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Kull de Atlantis, Kull de Valusia o Kull el Conquistador es un personaje ficticio creado por Robert Ervin Howard. La primera aparición del personaje data del relato El reino oscuro, publicado en la revista Weird Tales en agosto de 1929.
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Veröffentlichungsjahr: 2016
KULL DE VALUSIA
ROBERT E. HOWARD
Prólogo
Poco se sabe de aquella época conocida por los cronistas nemedianos como la Era Precataclísmica, excepto de su última parte, y eso se halla envuelto en las neblinas de la leyenda. La historia conocida se inicia con el declive de la civilización precataclísmica, dominada por los reinos de Kamelia, Valusia, Verulia, Grondar, Thule y Commoria. Esos pueblos hablaban una lengua similar, y argumentaban un origen común. Había otros reinos, igualmente civilizados, pero habitados por otras razas diferentes y aparentemente, más antiguas.
Los bárbaros de aquellos tiempos eran los pictos, que vivían en islas lejanas, en el océano de poniente; los atlantes, que habitaban en el pequeño continente situado entre las islas pictas y la tierra firme o continente thurio; y los lemures, que habitaban una cadena de grandes islas situadas en el hemisferio oriental.
Había vastas regiones de territorios inexplorados. Los reinos civilizados. aunque de extensión enorme, sólo ocupaban una parte comparativamente pequeña de todo el planeta. Valusia era el más occidental de los reinos del continente thurio, y Grondar el más oriental. Al este de Grondar, cuyo pueblo era menos civilizado que los de otros reinos, se extendía un territorio salvaje y árido de desiertos. En las zonas menos áridas, en las junglas, y entre las montañas, vivían diseminados clanes y tribus de salvajes primitivos. Bastante más al sur había una civilización misteriosa, no relacionada con la cultura thuria, con la que de vez en cuando entraban en contacto los lemures. Aparentemente, procedía de un continente envuelto en las sombras, sin nombre, que debía encontrarse en alguna parte al este de las islas lemures.
La civilización thuria se estaba desmoronando; sus ejércitos estaban compuestos, en buena parte, por mercenarios bárbaros. Los pictos, los atlantes y los lemures eran sus generales, sus hombres de Estado y, a menudo, incluso sus reyes. Lo que se sabe sobre los altercados que se produjeron entre los reinos, sobre las guerras que esta1laron entre Valusia y Commoria, y sobre las conquistas mediante las cuales los atlantes fundaron un reino en el continente, pertenece más al reino de la leyenda que a la ciencia exacta de la historia.
La Era Hyboria
1 - Exilio de Atlantis
Se ponía el sol. Un último esplendor carmesí llenaba el paisaje y se posaba, como una corona de sangre, sobre los picos moteados de nieve de las montañas. Los tres hombres que contemplaban el agonizar del día respiraron profundamente la fragancia de la brisa que surgía desde los distantes bosques, y luego volvieron su atención hacia una tarea mucho más material. Uno de ellos se hallaba asando un venado sobre una pequeña hoguera; tocó con un dedo la carne humeante y se lo llevó a la boca, probándolo con el gesto propio de un connoisseur.
-Ya está preparado, Kull, Khor-nah; podemos comer.
Quien así había hablado era joven, apenas poco más que un muchacho, alto de estatura, de cintura delgada y hombros anchos, que se movía con la gracia natural de un leopardo. En cuanto a sus compañeros, uno, el hombre de mayor edad, mostraba una constitución poderosa y maciza, peludo y con un rostro de expresión agresiva. El otro era el contrapunto del joven que había hablado, excepto por el hecho de que era más alto, con un pecho más ancho y unos hombros algo más amplios. Daba la impresión, incluso en mayor medida que el primer joven, de poseer una gran velocidad dinámica oculta en sus músculos largos y suaves.
-Bien -dijo éste-, ya empiezo a tener hambre.
-¿Y cuándo no la tienes, Kull? -bromeó el primer joven.