Mamá, me hago mayor… - Pedro Camacho - E-Book

Mamá, me hago mayor… E-Book

Pedro Camacho

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Beschreibung

Los primeros meses del bebé son difíciles para sus padres, sobre todo para los primerizos. La crianza demanda mucho tiempo y esfuerzo, hay que aprender muchas cosas rápidamente porque, cuando quieres darte cuenta, tu hijo ya no es un bebé, sino un niño pequeño. En este libro encontrarás las claves que te ayudarán a manejarte en esta etapa de transición: cómo solventar la retirada del pañal o el chupete, ayudas con su alimentación y sueño, etc., y también, y sobre todo, cómo afrontar tus principales miedos cuando se presentan problemas con, por ejemplo, la fiebre, las vacunas o los mocos. En definitiva: lo que os preocupa a vosotros, papás y mamás.

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Mamá, me hago mayor...

Una guía para ayudarte en la transición del bebé al niño pequeño

Pedro Camacho

Primera edición en esta colección: mayo de 2023

© Pedro Camacho, 2023

© de la presente edición: Plataforma Editorial, 2023

Plataforma Editorial

c/ Muntaner, 269, entlo. 1ª – 08021 Barcelona

Tel.: (+34) 93 494 79 99

www.plataformaeditorial.com

[email protected]

ISBN: 978-84-19655-25-7

Diseño, realización de cubierta y fotocomposición: Grafime Digital S. L.

Reservados todos los derechos. Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos. Si necesita fotocopiar o reproducir algún fragmento de esta obra, diríjase al editor o a CEDRO (www.cedro.org).

¡Bienvenidos a Mamá, me hago mayor...!

Un libro sobre cuidados y salud del bebé y el niño desde los 6 meses de edad aproximadamente.

Si estás leyendo esto es porque probablemente eres un padre o una madre preocupado por el bienestar de tu hijo, o quizá seas tío, tía, abuelo o abuela y quieres estar preparado para ayudar a tu familia.

Sea cual sea tu caso, estoy seguro de que este libro te será de gran utilidad.

En las siguientes páginas encontrarás información valiosa sobre cómo cuidar a tu bebé o niño pequeño, desde la primera alimentación, el desarrollo, la seguridad vial y el sueño infantil, hasta temas como la gestión de las rabietas, la retirada del pañal y el chupete, los celos por la llegada del hermanito o la entrada a la guardería.

También abordaremos temas importantes como la higiene bucodental, la llegada del verano y los principales miedos de los papás, como la fiebre, las vacunas y los mocos.

Sé que ser padre o madre puede ser una tarea desafiante, especialmente si es tu primera vez.

Pero no te preocupes, estoy aquí para ayudarte a cada paso del camino.

Te hablo desde la experiencia como enfermero y padre de tres hijos.

Te proporcionaré información precisa y de confianza, basada en la evidencia científica y recomendada por los profesionales de la salud actualizados, que leerás en un lenguaje sencillo.

Sin duda, este libro te proporcionará unos consejos prácticos y útiles para ayudarte a cuidar de tu hijo de manera efectiva.

Con la información que encontrarás en este libro, podrás estar más tranquilo y confiado en tu capacidad para cuidar de tu hijo de la mejor manera posible.

Así que adelante, sumérgete en este libro y aprende todo lo que necesitas saber para mantener a tu bebé o niño pequeño feliz, saludable y seguro.

¡Espero que disfrutes de la lectura!

Índice

Prólogo1. Alimentación¿Cuándo comenzar con la alimentación complementaria?¿Cómo comenzar la alimentación complementaria?¿Qué debería llevar una comida principal completa?Cantidades de comidaCon respecto al aguaConservación de los alimentosConsejos para introducir con éxito nuevos alimentosMétodos de alimentaciónPurés y trituradosMétodo BLWMétodo BLISSImportancia de una adecuada alimentación infantilPosibles alergias alimentariasDestete2. Higiene bucodental3. DesarrolloNuestro bebé se quiere poner de pie4. Sueño infantil¿Cómo hacer colecho de manera segura?Ventanas de sueñoSueño seguroRegresiones5. Retirada del pañal¿Cuál es el mejor momento?Señales de que está llegando el momento¿Qué podemos hacer para ayudarle en este proceso?Objetos que debemos comprar para empezar el procesoCómo dejar el pañal de noche6. Chupete¿Cuándo cambiaremos el chupete?¿Cómo limpiar el chupete?¿Cuándo dejar de usar el chupete?¿Chupete o dedo?Retirada del chupete7. Rabietas¿Qué es lo que les pasa a los niños?¿Qué debemos hacer cuando ocurre la rabieta?8. Celos por la llegada del hermanito¿Qué hacer?9. A la guardería por primera vezConsejos para cuando el bebé va a ir por primera vez a la guardería10. La llegada del veranoProtección solarCremas solaresQuemaduras solaresProtección ocularRepelentes de mosquitosPrevención de ahogamientosSistemas de flotaciónProblemas con las altas temperaturas ambientales11. La llegada del inviernoLavados nasalesFiebre¿Cómo valoramos su estado general?12. Seguridad vialSistema de retención infantil para recién nacidos y hasta 4 años (como mínimo)Tiempo de uso¿Y por qué a contramarcha hasta los 4 años como mínimo?Normativas de homologaciónInstalación del sistema de retención infantilEpílogoAgradecimientos y más

Prólogo

Un día cualquiera en Talavera de la Reina, Toledo (España).

Suena el teléfono.

—¿Dígame?

—¡Hola, papá! ¿Qué tal estás?

—Bien.

—¡Me alegro! Quería comentarle una cosa a mamá, ¿está por ahí?, ¿se puede poner?

—Sí, ahora mismo. Adela, ponte al teléfono.

—¿Quién es?

—El niño.

Ohhhh, ¿el niño, yo?

Con 48 años y tres hijos, ¡no me lo puedo creer!

Me empecé a reír y cuando se puso mi madre al teléfono se lo conté y me dijo: «Claro, hijo, es que para nosotros eres nuestro niño».

Terminé lo que le iba a contar y colgué el teléfono, pero estaba dándole vueltas a esa conversación.

No había reparado en ello, pero en ese momento comprendí que, tenga la edad que tenga, seguiré siendo para ellos su niño.

No sé por qué, pero en ese momento fui al ordenador, busqué una fotografía antigua en la que tendré unos 6 u 8 meses de edad y estoy con mis padres en un ambiente navideño y la puse de fondo de pantalla.

Cada vez que abro el ordenador me recuerda que soy su niño, que todavía no he crecido tanto.

Todavía soy el niño de mis padres.

Y esto me hace reflexionar: ¿cuándo dejan nuestros bebés de ser bebés y pasan a «no ser tan bebés», a hacerse un poquito mayores?

Porque bebés no lo van a ser siempre, pero está claro que van a ser siempre nuestros niños.

¿Cuáles son esos hitos que nos van a hacer notar ese cambio, y cómo debemos ir afrontándolos nosotros como papis, cuáles son las ayudas y cuáles son las herramientas que hemos de tener en cuenta para que esta transición sea adaptada y respetuosa con la evolución de cada bebé?

Y por eso este libro, para darte una pequeña pincelada de lo que puedes encontrarte en este camino llamado crianza.

Y sin pretender sentar cátedra (porque yo en esta etapa seguro que cometí errores, como todos), intentar ofrecerte una pequeña ayuda de lo que viene por delante con todo mi humilde cariño y experiencia.

¿Cuántas veces has pensado o pensarás: «si pudiera volver atrás, haría las cosas de otra manera»?

Pues para mí es una regresión a estos momentos con unos cuantos años más de experiencia, que espero que te ayuden.

1.Alimentación

Los bebés están cambiando constantemente, pero el punto en el que van a pasar a ser un poco «menos bebés» sería alrededor de los 6 meses.

En torno al medio año se producen muchos cambios en sus diferentes áreas de desarrollo.

Aproximadamente a esta edad se inician y notan cambios muy importantes.

Seguramente ya comenzarás a observar dichas transformaciones en el lenguaje: dice «ajo» o balbucea.

También a nivel motriz y sensorial: agarra las cosas y se las lleva a la boca.

Ya se ha producido el volteo desde boca arriba hacia boca abajo.

Seguramente estará iniciando el volteo en sentido contrario, es decir, desde boca abajo hacia boca arriba.

Vamos notando que a nivel cognitivo y socioafectivo se empieza a relacionar mejor, sonríe, intenta llamar nuestra atención, etc.

En el bebé van madurando todas estas áreas que conforman su «todo» y por supuesto van variando fundamentalmente las necesidades nutricionales.

Un paso muy importante (quizá el más significativo) y elque más preocupa a los papis en general son los cambios quehay que comenzar en la alimentación.

Por eso me extenderé en este tema, para que no tengáis ninguna duda de cómo afrontar esta etapa primordial de manera segura y actualizada con respecto a las últimas evidencias científicas y aportando mi experiencia.

Ya hemos dejado atrás hace tiempo esas listas que nos proporcionaban los pediatras o la enfermería, con respecto a qué alimento se debía introducir exactamente a unos meses y días concretos.

Eso pasó a la historia y toda la evidencia, estudios y tendencias actuales nos guían a ir observando a nuestro bebé, a respetar su ritmo y a no engañarle ni distraerle para que coma.

Ni, por supuesto, a imponerle un alimento determinado a cierta edad porque lo ponga en una hoja.

Tampoco debemos forzarle a comer. Habrá ocasiones en las que coma más y otras en las que lo haga en menor cantidad.

Debemos ofrecerle alimentos saludables y en cantidad suficiente, pero son ellos los que deberían decidir qué y cuánto comer, ya sea en puré o en trozos.

Y nos surge otras dudas: ¿Qué cantidad de comida les ofrecemos? ¿Qué cantidad sería suficiente?

Ya te adelanto que tendrás muchas dudas.

Es normal, la maternidad, la paternidad y la crianza en general son un mar de dudas en todos los aspectos.

De ahí surge este libro.

Volviendo al tema alimentario, para saber qué cantidad de comida ofrecer o cuándo parar de ofrecer el alimento, no tienes más que observar a tu bebé y saber reconocer las señales de saciedad.

Estas señales son: cierra la boca o gira la cabeza, a veces diciendo no, aparta la cuchara o se tapa la boca con las manos, ignora los alimentos o escupe la comida.

Si observamos estas señales, aunque nos parezca «a nuestro entender» que ha comido poco, debemos dejar de ofrecer alimentos.

Igual al cabo de un ratito te pide de nuevo.

Hay que dejarlo a su ritmo.

Te aseguro que, si el bebé tiene hambre, comerá.

El hambre desencadena un instinto grabado a fuego en nuestro ADN que nos impulsa a comer.

Si tiene hambre y hay comida, comerá.

Debe aprender a gestionar estas sensaciones para tener una buena relación con la comida.

Es muy importante para su futura salud.

Estamos en una primera fase, que es complementaria, es decir, cuando el bebé toma contacto con el alimento, ya ha tomado su leche y ahora toca experimentar.

A unos se les dará de maravilla y otros tardarán más en adaptarse.

Pero piensa que la base de la alimentación de tu bebé ya la tiene, que es la leche.

Sobre los 6 meses, si el bebé está preparado, se debe iniciar la alimentación complementaria.

Y te digo «si el bebé está preparado», este es un tema muy importante para verlo con detenimiento.

Aunque en determinados casos especiales (si el pediatra te lo indica) se puede empezar a administrar los primeros alimentos a partir de los 4 meses.

A grandes rasgos no se debería ofrecer alimentos antes de los 6 meses, que es cuando generalmente el bebé adquiere las destrezas psicomotoras que permiten manejar y tragar de forma segura los alimentos a la vez que su nivel neurológico, renal, gastrointestinal e inmune es mayor.

¿Cuándo comenzar con la alimentación complementaria?

Empezamos a partir del sexto mes. (Unos lo harán antes y otros después).

Cada bebé tiene su propio desarrollo y debe ser cuando se cumplan varios parámetros simultáneamente.

Por lo tanto tranquilidad, que el sexto mes también son 6 meses y 29 días.

O si es 7 meses y algunos días, tampoco pasa nada.

En esta edad el bebé comienza a demostrar interés por la comida y coordina el ojo-mano-boca, es decir, es capaz de coger los objetos y los alimentos con las manos para llevárselos a la boca.

Aunque vayamos a alimentarlo con purés y triturados, si el bebé ve un trozo de pan a su alcance es capaz de cogerlo y llevárselo a la boca.

Si se mantiene sentado correctamente con la cabeza erguida y tiene una buena estabilidad en la trona, podríamos comenzar con la alimentación complementaria.

Aquí su cabeza, cuello y tronco deben estar en posición vertical sin caer hacia los lados o hacia delante.

En torno a los 6 meses, deben estar preparados para sentarse por sí mismos.

No deberíamos sentar en el suelo a un bebé antes de que se siente por sí mismo.

¿Qué ocurre? Que la mayoría de los bebés no se sientan por sí mismos hasta los 7 o 9 meses, pero esto no quita que un bebé pueda estar sentado puntualmente en su trona con algún apoyo, o sentarlo encima de nuestras piernas dejando sus manos libres encima de la mesa para poder iniciar la alimentación complementaria.

Lo que no debemos hacer es sentarlo en el suelo nosotros si no lo ha hecho él por sí mismo, porque en ese caso ralentizaríamos el arrastre o el gateo, o lo anularíamos.

Y esto es muy importante para que se establezcan correctamente todas sus conexiones neuronales, que harán que se estimulen adecuadamente todas sus áreas de desarrollo posterior.

Puede estar sentado en la trona con algún apoyo lateral, pero si el cuerpo del bebé se inclina hacia delante y él no es capaz de echarse hacia atrás por sí solo, corre el riesgo de atragantamiento y entonces no está preparado.

Debe ser capaz de eso como mínimo para poder iniciar.

Sobre esta edad también empieza a desaparecer el reflejo de extrusión (reflejo de arcada).

Este reflejo tiene la función de expulsar de la boca, con la ayuda de la lengua, cualquier alimento que no sea líquido como la leche materna o fórmula, por lo que si se mantiene presente, el bebé expulsará los alimentos ofrecidos.

Puede tardar un poco en aprender a gestionar este reflejo y nos podemos encontrar con que el bebé haga gestos raros, como de atragantamiento, tratando de gestionar el alimento en la boca.

Paciencia porque poco a poco lo irá gestionando cada vez mejor.

Y también será capaz de realizar movimientos masticatorios básicos, aunque aún no tenga dientes.

Ten en cuenta que estamos iniciando la fase de alimentación complementaria, es decir, es una fase de prueba, de ensayo y error, de observación, de conocimiento de nuestro bebé, y aquí los alimentos complementan.

La base de su alimentación desde los 6 hasta los 12 meses debe ser la leche, ya sea materna o artificial, y después ofrecer el alimento.

Por eso se llama alimentación complementaria, porque complementa.

Y tenemos 6 meses aproximadamente para ir probando y experimentando.

¿Cómo comenzar la alimentación complementaria?

Casi todos los alimentos se pueden incluir en la dieta a partir del medio año sin un orden preferente, procurando no añadir sal ni azúcar a sus comidas.

La excepción son la leche entera y la miel cruda (ambas no antes de los 12 meses) y los frutos secos no triturados (no antes de los 3-4 años por el riesgo de atragantamiento).

Se recomienda no beber leche de vaca antes del año porque está compuesta por unas altas cargas de proteínas que los bebés no pueden digerir antes del año.

No se debe abusar de las verduras de hoja verde (lechuga, espinacas y acelgas principalmente) durante el primer año de vida, por el riesgo de metahemoglobinemia, también llamada «síndrome del niño azul».

Respecto al consumo de espinacas y acelgas, la AESAN (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, EFSA, por sus siglas en inglés) recomienda no incluirlas en la dieta antes del primer año de vida del bebé.

Si se incluyen en forma de puré, se aconseja seguir las siguientes pautas:

Desde los 3 a los 6 meses: si se incorporan como complemento a la lactancia, la ingesta diaria no debe superar los 25 gramos.

Desde los 6 meses al año: el consumo no debe ser mayor de 35 gramos al día.