El sexo nuestro de cada día - Daniel Jorge Martínez - E-Book

El sexo nuestro de cada día E-Book

Daniel Jorge Martínez

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Hace tiempo que —cada uno de nosotros, en su actividad— no dejamos de notar que las cuestiones sexuales subyacen y resuenan detrás de muchos conflictos que se presentan alternativamente, y muestran síntomas de toda especie. La sexualidad fue, desde siempre, transitada de múltiples maneras, aún por personas de una misma cultura, pueblo o religión. Mucho se ha dicho y se dice sobre este tema… mucho se ha manejado a las personas por su sexualidad. De hecho, la mayoría de las religiones ponen sobre este tema un oscuro manto de sospecha, culpa y hasta suciedad. Llegamos a este mundo mediante un acto sexual, venimos dotados de órganos y sensaciones que conducen desde edades muy tempranas a la búsqueda de la identidad por medio del sexo. Nacemos libres al respecto, pero la educación, la cultura, las religiones, con sus prejuicios, costumbres y deformaciones, convierten al esencialmente libre individuo —la mayoría de las veces— en un ser culposo y hasta avergonzado de su sexualidad. Se ha manejado a pueblos enteros mediante la culpa por el sexo. Se corrompió y se postergó la libertad sexual de los individuos, y así se deformó el sentido y provocó, muchas veces, el advenimiento de seres que matan a otros por las obsesiones y perversiones provocadas por tanta represión. En esta obra nos hemos propuesto volcar la experiencia obtenida en tratamientos, talleres, charlas en medios de comunicación y en diferentes ámbitos donde el tema surgió de forma solapada o espontánea, pero que al fin y al cabo, siempre demuestra que tiene una conexión estrecha con el comportamiento de las personas, la confianza en sí mismos, la relación con sus padres. En fin, la sexualidad es uno de los pilares constitucionales de cada uno de nosotros y como tal merece ser tratada con amplitud, respeto y la mayor de las consideraciones, pero por sobre todas las cosas con absoluta libertad. El lector encontrará aquí información histórica, científica, psicológica y práctica, hasta, con seguridad, el tema que a cada persona le pueda interesar, sea porque se trata de su problema o por mera curiosidad. Con un lenguaje cotidiano y coloquial, porque el sexo no debe ser una preocupación, un conflicto o, muchas veces, un trauma; sino un aspecto más de la vida, como comer, beber, caminar, leer; es decir, un sentido más, "el sentido sexual", el cual hará del ello algo común, cotidiano, sano, transitable, pudiendo desmitificarlo y entendiendo que forma parte de nuestro cuerpo de la misma manera que todas las otras capacidades de las que fuimos provistos. No hay nada que aprender sobre el acto sexual, porque el sexo no se aprende, se siente. Por lo tanto, lo que buscamos aquí no es poner conocimiento sino solo informar, para poder lograr, paradójicamente, quitar toda la "información" que ha deformado en las personas la capacidad natural de sentir libremente el deseo sexual y la posibilidad de transitar ese deseo sin ningún tipo de obstáculos, culpas o contradicciones."

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Índice
Introducción
Los mitos personales
De la niñez a la adolescencia: el porqué de tantos cambios.
La preadolescencia
La adolescencia
Del autoerotismo a la genitalidad
Del autoritarismo…
…A la genitalidad
Hacerse un hombre o una mujer
La homosexualidad
El lesbianismo
La bisexualidad
Teorías acerca de la bisexualidad
¿Por qué es divertido el sexo?
A mi hijo, con amor:
La diferencia entre tener sexo y hacer el amor
¿Cómo lograr buenos orgasmos?
La culpa y las enfermedades de transmisión sexual
La violación, el abuso, y sus efectos en la sexualidad
Los límites del placer
El sexo de los abuelos
Las mujeres casadas y los chismes de la pareja
Los hombres casados no hablan de su pareja
El sexo durante la etapa del embarazo
Las fantasías sexuales más osadas
Disfunciones sexuales
Causas
Ciclo de respuesta sexual
Disfunciones sexuales más frecuentes
Tratamiento de las disfunciones sexuales
Estrategias de prevención
Sabiduremas
El oficio más antiguo: la prostitución
El sexo del siglo xxi: cambio de hábitos.
Transexualismo
Sadomasoquismo
Otras culturas
La masturbación
La virginidad
Parejas desparejas
Algunos tipos de parejas desparejas
Parejas desparejas en años
¿Quién me quita lo bailado?
Elección de una pareja
Cambio de roles
La histeria en el hombre y en la mujer
Curiosidades del sexo alrededor del mundo
El test de las frutillas
Respuestas
Epílogo

EL SEXO NUESTRO DE CADA DÍA

DANIEL JORGE MARTÍNEZ

Martínez, Daniel Jorge

El sexo nuestro de cada día / Daniel Jorge Martínez. - 1a ed - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Suburbia, 2021.

Libro digital, EPUB - Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-47256-8-4

1. Relaciones de Pareja. 2. Sexualidad. I. Título.

CDD 158.1

Dirección editorial edición electrónica: Marcelo Caballero

Diseño de tapa: Grupo Editorial

Imagen de tapa: Canva

Armado edición electrónica: Pampia Grupo Editor

© de esta edición Pampia Grupo Editor, 2021 (edición electrónica)

Av. Juan B. Alberdi 872, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina

Editado en Buenos Aires, Argentina, enero 2021

El autor/a de este libro no pretende ofrecer soluciones científicamente comprobadas ni recomienda el uso de tales tratamientos como la solución a todos sus problemas. Este libro solamente ofrece información general sobre el uso de determinadas técnicas o métodos que podrán servir para ayudar a que el lector, junto con su médico autorizado, prueben las diversas formas alternativas con objeto de corregir un determinado problema de salud.

Si usted decide por cuenta propia emplear los métodos contenidos en este libro, sin antes consultar a un especialista autorizado, está en todo su derecho. No obstante, ni el autor/a ni el editor asumen responsabilidad alguna sobre los resultados.

Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la tapa, puede ser reproducida, almacenada o transmitida en alguna manera ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación o fotocopia, sin previa autorización del editor.

Introducción

Hace tiempo que —cada uno de nosotros, en su actividad— no dejamos de notar que las cuestiones sexuales subyacen y resuenan detrás de muchos conflictos que se presentan alternativamente, y muestran síntomas de toda especie.

La sexualidad fue, desde siempre, transitada de múltiples maneras, aún por personas de una misma cultura, pueblo o religión. Mucho se ha dicho y se dice sobre este tema… mucho se ha manejado a las personas por su sexualidad. De hecho, la mayoría de las religiones ponen sobre este tema un oscuro manto de sospecha, culpa y hasta suciedad.

Llegamos a este mundo mediante un acto sexual, venimos dotados de órganos y sensaciones que conducen desde edades muy tempranas a la búsqueda de la identidad por medio del sexo. Nacemos libres al respecto, pero la educación, la cultura, las religiones, con sus prejuicios, costumbres y deformaciones, convierten al esencialmente libre individuo —la mayoría de las veces— en un ser culposo y hasta avergonzado de su sexualidad.

Se ha manejado a pueblos enteros mediante la culpa por el sexo. Se corrompió y se postergó la libertad sexual de los individuos, y así se deformó el sentido y provocó, muchas veces, el advenimiento de seres que matan a otros por las obsesiones y perversiones provocadas por tanta represión.

En esta obra nos hemos propuesto volcar la experiencia obtenida en tratamientos, talleres, charlas en medios de comunicación y en diferentes ámbitos donde el tema surgió de forma solapada o espontánea, pero que al fin y al cabo, siempre demuestra que tiene una conexión estrecha con el comportamiento de las personas, la confianza en sí mismos, la relación con sus padres. En fin, la sexualidad es uno de los pilares constitucionales de cada uno de nosotros y como tal merece ser tratada con amplitud, respeto y la mayor de las consideraciones, pero por sobre todas las cosas con absoluta libertad.

El lector encontrará aquí información histórica, científica, psicológica y práctica, hasta, con seguridad, el tema que a cada persona le pueda interesar, sea porque se trata de su problema o por mera curiosidad. Con un lenguaje cotidiano y coloquial, porque el sexo no debe ser una preocupación, un conflicto o, muchas veces, un trauma; sino un aspecto más de la vida, como comer, beber, caminar, leer; es decir, un sentido más, “el sentido sexual”, el cual hará del ello algo común, cotidiano, sano, transitable, pudiendo desmitificarlo y entendiendo que forma parte de nuestro cuerpo de la misma manera que todas las otras capacidades de las que fuimos provistos.

No hay nada que aprender sobre el acto sexual, porque el sexo no se aprende, se siente. Por lo tanto, lo que buscamos aquí no es poner conocimiento sino solo informar, para poder lograr, paradójicamente, quitar toda la “información” que ha deformado en las personas la capacidad natural de sentir libremente el deseo sexual y la posibilidad de transitar ese deseo sin ningún tipo de obstáculos, culpas o contradicciones.

Sobre fisiología y funcionamiento sexual

¿Las poluciones nocturnas son trastornos sexuales o de personalidad?

Generalmente, la excitación y la erección preceden a la eyaculación. Ambas pueden ocurrir sin estimulación física alguna. El ejemplo máximo, lo constituyen las emisiones o poluciones nocturnas. No se ha demostrado que coincida con sueños eróticos, pero, por en la mayoría de los casos les sucede a gente joven, con abstinencia prolongada de los conductos seminales. Por lo tanto, la aparición de poluciones nocturnas indica que existe líquido en exceso en los conductos genitales.

La naturaleza es sabia y privilegia la reproducción. Como en estas edades no existe la frecuencia eyaculatoria que reclama el exceso de volumen de líquido, se produce la masturbación. Si esta es insuficiente, la naturaleza se encarga de nivelar por bajo el volumen y produce las poluciones nocturnas. Por lo tanto, estas no tienen que ver ni con la personalidad ni con un trastorno sexual.

La eyaculación femenina

Si bien las mujeres no pueden tener eyaculaciones nocturnas, con frecuencia sueñan con temas eróticos que pueden culminar en orgasmos. 70 % de personas del género femenino entrevistadas en la mayoría de los estudios publicados por diferentes medios, experimentaron orgasmos nocturnos, que luego, al despertar, recuerdan como sueños. Alcanzan su grado máximo a los 40 años de edad.

Ya en la década del 50 se decía que tanto las mujeres casadas o solteras tenían un promedio de tres o cuatro sueños eróticos por año, que culminaban en orgasmos.

En los últimos años hubo un creciente interés por este tema. Lo cierto es que, en la medida que aumenta la excitación sexual, aparecen gotas como de “sudor” en la mucosa vaginal. El órgano sexual femenino. Como dijimos, carece de glándulas; lo que aparece en forma de líquido es producto de un “trasudado”, es decir, en la medida que aumenta la vasodilatación, las arterias que bordean a la vagina permiten la aparición del líquido similar al sudor, constituido por plasma y células de descamación. Esto es el equivalente a la erección en la mujer, una señal prematura que aparece cuando ella se encuentra excitada y no indica la necesidad de penetración por parte del varón.

Se han publicado diversos trabajos científicos con casos aislados de mujeres que experimentaron fenómenos de tipo eyaculatorio. Algunos de esos autores afirman que la eyaculación femenina se produce cuando se estimula el “punto G”, que se encuentra en el techo del conducto vaginal, y que no es sino, el clítoris en su parte interna.

Abstinencia, ¿sinónimo de buena salud?

Los diccionarios y las enciclopedias definen la abstinencia como un autorrechazo, la negativa a satisfacer determinado apetito.

El intento conciente de desplazar las urgencias sexuales y de dirigir la energía en otras zonas de la vida, lejos de mejorar la salud física del individuo puede, por el contrario, traer problemas psicológicos, como: falta de deseo sexual, incapacidad para concentrarse, irritabilidad e insomnio, eyaculación precoz o rápida, insuficiencia eréctil, prostatitis, congestión ovárica y vaginal, y disminución general del apetito sexual. La función sexual es inherente a las personas, porque viene con ellas. Por ello, su privación, lejos de mejorar la salud, empeora física y psicológicamente.

El rendimiento deportivo y el sexo

La cantidad promedio de eyaculación es de 3 a 4 ml, como una pequeña cucharada de café. En función de las proteínas y grasas contenidas en el semen, la eyaculación promedio representa, quizá, un valor calórico menor de 36 calorías. Por lo tanto, es convincente la evidencia que una eyaculación normal no puede, en forma alguna, “debilitar” a un hombre, como lo han afirmado muchos entrenadores, que sin duda alguna, dicen que esto provoca que los atletas descansen temprano y vayan a la cama solos, horas antes de la competencia, para no perder el debido descanso que sí es necesario antes de las competencias.

Mitos sobre la masturbación

La masturbación frecuente conduce a la idiotez o a la locura —o a toda desgracia y mal imaginario—. Probablemente, la forma más fructífera de responder a la máxima capacidad sexual del individuo es mediante la autoestimulación. La masturbación es una palabra con mucho desprestigio en la sexología, constituye un acto perfectamente normal en muchachos y muchachas, hombres y mujeres, que alcanza su máxima expresión durante la juventud, pero que se mantiene, en general, durante toda la vida.

Históricamente, se ha achacado a este tema una serie interminable e increíble de males, enfermedades o condiciones de salud, en particular durante el siglo xix y comienzos del xx. Fue objeto de grandes discusiones y, en general, se la caratuló como “terrorismo ideológico”. Las descripciones de la masturbación se encuentran plagadas de ignorancia, argumentos falaces, supersticiones y vergüenza. Por lo tanto, sorprende poco que mucha gente, en especial los ingenuos, hayan llegado a creer que la masturbación es una práctica dañina, anormal o infantil. Solamente según circunstancias extremadamente raras, puede considerarse como una anormalidad sexual, especialmente porque la mayoría de los hombres y de la mujeres la practican o la han practicado alguna vez en sus vidas.