Galla, empodérate - Paola Merchak - E-Book

Galla, empodérate E-Book

Paola Merchak

0,0

Beschreibung

@mamajuridica cree en el "empoderamiento legal", es decir, en que conocer la ley te permite navegar en un mundo –y un país– que desde siempre ha sido hostil hacia las mujeres, especialmente si eres madre y trabajadora. A través de su cuenta de Instagram, la abogada e influencer Paola Merchak ha aconsejado a más de 150.000 seguidores, en su mayoría mujeres, quienes buscan conocer sus derechos laborales, familiares y maternales. Siempre con su característico sentido del humor y con la cercanía de una amiga que te cuenta de lo que sabe con un espumante en la mano, en este libro reúne y profundiza en todo lo que debes saber para que nada ni nadie pase a llevar tus derechos.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern

Seitenzahl: 106

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Imágenes de Freepick: portada y páginas: 8, 10, 13, 15, 16, 17, 30, 31, 37, 43, 45, 48, 58, 59, 62, 63, 68, 69, 70, 74, 75,77, 78, 79, 82, 85, 91, 93, 105, 116, 117, 123, 128, 131,133,141.

I.S.B.N.: 978-956-12-3684-4

I.S.B.N. digital: 978-956-12-3693-6

© 2022 por Paola Montserrat Merchak García.

Inscripción № 2022-A- 8950, Santiago de Chile.

© 2022 de la presente edición por Empresa Editora Zig-Zag S.A.

Derechos exclusivos para todos los países.

Editado por Empresa Editora Zig-Zag S.A.

Los Conquistadores 1700, piso 10, Providencia.

Santiago de Chile.

Teléfono (56-2) 2810 7400

[email protected] / www.zigzag.cl

El presente libro no puede ser reproducido ni en todo ni en parte, ni archivado ni transmitido por ningún medio mecánico, ni electrónico, de grabación, CD-Rom, fotocopia, microfilmación u otra forma de reproducción, sin la autorización escrita de su editor.

Diagramación digital: ebooks Patagonia

www.ebookspatagonia.com

[email protected].

Introducción

Capítulo 1:Las mujeres tenemos derechos

¿Cómo era años atrás?

Derechos fundamentales como nubes protectoras

Derechos de las niñas

¡Nuestro cuerpo está lleno de derechos!

Capítulo 2:Vamos con todo al mundo laboral

¡Los derechos laborales son históricos!

Mujeres en el trabajo

• Algunos tips de sobrevivencia laboral

Capítulo 3:Tener un hij@ me convierte en madre y no en menos profesional

Mamá jurídica

Estoy embarazada. ¿Qué hago con mi trabajo?

Fuero maternal

Derecho de traslado de la mujer embarazada

Licencia prenatal

Licencia postnatal

Vuelta al trabajo y derechos maternales

• Derecho de sala cuna

• Derecho de alimentación

• Fuero maternal

• Protección a la lactancia materna

Capítulo 4:Guía de acción ante una separación familiar

Todo bien, pero esto llegó hasta acá

Lo que sí o sí debes regular

• Cuidado personal

• Relación directa y regular

• Pensión de alimentos

Olvídate de los acuerdos verbales y hazlo con todas las de la ley

Mediación familiar

Transacción judicial

Demanda ante un tribunal de familia

Tengo acuerdo legal, pero el susodich@ no cumple, ¿qué hago?

Pisé el palito y estoy casada. ¿Hay vuelta atrás?

Divorcio unilateral

Divorcio de común acuerdo

Divorcio culposo

Capítulo 5:Nunca más permitiré que se vulneren mis derechos

Acoso laboral

Violencia intrafamiliar

Epílogo:Galla, recapitulemos

Introducción

¿Sabías que según nuestro Código Civil la ley se presume conocida por todas?

Nuestro sistema se basa en este principio básico para poder funcionar, es decir, se funda en la idea de que todas nosotras conocemos las leyes y no podemos hacernos las sorprendidas respecto de la legislación vigente. Sin embargo, pese a este principio, son muy pocas las mujeres que tienen un real acceso a la información sobre nuestras normas (spoiler: ni siquiera las abogadas tenemos el poder de conocer absolutamente todas las leyes). Lo anterior, por varios motivos: en primer lugar, el lenguaje que se utiliza no es comprensible para toda la población, debido a su alto tecnicismo no todas tienen el conocimiento para decodificar esta información. Lamentablemente, la escasa posibilidad para acceder y empaparse de estas normas jurídicas desencadena una desinformación gigante, que es una de las razones por las que existe, en la práctica, una vulneración de nuestros derechos.

Es decir, manejar y conocer las normas nos entrega herramientas importantísimas para pelear por lo que nos corresponde y sacar la voz por lo que queremos en todo ámbito de cosas, ya sea político, social, familiar o laboral. De tal modo, mi intención es que a través de este libro puedas conocer, en gran medida, los derechos que te corresponden como mujer y, de esta manera, usarlos a tu favor ya sea en tu trabajo, dentro de tu familia o en la sociedad en sí misma. Trabajaremos juntas en tu empoderamiento legal, con el objetivo de que conozcas los principales derechos que tienes por el solo hecho de ser parte de este mundo. Aprenderemos, también, cómo usar esta información y qué hacer en caso de que tus derechos no se estén respetando.

¿Qué pasaría si te contara que hace poco menos de ciento cincuenta años, las mujeres no podíamos asistir a una universidad a estudiar? Nuestro rol estaba claro: debíamos dedicarnos a los quehaceres del hogar y velar por que nuestros hijos o hijas se alimentaran y educaran como correspondía, al igual que nuestros padres y maridos. Dentro de nuestros planes, naturalmente, no existía la posibilidad de hacer algo fuera de lo encomendado, más bien, no teníamos permitido ser parte de círculos sociales, políticos o de lugares en donde se tomaran decisiones importantes. La universidad no era para nosotras, y no por decisión propia, sino que nuestra presencia era una falta de respeto al mundo que se concebía en ese entonces, y pensar en la posibilidad de poner en marcha nuestras habilidades ya era considerado una herejía. ¿Que pasaría si te contara que no hace muchos años no teníamos derecho a voto? Lo más probable es que tu abuela haya sido la primera mujer en votar de tu familia y, al hacerlo, orgullosamente llevaba con ella toda la fuerza de sus antepasadas que no pudieron ejercer el derecho a sufragio, simplemente por haber nacido mujeres.

Durante siglos fuimos consideradas como ciudadanas de segunda categoria, personas sin derechos, pero con múltiples responsabilidades y obligaciones que nos mantenían ocupadas y nos hacían creer que nuestra misión estaba satisfecha, que para eso habíamos nacido: para existir en un lamentable e invisible segundo plano.

Con el paso del tiempo, y gracias a cientos de mujeres power, fuertes y valientes, hoy podemos contar una historia algo distinta a la que tuvieron que vivir aquellas mujeres en esa época. Gracias a una lucha constante, y a que estas heroínas no bajaron los brazos, hoy tenemos garantías desde un comienzo; podemos ejercer nuestro derecho a voto; estudiamos en la universidad si así lo queremos; formamos parte de la toma de decisiones y –qué orgullo poder decirlo– ocupamos, cada vez más, cargos de alto mando, los que antiguamente eran dominados exclusivamente por hombres.

En la actualidad todas las personas nacemos y morimos con derechos, no es como ocurría antes: por ser mujer la sociedad nos castigaba a tal punto que no importaba en lo más mínimo lo que anhelábamos o queríamos. Hoy el panorama es distinto. Sin embargo, y sin ánimo de ser aguafiestas, todas las que estamos leyendo esto sabemos que aún en pleno siglo XXI, el camino por recorrer es bastante largo: a pesar de que tenemos derechos y el cuento es distinto a cómo se pintaba siglos atrás, seguimos siendo muchas veces discriminadas en diversos ámbitos. Un ejemplo es el mundo laboral, en donde a un hombre se le paga mejor que a una mujer por realizar exactamente el mismo trabajo, y se le felicita por convertirse en padre, pero se castiga a la mujer por convertirse en madre.

Nuestra sociedad ha cambiado, es cierto, pero esto no quiere decir que el trabajo esté hecho y que debemos cerrar la puerta por fuera. Al contrario, debemos comprender que en nuestras manos tenemos un poder sumamente valioso, y este es el de no conformarnos con lo que tenemos, demostrar que la ambición que nos caracteriza no es un defecto, sino una gran virtud que nos hace siempre aspirar a más, no solo por nosotras, sino también por nuestras madres,hermanas,amigas e hijas.

Y bueno, para qué te digo que no, si sí. Es heavy el panorama. Resulta increíble mirar hacia atrás y pensar en un mundo en donde teníamos que prácticamente pedir permiso hasta para respirar y sin poder tomar decisiones por cuenta propia.

Lo importante es que esto cambió, y si tienes este libro en tus manos es porque sabes que eres una mujer poderosa, dotada de sueños, virtudes y derechos, a la que nunca más le van a venir con cuentos o pasar gato por liebre. Porque sí, galla, este libro (dentro de muchas otras cosas) lo que logrará en ti es que se prenda un motor de justicia, de empoderamiento femenino desde el ámbito legal, hará que seas la mayor defensora de tus propios derechos, porque estarás informada hasta tal punto que de ahora en adelante entenderás que nadie nunca te hizo un favor al respetar la ley, que nuestra lucha sigue y que lo último que debe esperar esta sociedad es que sus mujeres power permitan que las pasen a llevar o tomen decisiones por ellas.

Pues bien, desde que nacemos y llegamos a este mundo de caos y amor, estamos protegidas por cientos de nubes mágicas y protectoras que, para estos efectos, vamos a llamar DERECHOS. Visualicémoslos como unas nubes potentes, como esas que salen en los comerciales de almohadas y colchones que te prometen la mejor experiencia de tu vida y, al mismo tiempo, te permiten dormir en ellas sin darte el costalazo en el suelo.

¿Bacán o no? Solo por el hecho de existir tenemos superpoderes que nos van a mantener firmes y seguras a lo largo de nuestra vida sin ninguna distinción: todas estamos protegidas. Personas de diferente nacionalidad, sexo, color, religión o cualquier otra condición, cuando hablamos de derechos (para nosotras nubes protectoras) no hay discriminación que valga, porque discriminar no se usa, está out y ya no estamos para ese tipo de trotes, al menos no de manera negativa.

En la práctica, algunos de nuestros derechos se encuentran escritos en un librito muy importante para nuestro país que se llama Constitución política de la República y también le dicen “carta magna”, que no sé ustedes, pero, con este segundo nombre me imagino a una diosa griega power con hojas en la cabeza disparando rayos por los ojos y con un outfit digno de Fashion Week, pero no, es solo una forma de decirle a este texto, dada la importancia que tiene para todos.

Con lo primero que nos encontramos en la Constitución es con un artículo o principio bastante potente que dice: “Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos” o sea que, no importa si somos mujeres u hombres, niñas, jóvenes o ancianas, grandes o chicas, somos iguales y, por lo tanto, cualquier indicio de discriminación debe ser perseguido y castigado gracias a una de nuestras nubes protectoras. Porque ojo, no existen personas ni grupos de personas privilegiadas, eso ya lo dejamos atrás hace varios años.

Entonces, las mujeres nacemos libres e igualesen dignidad yderechos. Yo sé que el principio dice “las personas”, y al igual que todos los derechos establecidos en este texto, va dirigido hacia la sociedad en su conjunto, pero nosotras vamos a modificar un poco el tenor literal de lo que dice este libro y vamos a agregar a cada derecho la palabra “mujeres” para, de esta forma, personalizarlos y sentirlos más nuestros.

Además de la igualdad ante la ley, la Constitución tiene dentro de sus líneas otros derechos importantes y que tienen relevancia para nosotras al momento de empoderarnos legalmente.

ALGUNOS DE ELLOS SON:

Todos estos derechos los podemos encontrar en la Constitución política de la República. Lo mas probable es que cuando estés leyendo esto, estemos en algún proceso de cambio según el contexto nacional; sin embargo, cuando hablamos de derechos, estos por ningún motivo serán modificados o eliminados dada su importancia. Por lo que ser conocedora de estos es el primer paso para empoderarte legalmente, sacar la voz, pelear por lo justo y no permitir que nada ni nadie atente en contra de lo que te corresponde y mereces.

Los derechos que se encuentran en esta carta magna llamada Constitución son conocidos formalmente (lenguaje de abogada, galla) como “derechos fundamentales” y para nosotras son algunos de los superpoderes que tenemos las mujeres en nuestro país. Sin embargo, no podemos limitarnos a hablar solamente de nuestro territorio, sobre todo porque existen nubes protectoras internacionales que no puedes dejar de conocer. ¿Suena extravagante? Vamos a aprender sobre normas internacionales que nos protegen por sobre todas las cosas, las que formalmente conocemos con el nombre de tratados internacionales de derechos humanos.

Un tratado internacional es básicamente un acuerdo al que llegan distintos países respecto de alguna situación en particular. Existen cientos de ellos, pero vamos a hacer énfasis principalmente en uno que marcó un precedente. Es sumamente potente y no podemos dejar de conocerlo: se trata de la Convención de Belém do Pará que reguló por primera vez el derecho que tenemos las mujeres a vivir una vida libre de violencia.

EN ESTE TRATADO SE ACORDÓ QUE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES:

Este acuerdo define la violencia contra la mujer como “cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”.

Y también regula tres tipos de violencia contra la mujer:

Más adelante trataremos el tema de la violencia contra la mujer más a fondo, su regulación en Chile y qué debemos hacer en caso de ser víctimas o testigos de ella.

Ya, galla,entonces para recapitular,los derechos que nos entrega la Convención de Belém do Pará son los siguientes:

Ustedes se preguntaran: