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En un pasado antiguo y mítico, Niord, un feroz guerrero y reencarnación de un espíritu eterno, recuerda su vida anterior luchando contra un mal indescriptible en un valle maldito. Allí se enfrenta a un gusano colosal, parecido a un dios, adorado por tribus salvajes, una criatura nacida de la oscuridad primordial. Mezclando fantasía heroica con horror cósmico, "El Valle del Gusano" es una apasionante historia de valentía, sacrificio y la eterna lucha contra males ancestrales.
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Seitenzahl: 43
Veröffentlichungsjahr: 2025
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En un pasado antiguo y mítico, Niord, un feroz guerrero y reencarnación de un espíritu eterno, recuerda su vida anterior luchando contra un mal indescriptible en un valle maldito. Allí se enfrenta a un gusano colosal, parecido a un dios, adorado por tribus salvajes, una criatura nacida de la oscuridad primordial. Mezclando fantasía heroica con horror cósmico, “El Valle del Gusano” es una apasionante historia de valentía, sacrificio y la eterna lucha contra males ancestrales.
Valentía, Tiempos antiguos, Fantasía
Este texto es una obra de dominio público y refleja las normas, valores y perspectivas de su época. Algunos lectores pueden encontrar partes de este contenido ofensivas o perturbadoras, dada la evolución de las normas sociales y de nuestra comprensión colectiva de las cuestiones de igualdad, derechos humanos y respeto mutuo. Pedimos a los lectores que se acerquen a este material comprendiendo la época histórica en que fue escrito, reconociendo que puede contener lenguaje, ideas o descripciones incompatibles con las normas éticas y morales actuales.
Los nombres de lenguas extranjeras se conservarán en su forma original, sin traducción.
Os hablaré de Niord y el gusano. Habéis oído la historia antes de muchas formas en las que el héroe se llamaba Tyr, o Perseo, o Sigfrido, o Beowulf, o San Jorge. Pero fue Niord quien se encontró con la repugnante criatura demoníaca que se arrastró de forma espantosa desde el infierno, y de ese encuentro surgió el ciclo de cuentos de héroes que se desarrolla a lo largo de los siglos hasta que la esencia misma de la verdad se pierde y pasa al limbo de todas las leyendas olvidadas. Sé de lo que hablo, porque yo fui Niord.
Mientras yago aquí esperando la muerte, que se acerca lentamente sobre mí como una babosa ciega, mis sueños están llenos de visiones brillantes y el esplendor de la gloria. No sueño con la vida monótona y atormentada por la enfermedad de James Allison, sino con todas las figuras relucientes del poderoso desfile que han pasado antes y vendrán después; porque he vislumbrado débilmente, no sólo las formas que se arrastran detrás, sino las formas que vienen después, como un hombre en un largo desfile vislumbra, muy lejos, la línea de figuras que lo preceden serpenteando sobre una colina distante, grabada como una sombra contra el cielo. Soy uno y todo el espectáculo de formas y disfraces y máscaras que han sido, son y serán las manifestaciones visibles de ese espíritu ilusorio, intangible, pero de existencia vital, que ahora pasea bajo el breve y temporal nombre de James Allison.
Cada hombre en la tierra, cada mujer, es parte y todo de una caravana similar de formas y seres. Pero no pueden recordar: sus mentes no pueden salvar los breves y horribles abismos de oscuridad que se encuentran entre esas formas inestables, y que el espíritu, alma o ego, al atravesarlos, se sacude sus máscaras carnosas. Yo recuerdo. Por qué puedo recordar es la historia más extraña de todas; pero mientras yazgo aquí con las negras alas de la muerte desplegándose lentamente sobre mí, todos los tenues pliegues de mis vidas anteriores se agitan ante mis ojos, y me veo a mí mismo en muchas formas y apariencias: fanfarrón, arrogante, temeroso, amoroso, tonto, todo lo que los hombres han sido o serán.
He sido hombre en muchos países y en muchas condiciones; sin embargo, y aquí hay otra cosa extraña, mi línea de reencarnación corre directamente por un canal infalible. Nunca he sido más que un hombre de esa raza inquieta que los hombres llamaron una vez Nordheimr y más tarde arios, y hoy reciben muchos nombres y designaciones. Su historia es mi historia, desde el primer gemido de una cría de simio blanco sin pelo en los páramos del Ártico, hasta el grito de muerte del último producto degenerado de la civilización definitiva, en una época futura oscura e incierta.
Mi nombre ha sido Hialmar, Tyr, Bragi, Bran, Horsa, Eric y John. Atravesé con las manos llenas de sangre por las calles desiertas de Roma tras la melena amarilla de Brennus; vagué por las plantaciones violadas con Alarico y sus godos cuando el fuego de las villas en llamas iluminaba la tierra como el día y un imperio jadeaba su último aliento bajo nuestros pies descalzos; Vadeé con la espada en la mano a través de las espumosas olas desde la galera de Hengist para sentar las bases de Inglaterra en sangre y saqueo; cuando Leif el Afortunado avistó las amplias playas blancas de un mundo desconocido, yo estaba a su lado en la proa de la nave dragón, con mi barba dorada ondeando al viento; y cuando Godofredo de Bouillon condujo a sus cruzados sobre los muros de Jerusalén, yo estaba entre ellos con casco de acero y brigantina.
Pero no hablaré de ninguna de estas cosas. Os levaré conmigo a una época junto a la cual la de Brennus y Roma es como ayer. Os llevaré a través, no solo de siglos y milenios, sino de épocas y edades oscuras que ni el filósofo más salvaje habría imaginado. Oh, lejos, muy lejos, muy lejos, iréis en el nocturno pasado antes de ganar más allá de las fronteras de mi raza, de ojos azules, de cabellos amarillos, vagabundos, asesinos, amantes, poderosos en rapiña y en viajes.
Es la aventura de Niord, el destructor de gusanos, de la que hablaré: la raíz de todo un ciclo de cuentos de héroes que aún no ha llegado a su fin, la espeluznante realidad subyacente que se esconde detrás de los mitos distorsionados por el tiempo de dragones, demonios y monstruos.