho en el fondo. Encontrarás ejercicios para cada dimensión del mosaico de personalidades del eneagrama, por lo que este manual sigue el proceso de conocimiento. ­Comienza con tu experiencia para proporcionar los datos; después, deja que la comprensión emerja desde tu experiencia para generar una plantilla para la organización de los datos; y, finalmente, establece algún tipo de juicio acerca de tu experiencia y tu comprensión.

La esencia o yo nuclear, o paradigma objetivo

Algunas escuelas de la sabiduría perenne (incluida la escuela del eneagrama) y algunas teorías psicológicas contemporáneas de desarrollo y personalidad establecen una distinción básica entre nuestra esencia o yo real y nuestra personalidad o yo falso, público. En primer lugar, tomaremos en consideración a nuestro yo nuclear genuino, natural, el yo con el que nacimos. Después, echaremos un vistazo a nuestro yo público, la cubierta protectora que envuelve a nuestro verdadero yo, que nos enfundamos o se nos condicionó a usar, cuya función es proteger a nuestro yo vulnerable, mantenerlo a resguardo y facilitar las relaciones con el entorno.

En nuestra esencia, en el núcleo de cada estilo, existen determinadas fortalezas y capacidades que nos permiten sobrevivir y prosperar. Experimentamos tales capacidades y cualidades como valores o ideales que apreciamos y por los que nos sentimos atraídos de manera espontánea. Todos estos valores están virtual o potencialmente presentes en nuestro yo nuclear, y somos capaces de apreciarlos y actualizarlos en su totalidad. Sin embargo, temperamentalmente, tendemos a favorecer una jerarquía de estos valores, que son aquellos que más nos motivan, y hay uno o varios que son más potentes y determinantes que los demás. Estos valores son las tendencias motivadoras y organizadoras clave de cada estilo de personalidad. Estas tendencias de valores nucleares organizan y orientan nuestras energías, percepciones, reacciones emocionales y comportamientos. Se hallan en la raíz del quiénes somos y del quiénes queremos ser.