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Mientras tú lees, una mujer: bebé, niña, joven, adulta, anciana está siendo sometida a una fuerza psicológica y física que arrasa contra su vida. ¿Mujer versus feminismo?, ¿Varón versus mujer?, ¿Varón versus masculino?, ¿Adultos versus Niños?, ¿macho versus hembra? ¿Quién habilitó esta auto extinción?; ¿Hay fuerzas que se habilitan para que las personas comiencen a destruirse?; ¿Si hay cada vez más escuelas, universidades, iglesias, en Argentina y en el Mundo… porqué la necesidad de crear Programas de: Educación Sexual, Salud Sexual, Programa de Erradicar violencia…etc.?, ¿Hay un plan para provocar enfermedades psico-sociales en la comunidad y que el Estado venga como un super héroe para dar el remedio? ¿Siempre pasó esto en el pasado de la humanidad?, ¿Cómo eran las antiguas tribus, Australianas?, ¿qué mensaje nos dejaron?, ¿ellos los ''primitivos'', ya sabían que esta situación que vivimos sucedería? Hubieron mujeres en Argentina que hoy trascienden y sus muertes no habrán sido en vano hasta hoy: niñas desde 3 años serán recordadas en estas páginas, y una mujer a quien introdujeron en una cámara de gas en la época gris de Alemania, pero gracias a sus escritos hoy se levantan, y me animaron a escribir el presente libro. Exterminio del Género Femenino: ''Proyecto EGF'' ¿Será el fin de la historia?
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Seitenzahl: 154
Veröffentlichungsjahr: 2018
Vera, Atilio Jorge Martín
Extinción del género femenino / Atilio Jorge Martín Vera. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2018.
150 p. ; 20 x 14 cm.
ISBN 978-987-761-420-6
1. Ensayo Sociológico. I. Título.
CDD 301
Editorial Autores de Argentina
www.autoresdeargentina.com
Mail: [email protected]
Diseño de portada: Justo Echeverría
Proyecto: EGF
Extinción del Género Femenino:
¿Será el fin de la historia?
Cuidar a la mujer,
cuidar a la humanidad
por Lic. Atilio Martin
Dedicado a mi Madre, Fani Vera
y a mi hermana, Fani Martín.
Índice
Introducción
Presentación
El origen del conflicto
El fin de la historia
Sociocultura: Una dimensión ontológica para reflexionar
Cuidar a la mujer
La subordinación de la mujer
La paternidad: factor ontológico de la persona
Salvemos a la humanidad
Notas de una mujer que aportó a la humanidad
Dra. Edith Stein
Glosario
Material de referencia
Introducción
“Soy el responsable […]. Fui yo”, esa fue una frase de un hombre -45 años- quien violó sexualmente a una joven -16 años-, la asfixió, la puso en una bolsa de residuos para así, depositarla en un contenedor. La joven mujer viajó en un camión recolector de basura hasta ser depositada en una montaña de desechos; luego de ahí, el cuerpo ingresó a una cinta para el tratamiento y selección de despojos. Es ahí donde fue identificada la joven, con una soga en el cuello y piernas.
Este varón, y muchos otros como él, no aprendieron que:
“El verdadero sentido de la vida es cuidar al máximo de las personas, colaborar para el desarrollo amplio y profundo de estas, y que de ese modo trascenderá la humanidad“.
El propósito de esta obra es invitar a reflexionar e identificar dónde debemos prestar atención y comenzar a trabajar para que las próximas generaciones disfruten así el transitar este tiempo y no desistir en que: “todos podemos comenzar a pensar en una cultura distinta en pos de la humanidad”.
Explorar las páginas de este libro podría reflejar tu interés en desarrollar y recorrer tu ser-personal, no obstante el que no inspire cierto interés en este asunto sería indicio de la desconexión a lo que llamo trascendencia. Habrá momentos en que no quieras seguir leyendo, ¡esfuérzate! No se trata de leer lo que te gusta, se trata de leer lo que hace falta para ser más humanos. La extinción del género femenino y la evolución del homicidio universal son una vivencia actual.
Presentación
Este libro surge como expresión de lo que mi persona fue experimentando al poder leer la realidad psicosocial de la mujer, desde las perspectivas antropológicas, psicológicas, sociales y filosóficas.
Con: “… mi persona fue experimentando…”, hice registro de esta vivencia cuando en 2016, en la ciudad de Chicago (EE. UU.), en una escuela de idiomas, tuve que preparar una exposición. Cuando escuché la propuesta sobre en qué trabajar; como una especie de rebote en mi mente, me surgió el tema: la fenomenología y más específicamente como lo propuso una mujer; de quien luego les hablaré.
Al preparar el trabajo en otro idioma -inglés- deduje que actualmente nuestros pensamientos llevados a la palabra y estos interpretados por otra persona no representan el pensamiento original.
Al ampliar el vocabulario, y describir con más precisión un pensamiento, sentía que podía ser más entendido por mis oyentes1.
Como hipótesis, las personas que se moverían mucho al hablar no podrían expresar la necesidad que experimentarían, por estar carentes de vocabulario e incluso de gramática, lo que produciría una barrera de posible integración o vinculación2, esto es: poner en acto lo que se piensa, o en otros términos, el propio cuerpo -y no la palabra-.
Continuando con la organización del contenido para exponer, no era suficiente traducir una palabra de español al inglés, era preciso investigar algo más; cada palabra representaría un mosaico de la historia de la humanidad, sobre todo las sustantivas. (Que tendrían origen en algunos casos en el latín, griego, etc. Se las conoce como lenguas muertas).
Hay una palabra de la que no conocemos su sentido y creemos conocerla (advierto que usted se encontrará con muchas notas de referencias, y es preciso leerlas para comprender esta obra), y si la conocemos es poco y esa palabra es: “mujer”.
“Las personas solo amamos aquello que conocemos, así de ingenuos somos”, Jacques Cousteau3. ¿Amamos a la mujer?, ¿La humanidad ama a la mujer?
Este libro es como una especie de registro de resonancias al investigar un tema que debería preocuparnos y ocuparnos: “femicidio”. Fue algo impulsado desde adentro, como si hubiera otro Yo, dentro de mi yo.
Luego de varios años de estudios y atender consultas comencé a trabajar sobre dispositivos que hacen a la psicoeducación en la pareja y la familia.
Muchos, sin importar el género, viven o ven a la mujer, según les enseñaron cómo se la debía ver, tratar y cómo posicionarse frente a ellas. ¿Cómo hubiera sido la historia si nos hubieran enseñado no a estar al frente de ellas, sino al lado de ellas y no a tratarlas, sino a sentirlas poniéndonos en el lugar de ellas?
Nosotros, los hombres (varón-mujer) aprendemos según lo que vemos de nuestros adultos referentes y por lo que ellos nos enseñan. Prestemos atención a esto; los niños aprenden lo que observan: actitudes, modo de reaccionar ante ciertas circunstancias, los mensajes que pudo recibir, sentir, etc. Todos los actos humanos tienen un mensaje y todos ellos son captados por los niños.
Lo que aprendiste desde tu familia, la escuela, los amigos, las noticias e incluso lo que aprenderás de este libro será tu paradigma, mundo subjetivo; para interpretar, entender, develar, y ¿por qué no? corregir si tus comportamientos están lesionando de algún modo a una mujer.
Entrando en rigurosidad conceptual, ese paradigma personal puesto en acto es reconocido con el término praxis.
Tal vez, escuchaste esta frase en las noticias o lo habrás vivido: “un médico realizó una mala praxis”. Esto sucede cuando un profesional hizo como intervención una actuación que no responde a un protocolo de tratamiento médico -basado en paradigmas- a la enfermedad o circunstancia del paciente, y provocó un daño mayor o incluso la muerte. Para estos casos, la justicia puede resolver prohibirle el ejercicio de la profesión por el resto de su vida, si se comprueba dicha falta.
La praxis sería esa teoría-conocimiento llevada a la práctica para atender una necesidad. Hay otros términos que son precisos de tener en cuenta, pero no los desarrollaré, y son: impericia e inobservancia. Si bien parece no importante en este asunto, pero son categorías para aplicar si un profesional puso en riesgo la vida de alguien.
Pero no nos quedemos con la palabra praxis asociada solo a los médicos. ¿Quién denuncia si un padre comete una mala praxis o madre con su hijo? Lamentablemente hay algunos pedagogos, religiosos, que dicen: “un buen chirlo4 no le viene mal”. La violencia, grito, golpe, solo se pude entender para salvarle la vida a alguien. Ejemplo: Si veo que hay un niño en la calle y viene un auto que lo está por embestir, correré y lo empujaré con todas mis fuerzas a un lugar de seguridad.
Cualquier golpe, creyendo que es un modo de corregir una conducta, es una mala praxis porque produce una lesión de tipo afectiva. Exponer películas pornográficas a un niño es considerado delito y está penado por la ley, pero: ¿qué pasa con ese niño que escucha cuando sus padres tienen relaciones sexuales?, ¿qué pasa cuando adolescentes se masturban enfrente de una niña, pero de eso no se habla?, ¿qué pasa cuando los niños escuchan a adultos que hablan en modo de “chistes” sobre los actos sexuales que tienen entre ellos?, ¿qué pasa cuando un hombre grita, golpea o descalifica a una madre delante de sus hijos?, ¿qué pasa cuando una madre o padre toman a sus hijos como psicólogos porque les cuentan los problemas que tienen con sus parejas? Son los que llamo “hijos pañuelos”. ¿Qué pasa con esos padres o madres que dicen: “mi hijo es mi vida” (se da mucho cuando es hijo único)? En realidad están tomando a ese niño como batería y le sacan esa energía vital para seguir del adulto con su vida. Es lo que llamo “vínculo sanguijuela”, porque absorbe y succiona la vitalidad del más débil. Nadie denuncia por mala praxis estos asuntos.
El sistema de educación de nuestra nación ¿comete mala praxis porque no educa en la afectividad, en las emociones, en la trascendencia, en el amor?
Hoy, hablamos de programas nacionales de educación sexual integral, pero nadie habla sobre educación de la afectividad y sexualidad. Son dos binomios, que no se pueden separar. Se integra actualmente a las prácticas sexuales todos los cuidados para que la vida biológica no se afecte. Los violadores, abusadores, distinguen lo que es correcto de lo incorrecto, en algunos casos, pero no pueden sentir el dolor de los demás. Con educación sexual integral, y salud sexual, donde se invierte bastante dinero, no bajan el índice de casos de enfermedades por trasmisión sexual ni el número de femicidios, quiero agregar el femicidio psíquico, que de esto no se habla. Naturalmente, la mujer nunca dañaría a sus hijos, a las personas, pero hoy vemos lo contrario, el psiquismo femenino ya está aniquilado.
Lacan, un psicoanalista francés, expresó (1964):
“¿Qué es una praxis? Me parece dudoso que este término pueda ser considerado impropio en lo que al psicoanálisis respecta. Es el término más amplio para designar [...] la posibilidad de tratar lo real mediante lo simbólico” (Lacan, 1964, 14).
Lo simbólico sería todo eso que uno aprendió de niño y, aunque haya tenido o no la posibilidad de estudios universitarios o superiores, eso simbólico -lo aprendido- es lo que permitirá entender lo real. En este caso, según nuestra historia familiar-infantil, es lo que nos permite darle sentido a lo que es la mujer.
¿Qué aprendió y enseña el hombre del varón y la mujer? Tomaré unas muestras de lo real, como algo así, una especie de muestra de sangre cuando un individuo va a un laboratorio para ver cómo está su salud. Propuse unas muestras que saturan, lo que queremos tratar aquí.
¿Qué es lo real que da razón a este libro? Son algunas conductas que se repiten como especie de contagio y sin nada que detenga esta enfermedad. Las conductas del varón5, o lo que el hombre es potencialmente hacedor, si sus mecanismos de defensas mentales fallan.
Un periódico digital6 hace una síntesis de 9 casos atroces ocurrido en la Argentina.
LA VOZ (2013) redactó:
Ángeles Rawson, Buenos Aires, junio de 2013. Tenía 16 años. Habría sido asesinada por el portero de su edificio, en Palermo. Su cuerpo fue hallado en la basura. Se cree que el portero quiso abusar de ella.
Claudia Palma, Salta, mayo de 2013. Tenía 9 años. Había salido a vender pan, fue raptada, violada y degollada en Joaquín V. González. Dos vecinos fueron detenidos. El cuerpo estaba en un descampado.
Sofía Viale, La Pampa, noviembre de 2012. La chica de 12 años fue raptada, abusada y ahorcada en General Pico. El cuerpo fue hallado enterrado en una parrillada. Un hombre confesó el hecho.
Maira Ruarte, San Juan, octubre de 2012. La joven de 16 años fue hallada violada, estrangulada y enterrada bajo un parral en Caucete. Fueron detenidos su hermana y la pareja.
Miriam Valiente, Misiones, agosto de 2012. Tenía 13 años. Fue asesinada a golpes, luego de haber sido violada. Por el homicidio, fue detenido un tío.
Mercedes Figueroa, Tucumán, mayo de 2012. La niña de 6 años fue asesinada a puñaladas tras un intento de abuso. Se demoró a cuatro hombres.
Rocío Barletta, Córdoba, abril de 2012. La nena de 11 años había salido a comprar cigarrillos, en barrio San Roque, cuando fue raptada, llevada a una casa donde fue violada y asesinada. Omar Peralta, un mecánico de la zona, fue condenado y recibió perpetua.
Keila Rojas, Santa Fe, noviembre de 2011. La pequeña de 2 años fue violada y asesinada a golpes por el concubino de su madre, en una casa de Guadalupe Norte. El asesino fue condenado a perpetua.
Candela Sol Rodríguez, Buenos Aires, agosto de 2011. La niña de 11 años fue secuestrada cerca de su casa en Hurlingham, violada y asfixiada. Su cuerpo fue hallado tirado en un baldío. El caso sigue impune.
Las personas junto a los familiares de las víctimas pedían justicia como especie de norma que castigaría a los autores de los femicidios. Pero, aunque existiera esa justicia, ¿esas conductas se erradicarán?, ¿las más severas de las sentencias serán de aprendizaje para todas las personas?, ¿el femicidio es un agravante o manifestación de un problema más profundo? Entre otras preguntas.
Esas conductas serían “como” las “huellas mnémicas del Hades7 en el imaginario colectivo”8 (HmHIC) de la sociedad, puesto que se repite, en distintos lugares del mundo y con más frecuencia. Prestemos atención que luego de los asesinatos, las mujeres terminan siendo arrojadas, y en la mayoría de los casos en descampados, lugares de basura, ¿será este el Hades?
Deberán pasar muchas generaciones para que esas HmHIC desaparezcan. Es hora de comenzar a trabajar, para las generaciones venideras. El género femenino está en extinción, poniendo en riesgo la trascendencia de la humanidad. Esta cualidad, femenina, es la que enviste a la mujer para lograr así la expresión y expansión máxima de la especie humana.
No es casualidad que una de las cualidades de la mujer sea ordenar de todo o el todo. La expansión es el efecto de la presencia de “la luz” para dar orden a lo desordenado. El comportamiento del varón estaría en una especie de desorden, y solo esa presencia de esa mujer daría la paz, la seguridad, la estabilidad emocional a un ser humano. Es lo que sucede a un bebé recién nacido. Es por esto por lo que la expresión de la expansión sin la mujer en su desarrollo pleno, se vería en el mundo como el caos en el comienzo del universo. No es casualidad que “la luz” sea un sustantivo femenino.
¿Por qué estas conductas violentas de los varones se reiteran? Si el Estado sabe dónde hay que trabajar: ¿por qué continuarían? Se dice que las familias son las células de la sociedad. El Estado nace de la sociedad. La familia nutre al Estado, ¿es tarea del Estado ayudar a las familias en este asunto? Si la vida del planeta Tierra es gracias al Sol y si el Sol enfermara, ¿puede el planeta Tierra curar al Sol? Volvamos a la fuente, que dio origen a todo, volvamos a la mujer, esta es mi tesis.
1 Puede ser al revés, que el oyente no pueda descifrar lo que una persona expresa, por carecer de la habilidad de interpretar.
2 En un principio eran las conductas, todo un caos. La palabra comenzó a regular los comportamientos, el orden comienza a surgir. Lamentablemente hoy involucionamos, se mató a la palabra.
3 El oceanógrafo Jacques-Yves Cousteau, divulgador científico, inventor y promotor ambiental. Su ánimo consistía en llamar la atención sobre los peligros a los que se enfrentarían las futuras generaciones ante el deterioro de nuestro planeta. Publica en 1979 un documento: Carta de Derechos de las Generaciones Futuras. Versa sobre los derechos de las futuras generaciones.
Cfr.: Matsen, B. (2009). Jacques Cousteau: The Sea King. Vintage.
4 Es una palabra argentina, que suele referir a pegarle a un niño, con el propósito de causar dolor por algo que hizo y no gustó a los padres. El uso del dolor como parte del proceso de la educación. Hay otro acto, que es el de la humillación cuando se los pone en un rincón para que sea visto que está en penitencia. Esa era una práctica muy milenaria donde se ponía en una plaza, en lo público a un delincuente. Otro caso muy usado era el de mandar a dormir sin cenar o almorzar, el hambre, el dolor, como castigos.
5 Reservo la palabra hombre, como lo define la RAE: ser animado racional -en la modalidad- varón o mujer (lo de entre guion es mío).
6 Redacción LA VOZ. (2013/9/17). “Los otros nueve casos que horrorizaron a Argentina”. Recuperado de: http://www.lavoz.com.ar/sucesos/los-otros-nueve-casos-que-horrorizaron-argentina (Fecha de captura: 29/12/17)
7 La palabra hades la toma E. Morin también. Hades referiría, entre muchos significados, al lugar oscuro, sucio, inframundo, de dolencia. (Lo que sigue es mío) En peritajes psicoforenses, a los niños abusados sexualmente se los suele invitar a dibujar, jugar, etc., donde ellos mismos reproducen inconscientemente por medio de dispositivos los actos violentos que podrían haber experimentado. Un abusador, en su acto de violación, sería como una especie de juego con su víctima vulnerable, y al consumir la violación lo que realiza generalmente luego es enterrarla. Se podría interpretar que su estado psicológico, afectivo, psíquico, inconsciente, estaría en un inframundo, experimentando lo que allí habita: dolor, sufrimiento. Recordemos: ¿quién comenzó a educar con el dolor?
8 Esta es una síntesis del concepto de Freud de “huella mnémica” y de Edgar Morin (1960) del concepto de “imaginario colectivo”. Más adelante se desarrollará esta idea.
El origen del conflicto
En este apartado, la intención es invitar a leer pensamientos9, que tal vez no coincidan con el lector. Esto suele suceder cuando se habla de religión, política o en este caso de género; y en esos diálogos siempre se pueden escuchar frases como:
Para mí, no es así...”
“Es mi punto de vista…”
“Yo no estoy de acuerdo con el o la…,” entre otras frases comunes.
Hay personas que ganaron autoridad por el esfuerzo y autodisciplina, por haber dedicado tiempo al estudio, a criticar y reflexionar sobre diferentes experiencias, unas vivencias para lograr y desarrollar habilidades en un determinado saber-hacer. Eso es lo que se describió como praxis10.
“Mientras enseño continúo buscando, indagando. Enseño porque busco, porque indagué, porque indago y me indago. Investigo para comprobar, comprobando intervengo, interviniendo educo y me educo. Investigo para conocer lo que aún no conozco y comunicar o anunciar la novedad”. Paulo Freire
El punto es que en nuestra sociedad y con más énfasis en los últimos 15 años se hizo con carácter de fuerza un fenómeno actitudinal, que no favoreció en absoluto para construir pensamientos colectivos a favor de la humanidad. A ese fenómeno se lo conoce como relativismo.