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Alexandra Södergran

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  • Herausgeber: LUST
  • Kategorie: Erotik
  • Serie: LUST
  • Sprache: Spanisch
  • Veröffentlichungsjahr: 2020
Beschreibung

En una zona rural y nevada de Suecia, un joven sueña con conocer nuevos lugares y aventuras, tratando de escapar su monótono día a día. Durante un paseo como cualquier otro, el joven avista una casa sumida en la nieve, y llama a la puerta para ofrecerse a limpiar sus alrededores. Lo que el protagonista de la historia no se esperaba era encontrar a una bella mujer lista para jugar con él. Todo parece ir como lo seda, pero nunca se sabe cuando la suerte te dará la espalda....-

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Seitenzahl: 24

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Alexandra Södergran

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LUST

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Original title:

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Translated by Javier Orozco

Copyright © 2018 Alexandra Södergran, 2020 LUST, Copenhagen.

All rights reserved ISBN 9788726322316

1st ebook edition, 2020. Format: Epub 2.0

No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

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Cuando escuchó el cerrojo de la puerta principal del primer piso, se estiró para apagar el televisor. Despacio y con cuidado, con la intención de no producir sonido alguno, cortó el partido transmitido en la televisión. Su madre había vuelto a casa y él supo que era uno de esos días en los que ella salía a trabajar pero se arrepentía a la mitad del camino.

En cualquier momento encendería el televisor de la planta baja, a lo mejor haraganearía un poco en la cocina, pero no tardaría mucho en asomarse a la segunda planta para ver si él estaba en casa. No tenía ganas de charlar, ese tipo de cosas le daban igual, así que se vistió y decidió escaparse por la ventana.

La madera del marco de la ventana estaba hinchada por el aire helado; serían necesarios un par de golpes, con cautela para no hacer ruido, para poder abrirla. Cuando ella abrió el grifo allá abajo, las arcaicas tuberías crujieron tan fuerte que tuvo la oportunidad de darle un buen porrazo a la ventana. Se abrió de par en par, y usando el bajante, se abalanzó diestramente. Desde ahí logró empujar la ventana para cerrarla, así el viento no la azotaría. Saltó -lo había hecho un sinfín de veces- y aterrizó silenciosamente en la nieve.

Pasó en cuclillas frente a la ventana de la sala. Se estaba divirtiendo de verdad, había logrado engañar al enemigo. Ni siquiera se molestó en echar un vistazo por la ventana, podía escuchar los sonidos de la televisión y eso le bastó para imaginarse la escena.

Se incorporó al darle la vuelta a la esquina y caminó hacia la rústica puerta trasera del garaje. Rara vez le echaban el cerrojo a esa puerta, pero por si las dudas, tenía guardada una llave debajo del motor de la cortadora descompuesta, ahora casi sepultada por el pasto de varios veranos y la abundante nieve que había caído del techo.

Se sacudió los calcetines en el frío suelo y se calzó sus botas para el agua, esas de suela gruesa y rígida. Luego se puso el abrigo de leñador que le perteneció al abuelo y un par de guantes resistentes de trabajo.