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La siguiente antología presenta una propuesta interesante en la que seis poemas, desconocidos por el público, "conversan" (se relacionan intertextualmente) con cuentos universales de autores célebres de todo el mundo.
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Seitenzahl: 54
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El puente revelado : cuentos y poemas enlazados / Ryûnosuke Akutagawa ... [et al.] ; compilado por Marcela Casaubón ; editado por Katherine Martínez Enciso ; ilustrado por Ezequiel Quines. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Editorial Camino al sur, 2018.
64 p. ; 20 x 14 cm. - (Literatubers)
ISBN 978-987-47064-7-8
1. Antología de Cuentos. 2. Poesía. 3. Literatura Infantil. I. Akutagawa, Ryûnosuke II. Casaubón, Marcela, comp. III. Martínez Enciso, Katherine , ed. IV. Quines, Ezequiel, ilus.
CDD 863.9282
© Editorial Camino al Sur, 2018
Guamini 5007 (C1439HAK), Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Reservados todos los derechos.
Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra sin permiso escrito de la editorial.
Impreso en la Argentina - Printed in Argentina
Primera edición: noviembre de 2018
Idea y desarrollo: Diego Medina, Hector Artiles y Katherine Martínez
Dirección editorial: Diego Medina
Edición: Katherine Martínez Enciso
Compilación y Co-autoría: Daniel Perazzo y Marcela Casaubon
Diseño y diagramación: Estudio Cara o Cruz
Diseño de personajes: Martín Morón
Corrección: Vanesa Rabotnikof
Ilustraciones: Martín Morón
ISBN 978-987-47064-7-8
00 || Introducción. Del género discursivo al hecho literario
01 |El pozo. Ricardo Güiraldes
02 |El regreso. Debido a “El pozo”.
03 |La miel silvestre. Horacio Quiroga
04 |En banquete. Debido a “La miel silvestre”.
05 |El gigante egoísta. Oscar Wilde
06 |El ángel demorado. Debido a “El gigante egoísta”.
07 |Sennin. Ryunosuke Akutagawa
08 |El sacrificio del Sennin. Debido a “Sennin”.
09 |La mendiga de Locarno. Heinrich von Kleist
10 |Buena madera. Debido a “La mendiga de Locarno”.
11 |La ventana tapiada. Ambrose Bierce
12 |De paso por Cincinnati. Debido a “La ventana tapiada”.
Ricardo Güiraldes
Sobre el brocal desdentado del viejo pozo, una cruz de palo roída por la carcoma miraba en el fondo su imagen simple. Toda una historia trágica.
Hacía mucho tiempo, cuando fue recién herida la tierra y pura el agua como sangre cristalina, un caminante sudoroso se sentó en el borde de la piedra para descansar su cuerpo y refrescar la frente con el aliento que subía del tranquilo redondel. Allí le sorprendieron el cansancio, la noche y el sueño; su espalda resbaló al apoyo y el hombre se hundió golpeando blandamente en las paredes hasta romper la quietud del disco puro.
Ni tiempo para dar un grito o retenerse en las salientes, que lo rechazaban brutalmente después del choque. Había rodado llevando consigo algunos pelmazos de tierra pegajosa. Aturdido por el golpe, se debatió sin rumbo en el estrecho cilindro líquido hasta encontrar la superficie. Sus dedos espasmódicos, en el ansia agónica de sostenerse, horadaron el barro rojizo. Luego quedó exánime, solo emergida la cabeza, todo el esfuerzo de su ser concentrado en recuperar el ritmo perdido de su respiración.
Con su mano libre tanteó el cuerpo, en que el dolor nacía con la vida. Miró hacia arriba: el mismo redondel de antes, más lejano, sin embargo, y en cuyo centro la noche hacía nacer una estrella tímidamente.
Los ojos se hipnotizaron en la contemplación del astro pequeño, que dejaba, hasta el fondo, caer su punto de luz. Unas voces pasaron no lejos, desfiguradas, tenues; un frío le mordió del agua y gritó un grito que, a fuerza de terror, se le quedó en la boca. Hizo un movimiento y el líquido onduló en torno, denso como mercurio. Un pavor místico contrajo sus músculos, e impelido por esa nueva y angustiosa fuerza, comenzó el ascenso, arrastrándose a lo largo del estrecho tubo húmedo; unos dolores punzantes abriéndole las carnes, mirando el fin siempre lejano como en las pesadillas.
Más de una vez, la tierra insegura cedió su peso, crepitando abajo en lluvia fina; entonces suspendía su acción tendido de terror, vacío el pecho, y esperaba inmóvil la vuelta de sus fuerzas.
Sin embargo, un mundo insospechado de energías nacía en cada paso; y como por impulso adquirido maquinalmente, mientras se sucedían las impresiones de esperanza y desaliento, llegó al brocal, exhausto, incapaz de saborear el fin de sus martirios. Allí quedaba, medio cuerpo de fuera, anulada la voluntad por el cansancio, viendo delante suyo la forma de un aguaribay como cosa irreal...
Alguien pasó ante su vista, algún paisano del lugar seguramente, y el moribundo alcanzó a esbozar un llamado. Pero el movimiento de auxilio que esperaba fue hostil. El gaucho, luego de santiguarse, resbalaba del cinto su facón, cuya empuñadura, en cruz, tendió hacia el maldito.
El infeliz comprendió: hizo el último y sobrehumano esfuerzo para hablar; pero una enorme piedra vino a golpearle en la frente, y aquella visión de infierno desapareció como sorbida por la tierra.
Ahora todo el pago conoce el pozo maldito, y sobre su brocal, desdentado por los años de abandono, una cruz de madera semipodrida defiende a los cristianos contra las apariciones del malo.
Vocabulario
brocal. m. Borde que rodea la boca de un pozo.
carcoma. f. Insecto coleóptero del que existen diversas especies, muy pequeño y de color oscuro, cuyas larvas roen y taladran la madera produciendo a veces un ruido perceptible.
pelmazo. m. Cosa apretada o aplastada más de lo conveniente.
horadar. tr. Agujerear algo atravesándolo de parte a parte.
místico. adj. Que incluye misterio o razón oculta.
aguaribay. m. Árbol de América del Sur, con tronco recto, ramas colgantes y flores pequeñas y blanquecinas.
debido a “El pozo”.
El grito del paisano que atraviesa la noche
que oprime sin estrellas el techito del rancho
la mujer que sospecha oculto en ese sueño
el enigma que el hombre deberá descifrar
que por eso le ayuda a ponerse las botas
y le envuelve dos trozos de pan en un trapito
y una lonja de carne por si acaso pudiera
hacerse largo el viaje hasta el funesto pozo
El caballo que hocica por la doble jornada
que protesta y recula cuando huele el aljibe
el hombre que ya esgrime santiguado facón
contra la incertidumbre la ignorancia y el miedo
que busca liberarse aunque la marcha amengüe
y el pozo y ese otro al que el sol no calienta
que asoma y hace burlas al paisano aterrado
que tiembla lo putea y le implora piedad
Las sombras que se cruzan bajo espantos de luna
el overo que escapa estremeciendo el llano
el brocal desdentado que celebra la presa
y en el rancho una viuda que malicia y que reza
Vocabulario
funesto. adj. Aciago, que es origen de pesares o de ruina. // Triste y desgraciado.
amenguar. tr. Disminuir, menoscabar.
overo. adj. Arg. Dicho de un caballo: De pelo blanco con manchas más o menos extensas de otro color.
maliciar.