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El famoso detective Hércules Poirot y su compañero el capitán Hastings son contratados para resolver la misteriosa desaparición de un millón de dólares en bonos. Los bonos que habían sido confiados a Philip Ridgeway, ejecutivo de un banco importante, debían ser trasladados en barco hasta la ciudad de Nueva York. Cuando el maletín con los bonos desaparece, el joven ejecutivo se convierte en uno de los principales sospechosos. ¿Logrará Poirot demostrar la inocencia de Ridgeway, tal como su prometida pretende, o descubrirá que en realidad es más astuto de lo que todos creen?
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Seitenzahl: 16
Veröffentlichungsjahr: 2020
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El robo del millón de dólares en bonos
El robo del millón de dólares en bonos
—¡Cuántos robos de bonos se han registrado últimamente! —observé una mañana, dejando a un costado el periódico—. ¡Poirot, abandonemos la ciencia de la deducción y dediquémonos al crimen!
—¿Le gustaría… cómo decirlo… enriquecerse a toda prisa, eh, mon ami?
—Bueno, eche un vistazo a este último golpe, un millón de dólares en Bonos Liberty que el Banco de Londres y Escocia enviaba a Nueva York desaparecieron de manera sorprendente a bordo del Olympia.
—Si no fuera por el mal de mer y la dificultad de aplicar el método de observación Laverguier durante las horas que se tarda en cruzar el canal, me encantaría viajar en uno de esos grandes transatlánticos —murmuró Poirot en tono soñador.
—Sí, desde luego —repliqué entusiasmado—. Algunos deben ser verdaderos palacios, piscinas, salones, restaurantes… la verdad debe resultar difícil creer que uno está en alta mar.
—Yo siempre sé cuándo estoy en el mar —dijo Poirot apesadumbrado—. Y todas esas bagatelas que acaba de enumerar nada me dicen, pero considere por un momento, amigo mío, la cantidad de genios que viajan de incógnito. A bordo de esos palacios flotantes, como usted acaba de llamarlos, uno encontraría, la élite, la haute noblesse del mundo criminal.
No pude evitar reirme.
—¡De modo que eso es lo que lo entusiasma! ¿Le gustaría haber hablado con el hombre que ha robado los Bonos Liberty?
El ama de llaves nos interrumpió.
—Una joven pregunta por usted, monsieur Poirot. Aquí está su tarjeta.
—Miss Esmée Farquhar —leyó Poirot. Y tras inclinarse para recoger una miga de pan que había debajo de la mesa y arrojarla al cesto, le indicó al ama de llaves que hiciera pasar a aquella señorita.