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Durante una de las reuniones del Club de los Martes, la ingeniosa Miss Marple relata cómo ayudó a su sobrina Mabel a demostrar su inocencia cuando fue acusada injustamente por el asesinato de su esposo. Agatha Christie demuestra una vez más que sus detectives son profundamente sagaces, tanto los profesionales como los aficionados, y que ella conoce como nadie la naturaleza humana.
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Seitenzahl: 21
Veröffentlichungsjahr: 2024
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—Y ahora, tía Jane, te toca a ti —anunció Raymond West.
—Sí, tía Jane, esperamos algo verdaderamente picante —agregó Joyce Lempriére.
—Se ríen de mí, queridos… —replicó miss Marple plácidamente—. Creen que por haber vivido toda mi vida en este apartado rincón del mundo no he tenido ninguna experiencia interesante.
—Dios no permita que alguna vez considere la vida de un pueblo como apacible y monótona —respondió Raymond con convicción—. ¡Nunca más después de las horribles revelaciones que acabamos de oír de tus labios! El mundo cosmopolita parece tranquilo y pacífico comparado con St. Mary Mead.
—Bueno, querido —dijo miss Marple— la naturaleza humana es la misma en todas partes y, por supuesto, en un pueblito hay más oportunidades de observarla de cerca.
—Es realmente única, tía Jane –exclamó Joyce—. Espero que no le importe que la llame tía Jane —agregó—. No sé por qué lo hago.
—¿Seguro que no, querida? —replicó miss Marple.
Levantó la vista con un gesto algo burlón haciendo que las mejillas de la muchacha ardieran. Un tanto avergonzado, Raymond tosió para aclararse la garganta. Sonriente, Miss Marple los miró a ambos y luego volvió a concentrar toda la atención en su tejido.
—Es cierto que he llevado lo que se llama una vida tranquila, pero tengo mucha experiencia resolviendo los pequeños problemas que fueron surgiendo. Algunos verdaderamente ingeniosos, pero de nada serviría contárselos, ya que son cosas de poca importancia y no les interesarían, por ejemplo: ¿quién cortó las mallas de la bolsa de la señora Jones? o ¿por qué la señora Simons usó sólo una vez su abrigo de piel nuevo? Cosas realmente interesantes para cualquier estudioso de la naturaleza humana. No, la única experiencia que recuerdo que pueda tener interés para ustedes es la de mi pobre sobrina Mabel y su esposo. Ocurrió hace diez o quince años y, por suerte, todo terminó y nadie lo recuerda. La memoria de la gente es muy mala, afortunadamente.
Miss Marple hizo una pausa mientras murmuraba para sí: