Hotel California - Relato erótico - Julie Jones - E-Book

Hotel California - Relato erótico E-Book

Julie Jones

0,0

  • Herausgeber: LUST
  • Kategorie: Erotik
  • Serie: LUST
  • Sprache: Spanisch
  • Veröffentlichungsjahr: 2019
Beschreibung

""Joe se miró en el espejo. Se veía bien con la mano de Fred alrededor de su miembro. Muy bien y muy sexy. Por un momento consideró lo sensual que se vería si los labios de Freddie tomaran el lugar de sus manos. No tuvo mucho tiempo para pensarlo porque Fred finalmente bajó su cabeza y lamió la punta de Joe". Joe y Fred habían conducido de Los Ángeles a Las Vegas y ahora van de regreso a través del desierto. Joe maldice a Fred por la idea, porque es el único que conduce mientras su amante ronca feliz a su lado. Cuando finalmente aparece un motel, las carcajadas de Joe despiertan a Fred, quien no se tarda en unírsele al ver el nombre del lugar. En la Master's Chamber, con un espejo sobre la cama, su charla sucia termina en actos eróticos. La pregunta es: ¿por qué alguien querría irse del Hotel California...? "Palabras clave: literatura erótica, deseo, seducción, placer, sexo, gay, lgbtq, hombres, hotel, California"-

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 21

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Julie Jones

Hotel California

Relato erótico

LUST

Hotel California

Original title:

Hotel California

Translator: LUST Copyright © 2019, 2019 Julie Jones and LUST, an imprint of SAGA Egmont, Copenhagen All rights reserved ISBN: 9788726273908

1. E-book edition, 2019 Format: EPUB 2.0

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

Hotel California

Relato erótico

El viaje por carretera no había sido su idea —era de Fred, por supuesto—, pero igual era a él al que le tocaba manejar por una autopista oscura y desierta. Conducía de regreso a Los Angeles desde Las Vegas. ¡Qué maldita estúpida idea! Pero Fred había insistido.

—Imagínate a nosotros dos en mi viejo Pontiac, Joe. Pasaremos por Death Valley con el viento en nuestro cabello y la música a todo dar. Incluso podemos quedarnos en un motel a un lado de la carretera —había dicho.

Joe recordaba haber respondido que Death Valley no quedaba camino a casa, para nada, y que no le gustaban los moteles. Luego Freddie lo había embaucado con su mejor cara de cachorro triste y en ese preciso instante había perdido. Ahí estaban. Y para ser justos, había sido divertido. Al menos durante el día, cuando el sol brillaba y Freddie cantaba. Al atardecer, se habían detenido y habían charlado con los hippies que acampaban justo al borde del valle: un grupo de chicos jóvenes en camino a Burning Man, con olor a s’mores y colitas en el aire, y con una sesión de besuqueo en el auto antes de emprender el viaje hacia la costa. Sin embargo, ahora era cada vez más insoportable.

Fred dormía, sin duda exhausto luego de andar rebotando todo el día como una pelota de goma y Joe podía sentir cómo se gestaba el dolor de cabeza. Su visión era un poco borrosa. Aunque los lentes estaban en la guantera del auto, no quería tomarlos. A pesar de que Fred decía que lo hacían ver súper sexy, a él no le gustaban. Lo hacían sentir viejo. Así que continuó conduciendo malhumorado por tener que soportar un novio que roncaba a su lado, un ligero dolor de cabeza y la vista nublada. Y entonces, la vio: era sólo una tenue luz brillante más adelante a la distancia, pero sabía que debería ser una pequeña ciudad o al menos una gasolinera o algo.

—¡Gracias a Dios, por fin! —exclamó.