Libre albedrío - Alexandra Södergran - E-Book

Libre albedrío E-Book

Alexandra Södergran

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  • Herausgeber: LUST
  • Kategorie: Erotik
  • Serie: LUST
  • Sprache: Spanisch
  • Veröffentlichungsjahr: 2021
Beschreibung

«Disfrutaba del increíble poder que tenía entre sus piernas y, cuando aceleró, el rugido del motor golpeó la fachada de la iglesia y resonó por toda la larga avenida arbolada que había enfrente. "Ahora quiero una polla", pensó. "Quiero una cerveza fría y una polla dura"».No es un día fácil para Julia, pero alguien con su determinación no se deja amilanar fácilmente. Sabe lo que quiere y por eso decide visitar a Mattias. Juntos vivirán una ardiente noche de sexo que no solo desencadenará toda su pasión, sino que también la liberará de sus propias ataduras.-

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Seitenzahl: 23

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Alexandra Södergran

Libre albedrío

LUST

Libre albedrío

Original title:

Fri vilja

 

Translated by Etna Sesa

Copyright © 2019 Alexandra Södergran, 2020 LUST

All rights reserved ISBN 9788726205879

 

1st ebook edition, 2020. Format: Epub 2.0

 

No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

LUST

Libre albedrío

 

Julia miró la lápida e intentó sentir algo por lo menos. Pero tenía la misma vaga sensación de inquietud clavada en el pecho que tenía cada día. Más que nada, sentía frío. El denso bosque alrededor del cementerio era desoladoramente silencioso y, a lo lejos, se podía oír el zumbido de la autopista.

Su papá no existía en ninguna parte. No estaba en el dorado de la lápida ni debajo del suelo ni en el cielo ni tampoco dentro de ella, al parecer. Empezó a sentirse estúpida. Era una estupidez intentar sentir algo que no sentías, era una estupidez pretender ser algo que no eras.

Le apetecía una cerveza. La lluvia torrencial ya había derramado su máscara de pestañas y ahora hacía que su cabello se pegara en un asqueroso desastre húmedo contra la parte posterior de su cuello. Estúpida de mierda. Arrojó el ramo sobre la tumba recién cubierta y no miró atrás mientras se alejaba.

Se abrochó la chaqueta de la motocicleta y se puso el casco. Le encantaba cómo la chaqueta presionaba su pecho y cómo sujetaba su espalda, esa sensación compacta de estar encerrada.

Su mente estaba en blanco mientras limpiaba pacientemente las gotas de lluvia del asiento de cuero y se montaba en la motocicleta. Disfrutaba del increíble poder que tenía entre sus piernas y, cuando aceleró, el rugido del motor golpeó la fachada de la iglesia y resonó por toda la larga avenida arbolada que había enfrente.

«Ahora quiero una polla», pensó. «Quiero una cerveza fría y una polla dura».

 

Mattias abrió la puerta vestido con un mandil y sosteniendo una espátula en la mano. Julia podía escuchar el ventilador de la cocina y la sartén chisporroteante a través de la música a todo volumen. Olía delicioso. Él inmediatamente regresó a la cocina. «Es genial verte de nuevo», dijo.

Con habilidad, agitó el contenido de la sartén y luego la miró. Mattias tenía un brillo especial en sus ojos que realmente le gustaba. El brillo que le decía que la había perdonado por todo, por todas las estupideces que ella pudiera haber hecho desde la última vez que se vieron.

—Dios, ¡qué rico huele! —dijo.

—Mmm.

—¿Qué estás cocinando?