LeXuS : los Fundadores - Virginie Bégaudeau - E-Book

LeXuS : los Fundadores E-Book

Virginie Bégaudeau

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  • Herausgeber: LUST
  • Kategorie: Erotik
  • Serie: LUST
  • Sprache: Spanisch
  • Veröffentlichungsjahr: 2021
Beschreibung

La obsesión por el sexo está corrompiendo a la humanidad y hay que hacer algo para evitarlo. Lestad, Xuang y Salazar tienen la respuesta: LeXuS. De sus ideas y ambiciones comunes nace una amistad fuerte, una amistad que les inspirará para cambiar el mundo que conocen y fundar una nueva era para la humanidad.En una distopía en el futuro, la ciudad de Belgrame está gobernada por un conjunto de leyes reunidas en un código jurídico llamado LeXus. Bajo un estricto régimen totalitario, el sexo se ha transformado en un privilegio que puede comprarse, venderse o ganarse. El derecho al sexo demuestra éxito social y gracias a un riguroso control, los crímenes sexuales pertenecen al pasado.Sin embargo, no todo está bien en Belgrame. Un grupo de rebeldes prepara una rebelión para derrocar al gobierno de LeXus y otorgarle a todos su libertad sexual.Bienvenidos a Belgrame, un mundo que descubrirás a través de los ojos de sus habitantes Cada personaje tiene su propia historia, que puede ser leída de manera independiente a las demás. Esta es la historia de los Fundadores, Lestad, Xuang y Salazar; números de registro 1, 2 y 3.-

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Seitenzahl: 54

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Virginie Bégaudeau

LeXuS: los Fundadores

Translated by Raquel Luque Benítez

Lust

LeXuS: los Fundadores

 

Translated by Raquel Luque Benítez

 

Original title: LeXuS: Les Fondateurs

 

Original language: French

 

Copyright © 2020, 2021 Virginie Bégaudeau and LUST

 

All rights reserved

 

ISBN: 9788726639087

 

1st ebook edition

Format: EPUB 3.0

 

No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

LeXuS: los Fundadores

Artículo 1 - Código A-1

La sexualidad de todos los residentes de Belgrame será controlada por LeXuS. Todos los residentes deben adherirse a las leyes relativas a su sexualidad, sin excepción. La libertad sexual solo puede ser otorgada por los Operarios de acuerdo con LeXuS.

LeXuS es un texto que contiene todas las leyes morales, económicas y constitucionales de Belgrame.

 

Número de registro: 1 - 2 – 3 Alias: Lestad, Xuang y Salazar Sexo: Masculino/ Femenino Ubicación: Distrito O

 

Observo cómo el primero de nosotros sucumbe a lo inevitable. Parece increíblemente pequeño en la cama grande y fría. Noventa años; casi un siglo de vida. Yo también llegaré a su edad pronto. Pero vaya vida que tuvo; Salazar pareció vivir varios siglos en el espacio de uno solo. Aunque al final, somos todos iguales. Nuestras últimas respiraciones hacen que todo lo demás parezca insignificante, no importa el bien o el mal que hemos traído al mundo. No importa quiénes fuimos. Al final, somos los únicos jueces de nuestras propias vidas. Miro abajo la placa de visitante del hospital, sujeta a mi parte delantera. Ver mi nombre me pilla por sorpresa. Xuang Safetie. Hace mucho tiempo que no veo mi nombre escrito solo, sin el de mis colegas. Mi identidad cambió para siempre el día en que nos convertimos en los Fundadores: Lestad-Xuang-Salazar: LeXuS.

Me acerco para tocar la piel fría y amarilla de Salazar, y me transporto de vuelta a la memoria de quien era antes de conocernos, mucho antes de LeXuS.

***

No puedo decir que el mundo que conocemos ya había dejado de existir antes de LeXuS. La civilización no se había desmoronado por completo, pero las cosas habían cambiado a tal ritmo durante la década anterior, que la mayoría de nosotros habíamos perdido control sobre la realidad. Habíamos perdido el control y perdimos la esperanza.

Recuerdo los sentimientos que tenía cuando empecé la universidad, los mismos que tienen todos los estudiantes. Mi optimismo me alejaba de las preocupaciones sobre el futuro, y me acompañaba un afán por descubrir todo lo que podía sobre el mundo. Mis compañeros estaban llenos de una sexualidad latente que les impulsaba en todo lo que hacían. Nada más importaba; nuestro mundo estaba propulsado por el sexo. Yo también estaba fascinada por los cuerpos desnudos, cuerpos que ahora solo existían para cumplir nuestros impulsos a través de actos inútiles e infructuosos. El deseo carnal se había convertido en la razón de ser del hombre; por ese motivo se libraron guerras y se tomaron decisiones sin sentido. Nuestros líderes harían cualquier cosa por placer. Durante mucho tiempo había estado obsesionada con el poder del sexo, preocupada de que algún día fuéramos reducidos a la condición de animales que ya habíamos esclavizado para uso nuestro.

Mientras estudiaba economía en la universidad, observé con desesperación cómo profesores aburridos se encontraban en las aulas frente a jóvenes desinteresados con quienes se comunicaban únicamente a través de pantallas, incluso con aquellos que estaban sentados justo al lado. Lo único que tenían en mente era lo que harían después de que la clase terminara; las noches que pasarían juntos en un frenesí de deseo carnal. Estaba harta, y a menudo me preguntaba si era por mi comportamiento, que era anormal. Tal vez mi obsesión con mis compañeros era solo una manifestación subconsciente de mi frustración. Tenía mil ideas sobre las razones que se ocultaban detrás del encaprichamiento de la sociedad con el sexo, y estaba convencida de que la erotización del mundo sería nuestra caída. Por supuesto, sabía que el sexo siempre había sido una necesidad fundamental, pero la gente solía conservar el juicio y satisfacía sus impulsos en privado. Por lo que a mí respectaba, el sexo era la fuerza propulsora detrás del comportamiento humano. Había escrito numerosos ensayos personales sobre este tema, lo que me permitió organizar y dar sentido a mis pensamientos. Necesitaba ser capaz de entender lo que no funcionaba en nuestra sociedad. Mi profesor de economía compartía mis preocupaciones de que nuestra frágil sociedad se dirigiese hacia una crisis. No tenía la certeza de si había que echar la culpa a nuestra excesiva lujuria, pero estaba casi segura.

Mis primeras semanas en el campus fueron difíciles debido a mis problemas para adaptarme al nuevo entorno y mi obsesión enfermiza por insultar y discutir con mis compañeros de clase. Pensé que había elaborado una manera de salvar a la humanidad, pero todo lo que podía hacer era mirar con impotencia cómo los que me rodeaban continuaban echándola por tierra. Sentía que me estaba ahogando, sin nadie que me sacara de mi océano de desesperación. Quería abandonar la universidad, convencida de que obtener un título sería inútil a largo plazo, y con miedo de acabar arrastrada a una vida ordinaria como el resto.

Sentía que estaba desperdiciando mi vida en la universidad. Quería más, pero no sabía cómo conseguirlo. Comencé una relación sin sentido con uno de mis compañeros, Jack, que era bastante agradable. Aun así, con él la conversación se limitaba a temas de música y los últimos programas de televisión populares. Una noche, me pidió que fuera con él a una fiesta, organizada por uno de nuestros compañeros de clase de economía. Estaba indecisa, pues la última fiesta en la que había estado había sido un desastre; había aburrido a mis compañeros de clase con mis diatribas y teorías, y hasta yo misma casi me muero del sopor.