El espíritu de la juventud y las calles de la ciudad y otros escritos sobre educación y compromiso social - Jane Addams - E-Book

El espíritu de la juventud y las calles de la ciudad y otros escritos sobre educación y compromiso social E-Book

Jane Addams

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Beschreibung

El espíritu de la juventud y las calles de la ciudad fue publicado en inglés en el otoño de 1909 por la editorial MacMillan de Nueva York, bajo el título The Spirit of Youth and the City Streets. La obra impactó a multitud de personas de la esfera de la filosofía, la política, la educación, la religión y la literatura de los Estados Unidos. En este libro, la filósofa, activista y educadora social Jane Addams (1860-1935) criticó la incomprensión, la indiferencia y la represión con las que se abordaban los desafíos de la infancia y la adolescencia en las ciudades industrializadas del siglo XIX, tales como la liberación del espacio doméstico, la privatización del ocio, la sobreestimulación de los sentidos, el consumo de drogas, el trabajo infantil, la delincuencia juvenil, la soledad y el aislamiento. Addams reivindicó, en primer lugar, la necesidad de reconfigurar nuestra mirada hacia los niños, niñas y adolescentes, pasando de la coerción al amor incondicional; y, en segundo lugar, la urgencia de asumir la necesidad humana de jugar y, por tanto, la importancia de organizar espacios públicos seguros que permitan la autoexpresión infantil y juvenil, reafirmando así el valor y el encanto de la vida. Vinculada a los orígenes del pragmatismo norteamericano, Addams fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz (1931) y fue considerada defensora de la igualdad y la justicia social. Con el fin de enriquecer el estudio de la obra de Addams, el presente volumen recoge además una muestra de sus escritos más significativos sobre educación, pacifismo e igualdad. En materia de juego y educación, se incluyen artículos clave como: "Ocio público y moral social" (1907), "Educación moral y protección jurídica de los niños" (1912) o "El niño en el mayor punto de presión" (1912), entre otros. Sobre pacifismo y feminismo se incluyen "Democracia o militarismo" (1899), "Patriotismo y pacifismo en tiempos de guerra" (1917), "Reacciones personales durante la guerra" (1922) o "Los aspectos más amplios del movimiento de las mujeres" (1930). En sus iniciativas y obras, abogó por la unión del pensamiento y la acción, del reformismo y el modo de vida democrático, por lo que sus escritos siguen constituyendo hoy una fuente de inspiración.

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Veröffentlichungsjahr: 2025

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El espíritu de la juventud y las calles de la ciudad

 

y otros escritos sobre educación y compromiso social

 

PorJane Addams

Selección, traducción y estudio introductorio por:Laura Camas y Gonzalo Jover

 

 

 

Título original de la obra: The Spirit of Youth and the City Streets (1909)

 

 

 

 

 

 

 

 

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar, escanear o hacer copias digitales de algún fragmento de esta obra.

 

 

 

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© EDICIONES MORATA, S. L. (2025)

Madrid — España

edmorata.es

Derechos reservados

ISBNpapel: 979-13-87510-23-7

ISBNebook: 979-13-87510-24-4

Depósito legal: M-16.895-2025

Compuesto por: MyP

Printed in Spain — Impreso en España

Imprime: ELECE Industrias Gráficas, S. L. Madrid

Diseño de la cubierta: Ana Peláez Sanz

Imagen de la cubierta: “Jane Addams and a group of children at Hull-House” (1933). Fotógrafo: Allen, Gordon, Schroeppel and Redlich, Inc. Fuente: Hull-House Photograph Collection, Special Collections and University Archives, University of Illinois at Chicago.

Nota de la editorial

En Ediciones Morata estamos comprometidos con la innovación y tenemos el compromiso de ofrecer cada vez mayor número de títulos de nuestro catálogo en formato digital.

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Nuestra época se está viendo sometida a transformaciones hasta ahora insospechadas que afectan a las formas de entender y practicar la educación, en todas las modalidades que esta adopta en las sociedades avanzadas, y a sus relaciones con el mundo de la vida y de la cultura.

La inteligencia y la práctica de la nueva educación no se aborda solo desde la racionalidad proyectiva, sino que remite a la reconstrucción crítica del archivo en el que se objetiva la memoria de la cultura de la escuela. Esta perspectiva, que aboca a una nueva narratividad del discurso y de la experiencia, se nutre, entre otras fuentes, de una renovada lectura de los clásicos.

Cada tiempo, y el nuestro también, decide qué autores y qué textos han de ser rescatados o recalificados como clásicos. Esta colección de Clásicos de la Educación nace para facilitar la lectura de los libros que nos ayudarán a entender quiénes somos y adónde hemos llegado. Mediante el diálogo con ellos, los enseñantes y pedagogos de nuestra época se instalarán críticamente en la tradición de una cultura educativa aún viva, de la que no es posible ni razonable prescindir.

***

Ediciones Morata y la Sociedad Española de Historia de la Educación muestran su voluntad de continuar con la recuperación de las voces de autores que han sido relevantes para el mundo educativo en la historia. Así, se suma a la serie “Clásicos de la Educación” un nuevo título: El espíritu de la juventud y las calles de la ciudad, y otros escritos sobre educación y compromiso social, de Jane Addams, con selección, traducción y estudio introductorio de Laura Camas y Gonzalo Jover.

PARTE I: ESTUDIO INTRODUCTORIO

Estudio introductorio, Laura Camas y Gonzalo Jover

Introducción.—Sobre la presente edición.—El seminario femenino de Rockford, duelos y una segunda mirada a Europa.—Etapas intelectuales: pragmatismo cosmopolita local y global.—El settlement Hull-House: educación, arte y democracia.—El espíritu de la juventud y las calles de la ciudad.—El parque infantil de Hull-House.—Cosmopolitismo, pacifismo y feminismo.—Referencias.—Obras de Jane Addams traducidas al castellano y al catalán.—Obras sobre Jane Addams y su contexto.—Referencias del estudio introductorio.—Fuentes.—Otras Referencias Bibliográficas.

PARTE II. EL ESPÍRITU DE LA JUVENTUD Y LAS CALLES DE LA CIUDAD

Poema

CAPÍTULO 1. La juventud en la ciudad

CAPÍTULO 2. La destrucción de los cimientos de la vida doméstica

CAPÍTULO 3. La búsqueda de aventuras

CAPÍTULO 4. La casa de los sueños

CAPÍTULO 5. El espíritu de la juventud y la industria

CAPÍTULO 6. La sed de justicia

PARTE III. EDUCACIÓN, CUIDADO Y JUEGO

Ocio público y moral social

El ocio como función pública en las comunidades urbanas

Educación moral y protección jurídica de los niños

El niño en el mayor punto de presión

Hijos de la nación

PARTE IV. JUSTICIA SOCIAL, PAZ E IGUALDAD

Un Lear Moderno

Niños nacidos en el extranjero en la educación primaria

Democracia o militarismo

Métodos educativos

El hogar y el niño especial

La escuela pública y el niño inmigrante

Patriotismo y pacifismo en tiempos de guerra

Reacciones personales durante la guerra

Los aspectos más amplios del movimiento de las mujeres

PARTE I

ESTUDIO INTRODUCTORIO

Estudio introductorio

Introducción

En las últimas décadas, la educación viene realizando grandes esfuerzos por explorar e indagar en las contribuciones pedagógicas de mujeres que han sido ignoradas, invisibilizadas o silenciadas a lo largo de la historia. Sin menospreciar el urgente y necesario trabajo realizado hasta ahora, en la actualidad aún persisten lagunas significativas en el reconocimiento de figuras de referencia femenina en distintas épocas, así como en sus obras y en su legado educativo. Este libro se enmarca en el esfuerzo por continuar con el ejercicio de justicia epistémica mencionado. Una de las figuras más notables, menos conocidas e insuficientemente estudiadas en el campo de la educación es probablemente la pensadora, reformadora social, activista, sufragista y pacifista norteamericana Laura Jane Addams (Cedarville, Illinois, 1860-Chicago, Illinois, 1935), conocida por ser una de las fundadoras del settlement Hull-House en Chicago en 1889. Un centro vecinal fundamentado en el cooperativismo y la autoorganización de actividades sociales, culturales, educativas y cívicas para personas de un barrio sacudido por las condiciones hostiles de la sociedad industrializada. Las ideas y prácticas de Addams en el settlement Hull-House tuvieron un impacto destacado en la regularización de reformas sociales y políticas públicas de los Estados Unidos. En España, sus trabajos son ampliamente conocidos en las disciplinas de Trabajo Social o Sociología y, en cambio, han sido escasamente explorados desde la pedagogía.

Addams fue conocida por su carácter acogedor, familiar y accesible, así como su capacidad para captar y comprender diversas sensibilidades sociales. De esta manera, se fue convirtiendo progresivamente en un personaje público con buena reputación en Chicago, EE.UU. y en el mundo. “Tiene una personalidad magnética y es una oradora fácil y fluida”,1 afirmaba el periódico Democrat and Chronicle. Con el impulso de su personalidad, su educación y su talento como oradora, Addams consiguió atraer a Hull-House tanto a personas cuyas condiciones de vida eran vulnerables —personas migrantes, clase trabajadora, adolescentes, niños y niñas— como a personas de clases acomodadas —intelectuales, profesorado de universidad o artistas, entre otros—.

Más allá de Hull-House, su implicación y compromiso con diversos movimientos sociales la hicieron partícipe y miembro fundador de un gran número de asociaciones comprometidas con el pacifismo, el feminismo y la lucha contra el racismo. Todas estas organizaciones luchaban por los derechos, el progreso y la justicia de diversos colectivos vulnerados por las condiciones de vida de las ciudades industriales como Chicago. Entre ellas, destacaron: la National Association for the Advancement of Colored People, la National American Woman Suffrage Association, la American Civil Liberties Union y la Women’s International League for Peace and Freedom. Dada su proximidad con las necesidades sociales más urgentes, no resulta extraño que fuera conocida por su participación en numerosas protestas y reivindicaciones en defensa de la mejora de las condiciones de vida de la clase trabajadora y, en especial, de mujeres, migrantes, niños, niñas y adolescentes. Asimismo, fue vicepresidenta de la National Women’s Trade Union League (1903) y miembro de la Chicago Board of Education (1905-1908).

Sin embargo, a raíz de su participación en los movimientos sufragistas y pacifistas norteamericanos y europeos durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) (en adelante, IGM), llegó a ser considerada rival tanto de los políticos conservadores y como de la izquierda radical. Estos la tachaban de antipatriota, llegando a ser nacionalmente conocida como “la mujer más peligrosa de los Estados Unidos”.2Incluso llegó a ser investigada por la Federal Bureau of Investigation (FBI). A pesar de las críticas recibidas, su defensa incondicional de la paz internacional la llevó a ser reconocida con el Premio Nobel de la Paz en 1931, galardón que no pudo recoger personalmente debido a una enfermedad cardíaca. Si bien su faceta como figura pública fue ampliamente conocida, menos conocida y más controvertida fue su vida privada. Addams era lesbiana y mantuvo relaciones románticas de larga duración con diversas mujeres; nunca contrajo matrimonio con un hombre y no tuvo descendencia, sin embargo, se hizo cargo de sus sobrinos en varias ocasiones. Su relación romántica más conocida fue la que desarrolló con Mary Rozet Smith (1868-1934) a quien denominaba públicamente como su esposa.

The Spirit of Youth and the City Streets (en adelante, TSYC), publicado en 1909, fue un libro que generó un gran impacto en las reformas infantojuveniles de carácter social de la ciudad de Chicago y, por tanto, de alguna manera, sacudió la conciencia moral y social tanto de la ciudad y como de otros estados estadounidenses. Desde una perspectiva comprensiva y cuidadosa con los malestares que prevalecían en la infancia y la adolescencia, Addams ofrece un marco teórico y práctico novedoso e inspirador que hoy podría recordarnos a lo que denominamos como enfoque de derechos humanos y, quizás, también a muchos de los objetivos propuestos en la Agenda 2030. Si se considera el impacto social que generaba su faceta pública y sus habilidades como oradora, no es extraño que la obra que aquí analizamos constituya una recopilación de artículos en prensa y discursos en los que Addams dialoga abiertamente con diversas audiencias sobre los principales desafíos que enfrentaba la educación, juventud e infancia vulnerada en las ciudades norteamericanas de finales de siglo XIX y principios del XX. Desafíos como el absentismo escolar, la delincuencia infantojuvenil, la escasez de tiempos y espacios de juego público, la prostitución infantil, el trabajo infantil, las casas de apuestas, el consumo de drogas, el aislamiento social, la soledad o la jerarquía de poder de las pandillas son abordados desde una perspectiva educativa. En su conjunto, estos desajustes estaban atrofiando la capacidad de acción y minaban las esperanzas de los jóvenes de la ciudad.

Pese a su sensibilidad para captar estos desajustes sociales3, Addams no se limita a enumerar las desigualdades sociales, sino que sitúa sus esperanzas de progreso en la educación. Así, la educación y la transformación social se encuentran hermanadas en su pensamiento y acción. De hecho, entre sus ejes temáticos centrales destacan la necesidad de prestar atención a la capacidad de acción —o de agencia— de los niños, niñas y adolescentes en los procesos de transformación social y moral de las ciudades. Según la autora, desde el momento en que nacían, estos, ya eran ciudadanos y, por tanto, era naturalmente humano que reclamaran su deseo de realizar una contribución al mundo. Siguiendo su tesis, esta agencia era cultivada a través del arte, es decir, de experiencias estéticas que permitían el desarrollo de la imaginación y la autoexpresión. Por ello, no resulta extraño que, desde Hull-House se organizara todo un repertorio de actividades artísticas o estéticas, como el dibujo, el teatro, la música, el baile, la pintura, la cerámica o el juego infantil.

TSYCS es una obra escrita en formato autobiográfico, que combina muchas de las experiencias acontecidas en el barrio y en el settlement Hull-House, junto con reflexiones que invitan a reimaginar el paisaje educativo, social y político. En una línea de pensamiento similar a la de su amigo y colega John Dewey (1859-1952), con quien solo se llevaba un año de diferencia, Addams percibió la educación como una experiencia profundamente social, que debía suceder colectivamente, en comunidad y que debía aspirar al cultivo cotidiano de la democracia y, en última instancia, a formas de vida asociadas. Así, en sus textos el significado y las potencialidades de la educación trascienden el contexto escolar o reglado y se encauza hacia un tipo de educación social cuyo eje impulsor es la comunidad y sus fines son la democracia, la justicia social y el “progreso lateral”.

Pero ¿qué llevó a Addams a fundar Hull-House?, ¿qué desafíos sociales relativos a la infancia, la adolescencia y la educación identificó?, ¿cuáles fueron sus propósitos e inquietudes educativas? y, ¿qué experiencias educativas se organizaron desde el settlement Hull-House?

En este estudio introductorio situamos The Spirit of Youth and the City Streets en el contexto de la vida, la obra y el pensamiento intelectual de Addams. Para tal fin, realizaremos una aproximación a los factores sociales, económicos, políticos y personales que confluyeron en la vida de la autora y que propiciaron la fundación del settlement. Abordaremos el contexto de la época, sus orígenes familiares, su infancia y su adolescencia, su formación en el Rockford Female Seminary (Illinois), sus duelos vitales y su segundo viaje a Europa. Veremos cómo, en su conjunto, estos eventos constituyeron el caldo de cultivo necesario para la germinación de Hull-House. Posteriormente, continuamos analizando el settlement Hull-House, sus actividades educativas principales y su vinculación con la democracia. Finalmente, analizaremos sus ideas sobre educación, juego, democracia y patriotismo y las pondremos en relación con el espacio del playground de Hull-House.

Nuestra tesis central es que las ideas y prácticas educativas desarrolladas en Hull-House, desde su fundación en 1889 y hasta la llegada de la IGM en 1914, pretendían mostrar cómo las experiencias estéticas con fines educativos —como el teatro, la danza y la música folclórica, el museo o el juego infantil, organizados y supervisados educativamente— proporcionaban a niños, niñas y adolescentes de diferentes orígenes culturales, étnicos, religiosos y lingüísticos continuas oportunidades para “socializar la democracia”4. Es decir, brindaba diversas oportunidades para construir una forma de vida colectiva, asociada y cosmopolita, en línea con la atmósfera de búsqueda de progreso, justicia y reforma social de la época. Las actividades educativas orientadas a la sensibilidad estética posibilitaban el cultivo y la expresión de la imaginación, así como el poder comunitario de la creación cosmopolita. En concreto, veremos cómo la práctica de experiencias estéticas, como el juego en los parques infantiles supervisado por adultos, posibilitaba el cultivo de un tipo de patriotismo cosmopolita y pacifista. Por último, concluimos el estudio introductorio con un análisis del pacifismo y el feminismo internacional de Addams, aspectos que también resultan ser clave en el pensamiento educativo de la fundadora de Hull-House.

Sobre la presente edición

El presente volumen, dividido en tres partes, incluye la traducción al castellano de varias de las obras de Jane Addams. La primera parte contiene su célebre libro The Spirit of Youth and the City Streets o El espíritu de la juventud y las calles de la ciudad, publicado en 1909. La obra se compone de seis capítulos que desvelan gran parte de las nociones educativas de Addams, su aplicación práctica —mediante sus experiencias en Hull-House— y su legado perdurable en la pedagogía contemporánea.

La segunda parte reúne varios escritos sobre educación, cuidado y juego. En esta sección se han incluido artículos vinculados con la educación moral y el ocio en la infancia y la adolescencia en el contexto urbano, siendo estos: “Public Recreation and Social Morality” (Ocio público y moralidad social), de 1907; “Recreation as Public Function in Urban Communities” (El ocio como función pública en comunidades urbanas), de 1911; “Moral Education and Legal Protection of Children” (Educación moral y protección legal de los niños), de 1912; “The Child at the Point of Greatest Pressure” (El niño en el punto de mayor presión), de 1912, y “The Children of the Nation” (Hijos de la Nación), de 1912.

Por último, la tercera parte recoge un conjunto de escritos vinculados con la justicia social, la paz y la igualdad. En esta sección, se han considerado textos como: “A Modern Lear” (Un Lear Moderno), de 1894/1912; “Foreign-Born Children in the Primary Grades” (Niños nacidos en el extranjero en la escuela primaria), de 1897; “Democracy or Militarism” (Democracia o militarismo), de 1899; “Educational Methods” (Métodos educativos), de 1902; “The Home and the Special Child” (El hogar y el niño especial), de 1908; “The Public School and the Immigrant Child” (La escuela pública y el niño inmigrante), de 1908; “Patriotism and Pacifism in War Times” (Patriotismo y pacifismo en tiempos de guerra), de 1917; “Personal Reactions During War” (Reacciones personales durante la guerra), de 1922 y, finalmente, “Aspects of the Women Movement” (Aspectos del movimiento de las mujeres), de 1930.

El seminario femenino de Rockford, duelos y una segunda mirada a Europa

La vida de Addams estuvo contextualizada en un periodo de grandes cambios estructurales. La Guerra Civil Norteamericana (1861-1865), el desarrollo industrial, el auge del capitalismo, el urbanismo, el aumento de población inmigrante y la creciente condición de pobreza de diversos colectivos fueron parte del corpus contextual de su vida. La revolución industrial trajo consigo un gran número de cambios de índole económica y tecnológica, que modificaron el modelo económico de los Estados Unidos. La sociedad industrial desplazó la actividad económica del trabajo agrícola y comercial al escenario urbano, una transformación que algunos historiadores han llegado a describir como uno de los mayores acontecimientos de la especie humana desde el Neolítico.

La sociedad norteamericana vivió ese cambio acompañado de la Guerra Civil, un enfrentamiento entre los estados del Norte y del Sur que dinamitó con el enfrentamiento entre los partidarios y detractores del abolicionismo de la esclavitud. Tras la rendición de los estados del Sur, se instauró el modelo abolicionista e industrial de estado y dio paso a la aprobación de las enmiendas XIII, XIV y XV, que defendieron respectivamente: la abolición de la esclavitud, la protección igualitaria de todas las personas y el derecho al voto con independencia de su etnia (raza en inglés). Una vez abolida la esclavitud, fue necesaria la reconstrucción de nuevos imaginarios y perspectivas que refundaran el país. En este sentido, algunos historiadores han llegado a denominar a ese periodo posbélico como la “Edad Dorada”5 —“Gilded Age”—. Una de las ciudades norteamericanas que más se reinventó y contribuyó a la creación de nuevos prismas sociales, económicos, políticos, tecnológicos y culturales fue la ciudad de Chicago.

La conocida como “ciudad de los vientos”, experimentó un rápido crecimiento económico, demográfico, ferroviario, urbano e industrial. Paulatinamente, la ciudad fue tomando un aspecto urbano mediante el uso de materiales de construcción como el hierro, el acero o el cristal. En poco tiempo se desarrollaron nuevas rutas ferroviarias que conectaban todo el país, y Chicago fue, sin lugar a duda, uno de los ejes centrales de manufacturación del país.6

La aprobación de las tres enmiendas, que abogaron por la abolición de la esclavitud, la protección de todos los ciudadanos y el derecho al voto con independencia de la raza, junto con la gran demanda de mano de obra, atrajo a los estados del norte la llegada masiva de población migrante procedente tanto de las áreas rurales (especialmente afroamericanos de los estados del sur) como de países extranjeros, fundamentalmente europeos (sobre todo judíos, polacos, italianos e irlandeses), provocando el mayor crecimiento demográfico estadounidense hasta entonces conocido. Así, poco después del conocido y desolador incendio de 1871, Chicago pasó a ser una de las ciudades más pobladas y culturalmente diversas del país. De las cenizas de aquel demoledor incendio, se impulsó la modernización arquitectónica de la ciudad con los primeros rascacielos, demostrando así que era una ciudad abierta a la industrialización, el progreso y la modernidad.7

Los historiadores norteamericanos han identificado el periodo de finales de siglo XIX y hasta la IGM (1914-1918) como la Progressive Era o “Era Progresista”. En consonancia con la búsqueda de progreso se encuentra la Exposición Colombiana del Mundo celebrada en Chicago en 1893, un evento que promovió una atmósfera optimista y en el que se edificaron construcciones al estilo neoclásico que acompañaron el crecimiento de la ciudad. Tal y como argumenta Bachin,8 la búsqueda de similitud del estilo de las ciudades clásicas de la antigua Grecia y Roma guardaba relación con la expresión de la búsqueda de un ideal de democracia.

Al tiempo que la ciudad encarnó la apertura a la modernidad, se comenzó a generar una gran brecha social, especialmente pronunciada entre los habitantes más pudientes y los recién llegados. El crecimiento acelerado y desequilibrado de la ciudad acentuó devastadoras consecuencias sociales como la extrema pobreza, la escasez de vivienda, las condiciones de insalubridad y las frágiles infraestructuras. Es por ello, que las reformas políticas, sociales, económicas y urbanísticas cobraron protagonismo. El espíritu de cambio, mejora y justicia social provocó el surgimiento de multitud de asociaciones y organizaciones cuyo propósito fue la reducción de la brecha social y el abordaje de los malestares sociales. Los líderes de estas agrupaciones, conocidos como reformadores sociales, activaron mecanismos de políticas públicas en favor de colectivos vulnerados por la industrialización, como mujeres inmigrantes, trabajadores, niños, niñas y adolescentes. Los reformadores promovían políticas para la regularización de las condiciones laborales saludables, del trabajo infantil (y, posteriormente, su erradicación), de la educación pública o del ocio infantojuvenil. En el ambiente de la Era Progresista, se enmarcan los deseos de reforma y transformación social que también se manifestaron en diversos movimientos como el settlement, higienista, Kindergarten o child-saving. Es en este mismo impulso donde se inscribe la propuesta educativa de Addams: el settlement Hull-House. Para poder realizar una aproximación rigurosa y precisa de lo que fue el proyecto más importante de Addams, resulta necesario realizar un breve recorrido por su infancia y su juventud.

Laura Jane Addams nació el 6 de septiembre de 1860 en la ciudad rural de Cedarville (Illinois), siendo la hija pequeña del matrimonio de Sarah Weber Addams y John Huy Addams.9 Creció huérfana de madre, quien falleció cuando Addams apenas tenía dos años, a causa de una fuerte caída estando embarazada de su noveno hijo. Afortunadamente, su padre se convirtió en una fuente de inspiración y una figura de gran admiración para Addams. De hecho, llegó a ser una de las personas más influyentes en su vida tal y como ella misma reconocía en uno de sus libros autobiográficos más conocidos, Twenty Years at Hull-House (1910) (en adelante, TYH). Su padre fue un hombre de clase acomodada, fiel al protestantismo, propietario de tierras y de una fábrica de molinos que se dedicaba al negocio de grandes explotaciones ganaderas y agrícolas. Llegó a ser presidente del Second National Bank of Freeport, fundador del Partido Republicano de Illinois y, durante dieciséis años, senador republicano del estado de Illinois (1854-1870). Además, fundó varios proyectos de carácter social, como iglesias, cementerios y bibliotecas. Tras la muerte de la madre de Addams, se casó en segundas nupcias con Anna Hostetter Haldeman, con quien Addams nunca llegó a tener demasiada afinidad. Fue amigo, admirador y fiel colaborador del presidente asesinado Lincoln, influencia que transmitió a Addams y que se refleja en numerosas citas de sus obras.

El contexto familiar de Addams y su infancia estuvo caracterizado por su frágil salud,10 lo que le permitió exponerse a largas temporadas de lecturas a una edad muy temprana, dejando huella en su visión del mundo y su sentido vital. Le gustaba Charles Dickens y le aburría Walter Scott.11 Asistió con sus hermanos a una escuela dominical —en inglés, Sunday school— en su pueblo natal,lo que le permitió estar en contacto con la Biblia y la doctrina de la iglesia protestante desde sus primeros años de vida. Las escuelas dominicales no eran reconocidas como instituciones escolares de la época; sin embargo, fueron estas las que sembraron las primeras experiencias educativas de Addams fuera del seno familiar. Los años de juventud de Addams estuvieron cargados de lecturas y ensayos que acentuaron su interés por generar un impacto en la sociedad. De hecho, en TYH (1910), Addams recordaba algunos de los pensamientos que frecuentemente tenía cuando era una niña: “cuando crezca debería, por supuesto, tener una casa grande, pero no se construiría entre las otras casas grandes, sino justo en medio de horribles casitas como estas”,12 refiriéndose a las casas humildes. Así, quiso la autora expresar su compromiso social desde una edad muy temprana.

Una de las primeras vías de actuación que identificó fue la medicina. Addams se interesó por el estudio de la medicina, pues en ese camino veía la posibilidad de ofrecer atención sanitaria a personas en situaciones de extrema pobreza. De hecho, en 1877 llegó a ser aceptada en el recién inaugurado Smith College for Women en Massachusetts. No obstante, para su padre, esta institución se encontraba demasiado lejos de la residencia familiar de los Addams. Una consideración que solo tuvo con sus hijas y que no contempló con sus hijos varones. Este fue, según narraba la propia autora años más tarde, un episodio decepcionante.13

Una institución más cercana a la residencia de los Addams era el Rockford Female Seminary —en Rockford, Illinois—, en la que habían estudiado sus hermanas Mary Catherine y Sarah Alice, y de la cual su padre era miembro de la junta directiva. Se trataba de un seminario, organizado por congregaciones presbiterianas, que ofrecía formación académica y religiosa a mujeres jóvenes. Así, en contra de su deseo inicial, en 1877 Addams se matriculó en el seminario de Rockford.

El periodo de formación de Addams en el seminario fue crucial. Entre 1877 y 1881, se empapó de un ambiente cargado de vitalidad, esperanza y crecimiento. El seminario femenino de Rockford fue una de las primeras instituciones de formación femenina estadounidense. La educación de las mujeres en este momento histórico formalizaba uno de los primeros pasos para la emancipación femenina, y muchas de las mujeres que se formaron en estas instituciones fueron las que posteriormente apoyaron el movimiento sufragista.14 Así, gran parte de las mujeres sufragistas, formaron parte de las primeras generaciones de mujeres con educación institucionalizada superior. El perfil de las alumnas de Rockford era el de mujeres de clases acomodadas, quienes, tras su paso por el seminario, terminaban casadas o realizando misiones evangélicas. Como veremos, no serán ninguno de estos los caminos elegidos por Addams, como tampoco lo hicieron otras muchas de sus compañeras de estudios, quienes posteriormente se sumaron al proyecto Hull-House.

La formación en Rockford consistía en una sólida base de filosofía y educación clásica, con la lectura de obras de Homero, Cicerón, Virgilio, Horacio o César, que combinaban Historia Antigua y Medieval, Literatura, Retórica y Oratoria, junto con el aprendizaje de lenguas como griego, latín o francés.15 Al cóctel de humanidades se sumaba el aprendizaje de disciplinas positivistas como la Astronomía, la Geología y el Cálculo.16

En cuanto a su formación religiosa y moral, en Rockford se practicaba el hábito de visitar diariamente la capilla, realizar oraciones semanales, asistir a la iglesia todos los domingos y pronunciar el rezo personal. Si bien la autora adoptó la fe protestante durante su juventud, sus textos muestran una progresiva secularización de su pensamiento, especialmente transcurridos los primeros diez años desde la fundación del settlement Hull-House. No obstante, como veremos, pese a su distanciamiento con la fe protestante, Addams incorporó en sus escritos gran parte de la dialéctica del Nuevo Testamento; además, con frecuencia, desde su juventud y hasta su vejez, pronunciaba discursos en multitud de iglesias.

En el seminario, Addams fue una alumna académicamente brillante, reiteradamente elegida como representante estudiantil entre sus compañeras de clase y muy activa en las diversas actividades de ocio organizadas por el seminario.17 Allí desarrolló su liderazgo y pudo practicar sus habilidades como conferenciante. Se involucró en la Rockford Female Magazine y fue presidenta de la Literacy Society. Fue en este ambiente donde conoció a dos personas que terminarían siendo claves en el setllement Hull-House: Julia Clifford Lathrop (1858-1922)18 y Ellen Gates Starr (1859-1940),19 esta última cofundadora del settlement. Más allá de ser su compañera de clase, Starr fue también su primer amor. De hecho, ambas celebraban juntas el día en que se conocieron, el 11 de septiembre.20 Coincidieron durante el primer año de Addams, ya que Starr era mayor, pero posteriormente mantuvieron el contacto por correspondencia y se siguieron visitando mutuamente. Sin embargo, su relación se vio marcada por varios periodos de crisis debido a sus diferencias ideológicas y espirituales. Mientras que Starr era una persona muy religiosa, Addams se inclinaba hacia el agnosticismo. Ahora bien, como veremos, su ruptura con Starr en el plano afectivo-romántico no impidió el desarrollo del proyecto social que germinó en Hull-House.

En 1881, Addams finalizó su formación en Rockford y sufrió lo que Deegan ha denominado un punto de inflexión en su vida,21 provocado por un periodo de múltiples duelos que analizamos a continuación. El primero, el duelo relativo al rumbo que debía seguir su vida tras su paso por el seminario. Lo cierto es que, como muchas mujeres formadas de su generación, Addams se enfrentó al desajuste entre la educación recibida y las expectativas sociales reales de las mujeres de la época. El mundo occidental era un contexto predominantemente masculino en el que las mujeres quedaban relegadas a las labores del espacio doméstico y estaban lejos de ocupar la esfera política y social. Sin embargo, en esta primera generación de mujeres formadas en educación superior, muchas emprendieron caminos exploratorios hacia la búsqueda de la ocupación de ese espacio. Así, sin un espacio de intervención político y social definido y sumergida en un progresivo proceso de secularización, la pregunta para Addams era: ¿de qué manera lo aprendido en Rockford podía ayudarle a satisfacer su deseo de generar un impacto en la vida de las personas vulnerables? Como veremos, Addams terminó encontrando su propia manera, su propio ajuste.

El segundo duelo le vino a los pocos meses de graduarse, con el fallecimiento de su padre a causa de una apendicitis. La muerte repentina de su principal figura de referencia añadió una mayor dosis de incertidumbre y desorientación a su crisis vital. El tercer duelo estuvo relacionado con su salud física; sus dolores de espalda reaparecieron y tuvo que someterse a una operación que la dejó inmovilizada por un año. Esta situación dificultó su participación en diversos contextos sociales, lo que contribuyó a un deterioro de su salud mental, llevándola a caer en una profunda depresión y, en general, a una crisis existencial. Entre duelos, Addams recibió continuas presiones por parte de la viuda de su difunto padre para contraer matrimonio y formar una familia, una propuesta que reiteradamente rechazaba, pues nunca estuvo verdaderamente interesada en reproducir el ideal de mujer de la época victoriana. A pesar de las presiones, Addams pasó su postoperatorio leyendo y escribiendo de forma activa.22

Un año después de su operación, en 1883, Addams inició el que sería su primer viaje a Europa, acompañada por la viuda de su padre y otros familiares. Con ella mantenía una relación ambivalente, pues a menudo le exigía orden y disciplina. Con 23 años estuvo recorriendo diversos países como Inglaterra, Alemania, Francia, España e Italia, aunque se establecieron en Berlín por temporadas más largas. Durante este periodo, la autora aprendió idiomas como el francés y el alemán, visitó con frecuencia museos y quedó impresionada con la arquitectura de los palacios, las iglesias, las bibliotecas, etc. En estos años, entró en contacto con las obras de Goethe, Ruskin, Tolstói y George Eliot.23 Las biografías de Addams apuntan a que, lejos de ser un exilio emocional, Addams siguió sumergida en su depresión. De hecho, sus cartas de correspondencia a Starr, revelan que seguía sin encontrar la confianza, el motivo o el propósito vital que tanto ansiaba.24 A su regreso a los EE.UU. en 1886 comenzó a colaborar en algunas actividades benéficas organizadas por la iglesia presbiteriana de Cedarville y ayudó a fundar un club de arte de mujeres en Baltimore.

No fue hasta su segundo viaje a Europa en 1887, cuando la vida de Addams terminó dando un giro radical. Todo comenzó cuando una revista que describía el movimiento settlement terminó entre las manos de la autora, generando en la misma un gran interés por conocer y, al fin y al cabo, un despertar que la llevaría a volver a viajar al continente europeo. En esta ocasión, la autora viajó con Sarah Anderson, quien había sido su profesora en el seminario de Rockford. Desde el puerto de Nueva York, Anderson y Addams se embarcaron el 14 de diciembre de 1887 en la aventura y llegaron ocho días más tarde al puerto de Southampton de Inglaterra.25 De ahí marcharon a París de vacaciones y tras unos días, se encontraron con Starr —quien llevaba un tiempo viajando por Europa— en Múnich.

Juntas, ya en Alemania, comenzaron el itinerario europeo al que se sumaron otras mujeres como Hellen Harrington —antigua compañera de Rockford— y otras jóvenes del entorno cercano de Addams. Durante el invierno, visitaron Austria e Italia y, al comienzo de la primavera, se desplazaron hacia España. Merece la pena realizar una parada por la experiencia de Addams en su paso por España. Llegaron a la ciudad de Barcelona en la primavera de 1888.26 España se encontraba bajo la regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena ante la minoría de edad de Alfonso XIII. Tras pasar unos días en la ciudad catalana, visitaron Zaragoza en su camino a Madrid. “No hay nada característico de Madrid en su conjunto”, escribía Addams en una de sus cartas, “aunque es atractivo y hermoso a su manera. El gran palacio antiguo y las caballerizas son más interesantes que los lujos de la realeza, porque son más pretenciosos y llamativos”.27

Figura 1. Jane Addams realizó varios viajes a Europa a lo largo de su vida desde su adolescencia hasta su vejez. En ellos, Addams conoció a personas destacadas del mundo social como Samuel y Henrietta Barnett, Leon Tolstói o políticos internacionales como Carl Stürgkh (primer ministro austríaco), István Tisza (primer ministro húngaro), a los que presentó propuestas de mediación para poner fin a la Primera Guerra Mundial. A través de lecturas o viajes, Addams estuvo conectada con los acontecimientos del continente europeo.

Fuente: “Portrait of Jane Addams holding a book” (1896). Fotógrafo: Fred Hollyer, Hull-House Photograph collection, Special Collections and University Archives, University of Illinois at Chicago, JAMC_0000_0003_2777.

Al analizar las cartas de correspondencia de Addams durante su etapa en Madrid, encontramos una carta a su cuñada Laura Shoemaker Addams, en la que narra el encuentro con el matrimonio de filántropos protestantes Henriette Vizcarrondo y Julio Vizcarrondo. Este matrimonio fue pionero en la intervención social de la infancia vulnerable en España. Dos años más tarde de su llegada al país, en 1863, fundaron la Sociedad Abolicionista Española, el Hospital de los Amigos de los Pobres y la Sociedad Protectora de los Niños (1878-actualidad). El matrimonio estuvo en contacto con el mundo misionero mediante su asistencia a la Conferencia de Misiones Mundiales en Londres, así como la visita al centro Toynbee Hall en Londres —settlement que inspiró Hull-House. En su carta, Addams detalló que, aconsejadas por la señora Vizcarrondo, asistieron a lo que la autora denominó como “el gran evento de nuestra estancia en Madrid”. Se trataba de la asistencia a la corrida del 22 de abril de 1888 en la plaza de toros. Así relataba la corrida:

Llegamos cuando la primera cuadrilla estaba en el ruedo, y justo cuando esta salía, el toro entró corriendo. Era una criatura hermosa, tan ágil y activa como un gato, y tan veloz y graciosa como un ciervo, con nada de la torpeza que se asocia al toro. Los picadores son los dos hombres montados en caballos que espolean al toro con largas lanzas de madera hasta que se precipita hacia ellos y mata a los caballos. El primer toro mató cuatro caballos, dos por cada picador... Esa fue la peor parte... Los banderilleros... corrían más peligro que el propio matador, que no entró hasta que el toro estaba tan cansado que era algo relativamente fácil de matar... No nos quedamos hasta el final amargo, aunque nos sentimos avergonzadas y sorprendidas al descubrir que fuimos lo suficientemente brutales como para interesarnos mucho en ello.28

Un evento lo suficientemente macabro, vergonzante y brutal, que estaba fuera de los valores morales con los que probablemente se identificaban Addams y las otras mujeres asistentes. Lejos de ser anecdótico, esta experiencia ambivalente terminó convirtiéndose en una experiencia crucial y simbólica para la fundación de Hull-House. De hecho, en su libro TYH (1910), Addams resignificó la experiencia, colocando en la consciencia sobre el trato violento y humillante sobre el toro una “reacción moral”. Es decir, un despertar moral de su acción y, seguramente, de su pensamiento. En palabras de la autora:

... la reacción moral que provocó la experiencia de la corrida de toros había sido capaz de revelarme que lejos de seguir el despertar de un carro de fuego filantrópico, me había atado a la carreta del egoísmo... Decidí que, al día siguiente, pasara lo que pasara, comenzaría a llevar a cabo el plan [de Hull-House], aunque solo fuera hablando sobre él.29

Así, en el 20 aniversario de la fundación del settlement, Addams interpretó el evento como la experiencia catalizadora de la germinación de Hull-House. El sufrimiento y la violencia del toro era para Addams equiparable al sufrimiento y la vulnerabilidad de los seres humanos. Addams comprendió la necesidad de abandonar su situación privilegiada y egoísta para crear un espacio que pudiera acoger de manera afectiva la vulnerabilidad y el sufrimiento humano.

Tras la brutalidad de la experiencia vivida, visitaron el sur del país y estuvieron en las ciudades de Córdoba, Sevilla, Cádiz, Tánger, Gibraltar, Málaga y Granada, “un paraíso terrenal”.30 La vuelta al norte la realizaron por la ciudad de Burgos, ciudad en la que se separaron sus caminos. Mientras que Anderson y Starr se fueron a París, Addams realizó una última parada en la ciudad de San Sebastián para visitar al matrimonio de misioneros protestantes Alice Gordon Gulick y William Hooker Gulick. Estos se habían instalado en 1871 en Santander y posteriormente en San Sebastián para la fundación de una escuela de formación de maestras de escuelas protestantes. En 1881, los Gulick habían inaugurado el que fue conocido como el Colegio Norteamericano. Se trataba de una institución que residiría en Madrid y con sede en Boston que acabaría desarrollando colaboraciones con instituciones educativas españolas que contribuyeron a la renovación de las ideas pedagógicas. Entre ellas se encuentran la Institución Libre de Enseñanza, el Instituto-Escuela y la Residencia de señoritas.31 El Colegio Norteamericanocontribuyó a expandir en España algunas de las ideas sobre educación e infancia que se estaban desarrollando de forma paralela en los EE.UU. Las maestras que se formaban en el Colegio Norteamericano desempeñaban sus primeras prácticas educativas en el Kindergarten de los Gulick, que suponía un espacio para la experimentación de las nuevas ideas pedagógicas. La institución alcanzó el reconocimiento de los pedagogos e instituciones de renovación pedagógica de la época. En su visita, Addams pudo entrar en contacto con las prácticas educativas de los Gulick, destacando sus actividades musicales y la alegría que contagiaban. Es precisamente en este periodo en el que Addams visitó el proyecto pedagógico de estos misioneros protestantes:

Todos se alegraron mucho de vernos, ya que casi nunca tienen visitas. Treinta y tres de ellos se alojan allí todo el tiempo, todos cantan y muchos de ellos tocan el violín o el piano o la flauta, así que ya ves que son bastante alegres.32

La visita a los Gulick sigue siendo una laguna por abordar en la biografía de Addams, pero, sin duda, hubo de tener gran influencia en la autora en dos sentidos. Primero, porque los Gulick habían apostado por la educación de las mujeres españolas y, segundo, porque estas andaban poniendo en práctica las teorías y prácticas de la pedagogía froebeliana. Tal y como veremos, el Kindergarten fue una de las primeras iniciativas organizadas por Hull-House. Así, en ambos intereses podría encontrarse los antecedentes de algunos de los programas de Hull-House. En definitiva, la ruta que Addams realizó por España y, sobre todo, su estancia en Madrid y Santander, le permitieron entrar en contacto con personas a la vanguardia de los movimientos educativos, que apoyaban la educación de las mujeres y la protección de la infancia. Su paso por la plaza de toros de Madrid es un acontecimiento clave, pues marcó un nuevo punto de inflexión que impulsó la materialización del proyecto Hull-House.

Una vez finalizada su estancia en España pusieron rumbo a Londres donde visitaron el settlement Toynbee Hall,33 que había sido inaugurado cuatro años antes en 1884. El movimiento settlement fue una iniciativa social surgida a finales del siglo XIX en Reino Unido y Estados Unidos, cuyo objetivo era reducir la brecha entre clases sociales. Consistía en que personas de clases medias y altas (principalmente universitarios y reformistas sociales) se mudaban a barrios obreros para vivir y trabajar junto a los pobres, ofreciendo educación, servicios sociales y actividades comunitarias. Su propósito era fomentar la integración social y mejorar las condiciones de vida de las comunidades marginadas. El movimiento combinó ideas del evangelio social junto con las críticas al industrialismo de Thomas Carlyle y John Ruskin. Toynbee Hall, primer settlement universitario de la historia, estaba dirigido por el popular sacerdote Samuel August Barnett —conocido como Canon Barnett— y su mujer Dame Henrietta Barnett, una conocida reformadora socialista de origen familiar acomodado. La principal actividad de Toynbee Hall se basaba en la intervención comunitaria voluntaria que los estudiantes universitarios podían ofrecer a las personas que se encontraban en una situación vulnerable y que residían en los suburbios de la ciudad. Addams encontró en el proyecto de este matrimonio un ejemplo de cómo canalizar sus ansias de acción y compromiso social. Así lo recogió el periódico Democrat and Chronicle en su artículo “The founder of Hull-House” en 1902:

Comenzó con una breve referencia a la historia del trabajo de settlements que tuvo origen en el este de Londres, por un clérigo, Canon Barnett, quien eligió vivir en apartamentos con la gente y dotarlos de la riqueza y necesidades que precisan su vida... una nueva línea de aproximación a los viejos problemas de la pobreza desde la comprensión y la amistad.34

Se trataba no tanto de ayudar desde una postura paternalista, condescendiente y jerárquica a los vulnerables—tal y como hacían las sociedades caritativas—, sino de compartir la vida con aquellos que sufrían de las vulnerabilidades del industrialismo. El settlement Hull-House escapaba de las formas de relación voluntario acomodado-usuario. La desigualdad debía ser atajada desde la convivencia entre personas de distintos estatus sociales, económicos, culturales y religiosos. En origen, los settlements se basaron en ideas provenientes del social gospel —evangelio social—, un movimiento proveniente del protestantismo liberal que buscaba la aplicación de la ética cristiana a los desafíos industriales de la época. Acerca de la necesidad de compartir la vida, cabe mencionar que Addams fue una gran admiradora de las obras de Leon Tolstói.35 En particular, una de las obras tolstoianas que más le marcó fue What Shall We Do? (1886), que años más tarde citará en TYH (1910): “solo el que literalmente comparte su propio refugio y comida con los necesitados puede afirmar haberles servido”.36 A estos principios se sumaron los trabajos de Thomas Carlyle y su discípulo John Ruskin, quienes, desde una perspectiva idealista, realizaron fuertes críticas al industrialismo.37

En síntesis, es probable que, en estos años de continuos duelos, Addams tuviera que aprender la valiosa lección de aceptar las cosas tal y como suceden y, por tanto, como son. Es decir, estableciendo el punto de análisis de la realidad social desde lo que yaes, dejando a un lado las fantasías de lo que no es y buscando otras formas de ser diferentes y mejores, en la medida de lo posible. En la corrida de toros, el sufrimiento del toro es la expresión de la vulnerabilidad humana al descubierto de los grandes desafíos de la época industrial. En este simbolismo, el toreo simboliza una forma de acción bruta, injusta y, aparentemente civilizada, que no termina de ser sensible a la complejidad de la naturaleza humana. De ahí, Addams extrae la necesidad de abandonar el ideal de mujer victoriana y embarcarse en la búsqueda de otros imaginarios femeninos y de otras formas de acción social no jerárquicas o paternalistas, como las que percibió en Toynbee Hall, con principios morales que posibiliten el entendimiento, la comprensión, el consuelo, la hospitalidad, la amistad y el cuidado de la vulnerabilidad y el sufrimiento humano.

Así, entre sus duelos, la plaza de toros de Madrid, la visita a los Gulick y el settlement Toynbee Hall de Londres, Addams engendró el que fue su proyecto más ambicioso: el settlement Hull-House. Un proyecto en el que se aventuró a desafiar diversas convicciones morales predominantes de la época victoriana y a mostrar que existían formas más afectivas de comprender al ser humano y sus relaciones. Lo que veremos en las próximas páginas son continuos ejemplos que muestran cómo Addams articuló narrativas en tres direcciones fundamentales: 1) que las mujeres podían llegar a tener un lugar en el mundo al margen de la vida doméstica y privada, y que la educación es sin duda una forma de empoderamiento clave para la construcción de nuevos imaginarios, formas de pensamiento y acción; 2) que la condición vulnerable de la naturaleza humana es extraordinariamente plural y, por tanto, que las personas migrantes no son de naturaleza bruta, inferior o no civilizada —como se defendía desde el ideal victoriano de la época—, sino que su diferencia expresa una herencia cultural valiosa y con un potencial creativo para la socialización de la democracia; y, finalmente, tal y como expresará en TSYCS (1909), 3) que la comprensión profunda de las necesidades, el cuidado, la protección y la educación de los niños, niñas y adolescentes es un compromiso social, político y ético al que, como sociedad, no podían renunciar, pues lo que estaba en juego era la democracia.

Etapas intelectuales: pragmatismo cosmopolita local y global

Las ideas filosóficas de Addams han de ser entendidas dentro de las coordenadas del pragmatismo norteamericano. El pragmatismo es una corriente de pensamiento filosófico de finales del siglo XIX que sostiene la interdependencia entre las ideas y las acciones humanas. Miras-Boronat sugiere que esta corriente fue “una reacción al idealismo hegeliano y al exceso de especulación”.38 Fue probablemente también un giro de la filosofía hacia el interés por atajar las desigualdades sociales de la vida cotidiana. Es decir, veremos cómo sus obras ofrecen continuo diálogo entre pensamiento y acción. Algunos investigadores han vinculado las obras de Addams con las corrientes posteriores de la ética del cuidado, el feminismo cultural y el feminismo de la diferencia.39 En el intento de aproximación al pensamiento de Addams, se podrían identificar tres etapas. Los períodos reflejan no solo matices filosóficos significativamente distintos, sino también escalas de acción diferentes. Estas etapas, a su vez, reflejan una reorganización en los propósitos, la acción y el ideario del settlement norteamericano. Estas etapas no han de entenderse en un sentido estricto sino más bien como tendencias de pensamiento. Estos periodos son: a) sus primeros trabajos, que incluyen la primera década en el settlement (1889-1899); b) sus trabajos intermedios, desde el inicio de siglo hasta la IGM en 1914 (1900-1914) y c) sus trabajos finales, desde la IGM hasta su muerte (1915-1935). En el primer y segundo periodo predominó una acción y un pensamiento dentro de la óptica local-nacional, mientras que en el tercero Addams termina situándose de una manera global-internacional ante los desafíos humanos de la época.

La primera etapa se caracteriza por la fuerte influencia del ideario y la atmósfera que cultivó en el Rockford Female Seminary e incluye las lecturas que la autora realizó en sus primeros dos viajes a Europa. En esta etapa destaca la influencia del evangelio social y autores como Lincoln, Mazzini, Tolstói, Carlyle, Ruskin, Morris. Sin embargo, poco a poco el Hull-House fue definiendo su propia cultura de acción y pensamiento buscando un enfoque adaptado a las particularidades del contexto de Chicago. Es aquí donde comienza su segunda etapa. De acuerdo con Farrell,40 tras los diez primeros años desde su fundación, Addams experimentó un giro secular, desplazando de su lenguaje todo tipo de atributos religiosos y focalizó su atención en la necesidad de construir una cultura democrática.

En esta segunda etapa, Addams sitúa su esfuerzo educativo del settlement en la necesidad de “socializar la democracia” a través de experiencias estéticas.41 Con socialización de la democracia, Addams —tal y como también hizo Dewey— se refería a la creación colectiva y asociada, no tanto a un sistema de participación política, sino a una forma de vida comunitaria. En este sentido, la autora entendía que las personas necesitaban construir sus vidas colectivamente en sus barrios mediante la interacción, el diálogo y la comprensión mutua.

Tradicionalmente, los trabajos académicos que desconocen las obras de Addams han tendido a afirmar que la autora asumió la noción deweyniana de democracia. Sin embargo, quienes se han sumergido en la comprensión profunda de las vidas de Dewey y Addams, hoy saben que ambos compartían una buena amistad y que terminaron siendo compañeros intelectuales, lo que anima a pensar que la noción de democracia podría haber sido desarrollada de manera colectiva. De hecho, tenían una relación cercana, íntima y cotidiana, Dewey, por ejemplo, puso el nombre de Jane a una de sus hijas en referencia a Addams. Asimismo, Dewey era uno de los profesores conferenciantes más habituales deHull-House y solía participar en los clubes de debate del settlement, frecuentados por Addams. Tal y como muestra su correspondencia, con frecuencia, solían mantener conversaciones sobre los grandes interrogantes y desafíos, no solo de la ciudad de Chicago o la sociedad estadounidense, sino de la propia condición humana. Cuando Dewey perdió a sus hijos, Addams fue un gran apoyo. De hecho, en su texto “School as Social Centre”(1902), Dewey afirmó específicamente que sus argumentos se basaban en muchas de sus experiencias en Hull-House.42De igual forma, en “The Subjective Necessity of Social Settlement”, Addams citó tanto a Dewey como a William James. Con la llegada de la guerra mundial, se distanciaron, ya que mantuvieron posturas diferentes sobre la guerra. No obstante,cuando Addams murió, Dewey le dedicó la obra Liberalism and Social Action (1935).

Así, y, especialmente considerando la filosofía comunitaria y autoreflexiva que se practicaba desde Hull-House, quizás tenga sentido asumir que Addams y Dewey se influyeron mutuamente en sus reflexiones y compartieron muchos supuestos sobre la práctica y la teoría social. Entre esos supuestos se encuentra la idea de democracia. La conceptualización de la democracia no se basaba en la noción liberal que asume que lo colectivo es la suma de las aportaciones individuales.43 Más bien es una noción de democracia progresista que requiere de la comprensión amplia y profunda de la comunidad para contribuir a la construcción de la sociedad.

Bajo la óptica de la democracia progresista, la educación era entendida como la continua reconstrucción colectiva de la experiencia cotidiana a partir del diálogo y la comprensión afectiva. Como veremos, la educación, como experiencia que permite la continua reconstrucción y renovación de la vida social lleva implícito su deseo por el restablecimiento de la continuidad de diversos desajustes en la infancia y la adolescencia. Su propósito era reparar y reconciliar las discontinuidades generadas por la nueva organización industrial de la vida como: las partes y el todo, pensamiento y acción, hogar y sociedad, juego y trabajo, pasado-presente-futuro, las generaciones de padres/madres con hijas/hijos o las diferencias entre personas migrantes de diversos orígenes culturales, religiosos y lingüísticos.

A partir de entonces, el settlement comenzó a realizar sus propias investigaciones sobre las desigualdades crecientes de la ciudad. El impulso de la búsqueda y definición de una cultura propia fue acompañado de una serie de hechos como la residencia de Julia Lathrop y Florence Kelly (1892), la nueva amistad con Dewey y George Herbert Mead (a partir de 1892) y el distanciamiento y desencuentro con Tolstói en su visita (1896). Es en esta etapa, el momento en el que Addams comenzó a acentuar la búsqueda de un sustituto moral a la guerra, al patriotismo nacionalista y al espíritu heroico militar que prevalecía en el país. Advirtió que ese tipo de patriotismo supremacista era propio de la mentalidad del siglo XVIII y que este, ponía en riesgo la estabilidad y la paz mundial de los pueblos. Addams se acogerá a la necesidad de cultivar un tipo de patriotismo cosmopolita capaz de poner en valor los saberes culturales de los migrantes. Como veremos, para Addams, el juego en el playground era una experiencia estética educativamente valiosa para el cultivo de una ciudadanía cosmopolita y pacifista alternativa al patriotismo nacionalista militarista. Al jugar, niños, niñas y adolescentes eran capaces de percibir diferencias en sus similitudes y, sobre todo, similitudes en sus diferencias, lo que les permitía generar un sentido de comunidad solidario, cooperativo y hermanado. Es decir, la “socialización de la democracia” tenía una sólida base en el ejercicio de expresivo de jugar, pues permitía comprender que en la diversidad había algo extraordinariamente valioso. Confiaba así, que la pluralidad y el poder de variación del juego traerían a la sociedad y al individuo algo mejor y extraordinario que lo previamente establecido.44

Ante tales creencias, no resulta extraño que Addams participara en un gran número de eventos pacifistas. Se manifestó en contra de la Guerra Hispano-estadounidense (1898), se unió a la American Anti-Imperialist League (1898), participó en la Universal Peace Conference (1904) y ejerció de delegada en el National Arbitration and Peace Congress en 1907. En esta etapa escribió libros como Democracy and Social Ethics (1902), Newer Ideals of Peace (1907), A New Conscience and an Ancient Evil (1912) y el libro que analizamos a continuación The Spirit of Youth and the City Street (1909).

Finalmente, la participación en el conflicto bélico supuso un fuerte cambio contextual en el panorama global y nacional que reorientó los intereses del país y acabó trayendo nuevas problemáticas a la vida de los estadounidenses. La tercera tendencia de pensamiento y acción debe ser identificada en relación con su participación en un gran número de eventos internacionales de carácter pacifista y feminista. En esta etapa son destacables sus libros: The Long Road of Women Memory (1916), Peace and Bread in Time of War (1922), The Second Twenty Years at Hull-House (1930) y The Excellent Becomes the Permanent (1932), así como sus artículos “Why Women Should Vote” (1911), “The Need of Woman’s Vote” (1913), “Peace on Earth” (1913), “What the Women Did” (1915), “The Revolt Against War” (1915) y “The World’s Food Supply and Woman’s Obligation” (1918). En este libro, recogemos obras de Addams publicadas entre su segunda y su tercera etapa intelectual. Ahora bien, como veremos, sus principales artículos, discursos y libros vinculados con la educación se concentraron especialmente en la segunda etapa, caracterizada por su trabajo realizado en el settlement Hull-House. Por ello, en la siguiente sección esperamos poder ofrecer una panorámica lo suficientemente amplia como para comprender en profundidad las iniciativas educativas desarrolladas desde el centro. Solo así, podremos llegar al corazón de la filosofía educativa de Addams.

El settlement Hull-House: educación, arte y democracia

El que fue uno de los primeros settlements de América del Norte, estaba situado en uno de los barrios más golpeados por las condiciones de miseria de la ciudad industrial, y se encontraba en el conocido barrio griego de la ciudad de Chicago. Previa a su apertura en 1889, Addams se bautizó por la iglesia presbiteriana de Cedarville. Así, pese a sus dudas espirituales y su resistencia a formar parte de las actividades más religiosas en Rockford, es probable que Addams se bautizara para acompañar el impulso de la influencia del movimiento del social gospel. Addams y Starr realizaron varias campañas de recaudación de fondos, reuniéndose con filántropos, instituciones de caridad, sociedades y asociaciones con fines sociales.45 Con los fondos recaudados junto con la herencia que el padre de Addams le había dejado, consiguieron el presupuesto suficiente para poner en marcha su proyecto.

El 18 de septiembre de 1889, Addams y Starr se mudaron a la mansión Hull-House, una vivienda “vieja” pero “espaciosa”46 que se encontraba entre las calles de Halsted y Polk, en el decimocuarto barrio del decimonoveno distrito electoral. Se trataba de un antiguo edificio que sobrevivió al famoso incendio de Chicago de 1871. Un barrio lleno de tiendas y bares que disponía de una configuración espacial singular. Se organizaba en pequeñas “colonias” aisladas formadas por irlandeses, judíos, italianos, alemanes, francocanadienses, polacos y rusos.47 El settlement ofrecía alojamiento a personas —tanto hombres como mujeres— que deseaban realizar una residencia en el centro para trabajar cooperativamente con el vecindario.48

Figura 2. En septiembre de 1889, Jane Addams y Ellen Gates Starr abren las puertas del settlement Hull-House en el barrio griego de la ciudad de Chicago, entre las calles Polk y Halsted. Un barrio de pequeñas colonias de personas migrantes que se habían desplazado hasta la ciudad para trabajar en las fábricas. Esta es la primera foto conocida del edificio de Hull-House en 1891.

Fuente: “Hull-House” (1891), Hull-House Photograph collection, Special Collections and University Archives, University of Illinois at Chicago, JAMC_0000_0131_0146.

Con el fin de justificar la necesidad de la creación del settlement en la ciudad de Chicago, Addams escribió dos ensayos: “The Objective Value of Social Settlement” (1892) y “The Subjective Necessity of Social Settlement” (1892).49 En el primero Addams realizó un análisis de los principales desajustes a los que se enfrentaba el vecindario: “calles indescriptiblemente sucias, escuelas inadecuadas... alumbrado público malo, pavimentación pobre... casas no conectadas al alcantarillado, niños en edad escolar trabajando”.50 En el segundo, Addams explicó los tres motivos que llevaron a las colegialas de Rockford a fundar el centro: 1) la necesidad de expandir la democracia, 2) el deseo de compartir la vida —en línea con el social gospel, Toynbee Hall y sus lecturas de Tolstói— y 3) servir a la sociedad desde el humanismo cristiano.51

Si bien los principios fundacionales de Hull-House estaban basados en el cristianismo protestante latente en el movimiento social gospel, Addams defendió desde sus inicios que el centro debía de estar abierto a todas las personas del barrio con independencia de su creencia política o religiosa. El settlement era un espacio intergeneracional y comunitario que se encontraba abierto a la pluralidad de la sociedad: “no solo para la gente pobre, ni para los acomodados..., sino para el vecindario en su conjunto”.52 De hecho, Hull-House fue un lugar de encuentro de personas de diversas afinidades políticas. Miembros de organizaciones anarquistas, socialistas y progresistas eran asistentes habituales en el settlement y se relacionaban con residentes y voluntarios. Los residentes eran pensadores, artistas, intelectuales, obreros, reformadores, hombres y mujeres afroamericanos o personas brillantes como Kropotkin, Florence Kelley, Frank Lloyd Wright o Alice Hamilton.

En sus comienzos, el settlement albergó semanalmente a dos mil personas que hacían uso de los distintos espacios. Paulatinamente se fueron consiguiendo más fondos y la afluencia de personas en la institución fue creciendo, provocando el aumento de sus servicios y su capacidad de atención a la comunidad. De acuerdo con Addams, las actividades no eran producto de una “noción preconcebida de lo que un settlement social debería ser”,53 más bien una respuesta a las necesidades del propio vecindario. Estas actividades no estaban diseñadas desde la preconcepción de un ideal, sino que se encontraban en continuo cambio y movimiento para responder a distintas necesidades del vecindario. Eran respuestas a los problemas derivados del crecimiento industrial desproporcionado, que habían sido previamente identificados mediante un periodo de investigación. Addams denominó a esta forma de aproximarse a la realidad social como la filosofía de “las tres erres”: residencia (residence), investigación (research) y reforma (reform).54 Tres ideas que residen en el seno de la filosofía pragmatista que se practicaba en el settlement. Eran los residentes de Hull-House los que analizaban la realidad social y buscaban sus propias soluciones. El settlement lideró investigaciones sobre los principales desajustes sociales que se evidenciaban en el barrio como la falta de vivienda, la mortalidad infantil, el absentismo escolar, la falta de lectura infantil, el trabajo infantil, la delincuencia juvenil, la tuberculosis, la fiebre tifoidea, el consumo de drogas o el valor social de los salones. Una de las investigaciones más relevantes fue un estudio sistemático y sociológico de la vivienda en el barrio de Hull-House. Sus hallazgos quedaron plasmados en la obra Hull-House Maps and Papers (1895), una minuciosa investigación que incluía análisis de variables sociodemográficas, culturales y lingüísticas junto con ensayos de los residentes en los que se proyectaban posibles soluciones a nivel no solo del barrio sino de la ciudad de Chicago. Junto con TYH (1910), esta obra ha sido considerada como pionera en la sociología moderna por sus métodos de investigación innovadores.

El esfuerzo colectivo que se practicaba habitualmente en el settlement, no partía tanto del deseo de aplicar una serie de normas, pasos o técnicas científicamente aceptadas sino de la experimentación y la búsqueda de una forma propia de comprender e investigar la realidad social. Se trataba de un esfuerzo profundamente experimental, con una gran capacidad de adaptación, flexibilidad y provisionalidad ante un entorno cambiante. Un esfuerzo que requería del ensayo, del error, de la comprensión mutua y de una especie de “paciencia científica”. No se trataba de encontrar la solución de cualquier forma, había que encontrarla de forma colectiva, compasiva y solidaria. Así, ante una sociedad industrial cada vez más individualista, fragmentada y aislada, desde Hull-House se transmitía el mensaje de que una sociedad más humana no solo era deseable y posible sino urgentemente necesaria. En este sentido, la noción de progreso que alimentaba los esfuerzos del settlement no era una visión utópica de la realidad sino deseable dentro de lo posible. Es decir, una posibilidad que, de alguna manera, está ya presente pero no ha sido necesariamente realizada del todo. Hull-House era, ante todo, la socialización de la democracia en estado vivo, el continuo experimento por encontrar una forma de vida en asociación y comunidad que se encontraba continuamente en revisión. Merece la pena detenerse en la forma en la que Addams describió Hull-House:

El settlement