La Comisión de la Verdad y la historia integral de los subalternos en Colombia (2016-2021) -  - E-Book

La Comisión de la Verdad y la historia integral de los subalternos en Colombia (2016-2021) E-Book

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Beschreibung

Esta obra reúne una serie de ensayos sobre el contexto de la paz negociada entre las FARC-EP y el Estado de Colombia, a partir de la labor realizada por la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No repetición, entre los años 2016-2021. En la investigación desarrollamos, siguiendo a Antonio Gramsci, una propuesta de acercamiento a la "historia integral" de los subalternos. Por ello, este es un ejercicio novedoso, inter y transdisciplinario al mundo social y político fruto de la violencia, a propósito de la recuperación de la memoria del conflicto armado, que por décadas ha sufrido la sociedad civil colombiana y, en particular, los grupos y las clases subalternas, y frente a la cual urge su apropiación y aprendizaje para la construcción de una cultura nacional-popular. De manera que esta investigación histórica y politológica reafirma el cometido del grupo de investigación Presidencialismo y participación de hacer desde la academia una crítica a la violencia social y política en nuestro país, así como al cometido ético-político de liberarnos a todos de la guerra.

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La Comisión de la Verdad y la historia integral de los subalternos en Colombia (2016-2021)

La Comisión de la Verdad y la historia integral de los subalternos en Colombia (2016-2021)

Miguel Ángel Herrera Zgaib

(Coordinador)

Juan Carlos García Lozano

(Editor)

Instituto de Investigación Sociojurídica

“Gerardo Molina” - Unijus

Bogotá D. C., 2023

 

CATALOGACIÓN EN LA PUBLICACIÓN UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

La Comisión de la Verdad y la historia integral de los subalternos en Colombia (2016-2021) / Miguel Ángel Herrera Zgaib (coordinador) ; Juan Carlos García Lozano (editor). -- Primera edición. -- Bogotá : Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales. Vicedecanatura de Investigación y Extensión. Instituto de Investigación Sociojurídica “Gerardo Molina” (Unijus), 2023.

(Colección Gerardo Molina ; 105)

Incluye referencias bibliográficas al final de cada capítulo e índices temático y onomástico

ISBN 978-958-505-408-0 (impreso) ISBN 978-958-505-409-7 (epub). -- ISBN 978-958-505-410-3 (impresión bajo demanda)

1. Colombia -- Comisión de la Verdad -- 2016-2021 -- Informes 2. Conflicto armado -- Historia -- Investigaciones -- Colombia -- Siglos XX-XXI 3. Comisiones de la verdad y reconciliación -- Investigación -- Colombia 4. Víctimas de la violencia -- Investigaciones 5. Víctimas del conflicto armado 6. Organizaciones de víctimas 7. Justicia restaurativa 8. Construcción de paz 9. Memoria histórica (Derecho) 10. Subalternidad 11. Memoria colectiva – Investigación 12. Justicia transicional 13. Reparación de víctimas 14. Reparaciones por las injusticias de la historia -- Investigación -- Colombia I. Herrera Zgaib, Miguel Ángel, 1952-, coordinador II. García Lozano, Juan Carlos, 1979-, editor III. Serie

CDD-23    303.6609861 / 2023

 

La Comisión de la Verdad y la historia integral de los subalternos en Colombia (2016-2021)Colección Gerardo Molina

© Universidad Nacional de Colombia - Sede Bogotá

© Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales

© Vicedecanatura de Investigación y Extensión

© Instituto de Investigación Sociojurídica “Gerardo Molina” - Unijus

© Miguel Ángel Herrera Zgaib, coordinador

© Juan Carlos García Lozano, editor

© Varios autores

Primera edición, 2023

ISBN (impreso): 978-958-505-408-0

ISBN (IBD): 978-958-505-410-3

ISBN (digital): 978-958-505-409-7

Dolly Montoya Castaño

Rectora Universidad Nacional de Colombia

Hernando Torres Corredor

Decano Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales

Preparación editorial

Instituto de Investigación Sociojurídica

“Gerardo Molina” - Unijus

Pedro Elías Galindo León

Director Unijus

Ana María Jaimes Martínez

Coordinadora editorial

Laura Natalia Díaz Cruz

Asistente coordinación editorial

Jefferson Cabrera Rodríguez

Gestor académico

Sandra Milena Méndez Niño

Asistente administrativa en procesos editoriales

Luis Miguel Solórzano

Asesor administrativo y financiero

Jhon Fredy Güechá

Corrector de estilo

María Victoria Mora Hernández

Diagramadora

Carolina Bedoya

Imagen de cubierta

Juan Sebastián Bazzani Delgado

Finalizador de archivos

Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.

Impreso y hecho en Bogotá, D. C., Colombia.

Conversión ePub: Lápiz Blanco S.A.S.

Hecho en Colombia

Made in Colombia

A la memoria de los insignes amigosLuis Ignacio Sandoval y Héctor Peña Díaz,que hicieron mucho por mostrarnosen sus escritos, y con sus vivencias,una Colombia en paz y democracia.

La historia de los grupos sociales subalternoses necesariamente disgregada y episódica.

ANTONIO GRAMSCI

CONTENIDO

Presentación

Juan Carlos García Lozano, Ph. D.

Retos y desafíos para la paz y la memoria en el marco de la Comisión de la Verdad: un análisis en clave gramsciana

Reina Alejandra Jiménez Díaz

La noción de guerra: análisis de situaciones y relaciones de fuerza en Gramsci

La historia en clave subalterna

Los grupos y clases sociales subalternos: el Cuaderno 25 de Antonio Gramsci

El problema de los intelectuales: Antonio Gramsci y la función intelectual

Sujetos subalternos y memoria: hacia una comprensión de la experiencia de la Comisión de la Verdad en Colombia

Abordajes en torno a la noción de guerra en el psicoanálisis

La guerra en Colombia y el lazo social

Reflexiones en torno a los archivos sobre derechos humanos como lugares para la memoria

Marco normativo para la implementación de políticas archivísticas en materia de derechos humanos en Colombia

Conclusiones

Referencias

Una pedagogía para las verdades polifónicas: praxis de las víctimas del conflicto armado en la construcción de una democracia subalterna

Camilo Alfonso González Jutinico

Introducción

Enseñanzas y reflexiones acerca de las comisiones de la verdad

Pedagogía de la memoria

Disonancia y polifonía

Aprendizajes significativos

Pedagogía colombiana de la memoria: creaciones colectivas

Construcción de la democracia subalterna

Conclusiones: posibles alternativas pedagógicas

Referencias

Comisión de la Verdad, paz y posconflicto en Colombia (2016-2021): una perspectiva heterodoxa desde los subalternos

Miguel Ángel Herrera Zgaib, Ph. D.

Un paso adelante, dos pasos atrás

Dos bloques a propósito de la verdad y la paz

Paz y violencia estatal: antes y después

El interregno del “estallido social” y la verdad en disputa

Pandemia y paro: ¿causas de qué verdad?

¿Connato de crisis en la Comisión de la Verdad?

Las FF. AA., las verdades a medias y la CEV

Entre verdades: justicia especial y ordinaria

La variable de Justicia y Paz: la verdad paramilitar

Enseñanzas del secuestro y los “falsos positivos”: la guerra entre el Estado y las FARC

La verdad del Paro Nacional y la CIDH

La contribución a la verdad y responsabilidades de los sujetos de la guerra

El turno de los expresidentes frente a la paz

La bomba de la amnistía general

Encrucijada del desenlace hegemónico: amnistía general y verdad

¿Cuánto tardará implementarse la verdad de la paz en territorio?

Conclusiones provisionales sobre paz y verdad en Colombia

Referencias

Alfredo Molano Bravo: memoria, resistencia política y colonización en el campesinado colombiano

Juan Carlos García Lozano, Ph. D.

Historias de vida y testimonios

El relato plural del conflicto social en Colombia

La pobrería como sujeto histórico

La ausencia de una reforma agraria

El relato subalterno en la guerra social

Hacia una memoria de los grupos y las clases subalternas

Una memoria campesina

Referencias

Autores

 

PRESENTACIÓN

Juan Carlos García Lozano, Ph. D.

 

El libro que el lector o la lectora tiene entre sus manos recoge un ejercicio de exploración sobre la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición en Colombia (Comisión de la Verdad) en el marco del complejo conflicto armado de nuestro país, cuyo contexto de prueba histórica se focaliza entre 2016 y 2021. Esta investigación se llevó a cabo en el marco del trabajo Pedagogía para la paz y la democracia subalterna en una sociedad en conflicto. El caso de la Comisión de la Verdad, desarrollado conjuntamente entre la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Colombia y el Centro de Investigaciones de la Facultad de Derecho de la Universidad Libre en Bogotá.

En ese sentido, este trabajo fue realizado en conjunto por dos equipos de investigación, por un lado, el conformado desde la Universidad Libre, liderado por Juan Carlos García Lozano, y, por otro, el integrado desde la Universidad Nacional de Colombia, liderado por Miguel Ángel Herrera Zgaib.

Los años de investigación del equipo se circunscriben a la coyuntura histórica 2020-2021, años en los cuales se llevaron a cabo las tareas finales de la Comisión de la Verdad, entidad encargada de velar por la reconstrucción fiel de la historia del conflicto armado, desde una propuesta que privilegia a las víctimas como sujetos activos en el marco integral del Acuerdo Final de Paz, firmado en 2016 entre el Gobierno nacional y la insurgencia subalterna de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP).

Si el objeto de estudio de nuestra investigación se centraba en la Comisión de la Verdad, el contexto de exploración crítica se focalizaba desde la historia integral del conflicto armado colombiano. Por este motivo, hemos seguido una metodología heurística, que resalta los procesos históricos, sociales, políticos y pedagógicos desde abajo, subalternos todos, siguiendo la lógica de la autonomía individual y colectiva de los ciudadanos y el trabajo vivo que encontramos en la filosofía de la praxis y en la historia social.

Esto implica tomar en consideración, principalmente, las sugestivas exploraciones disciplinarias de Antonio Gramsci, además de las que ha arrojado Ranahit Guha desde su experiencia histórica, y otros autores, como Edward Thompson, con los cuales hemos considerado pertinente la exploración histórica, politológica y sociológica para con los grupos y las clases subalternas, en el difícil proceso de la guerra irregular colombiana, con su coyuntura de resolución desde la firma del Acuerdo de Paz.

En ese sentido, la metodología utilizada advierte y resalta la realidad social, histórica y política de los sujetos sociales y políticos en formación, en este caso, la difícil emergencia histórica de los grupos y las clases subalternas, su resistencia, autonomía y luchas sociales, en el marco excepcional del prolongado y degenerado conflicto armado colombiano. En suma, abordamos una memoria de la subjetividad herida y una historia in situ de la violencia política inscrita en ella.

Los capítulos que integran este ejercicio de investigación son los siguientes: Reina Alejandra Jiménez nos presenta “Retos y desafíos para la paz y la memoria en el marco de la Comisión de la Verdad: un análisis en clave gramsciana”; Camilo Alfonso González escribe “Una pedagogía para las verdades polifónicas: praxis de las víctimas del conflicto armado en la construcción de una democracia subalterna”; Miguel Ángel Herrera Zgaib titula su trabajo sobre la coyuntura social y política “Comisión de la Verdad, paz y posconflicto en Colombia (2016-2021): una perspectiva heterodoxa desde los subalternos”, y, por último, Juan Carlos García Lozano finaliza este acercamiento histórico con un texto sobre uno de los excomisionados de la verdad, fallecido en ejercicio de sus funciones en 2019, reconocido intelectual subalterno de la sociología testimonial, titulado “Alfredo Molano Bravo: memoria, resistencia política y colonización en el campesinado colombiano”.

Como se advierte, este libro presenta una diversidad de voces y lecturas, propias de la reconstrucción de la historia integral de los grupos y las clases subalternas en el caso colombiano, que parte de una historia disgregada y episódica de la lucha por la autonomía individual y colectiva, tal como reza el epígrafe de este libro. Lo anterior quiere decir, entonces, que la propuesta analítica que presenta esta investigación no se agota en la exploración institucional de la Comisión de la Verdad, sino que debe leerse más allá, en el marco de la historia integral del longevo conflicto armado colombiano: la constitución social y política de un sujeto subalterno, disgregado y episódico.

No obstante lo anotado, la historia integral de los grupos y las clases subalternas está por ser escrita, como un doble reto, historiográfico y politológico, en un orden de paz y democracia participativa. De ser así, se podrá realizar un balance orgánico sobre lo que ha sido el complejo proceso de la formación nacional y la reconstrucción del Estado y del régimen presidencial en Colombia en las últimas décadas, salpicadas por una recurrente violencia política y una confrontación político-ideológica entre grupos sociales, nuevos y antiguos, que demuestran la profunda crisis de la dirección intelectual y moral de la sociedad civil colombiana, para la cual (así lo entendemos) la guerra es su consecuencia más calamitosa como crisis humanitaria.

Por último, este trabajo de exploración se terminó de escribir antes de ser publicados los trabajos finales que recopilan la fervorosa investigación realizada por la Comisión de la Verdad, lanzados al debate público a mitad de 2022, luego de una prórroga concedida por la Corte Constitucional, vía sentencia, en 2021. De manera que, como se advierte, nos hemos situado como investigadores en una coyuntura anterior a la del 2022, en concreto, la desarrollada en el periodo 2016-2021.

Los aportes finales de la Comisión de la Verdad en su cometido, consignados en valiosos libros, que pueden ser consultados digitalmente, ameritan un nuevo trabajo de exploración inter y transdisciplinario, que esperamos desarrollar en otra oportunidad, rastreando en ellos, según nuestro enfoque, la autonomía de los subalternos como memoria social y política de aquellos individuos y grupos que no fueron vencidos por la violencia ni por la historia. Una crítica contra la guerra en Colombia es también, como en esta investigación, una historia integral de los grupos y las clases subalternas. Lo integral implica reconocer esta autonomía individual y colectiva de grupos y clases subalternas.

De ahí que una lectura desde abajo como la que presentamos, situada en y desde los subalternos, que considera con valía la referencia inicial del saber literario popular como propuesta, presentada por un escritor subalterno, crítico y de origen provinciano, Gabriel García Márquez, en el singular y precioso cuento “Los funerales de la Mamá Grande” no es solo un llamado de atención para la lectura de una nueva historia social y política, sino una sugerencia de escritura de la misma, hecha desde el espontáneo y contradictorio sentido común en la propia voz de los subalternos: “ahora es la hora de recostar un taburete a la puerta de la calle y empezar a contar desde el principio los pormenores de esta conmoción nacional, antes de que tengan tiempo de llegar los historiadores”.

El editor

 

RETOS Y DESAFÍOS PARA LA PAZ Y LA MEMORIA EN EL MARCO DE LA COMISIÓN DE LA VERDAD: UN ANÁLISIS EN CLAVE GRAMSCIANA

Reina Alejandra Jiménez Díaz

 

Frente a un conflicto armado que ha atravesado las dimensiones y estructuras de la sociedad colombiana durante más de medio siglo, se han entablado múltiples diálogos e interpretaciones con la finalidad de desentrañar las causas orgánicas de la guerra en Colombia. Al respecto, la literatura se manifiesta extensa y elaborada, destacándose las teorizaciones de sociólogos, historiadores, politólogos, filósofos, entre otros. No obstante, dada la aparición relativamente reciente del Acuerdo de Paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el Estado colombiano, se abren nuevos interrogantes en torno al esclarecimiento de la verdad, la búsqueda de la justicia y, en general, sobre la paz como proyecto político y pedagógico.

Nueve años después de la instauración de la mesa de diálogo y próximos a conocer el informe final de la Comisión de la Verdad, es necesario realizar un balance sobre las estrategias pedagógicas que se han implementado con el fin de saldar el conflicto armado interno, garantizando su no repetición y la reparación integral a las víctimas. Será entonces, en esta dirección, que a lo largo del presente escrito se articulará la obra de Antonio Gramsci, ubicando algunas categorías y nociones que entran en diálogo con este nuevo momento social y político.

LA NOCIÓN DE GUERRA: ANÁLISIS DE SITUACIONES Y RELACIONES DE FUERZA EN GRAMSCI

La noción de guerra elaborada por Antonio Gramsci guarda relación con lo planteado por Clausewitz: “La paz como continuación de la guerra por otros medios”. No obstante, la lectura que realizó Gramsci de Carl von Clausewitz estuvo marcada por la interpretación marxista y la limitada difusión de su obra en Italia. El tema de la guerra adquiere centralidad en los escritos de Gramsci durante el análisis histórico de dos situaciones concretas: el Risorgimento (1848) y la Primera Guerra Mundial (1918); en ambas, la guerra responde a la agudización de la crisis de un orden social y, por tanto, amenaza con la disolución de las relaciones políticas determinadas (Liguori y Voza, 2016, p. 352).

La guerra, para Gramsci, supone una acción militar de carácter racional, orientada hacia la consecución de un objetivo político: la ocupación del territorio, la instauración de un nuevo orden social y político, la neutralización del conflicto interno (Liguori y Voza, 2016), entre otras; por lo cual, la dimensión de guerra en Gramsci, si bien no se instaura como una categoría constitutiva de su obra für ewig (para la posteridad), adquiere un carácter transversal que se materializa en los Cuadernos de la cárcel, particularmente, en su texto “Análisis de las situaciones. Relaciones de fuerza”. En la obra de Gramsci, en general, la noción de guerra entraña en sí misma cierta complejidad que trasciende a la mera lucha política o estratégico-militar.

La guerra en tanto expresión de conflicto de clase supone unas causas estructurales que la posibilitan y la reproducen. De acuerdo con el análisis realizado sobre el Risorgimento, Gramsci enfatiza en la relevancia que tiene la existencia de un determinado orden económico en la producción de la guerra en cuanto a su organización y la composición social de los ejércitos (Liguori y Voza, 2016). Así, mientras que el desarrollo del proceso de unificación italiana tuvo lugar bajo un modelo de producción eminentemente agrícola, la Primera Guerra Mundial ocurre en el contexto de avanzada de la industrialización en Italia, teniendo esto connotaciones en el sentido mismo del desarrollo del conflicto, pero también, en la iniciativa de las clases dominantes en Italia. Surge, entonces, en las elaboraciones de Gramsci, el binomio guerra militar-dirección consciente, que se complejiza en el desarrollo de su texto “Análisis de las situaciones. Relaciones de fuerzas”, en tanto la dirección político-militar aparece como expresión última de la relación de antagonismo entre las clases dominantes y las clases subalternas.

En efecto, el contexto en el cual se enmarca Antonio Gramsci difiere de la historia reciente colombiana, en el marco de la cual se ha desarrollado un conflicto armado interno, siendo la insurgencia de las FARC-EP la primera en firmar un Acuerdo de Paz con el Estado. Sin embargo, la profundización de categorías propias de la obra de Gramsci puede aportar a la comprensión del conflicto armado y a la construcción de horizontes de paz, pues la pertinencia de su obra no solo se encuentra justificada en su carácter für ewig o en las distintas categorías teóricas, sino en el análisis concreto de las situaciones y relaciones de fuerza de un determinado momento histórico, a través del cual se establece la ruptura entre lo coyuntural y lo orgánico.

Si bien existe una distancia enorme en términos espacio-tiempo respecto a la vida de Antonio Gramsci, sus aportes para una comprensión de la historia también se relacionan con el interés de la no repetición, en su caso, de la derrota del proletariado italiano y del Partido Comunista Italiano frente al fascismo; en el caso de Colombia, de un conflicto armado interno cuyo saldo de víctimas continúa en ascenso. Respecto a la historia, Gramsci afirma que: “La historia enseña, pero no tiene discípulos”.

LA HISTORIA EN CLAVE SUBALTERNA

En Colombia, los estudios sobre memoria, conflicto armado y construcción de paz se han enriquecido gracias a ejercicios de investigación interdisciplinares en las ciencias sociales. Sin embargo, hasta el momento, el acercamiento a los marcos de interpretación propuestos desde los estudios subalternos ha sido muy incipiente debido a la conocida distancia entre paradigmas de conocimiento.

La inserción de las categorías de subalterno, clases y/o grupos subalternos y subalternidad resultó novedosa, incluso dentro del mismo campo del marxismo, y su difusión en las ciencias sociales fue posible gracias a la consolidación del Grupo de Estudios Subalternos en la India, durante los años ochenta, bajo la dirección de Ranahit Guha, pues, “La categoría de ‘subalterno’ es una de las categorías gramscianas, o para decirlo mejor, derivadas de los Cuadernos de Gramsci, a las cuales con mayor atraso han llegado a ser reconocidas y destacadas” (Liguori, 2013, p. 81).

Con el surgimiento de un grupo de intelectuales y académicos dedicados a la difusión de los Subaltern Studies como un nuevo campo dentro de la historia en la India, quienes se habían concentrado en diversos aspectos de la obra de Gramsci volvieron a reflexionar sobre esta categoría. Siguiendo lo planteado por Guido Liguori, uno de los grandes méritos de Guha y de la Escuela de Estudios Subalternos fue plantear a los estudios gramscianos la necesidad de una mirada crítica y renovada sobre la noción de subalterno. Irónicamente, anota Liguori, este mismo reto no fue asumido por el Grupo de Estudios Subalternos en la India, lo que generó varias limitaciones hacia una interpretación integral de la categoría de subalternidad, en consonancia con la obra de Gramsci, pues de esta solamente se destacaron algunos elementos aislados que no fueron desarrollados a profundidad.

Si bien los académicos que conformaban el Grupo de Estudios Subalternos de la India atendieron a la intención transmitida por Gramsci respecto a la necesidad de una historiografía de los grupos y las clases subalternas que antagonizara con la historia como iniciativa de las élites y los grupos dominantes, muchos dejaron de lado el antagonismo fundamental de clases y “se perdió cualquier relación de la categoría con la constelación política-teórica de la cual formaba parte en el ámbito de la construcción teórica de Gramsci” (Liguori, 2013, p. 83), desentendiéndose así, no solo de la comprensión de las categorías como parte de un todo representado por la totalidad de la obra de Gramsci, sino también de la relación con las apuestas e “intereses intelectuales” de Gramsci, para quien el planteamiento de unos “criterios metodológicos” y la elaboración de una teoría de los grupos y clases subalternas tiene una connotación eminentemente política.

Desde los estudios gramscianos se han planteado varias críticas al Grupo de Estudios Subalternos frente al abordaje de la obra de Antonio Gramsci. Ya con antelación, como lo sitúa Guido Liguori, Joseph Buttigieg, con motivo del primer congreso de la International Gramsci Society, que se llevó a cabo en Nápoles en 1997, advertía que la difusión de la categoría gramsciana de subalternos había sido posible gracias a un grupo de intelectuales, en su gran mayoría de la India, que se habían aproximado a la obra de Antonio Gramsci a través de la compilación de algunas notas de los Cuadernos de la cárcel y su traducción al inglés, hecha por Quintin Hoare y Nowell Smith (Liguori, 2013, p. 82), sobre la cual ya varios estudiosos de Gramsci, además de Buttigieg, habían formulado críticas contundentes.

Ahora bien, más allá de una crítica posible a través de una recepción más amplia del paradigma gramsciano (Liguori, 2013, p. 84), es innegable que la consolidación de un Grupo de Estudios Subalternos en la India, con intereses marcadamente anticolonialistas, suscitó el interés tanto de las universidades angloamericanas como de América Latina. En el primer caso, los aportes de la Escuela de Estudios Subalternos entran en consonancia con las elaboraciones de Foucault y Derrida, además de las de Gramsci, y en el caso de los latinoamericanistas, se hizo visible cada vez más una tendencia a tomar referencias de algunas de las figuras individuales más destacadas de los Estudios Subalternos, como Ranahit Guha, Partha Chatterjee o Gayatri Spivak (Mallon, 2010, p. 152). Al respecto, Florencia Mallon se pregunta si

¿no nos ofrecen acaso los Estudios subalternos la transacción perfecta? Formulados por un grupo de intelectuales basados en el “tercer mundo”, anticolonialistas y políticamente radicales, pero al tanto de lo más reciente acerca de análisis de textos y métodos posmodernos, ¿a qué más podría aspirar un estudioso progresista y precavido? (Mallon, 2010, p. 154)

Algo similar ocurre en el campo de los estudios culturales, en el cual,

el culturalismo no se limitó a tomar la importante tesis de Gramsci por la cual una relación de hegemonía/subalternidad es siempre también cultural, sino terminó considerando tal dimensión cultural como la única existente, cancelando cualquier referencia al “factor” económico, a la división de la sociedad en clases y a la opresión de clase. (Mallon, 2010, p. 154)

No es posible olvidar, entonces, que Gramsci intenta responder a la pregunta por la derrota de los grupos subalternos en Italia, pero también por la hegemonía y la autonomía de los subalternos, pasando por las preguntas por la dirección política y la consolidación del Estado nación en Italia, la organización de la escuela y también de la cultura, así como por el análisis de las experiencias de los consejos de fábrica de Turín, la militancia en el Partido Socialista Italiano (PSI), la fundación del Partido Comunista Italiano (PCI) y la represión fascista que lo condenó a veinte años de prisión.

LOS GRUPOS Y CLASES SOCIALES SUBALTERNOS: EL CUADERNO 25 DE ANTONIO GRAMSCI

Una teoría original y una reflexión sistemática en torno a la historia de los grupos y clases sociales subalternos1 tiene lugar en la etapa más madura de la obra de Gramsci, lo que se refleja en el título que le otorga al Cuaderno 25, uno de sus últimos Cuadernos de la cárcel: “Al margen de la historia (Historia de los grupos sociales subalternos)”. En este cuaderno, Gramsci recoge algunas notas sobre Lazaretti y tiene un interés particular por el “examen de las fuerzas innovadoras italianas que guiaron el Risorgimento nacional”, es decir, “el estudio del desarrollo de las fuerzas innovadoras italianas desde grupos subalternos a grupos dirigentes y dominantes” (Gramsci, 1999, p. 183).

En el Cuaderno 25, Gramsci recoge algunas reflexiones contenidas del Cuaderno 1 al Cuaderno 3 y algunos apartes del Cuaderno 9, articulando de esta manera los apuntes para una teoría original de los grupos y las clases subalternas. A lo largo de su obra, incluso en sus escritos precarcelarios, compuestos por artículos y correspondencias, es posible advertir en Gramsci el interés por la relación entre oprimidos y opresores, dirigentes y dirigidos, etc., por lo cual se entiende que estas notas no las elabora caprichosamente, sino que responden a un interés previo de su juventud y de su militancia en el PCI. Sin embargo, más allá de la integralidad con la que debe ser leída su obra, la centralidad del análisis recae principalmente sobre los criterios metodológicos que elabora para una historización y definición de los grupos sociales subalternos.

Se trata de un apartado sumamente breve, en el cual Gramsci sitúa la dificultad que enfrentan los grupos y las clases subalternas en términos de unidad histórica, contrario a lo que sucede con las clases dirigentes y dominantes. Aún con su brevedad, en este apartado se sitúan elementos que enriquecen la comprensión marxista del Estado, al tiempo que abren una nueva posibilidad para la noción de “subalternidad”, pues “la unidad histórica de las clases dirigentes ocurre en el Estado, y la historia de aquellas es esencialmente la historia de los Estados o de los grupos de Estados” (Gramsci, 1999, p. 182), mientras que la historia de las clases subalternas se encuentra entrelazada con la historia de la sociedad civil, siendo a su vez “una función disgregada y discontinua de la sociedad civil y por este medio de la historia de los Estados o grupos de Estados” (Gramsci, 1999, p. 182).

Se entiende, de esta manera, que los grupos y clases sociales subalternas son aquellos que padecen las iniciativas de las clases dominantes y se articulan de manera activa o pasiva en las formaciones políticas dominantes, siendo justamente esta articulación un aspecto de real importancia para la comprensión de la disputa por la autonomía integral e histórica, pues si bien los grupos y clases sociales subalternos tienden a la disgregación en tanto carecen de la unidad histórica propia del Estado, la autonomía relativa que adquieran en la elaboración de su propia historia determinará el grado de conciencia histórico-política y la unificación de los grupos y las clases sociales subalternas, a través de su conformación en clases dirigentes, siendo justamente en esa posibilidad de convertirse en Estado que los grupos y las clases subalternas construyen su historia.

Ahora bien, para una comprensión amplia de la categoría de subalternidad, esta no puede ser deslindada de la función intelectual y del desarrollo que Gramsci realiza acerca del problema de los intelectuales. Resulta bien conocida la difundida frase “Todos [los seres humanos] son intelectuales, pero no todos cumplen la función intelectual”, siendo parte constitutiva de la obra de Gramsci y de una teorización en torno a la organización de la cultura.

EL PROBLEMA DE LOS INTELECTUALES: ANTONIO GRAMSCI Y LA FUNCIÓN INTELECTUAL

En la obra de Antonio Gramsci son múltiples las referencias a los intelectuales y a la función intelectual. Sin lugar a duda, este es un tema que despierta una fuerte motivación en Gramsci y se encuentra presente: 1) en sus escritos juveniles, propios de una etapa periodística (1910-1919); 2) en sus escritos precarcelarios (1920-1926), marcados por una militancia activa dentro del PCI y por su cercanía con la experiencia de los consejos de fábrica, protagonizada por el proletariado turinés; y 3) en sus reflexiones condensadas en las Cartas y los Cuadernos de la cárcel (1926-1933), en los cuales la reflexión en torno a los intelectuales adquiere un desarrollo “orgánico”.

En las Cartas desde la cárcel es posible advertir la propuesta educativa de Gramsci en relación con la crianza de sus hijos, así como la proyección de un plan de trabajo que cimentara las bases de una obra, que fue denominada por él como für ewig. Así, por ejemplo, en la correspondencia entre Gramsci y su cuñada, Tatiana Schucht, se puede corroborar que Gramsci guardaba un especial interés por la historia de los intelectuales italianos durante el siglo XIX, así como por la lingüística, pues había sido partícipe de las enseñanzas de Mateo Bartoli en la Universidad de Turín2:

1) Una investigación sobre la formación del espíritu público en Italia en el siglo XIX, es decir, una investigación sobre los intelectuales italianos, sus orígenes, su agrupamiento según las corrientes de la cultura, sus diferentes maneras de pensar […] 2) Un estudio de lingüística comparada. ¡Nada menos! ¿Puede existir alguna cosa más desinteresada que esa? ¿Más für ewig? Se procuraría, naturalmente, abordar solo la parte metodológica y puramente teórica, parte que no ha sido tratada desde el nuevo punto de vista de los neo-lingüistas contra los neogramáticos […]. 3) Un tercer estudio sobre el teatro de Pirandello y sobre la transformación del gusto teatral italiano que Pirandello representa y que ha contribuido a determinar […]. 4) Un ensayo sobre las novelas de folletín y el gusto popular en literatura. La idea me ha venido al conocer la muerte de Séraphin Renzi, primer cómico de una compañía dramática al aire libre y que ofrecía sus dramas sobre esas novelas de folletín […] y que me producían placer […] entonces, la representación era doble: la emoción, la pasión desencadenada, la intervención del público popular… ¿Qué piensas de todo eso? En el fondo, si se observa, entre esos cuatro temas existe una idea común: el espíritu popular creador, en sus diferentes fases o grados de desarrollo; esa es la base de esos temas. (Gramsci, 1953, pp. 77-79)

En algunas cartas con Julia Shucht, su esposa, también es evidente la preocupación de Gramsci por la formación de sus hijos. Esto es importante, porque para Gramsci la vida de un militante no puede ser reducida a su labor dentro del partido, sino que también es importante su dimensión personal:

Cuántas veces me he preguntado si era posible ligarse a una masa cuando no se había querido a nadie, ni siquiera a la propia familia, si era posible amar a una colectividad cuando no se había amado profundamente a criaturas humanas individuales, ¿no iba a tener eso un reflejo en mi vida de militante?, ¿no iba a esterilizar y a reducir a mero hecho intelectual, a puro acto matemático, mi cualidad de revolucionario? (Gramsci, 2020, p. 147)

Pocos meses antes de caer preso en las cárceles fascistas de Italia, Antonio Gramsci escribiría un texto fundamental para la comprensión de la categoría de intelectual. Se trata de “La cuestión meridional”, un ensayo escrito en 1926, que no fue publicado sino hasta enero de 1930 en Paris, en la revista Lo Stato Operaio, sin que Gramsci tuviese la oportunidad de someterlo a corrección alguna y bajo la advertencia de Togliatti de la interrupción del manuscrito3, por lo cual es un texto que puede ser considerado como un grundrisse o borrador, sin que ello implique un desconocimiento a su carácter genuino en términos de la categoría de intelectual.

En “Algunos temas de la cuestión meridional”, Gramsci define al Mezzogiorno de Italia como “una gran disgregación social” y al campesinado italiano como una masa amorfa y disgregada, carente de cohesión social. La sociedad meridional es caracterizada por Gramsci como “un gran bloque agrario constituido por tres estratos sociales: la gran masa campesina, amorfa y disgregada, los intelectuales de la pequeña y mediana burguesía rural, los grandes terratenientes y los grandes intelectuales” (Gramsci, 2013, p. 177).

Dentro de esta caracterización de la sociedad meridional, los intelectuales de la pequeña y mediana burguesía son equiparados al campesinado italiano en el sentido de la desarticulación de sus demandas y su disgregación, pues en todo el Mezzogiorno continental y en Sicilia, la forma de organización más difundida consistía en una relación campesino-terrateniente, mediada por el intelectual de la pequeña y la mediana burguesía. Sin embargo, anota Gramsci, este tipo de intelectuales carecían de programa alguno, y operaban más bien como “guardianes del capitalismo septentrional y de los grandes bancos”, formando así un “monstruoso bloque agrario”.

En cuanto a los intelectuales de la pequeña y mediana burguesía rural,

recibe de la base campesina los impulsos de su actividad política e ideológica. Los grandes propietarios, en el terreno económico, y los grandes intelectuales, en el terreno ideológico, centralizan y dominan en último análisis, todo ese conjunto de manifestaciones. Como es natural la centralización se verifica con mayor eficacia y precisión en el campo ideológico. (Gramsci, 2013, p. 176)

De esta manera, toda la organización cultural quedaba en manos de los grandes intelectuales meridionales y propietarios, siendo, por ejemplo, Benedetto Croce y Giustino Fortunato “las llaves del sistema meridional”, y también “las dos figuras máximas de la reacción italiana”4.

Para continuar con el desarrollo de la categoría de intelectual es pertinente introducir dos preguntas fundamentales que Gramsci ha abordado de manera sistemática en “Apuntes y notas dispersas para un grupo de ensayos sobre la historia de los intelectuales”, escrito en 1932, y de las cuales “se han derivado múltiples problemáticas e investigaciones históricas”, que guardan relación con la distinción entre el intelectual como categoría orgánica y como categoría tradicional:

1) ¿Deben ser considerados los intelectuales como un grupo social autónomo o, por el contrario, cada grupo social tiene su propia categoría de intelectuales? […] 2) ¿Cuáles con los límites “máximos” de la acepción de “intelectual”? ¿Se puede encontrar un criterio unitario para caracterizar igualmente todas las diversas y dispares actividades intelectuales y para distinguir éstas al mismo tiempo y en la forma esencial de las actividades de los otros agrupamientos sociales? (Gramsci, 1986, pp. 353-355)

Para resolver estos cuestionamientos y poder plantear algunos criterios metodológicos para la caracterización de los intelectuales, Gramsci se sitúa en el proceso histórico de la formación de las diversas categorías de intelectuales planteando dos formas:

1) Cada grupo social, naciendo en el terreno originario de una función esencial en el mundo de la producción económica, se crea al mismo tiempo orgánicamente, una o más capas de intelectuales que le dan homogeneidad y conciencia de su propia función, no sólo en el campo económico, sino también en el social y político; […] 2) Pero todo grupo social “esencial”, emergiendo a la historia desde la precedente estructura económica y como expresión de su desarrollo, ha encontrado al menos en la historia conocida hasta ahora, categorías sociales preexistentes que incluso parecían como representantes de una continuidad histórica ininterrumpida incluso por los más complicados y radicales cambios de las formas sociales y políticas. (Gramsci, 1986, pp. 353-354)