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Este libro aborda la intersección entre la inteligencia artificial y el deber de motivación en las sentencias judiciales, planteando un análisis crítico sobre si estas decisiones automatizadas pueden alcanzar una justicia plena o si, por el contrario, resultan en una mera formalidad vacía. La obra examina los principios fundamentales que deben guiar la motivación de las sentencias, tales como la racionalidad, que exige argumentaciones coherentes y completas; la congruencia, que asegura que las decisiones se alineen con las pretensiones y oposiciones presentadas; la integración, que requiere que los fundamentos sean explícitos y no ocultos; y la controlabilidad, que permite a todas las partes involucradas evaluar y comprender el razonamiento detrás de cada sentencia. A través de un enfoque riguroso, se discuten las implicaciones de incorporar sistemas de IA en el proceso judicial. Se destacan tanto los beneficios potenciales como las lagunas existentes en cuanto a la motivación adecuada de las decisiones generadas por estos sistemas. La obra también incluye un análisis comparativo de jurisprudencia nacional e internacional para ilustrar cómo diferentes jurisdicciones abordan estos desafíos contemporáneos. El texto invita a reflexionar sobre el futuro del sistema judicial frente a la creciente automatización y plantea preguntas cruciales sobre la naturaleza misma de la justicia. ¿Pueden realmente los algoritmos ofrecer soluciones justas? ¿O es necesario preservar elementos humanos esenciales para garantizar una verdadera equidad? En última instancia, este libro busca contribuir al debate sobre cómo equilibrar innovación tecnológica con principios jurídicos fundamentales.
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Seitenzahl: 221
Veröffentlichungsjahr: 2025
YANINA PAULA VAZQUEZ
Vázquez, Yanina Paula El juez autómata : ¿Decisiones perfectas o justicia vacía? / Yanina Paula Vázquez. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2025.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-6638-6
1. Narrativa. I. Título. CDD A860
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
Prólogo
1 - Introducción a la IA en Justicia
1.1 Contexto histórico de la IA en derecho
1.2 Impacto de la tecnología en decisiones judiciales
1.3 Desafíos éticos en el uso de IA
2 - Fundamentos de la Motivación Judicial
2.1 Concepto de motivación en sentencias
2.2 Importancia de la fundamentación suficiente
2.3 Garantías constitucionales en la motivación
3 - Pautas del Deber de Motivación
3.1 Racionalidad en la argumentación judicial
3.2 Congruencia entre pretensión y sentencia
3.3 Integración de fundamentos en decisiones
4 - Racionalidad en la Argumentación
4.1 Coherencia y consistencia en sentencias
4.2 Análisis de contradicciones en decisiones
4.3 Complejidad y claridad en la argumentación
5 - Congruencia y su Importancia
5.1 La congruencia como pilar de legitimidad
5.2 El lenguaje como herramienta de congruencia
5.3 Instituciones, confianza y congruencia
5.4 Evitar la ultra, extra y citra petitia
5.5 Relación entre pretensión y oposición
5.6 Casos de falta de congruencia judicial
6 - Integración de Fundamentos
6.1 Motivación implícita y su problemática
6.2 El lenguaje como base de fundamentación. Suficiencia, falibilidad y control
6.3 Instituciones, incentivos y motivación
6.4 Remisiones y su impacto en decisiones
6.5 Ejemplos de integración efectiva en sentencias
7 - Controlabilidad de las Sentencias
7.1 Acceso a la motivación por las partes
7.2 Supervisión por órganos superiores
7.3 Transparencia y comprensibilidad para ciudadanos
8 - Sentencias e IA
8.1 La irrupción de la IA en decisiones
8.2 Comparación entre IA y jueces humanos
8.3 Riesgos de la automatización en justicia
8.4 El juicio como acto humano e institucional en la era de la IA
8.5 La tentación de la eficiencia sin fundamentos
8.6 La opacidad algorítmica y la falibilidad humana
8.7 La motivación como garantía y como lenguaje institucional
9 - Lagunas en la Motivación
9.1 Identificación de vacíos en sentencias
9.2 Consecuencias de la falta de motivación
9.3 Propuestas para mejorar la motivación
10 - Jurisprudencia Nacional
10.1 Análisis de casos relevantes en Argentina
10.2 Tendencias en decisiones judiciales
10.3 Impacto de la jurisprudencia en la motivación
11 - Jurisprudencia Internacional
11.1 Comparación de sistemas judiciales
11.2 Casos emblemáticos en otros países
11.3 Lecciones aprendidas de la jurisprudencia global
12 - Retos de la IA en Justicia
12.1 Desafíos técnicos en la implementación
12.2 Cuestiones éticas y de responsabilidad
12.3 Futuro de la IA en el sistema judicial
13 - La Percepción Pública de la IA
13.1 Opiniones sobre la justicia automatizada
13.2 Confianza en decisiones basadas en IA
13.3 Impacto en la percepción de la justicia
14 - Propuestas para la Regulación
14.1 Necesidad de marcos normativos claros
14.2 Regulaciones para el uso de IA
14.3 Propuestas de políticas públicas efectivas
15 - Futuro de la Motivación Judicial
15.1 Tendencias en la fundamentación judicial
15.2 Innovaciones tecnológicas en el ámbito legal
15.3 Visión a largo plazo de la justicia
16 - Conclusiones sobre la IA y Justicia
16.1 Reflexiones finales sobre el tema
16.2 Cuando las máquinas administran: los límites de la inteligencia artificial sin humanidad
16.3 Implicaciones para el sistema judicial
16.4 Llamado a la acción para el futuro
17 - Recomendaciones para Practicantes
17.1 Mejores prácticas en la motivación
17.2 Integración de IA en la práctica judicial
17.3 Capacitación y formación continua
18 - Consideraciones Finales
18.1 Resumen de hallazgos clave
18.2 Importancia de la motivación en justicia
18.3 Reflexiones sobre el papel de la IA
El humanismo técnico como horizonte
BIBLIOGRAFÍA
“Instituciones fuertes no son las que obedecen ciegamente normas,
sino las que reflexionan con razón crítica sobre su aplicación”
Vivimos una época en la que la inteligencia artificial avanza aceleradamente, irrumpiendo en todos los ámbitos sociales, políticos y jurídicos. La pregunta que se impone es inevitable: ¿qué lugar le corresponde a la inteligencia artificial en el ejercicio del poder judicial? ¿Puede la tecnología reemplazar la esencia misma de la decisión judicial, o debe limitarse a ser una herramienta al servicio de la razón y la justicia?
Este libro ofrece una respuesta clara y fundamentada: la inteligencia artificial puede y debe asistir al juez, pero no puede suplantar la motivación judicial. La motivación, entendida como la exposición racional, comprensible y pública de las razones que justifican una decisión, es el corazón de la legitimidad democrática del Poder Judicial. Sin ella, las sentencias se vuelven actos arbitrarios, vacíos de sentido y control.
Con un enfoque riguroso y profundo, se despliega una perspectiva humano-técnica que pone en diálogo el derecho, la filosofía jurídica contemporánea y la realidad tecnológica. Se articula un modelo que reivindica la responsabilidad humana y la institucionalidad como bases insoslayables para una justicia legítima en el siglo XXI.
Este libro no es un rechazo al progreso ni a la tecnología, sino un llamado ético y jurídico a la prudencia y a la reflexión crítica. Porque en tiempos donde la velocidad y la precisión computacional seducen, el desafío sigue siendo preservar la justicia como un acto racional, humano y profundamente social.
Para juristas, académicos, operadores del derecho y todos aquellos interesados en el futuro de la justicia, esta obra se presenta como una lectura esencial y una invitación a repensar el papel del juez y la tecnología en la construcción de un Estado de Derecho verdaderamente democrático.
Desde sus inicios, la inteligencia artificial (IA) ha sido reconocida como una herramienta con el potencial de revolucionar y optimizar la eficiencia del sistema judicial. La idea de emplear máquinas para asistir en la toma de decisiones no es reciente; sus raíces se remontan a la década de 1950, cuando los pioneros de la informática comenzaron a investigar la posibilidad de crear sistemas capaces de simular procesos de pensamiento humano. Con el paso de los años, esta visión ha evolucionado, dando lugar a aplicaciones cada vez más sofisticadas que desempeñan un papel fundamental en el ámbito legal actual. Los primeros sistemas expertos, como el programa MYCIN1 desarrollado en la Universidad de Stanford en 1972, fueron concebidos para diagnosticar enfermedades infecciosas y recomendar tratamientos. Aunque su enfoque era médico, sentaron las bases para el desarrollo de sistemas que podrían aplicar reglas lógicas a conjuntos de datos complejos, un principio que posteriormente se trasladaría al campo del derecho. En este contexto, la IA comenzó a ser considerada una herramienta valiosa para ayudar a abogados y jueces a procesar información y tomar decisiones más fundamentadas. A medida que la tecnología avanzaba,la llegada de la computación en la nube y el aumento de la capacidad de procesamiento facilitaron el desarrollo de algoritmos de aprendizaje automático. Estos algoritmos permiten a las máquinas aprender de los datos y mejorar su rendimiento con el tiempo, revolucionando así la forma en que se analizan los casos legales. Herramientas como ROSS Intelligence y LexisNexis2, por ejemplo, utilizan IA para examinar grandes volúmenes de documentos legales, identificar precedentes relevantes y ofrecer recomendaciones basadas en patrones detectados en casos anteriores.
Un hito clave en la evolución de la IA en el derecho fue la implementación de sistemas de predicción de resultados judiciales.
Estos sistemas analizan datos históricos de sentencias y decisiones judiciales, demostrando ser útiles para prever el resultado de casos similares. Un estudio realizado por la Universidad de Chicago en 2022 reveló que el uso de IA en la predicción de decisiones judiciales puede aumentar la precisión en un 20% en comparación con métodos tradicionales. Sin embargo, esta capacidad predictiva también plantea interrogantes sobre la ética y la responsabilidad en la toma de decisiones judiciales. La percepción de la IA como un recurso valioso en la toma de decisiones judiciales ha crecido, aunque no sin enfrentar desafíos. La introducción de esta herramienta en el ámbito judicial ha suscitado preocupaciones sobre la transparencia y la equidad. La falta de comprensión acerca de cómo funcionan estos sistemas puede generar desconfianza entre los profesionales del derecho y el público en general; como así también plantea un dilema filosófico y práctico, ¿puede una máquina decidir casos jurídicos con la misma legitimidad, razonabilidad y justicia que un juez humano? En este trabajo sostendré que la figura del “juez autómata” —como símbolo de una racionalidad algorítmica perfecta— resulta incompatible con la estructura normativa, epistémica y deliberativa del derecho.
Por ello, es fundamental que los desarrolladores de IA se enfoquen en crear modelos que sean no solo efectivos, sino también comprensibles y accesibles para todos los actores involucrados en el proceso judicial.
Además, la implementación de la IA en el derecho ha puesto de manifiesto lagunas en torno a la motivación de las sentencias. La motivación, entendida como la obligación de los jueces de explicar las razones detrás de sus decisiones, es un pilar esencial para la legitimidad del sistema judicial. Sin embargo, la automatización de ciertos procesos puede resultar en una falta de claridad en la fundamentación de las decisiones, lo que podría afectar la confianza pública en la justicia. Este aspecto se convierte en un punto crítico a medida que la inteligencia artificial se integra más profundamente en el sistema judicial. En este punto, hemos explorado la evolución de la IA en el derecho, desde los primeros sistemas expertos hasta las aplicaciones modernas de aprendizaje automático. A medida que avanzamos en este capítulo, profundizaremos en el impacto de la tecnología en las decisiones judiciales y los desafíos éticos que surgen de su implementación. La integración de éstas en el ámbito judicial no solo promete mejorar la eficiencia, sino que también plantea dilemas filosóficos y por tanto, preguntas fundamentales sobre la naturaleza de la justicia y la responsabilidad en la toma de decisiones.
Con esto en mente, es crucial seguir analizando cómo la inteligencia artificial puede contribuir a un sistema judicial más justo y transparente.
La llegada de la inteligencia artificial (IA) al ámbito judicial ha revolucionado la manera en que se toman decisiones, un fenómeno que merece un análisis exhaustivo. En el subcapítulo anterior, se abordó el contexto histórico de aquella en el derecho, destacando su evolución desde los sistemas expertos hasta las aplicaciones contemporáneas de aprendizaje automático. Ahora, es esencial explorar cómo estas tecnologías no solo optimizan el procesamiento de información, sino que también generan cuestionamientos sobre la esencia misma de la justicia. La capacidad de la IA para analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real permite a los jueces acceder a información relevante de forma más rápida y eficiente. Un estudio de 2023 publicado en la revista Artificial Intelligence and Law revela que el uso de estas herramientas en los tribunales ha disminuido el tiempo promedio de deliberación en un 30%, lo que permite a los jueces concentrarse en aspectos más complejos de los casos3. Esta eficiencia resulta especialmente valiosa en sistemas judiciales sobrecargados, donde la acumulación de casos puede ocasionar retrasos significativos en la administración de justicia. Además de ello, la inteligencia artificial puede identificar patrones en decisiones judiciales previas, lo que ayuda a los jueces a fundamentar sus sentencias de manera más coherente. Un informe del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) de 2024 indica que los algoritmos de aprendizaje automático pueden predecir con un 85% de precisión el resultado de ciertos tipos de casos basándose en datos históricos (Smith, 2024). Sin embargo, esta dependencia tecnológica plantea preocupaciones sobre la deshumanización del proceso judicial. Aunque la IA puede ofrecer análisis objetivos, carece de la empatía y el juicio moral que son esenciales en la toma de decisiones judiciales. El riesgo de deshumanización se intensifica por la posibilidad de que los algoritmos perpetúen sesgos existentes; entre otras cuestiones. Un estudio de 2023 realizado por la Universidad de Stanford reveló que algunos sistemas de IA utilizados en el ámbito judicial mostraron sesgos raciales en sus predicciones, lo que podría resultar en decisiones injustas. Este hallazgo subraya la necesidad de asegurar que las herramientas tecnológicas sean diseñadas y supervisadas éticamente, evitando así la reproducción de desigualdades sociales ya presentes en el sistema judicial.
Por otro lado, la implementación de la IA plantea desafíos en términos de transparencia y controlabilidad. La motivación de las sentencias, un principio fundamental en el derecho, puede verse comprometida si los jueces dependen excesivamente de recomendaciones algorítmicas sin proporcionar una justificación clara y accesible para sus decisiones. La falta de motivación explícita puede llevar a la insatisfacción de las partes involucradas y a la erosión de la confianza pública en el sistema judicial.
En este sentido, un estudio de 2024 del Consejo de Europa enfatiza que la transparencia en la motivación es esencial para la legitimidad de las decisiones judiciales, sugiriendo que las sentencias deben ser comprensibles para todos los ciudadanos (European Court of Human Rights, 2024)4 por tanto, es crucial que los jueces mantengan un equilibrio entre el uso de herramientas tecnológicas y la necesidad de fundamentar adecuadamente sus decisiones. La integración de la IA en el proceso judicial no debe reemplazar el juicio humano, sino complementarlo. Por ejemplo, en algunos tribunales de Estados Unidos, se han implementado programas de capacitación para jueces sobre el uso ético de esta herramienta, asegurando que comprendan las limitaciones de estos instrumentos y cómo utilizarlos de manera responsable (American Bar Association, 2023)5. A medida que avanzamos en el análisis, es fundamental reflexionar sobre los desafíos éticos que surgen de la implementación de la inteligencia Artificial en el sistema judicial. La motivación de las sentencias no debe ser solo un ejercicio técnico, sino también un compromiso con la justicia y la equidad. Las preguntas que surgen son: ¿cómo podemos garantizar que la IA se utilice de manera que respete los principios fundamentales de la justicia? ¿Qué medidas se pueden tomar para mitigar los riesgos asociados con la automatización en la toma de decisiones judiciales? Estas cuestiones serán abordadas en el próximo subcapítulo, donde exploraremos los desafíos éticos en el uso de la IA en el ámbito judicial.
La incorporación de la inteligencia artificial en el sistema judicial ha suscitado un intenso debate sobre sus implicaciones éticas. A medida que los algoritmos comienzan a influir en decisiones que impactan la vida de las personas, emergen interrogantes fundamentales sobre la transparencia, la responsabilidad y el sesgo algorítmico6. Estos desafíos no solo comprometen la calidad de la justicia, sino que también generan dudas sobre la legitimidad del proceso judicial en su totalidad.
Uno de los aspectos más alarmantes es la falta de transparencia en los algoritmos empleados por la IA. Estos sistemas son frecuentemente considerados “cajas negras”, donde las decisiones resultantes son difíciles de interpretar, incluso para los expertos. Un estudio de 2023 publicado en la revista Artificial Intelligence Review revela que el 70% de los profesionales del derecho opina que la opacidad de los algoritmos puede erosionar la confianza pública en el sistema judicial (Smith, 2023). Sin una comprensión clara de cómo se toman estas decisiones, resulta complicado para las partes involucradas y para la sociedad aceptar los resultados como justos y legítimos. La cuestión de la responsabilidad es igualmente crucial. Cuando un algoritmo comete un error, ¿quién asume la responsabilidad? Esta pregunta se torna aún más compleja en el ámbito judicial, donde las decisiones pueden tener consecuencias devastadoras para las personas. Un informe de 2024 del Institute for Legal Studies indica que el 65% de los jueces encuestados considera que debería existir mayor claridad sobre la responsabilidad en el uso de IA en el contexto judicial (Johnson, 2024). La ausencia de un marco claro de responsabilidad puede generar una sensación de impunidad y desconfianza en el sistema. El sesgo algorítmico representa otro desafío ético significativo. Los algoritmos son tan imparciales como los datos con los que son entrenados. Si estos datos reflejan prejuicios históricos o desigualdades sociales, el resultado será un sistema que perpetúa esas injusticias. Un estudio de 2023 de la Universidad de Stanford encontró que los algoritmos de IA utilizados en decisiones judiciales mostraron un sesgo racial, afectando desproporcionadamente a comunidades minoritarias (Garcia, 2023).
Esto plantea serias preocupaciones sobre la equidad y la justicia, ya que las decisiones basadas en datos sesgados pueden conducir a resultados discriminatorios. Además, la dependencia excesiva de la IA puede deshumanizar el proceso judicial. La justicia no se limita a aplicar reglas; también requiere empatía, comprensión y contexto. La inteligencia artificial, al menos por ahora, carece de la capacidad de captar matices humanos, lo que puede resultar en decisiones que, aunque técnicamente correctas, carecen de la humanidad necesaria para ser verdaderamente justas. Un artículo de 2024 en The Journal of Ethics in AI sostiene que la justicia debe ser un proceso humano, y que la automatización excesiva puede dar lugar a una “justicia vacía” 7(Thompson, 2024).
Estos desafíos éticos no son meras preocupaciones teóricas; tienen repercusiones prácticas que deben ser abordadas. Es esencial que los sistemas judiciales implementen medidas que garanticen la
transparencia en el uso de IA. Esto podría incluir la creación de estándares claros para la documentación de algoritmos y la capacitación de los profesionales del derecho en la interpretación de estos sistemas. Asimismo, deben establecerse mecanismos de responsabilidad que aseguren que los errores en las decisiones automatizadas sean tratados adecuadamente. La formación continua de jueces y abogados en temas relacionados con la IA es fundamental para mitigar los riesgos asociados. Según un informe de 2023 del World Economic Forum8, el 80% de los profesionales del
derecho considera que la educación sobre IA debería ser parte integral de la formación legal (Davis, 2023). Esto no solo mejoraría la comprensión de la tecnología, sino que también fomentaría un enfoque más crítico hacia su implementación. En conclusión, los desafíos éticos en el uso de IA en el sistema judicial son complejos y multifacéticos. La transparencia, la responsabilidad y el sesgo
algorítmico son solo algunos de los aspectos que requieren atención urgente. A medida que avanzamos hacia un futuro donde la IA desempeñará un papel cada vez más importante en la justicia, es crucial establecer marcos éticos sólidos que aseguren que la tecnología contribuya a mejorar, y no a socavar, la equidad y la legitimidad del sistema judicial.
1 Mycin es un sistema experto desarrollado a principios de los años 70 por Edward Shortliffe, en la Universidad de Stanford. El funcionamiento de Mycin se basaba principalmente en un sencillo motor de inferencia, que manejaba una base de conocimiento de aproximadamente unas 500 reglas, El programa capturaba las entradas a partir de una serie de preguntas que usualmente respondía el médico del paciente. Tras este proceso, Mycin mostraba la salida por pantalla, que consistía en una serie de posibles enfermedades (ordenadas por su probabilidad asociada), la explicación del por qué de cada uno de estos diagnósticos, y una serie de recomendaciones sobre el tratamiento a seguir por el paciente. Para calcular la probabilidad de cada uno de los resultados, los autores desarrollaron una técnica empírica basada en factores de certeza. Estos factores de certeza se calculaban de tal manera que en función de unas evidencias se asigna a la hipótesis un factor de certeza .
2 ROSS Intelligence fue una plataforma de investigación jurídica basada en IA, mientra que LexisNexis ofrece acceso a jurisprudencia, legislación, reglamentos y otros documentos legales.
3 Diversos informes y estudios han explorado el impacto de la inteligencia artificial en el ámbito judicial. En efecto, en el año 2023 Artificial Intelligence (AI) TechReport de la American Bar Association encuestó a abogados sobre el uso de herramientas basadas en IA en la práctica legal cuyo informe destaca una creciente adopción de tecnologías de IA en el sector legal. Por otra parte el Global Toolkit on AI and the Rule of Law for the Judiciary de la UNESCO a proporcionado orientación sobre cómo la IA puede mejorar la eficiencia y la toma de decisiones en el sistema judicial.
4 https://www.europarl.europa.eu/about-parliament/en/home
5 https://www.americanbar.org/news/reporter_resources/annual-meeting-2023/
6 El sesgo algorítmico se produce cuando los errores sistemáticos en os algoritmos de machine learning producen resultados injustos o discriminatorios. A menudo refleja o refuerza los sesgos socioeconómicos, raciales y de género existentes. https://www.ibm.com/es-es/think/topics/algorithmic-bias
7 https://annenberg.usc.edu/research/center-public-relations/usc-annenberg-relevance-report/ethical-dilemmas-ai
8 https://www.weforum.org/
La motivación en las sentencias judiciales es un principio esencial que obliga a los jueces a explicar las razones detrás de sus decisiones. Este deber no es solo una formalidad, sino que representa un pilar fundamental para la legitimidad del sistema judicial. Una motivación adecuada no solo fomenta la transparencia, sino que también fortalece la confianza pública en la justicia, elementos vitales para el funcionamiento de cualquier democracia. Sin una motivación clara y suficiente, las decisiones judiciales pueden parecer arbitrarias, lo que podría dar lugar a la impunidad y a la desconfianza en las instituciones. En el ámbito legal, la motivación se define como el proceso mediante el cual un juez justifica su decisión, articulando las razones que lo llevaron a adoptar una resolución específica. Este proceso debe ser coherente, lógico y accesible, permitiendo que las partes involucradas y la sociedad en general comprendan las bases de la decisión. En virtud de ello, la ausencia de motivación puede crear un vacío en la percepción de justicia, donde las decisiones parecen desconectadas de los principios legales y éticos que deben guiar la actuación judicial. La importancia de la motivación se manifiesta en múltiples niveles. En primer lugar, una motivación adecuada permite a las partes conocer las razones por las cuales se ha decidido a favor o en contra de sus pretensiones. Esto no solo les proporciona la oportunidad de entender el fallo, sino que también les da la posibilidad de apelar si consideran que la decisión es errónea. Además, la motivación actúa como un mecanismo de control, ya que permite a instancias superiores revisar la lógica y la coherencia de las decisiones judiciales. En este sentido, la motivación se convierte en un elemento clave para garantizar la justicia y la equidad en el sistema.
Desde una perspectiva constitucional, el deber de motivación está respaldado por diversas normativas que buscan proteger los derechos de los ciudadanos. Por ejemplo, en muchos países, el derecho a un juicio justo incluye el derecho a recibir una decisión motivada. Esto implica que los jueces no solo deben emitir fallos, sino que también deben explicar de manera clara y comprensible las razones que sustentan sus decisiones. La falta de motivación puede interpretarse como una violación de estos derechos, lo que podría llevar a la nulidad de la sentencia y a la necesidad de un nuevo juicio. A nivel internacional, la jurisprudencia de tribunales como la Corte Europea de Derechos Humanos ha subrayado la importancia de la motivación en las decisiones judiciales.
En varios casos, se ha determinado que la falta de una motivación adecuada puede constituir una violación del derecho a un juicio justo, enfatizando así la relevancia de este principio en la protección de los derechos humanos. La motivación no es solo un requisito técnico, sino que tiene profundas implicaciones en la vida de las personas y en la confianza que estas depositan en el sistema judicial.
No obstante, la irrupción de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito judicial plantea nuevos desafíos respecto a la motivación de las sentencias. A medida que los sistemas automatizados comienzan a desempeñar un papel en la toma de decisiones, surge la pregunta de cómo se garantizará que estas decisiones estén debidamente motivadas.
La IA puede ofrecer ventajas en términos de eficiencia y rapidez, pero también plantea riesgos significativos, como la posibilidad de decisiones opacas y difíciles de entender para los ciudadanos. Esto podría agravar, como ya lo hemos advertido, la desconfianza en el sistema judicial si las decisiones no son suficientemente explicativas. Por lo tanto, es crucial establecer pautas claras sobre cómo la IA debe abordar la motivación en las sentencias. Estas pautas deben asegurar que, independientemente de la tecnología utilizada, las decisiones sigan siendo comprensibles y accesibles para todas las partes involucradas. La transparencia en el uso de la IA y la claridad en la motivación son esenciales para mantener la legitimidad del sistema judicial en un contexto donde la tecnología juega un papel cada vez más importante. En resumen, la motivación en las sentencias judiciales es un componente esencial para la legitimidad y la confianza en el sistema judicial. A medida que avanzamos en este capítulo, exploraremos en mayor profundidad la importancia de la fundamentación suficiente, las garantías constitucionales que respaldan este deber y cómo la IA puede influir en la motivación de las decisiones judiciales. Este análisis nos permitirá comprender mejor los retos y oportunidades que presenta la tecnología en el ámbito de la justicia.
