Manual para padres niños índigo y cristal - Anitza Castelletto - E-Book

Manual para padres niños índigo y cristal E-Book

Anitza Castelletto

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  • Herausgeber: EDP SUD
  • Kategorie: Ratgeber
  • Sprache: Spanisch
  • Veröffentlichungsjahr: 2023
Beschreibung

Este " Manual para padres niños índigo y cristal" "Aprendiendo a ser padres del niño de la Nueva Era", nos sumerge en el fascinante mundo de la Nueva Era y nos proporciona una perspectiva única sobre los niños Índigo y Cristal. La autora, respaldada por numerosos especialistas, nos guía para reconocer y criar a estos niños, y nos ayuda a comprender su significado en nuestra sociedad. Explora su evolución, habilidades, psicología, misión y espiritualidad, brindándonos una comprensión más profunda de estos seres especiales. Además, el libro nos invita a reflexionar sobre nosotros mismos y nos proporciona herramientas para determinar si somos adultos Índigo. También nos ofrece orientación adicional sobre las capacidades sanadoras y telepáticas de los niños Cristal. El texto continúa explorando los principios de la medicina de la Nueva Era y aborda el tema del Déficit Atencional y la Hiperactividad en los niños, desde la perspectiva de la Nueva Era y desde una perspectiva convencional. El cuidado de estos niños se aborda detalladamente, incluyendo una mirada a los diferentes tipos de familias que existen en nuestro tiempo, y se enfatiza la importancia de los secretos para un matrimonio feliz y cómo comunicarse efectivamente con los niños. Luego, este manual ilumina dos enfoques extraordinarios para la enseñanza temprana de los niños: las escuelas Waldorf y Montessori, que se centran en el desarrollo integral del potencial de los niños. También se presenta la visión de Osho sobre la educación infantil, brindando una perspectiva alternativa y enriquecedora. También incluye temas adicionales, con visiones complementarias a las destacadas, que nos permiten adquirir una mejor visión de la Nueva Era y las temáticas asociadas al fenómeno, a través de extractos de artículos de connotados especialistas en el tema. El libro concluye con una visión esperanzadora sobre la siembra de los niños Índigo y la cosecha de los niños Cristal, y nos deja con una oración de esperanza para un futuro mejor de la humanidad.

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Dedicado a mis hijos: Pablo, Diego, Matías, María Ignacia y los seres de luz que me inspiran este libro.

Manual para padres niños índigo y cristal©️ 2023, Anitza Castelletto©️ 2023, EDP Sud

Registro Propiedad Intelectual: 23020 – A - 1887

ISBN edición digital: 978-956-6230-10-6

Diagramación: ebooks PatagoniaArte de portada: Freepik.esDiseño de portada: Carolina Zúñiga

Diagramación digital: ebooks [email protected]

La reproducción total o parcial de este libro queda prohibida, salvo que se cuente con la autorización del editor.

ÍNDICE

Introducción

Capítulo 1. ¿Quiénes son los niños Índigo?

Capítulo 2. El factor Índigo

Capítulo 3. Otros estudios sobre los niños índigo

Capítulo 4. Alerta a los padres

Capítulo 5. Más sobre la frecuencia Índigo

Capítulo 6. La misión y las habilidades psicológicas de los niños Índigo

Capítulo 7. La espiritualidad en los niños Índigo

Capítulo 8. ¿Eres un adulto Índigo?

Capítulo 9. La energía cristal: vida, luz, pasión y comprensión

Capítulo 10. Podemos integrarnos

Capítulo 11. Criando a un niño Cristal

Capítulo 12. Características y necesidades de los niños cristal

Capítulo 13. El profeta argentino: Benjamín Solari Parravicini

Capítulo 14. La Era de Acuario

Capítulo 15. Medicina de la Nueva Era

Capítulo 16. Como ayudar a nuestros niños diagnosticados con Déficit de atención

Capítulo 17. Las Nuevas Familias: cómo lograr una convivencia armónica

Capítulo 18. Más información sobre el controvertido tema del déficit de atención

Capítulo 19. Posibles escuelas alternativas para los niños Índigo y cristal

Capítulo 20. Osho: una visión revolucionaria de la educación infantil

Capítulo 21. La siembra del índigo y la futura cosecha cristal

Algunas referencias bibliográficas

Introducción

Si estás leyendo este texto, ¡Eres un mensajero de la luz que porta a una nueva aurora!

Los términos Índigo y Cristal son nombres para identificar y comprender a la nueva generación de niños que están naciendo en todo el planeta y que muestran una serie de cualidades emocionales, psicológicas e intelectuales que no habían sido observadas en generaciones anteriores. Gracias a mi trabajo como Orientadora Familiar, he tenido el privilegio de atender a muchos de ellos.

Son miríadas de seres de luz que llegan a la tierra y necesitan que antiguas alianzas se restablezcan…Este momento marca el fin de un ciclo que ha sido cuidadosamente planificado durante eones de tiempo, y es hora de cumplir con nuestros compromisos originales.

No podemos negar que el proyecto Índigo y Cristal nos anticipan a una nueva humanidad.

Antes de que estos niños llegaran, la tierra, como su futuro hogar y ser vivo en evolución, se preparaba y recibía a nivel sutil esta vibración. Esto quiere decir que la frecuencia Índigo está y es muy activa en el aura o campo energético de la Tierra. Su radiación viene desde la séptima esfera espiritual y está fluyendo hacia la tercera dimensión desde inicios del siglo XIX.

A medida que el ser humano expande su conciencia más profundamente y con mayor amplitud, permite que la frecuencia Índigo se exprese y se incorpore a nivel individual. Así, podemos encontrarnos con personas Índigo que son adultos, adolescentes, niños y bebés.

Los niños Cristal son los llamados Pacificadores que siguen a los Índigo. Ellos nos enseñan a abrir nuestro corazón y vemos que estos pequeños vienen al mundo con desafíos difíciles de superar. Su extremo nivel de sensibilidad a veces resulta incomprensible para quienes los rodean y para los padres que no comparten esa característica. Su disconformidad hacia los sistemas establecidos y a la disciplina imperante hace que la infancia, adolescencia y posiblemente también su edad adulta sea para ellos etapas complejas de su vida.

Nuevos niños están rompiendo viejos paradigmas y esto implica un desafío en el hogar, la escuela y la sociedad.

Para tratar con ellos, tenemos a nuestra disposición la psicología teórica, con prácticas aplicables en la vida cotidiana e información asociada a la Nueva Era y el mundo espiritual. Debemos tener en cuenta que el regalo Índigo y Cristal al planeta es un regalo de la Evolución y la puerta de acceso a su potencial total está disponible para cada uno de los seres humanos en estos tiempos, si ellos así lo deciden.

Esta nueva generación de seres humanos tiene el propósito principal de llevarnos al siguiente nivel de nuestra evolución, todo esto para enfrentar los desafíos que nos presentan nuestros hijos, ya que sus nuevos atributos psicológicos pueden contribuir al desarrollo de atributos no deseados en cuanto a la personalidad y comportamiento.

Este libro también ofrece información valiosa que puede ayudar a ampliar el panorama en cuanto al tratamiento del déficit de atención. Su objetivo final, es contribuir al desarrollo personal y espiritual tanto de nosotros mismos como al de nuestros hijos. A ellos, niños de estos nuevos tiempos, debemos mirarlos sin prejuicios, con respeto y amor, para que rindan los mejores frutos en el futuro que para ellos Dios les ha reservado

CAPÍTULO 1¿Quiénes son los niños Índigo?

Los niños Índigo son una nueva generación de seres independientes que cuestionan todo lo que les rodea y no se dejan influenciar fácilmente. Wendy Chapman, autora y estudiosa del tema, los describe en su libro “Introducción a los niños Índigo” como aquellos que están naciendo en la actualidad y que tienen características singulares que los diferencian de las generaciones anteriores.

La frecuencia Índigo ha estado fluyendo hacia la humanidad desde inicios del siglo XIX. Ellos tienen características muy singulares que los diferencian de las generaciones anteriores y el nombre en sí indica el color de vida que llevan en sus auras, reflejando el tercer ojo que representa la intuición y las habilidades psíquicas.

Estos son niños que se rebelan frecuentemente ante la autoridad, son extremadamente sensibles y dotados de habilidades metafísicas, lo que a menudo los lleva a ser etiquetados como “ADD” (Déficit de Atención).

Pero su disconformidad hacia los sistemas y la disciplina, su perseverancia y espíritu guerrero, es lo que les permitirá alcanzar grandes metas como cambiar el sistema educativo y social.

Los niños Índigo son aquellos que han venido a elevar la vibración de nuestro planeta, ¡Y los que nos traen la iluminación para ascender!

Es importante entender y respetar sus características únicas, para que puedan cumplir su propósito de manera efectiva y recibir el apoyo y la orientación que necesitan para su desarrollo.

Algunas características físicas y emocionales.

Los niños Índigo son diferentes a lo que considerábamos como niños “normales”, presentando características físicas, emocionales y psíquicas exaltadas. La denominación “Índigo” proviene de la capacidad de algunas personas para ver su campo energético, el cual describen como de colores azules y añiles.

En cuanto a su aspecto físico, tienen un ligero abultamiento del lóbulo frontal, ojos grandes y una contextura ósea fina, lo que los hace generalmente delgados. Sus cinco sentidos están altamente desarrollados, lo que los hace muy sensibles a todo su espectro. Pueden ver fácilmente los campos energéticos o auras de plantas, animales y otras personas, y pueden establecer contacto con el mundo de los gnomos y hadas.

Olfativamente huelen todo y son muy definidos en los olores que les gustan o no, detectándolos a distancia. Les molestan los materiales sintéticos como por ejemplo el roce de las etiquetas, prefiriendo telas cien por ciento naturales. Suelen tener sensibilidad extrasensorial y exceso de energía. No aceptan sobornos, amenazas o imposiciones. No les gusta ser mandados, son retadores y tienen la determinación de hacer las cosas por sí mismos.

Sus relaciones con los demás son democráticas, con derecho a voz y voto. No soportan la deshonestidad ni la manipulación. Poseen gran sentido de integridad y funcionan en base al amor y la compasión. Su memoria celular está activa, trayendo a su presente recuerdos de vidas pasadas con facilidad.

No les gusta que las cosas se hagan simplemente para salir del paso, desean calidad de tiempo con gratificaciones tangibles requiriendo estabilidad adulta y seguridad emocional.

Pueden manifestar dones de telepatía, como por ejemplo calmar el llanto de un niño a distancia, ver a una persona desde dentro y lo que le pasa, tocarla y hacerla sentir mejor, pues vienen con inherentes capacidades de sanación.

Ven fácilmente el mundo etéreo e intuyen como comunicarse con él. Vienen con potencial para desarrollar la clarividencia, canalización o contacto con otros mundos.

Los niños índigo son muy inquietos, les cuesta mucho mantenerse en un mismo sitio. Esto es porque tienen una alta energía. Es como si tuviesen una capacidad de diez mil vatios pasando por un pequeño cuerpo que sólo maneja cien. De ahí que necesitan liberar esa energía moviéndose y se les denomina híperkinéticos.

Se aburren fácilmente de las cosas, no solo secuencial y literariamente. Sólo ponen atención y concentración en aquello que les interesa, por lo que tienen problemas con el sistema educativo, autoridad y memorización. Ellos aprenden participando en forma creativa, exploratoria y reflexiva. Les gusta ser autores, no seguidores.

Procesan más información a través del tacto, por lo que necesitan estar tocando alguna cosa mientras ven y oyen. Por ejemplo, necesitan estar tocando una pelota pequeña que puedan apretar mientras leen o escriben. Les molesta mucho copiar, pues para captar la información tomarán un lápiz y jugarán con él, cuando en realidad lo que están haciendo es aprender de la mejor forma para absorber la información.

Son muy inteligentes, pero necesitan apoyo emocional para expandir su inteligencia. Muchas veces se frustran porque no encuentran eco entre las ideas grandiosas que se les ocurren ni a personas o recursos que los apoyen para que esas ideas den frutos.

Manifiestan disposición a hacer las cosas por sí mismos y solo aceptan ayuda si se la presentan dentro del marco que ellos pueden decidir si aceptan o no, por lo que frecuentemente los escuchamos decir: “Déjame tranquilo, yo sé que hacer. Quiero hacerlo solo”.

Nosotros, padres, educadores y apoderados, necesitamos sintonizar con esta nueva cooperación reflexiva junto a un respeto a su individualidad. Requerimos esfuerzo, paciencia y mucho amor para llevarlo a cabo, pero emprender el trabajo bien “vale la pena”.

Es importante tener en cuenta que, si bien estos niños presentan características especiales, estas características difieren de un niño a otro en cualidad y especificidad. Una vez descubierto el don o los dones, la capacidad intuitiva hará el resto, pero dependerá de otros factores que se desarrolle y cumpla la misión para la que vino o que se inhiba, aguardando una nueva oportunidad para aparecer.

Hemos dicho que hace algún tiempo la radiación Índigo está arraigada y permite la “siembra” de esta frecuencia en mejores condiciones que antes. Sin embargo, poseer las características (o gran parte de ellas) de la frecuencia índigo no quiere decir que seas un índigo o niño de las estrellas.

Los actuales bebés poseen del treinta al noventa por ciento de esta frecuencia. Los niños entre uno y trece años pueden poseer y manifestar las características índigo en una proporción del treinta al noventa por ciento. Los adolescentes de entre catorce a veintidós años y los adultos desde veintitrés a cincuenta años o más pueden manifestar estas características también en estas mismas frecuencias, ya que la frecuencia Índigo se empezó a incorporar al planeta Tierra en forma perceptible a principios del siglo XIX.

Índigo somos todos en mayor o menor medida, porque nuestra madre, el planeta tierra recibió esta iniciación energética hace años debido a su propia evolución como ser que se expande y expresa en vibraciones.

Ser más o menos Índigo depende de la expansión de conciencia personal de cada ser humano interesado en que las cosas cambien. Todos tenemos pues la posibilidad de ser potencialmente índigo dependiendo de la apertura que tengamos al cambio. Podemos comenzar con desarrollar la certeza de su verdad, confiar en las cualidades del hemisferio derecho de nuestro cerebro… y así contribuir al cambio de este plano y del planeta.

Otras características.

-Tienen una fuerte autoestima.

-Tienen un evidente sentido de sí mismos.

-Tienen dificultades con la disciplina y la autoridad. Se niegan a seguir órdenes y directivas.

-Les resulta tedioso esperar en fila (carecen de paciencia)

-Se frustran ante sistemas rituales.

-A menudo encuentran mejores maneras de hacer las cosas en casa y en la escuela.

-Generalmente se muestran disconformes con lo que los rodea. No responden a mecanismos de culpa, quieren buenas razones. Se aburren fácilmente con las tareas asignadas.

-Son bastantes creativos. Es fácil distraerlos.

-Hacen muchas cosas a la vez. Presentan una fuerte intuición.

-Sienten gran empatía por los otros o nada de empatía. Desarrollan el pensamiento abstracto desde pequeños. Son dotados o talentosos, muy inteligentes en un área.

-A menudo se los identifica o se sospecha que tienen Desorden de Déficit en la Atención o Desorden de Déficit Hiperactivo en la Atención (ADD o ADH)

-Son soñadores y visionarios.

-Tienen una mirada sabia y profunda.

-Poseen sabiduría espiritual innata y habilidades psíquicas.

-A menudo expresan cólera hacia afuera más que hacia dentro y pueden tener problemas con la ira.

-Necesitan apoyo para descubrirse a sí mismos.

José Manuel Piedrafita es educador y también profesor de inglés como lengua extranjera. Es el creador del sistema 3 D Educación, al cual pertenecen los libros “Niños Índigo: Educar en la Nueva Vibración”, “El trastorno de Deficiencia de Atención: ¿Realidad o Conveniencia?” y “Afirmaciones Positivas Para Niños”.

Los proyectos y el trabajo de Piedrafita han sido auspiciados por la Organización de Estados Americanos (OEA), a través del Instituto Inter americano del niño (IN) y por el Ministerio de Cultura de Uruguay. En la actualidad, Piedrafita se dedica a impartir talleres y conferencias sobre la nueva educación en gran parte de América Latina y de Europa y su objetivo es dar herramientas educativas para poder focalizar la energía de los niños llamados hiperactivos.

En su estudio sobre los niños índigo, Piedrafita señala que “con frecuencia se pregunta ¿Qué es un niño índigo?, como si se tratara de un objeto. Los objetos se clasifican, las personas no. Siendo contrario a las clasificaciones, mejor es poder reconocerlos, pues no hay un niño que podamos tomar como modelo”.

Ser índigo se define más como una cuestión de actitudes que por una cuestión de características físicas. Para que tengamos una imagen más clara de lo que significa ser índigo, lo más característico es:

-Son seres independientes, con una forma de pensar autónoma, tanto como lo son ellos.

- No se dejan influenciar fácilmente, cuestionando todo lo que pasa en su entorno.

-No se adaptan a los sistemas establecidos, especialmente cuando se rompen sus sistemas biológicos naturales.

-Pueden ser muy extrovertidos, aunque si no encuentran comprensión a su alrededor serán introvertidos y solo se relacionarán bien con personas de sus mismas características.

Algunas definiciones.

-Es un adulto en un cuerpo chiquito.

-No tiene rasgos físicos distintivos (puede ser rubio, moreno, alto, bajo, gordo o delgado, aunque sus ojos suelen tener una viveza especial).

-Es el destructor y respondón de la clase.

-Es el espejo perfecto para los defectos de los adultos. Si tienes un índigo en casa o en el colegio, este reflejará todas las cosas que tiene que trabajar.

-Es el hijo o alumno que cuestiona todo lo que haces si ve que no es justo.

-Es el que lucha ante una injusticia.

-Aprende solo lo básico de lo que no es primordial para él; si algo le interesa lo aprende todo sin esfuerzo alguno.

-Puede ser o no ser superdotado.

-Puede tener o no Trastorno de Deficiencia de Atención con Hiperactividad.

-Puede tener o no habilidades paranormales.

-Se relaciona con muchos tipos diferentes de personas para aprender de ellos.

-Su energía hace que los cambios sean más rápidos, provocando rupturas de patrones antiguos no válidos por donde quiera que vaya.

-Es un rompedor de sistemas educativos, sociales y culturales que estén caducos.

-Es el detonante del cambio, hace todo lo necesario para que esta sociedad cambie radicalmente.

Pero ¿qué se necesita para que haya un cambio de vibración? Lo primero que necesitamos es cambiar el enfoque que tenemos hacia la educación, la sociedad y la espiritualidad.

¿Cómo podemos conseguir este cambio? Se puede conseguir de varias maneras: una es a través de la evolución constante y otra es a través de un detonante, de una ruptura de moldes. Esto es precisamente lo que nos vienen trayendo y ofreciendo los niños Índigo.

¿Por qué son el detonante de una nueva educación? Los nuevos niños tienen una vibración diferente y se comportan de forma distinta, tienen nuevas necesidades, se relacionan de forma diferente sin aceptar muchas pautas antiguas de educación, forzando de esta manera a buscar alternativas.

Tenemos que aprender todos de todos, dejando a un lado las barreras de la edad y del lenguaje, pues tu hijo está aprendiendo de su entorno y tú también puedes aprender de él.

¿Qué puedo aprender de un niño pequeño? Una cosa que hemos olvidado hace tiempo: sentimientos puros ¿No te parece bastante?

Estos hechos pueden desembocar en una nueva sociedad donde prevalezca el amor universal sobre el amor adictivo, algo que está en nuestras manos, en nuestro libre albedrío, en la que nos guiaremos por la intuición y no por la rutina. Las personas estarán juntas porque tienen que estar y no por adicción sentimental.

¿Una nueva espiritualidad? No como tal, solo que el enfoque tiene que cambiar. Muchos de los niños vienen con canales abiertos y recuerdan muchas cosas. La espiritualidad va a ser algo normal en el futuro, pues para los niños es algo que forma parte de cada día y no es ningún tabú, integrándolo en su vida diaria con la ayuda de padres y educadores.

Muchos padres se abrirán a cambiar su actitud gracias a sus hijos y todos nos beneficiaremos de estas nuevas formas de conducta.

CAPÍTULO 2El factor Índigo

Desde hace más de una década, se escuchan por parte de adultos que frecuentan círculos espirituales o adhieren a la perspectiva de un plan evolutivo, observaciones con relación a nuevos niños, diferentes, más evolucionados.

Los comentarios acerca de bebés y niños recién llegados a la vida con una luminosidad distinta en los ojos y que a medida que crecen muestran amplias facultades para hablar y adaptarse rápidamente al vértigo de la tecnología, se multiplican en forma geométrica.

Casi todos los adultos de hoy conocen, saben o han escuchado hablar a padres sobre algún hijo con características sorprendentes, que incorpora conocimientos en forma instantánea, que anticipa episodios por venir, que parece comunicarse con un código implícito, insondable, trascendiendo los lenguajes infantiles habituales.

Si bien todavía no se puede hablar de un fenómeno masivo, la cantidad de casos aislados, pero con características similares que se presentan en distintos lugares del mundo nos indican lo siguiente: lo que parece extraordinario en algunos niños, tiende a tornarse natural en la mayoría.

No solo los padres lo han advertido, también maestros y pediatras perciben que las nuevas generaciones “vienen con algo distinto”, más preparadas para el particular tiempo que les toca vivir, con cierto conocimiento de otras realidades, con una mentalidad más elástica y una reveladora capacidad de interactuar mediante nuevas pautas ante el mundo y sus semejantes.

Quien plantea por primera vez la calificación índigo aplicada a un grupo de niños fue Nancy Ann Tappe, parapsicóloga, conferencista e investigadora en esa materia.

Tappe explicaba que los seres humanos irradiamos capas de aura con determinados colores y que sólo algunas personas podrían ver dichas auras: según los colores en juego, se definirían rasgos de personalidad y otros aspectos inherentes al individuo. Es así como la autora identificó las características de los grupos por colores y luego las desarrolló.

De una manera análoga a la astrología, que los clasifica rasgos de personalidad o tendencia en grupos de acuerdo con nuestra ubicación cósmica al momento de nacer, también en el color de las auras estarían inscritos desde los primeros instantes de nuestras vidas ciertos rasgos similares que son muy notorios cuando sabemos cómo buscarlos.

Tappe declara haber visto las auras de algunos niños en esa misma intensidad cromática (índigo), cuya definición en el diccionario indica el añil, colorante natural azul oscuro obtenido de varias plantas del género “indigofera”.

Fue el médico inglés Walter Kilner, jefe del departamento de electroterapia del Hospital Santo Tomás de Londres, el primero que demostró la existencia de este fenómeno. Conocedor de las descripciones de ocultistas y videntes (como Leadbeater, ocultista de nota que perteneció a la Sociedad Teosófica Inglesa) y sin dejarse atrapar por prejuicios, con verdadero espíritu científico, decidió buscar un método para hacer visible el aura o doble etérico. Lo encontró luego de una prolija investigación, impregnando una lente con una substancia química que permitió hacer visible al ojo humano la luz ultravioleta.

Al observar a una persona con una lente así preparada, el aura se hacía visible como una línea interna que delimita el cuerpo y otra más externa, de una luz casi vaporosa, que se extendía hacia el exterior. El aura, el ropaje del alma, la fuerza vital, era una realidad física. Las ciencias positivas con su lentitud y morosidad habituales habían confirmado una vez más lo que la intuición del hombre venía afirmando desde hace siglos.

Kilner llegó a perfeccionar su técnica de tal manera que logró hacer diagnósticos observando a sus pacientes con este método. En el año 1911 publica su libro “La atmósfera humana” y pese a que sus investigaciones fueron estrictamente científicas y sin relación con el fenómeno oculto, fue criticado y rechazado por la profesión médica.

En el año 1939, el fotógrafo ruso Semyon Davidovich Kirlian descubrió que colocando un ser vivo o parte de él bajo la acción de un campo de alto voltaje se hacía visible el aura y se podía observar la relación entre las alteraciones de esta y las del interior del cuerpo. Esta nueva técnica abrió el campo a otras investigaciones, entre ellas la localización de los puntos de energía sobre los que actúa una medicina milenaria: la acupuntura. Para quien se lo proponga, en distintas ciudades de América y Europa existen hoy locales destinados a ver el aura mediante cámaras específicas y pantallas computarizadas.

En algunos casos incluso se entregan gráficos explicativos donde consta la interpretación de los especialistas que manejan estos sistemas.

Sin embargo, el color índigo es solo una de las características de estos niños, a quienes se les han asignados diversas maneras de identificación o denominaciones, como, por ejemplo:

Niños estelares

Niños especiales

Niños de luz

Niños de la Nueva Era

Nuevos niños

Niños mágicos

Niños nazarenos o acuarianos

Darkblue children

Milenium children

Lee Carrol es un hombre de negocios de California con titulaciones universitarias en Economía y Administración de Empresas. A sus cuarenta y ocho años comenzó lo que sería el proyecto de su vida: la canalización de los mensajes de Kryon, una maestría angélica. En uno de sus libros nos explica más detalladamente el estudio de los colores vitales de Nancy Ann Tappe, a quien ya nos referimos recientemente. Su libro “Como comprender vuestra vida a través de los colores” fue el primero en exponer este concepto a nuestros modernos metafísicos.

Los colores de la vida son como capas del aura espirituales que definen rasgos parecidos de personalidad en grupos de colores. El inspirado libro de Nancy Ann Tappe identificaba correctamente los atributos de cada grupo y continuaba aplicándolos a nuestra vida diaria. Es muy parecido a la ciencia de la astrología, la cual puede agrupar atributos de personalidad partiendo de nuestras imprimaciones magnéticas de nacimiento. Nuestras capas de color llevan consigo determinados rasgos humanos muy fáciles de distinguir cuando sabemos lo que hay que buscar.

Tappe usó la denominación índigo porque ese es el color “ve”, es el color de vida de las personas para conocer cuál es su misión aquí en el plano terrestre, qué es lo que han venido a aprender, cuál es su programa de estudios. Les decía a todos que tendríamos dos colores más, pero no sabía cuales iban a ser. Mientras los buscaba, vio el Índigo.

Tappe señala que estaba investigando en la Universidad Estatal de San Diego, tratando de formar un perfil psicológico coherente que pudiera resistir la crítica académica. Lo principal que aprendió es que ellos no tienen un plan de estudios como lo tenemos nosotros, todavía no lo tienen. No tendrán uno por ocho años más.

Aproximadamente a los veintiséis o veintisiete años, podrán observar un gran cambio en los niños Índigo. El cambio será que su propósito estará aquí. Los mayores se volverán realmente sólidos en lo que estén haciendo y los más jóvenes tendrán claridad respecto a lo que harán en su vida.

Existe un gran interés en saber sobre los Índigo ya que la mayoría de la gente no los entiende. Ellos son niños informáticos que vienen a este mundo con cierta visualización mental de lo que es bueno. Son niños orientados hacia la tecnología, lo que significa que vamos a estar más tecnificados de lo que estamos ahora.

A los tres y cuatro años, estos niños entienden sobre computadoras de una manera en que un adulto de sesenta y cinco años no podría hacerlo. Son niños tecnológicos, niños nacidos para la tecnología, lo que significa que fácilmente podemos predecir lo que sucederá en los próximos diez años: veremos tecnología que ni siquiera hemos llegado a soñar. Creo que estos niños están abriendo un portal y nosotros llegaremos a un punto en el cual nada tendrá que trabajarse, excepto en nuestras cabezas.

Es probable que cuando usted y yo éramos niños, tuviéramos la idea de escapar, pero tuvimos miedo de hacerlo. Los niños índigo no tienen miedo porque ellos saben quiénes son. Ellos creen en sí mismos.

El noventa por ciento de los niños de diez años son Índigo. El color Índigo es solo uno de los atributos de los niños que llegan ahora al planeta, pero es muy constante, por lo que Kryon se refiere a ellos como los niños índigo.

Asociados con Dios.

Uno de los más asombrosos atributos de la Nueva Era provendrá directamente de las cunas de miles de hogares del mundo. Los nuevos niños de color índigo han llegado en masa y se encuentran ya entre nosotros y ellos vienen asociados con Dios.

Por muy sensacionalista que suene, Kryon nos dice que nos hemos ganado el derecho a comenzar a cambiar nuestra biología actual, porque nos será necesario para entrar en el nuevo milenio con una vibración más elevada y para dirigirnos hacia un tiempo, en un futuro no lejano, en el que al planeta se le concederá la autorización para cambiar de una manera todavía mayor.

Al ser muchos los humanos que se encontrarán en un estado vibratorio más elevado que el que experimentamos ahora, al planeta se le autorizará evolucionar lentamente hacia una dimensión y una vibración propia.

Kryon no se encuentra solo en esta predicción que podemos encontrar en otras civilizaciones actuales, sino también en los calendarios de nuestros ancestros.

Con los nuevos dones y herramientas espirituales que nos concede el espíritu, Kryon nos ha informado sobre los nuevos niños que llegan. Es evidente que a estos nuevos niños se les está dotando de un diferente tipo de concienciación de su dualidad y algunos de ellos cuentan con atributos físicos que les son únicos.

Cuando Kryon comenzó a dar detalles, los adultos que trabajaban en guarderías comenzaron a asentir con sus cabezas en señal de acuerdo, pues ya se habían dado cuenta de que los niños venían siendo muy diferentes en los últimos años y se habían dado perfecta cuenta de algunos cambios extraordinarios en la conducta de los infantes durante algo más del último lustro.

Los nuevos niños: concienciación espiritual.

Debemos tener en cuenta que estos nuevos niños poseen una capa de conocimiento muy diferente de la nuestra cuando teníamos su edad. En el plano celular “saben” que son criaturas del universo dotadas de una finalidad increíble en el planeta. La dualidad de su concienciación es, por tanto, diferente a la nuestra y el resultado es múltiple.

Ellos se encuentran en posición de poder cambiar a una nueva vibración de forma mucho más fácil que nosotros si así lo desean. Si durante sus vidas llega en un momento dado a cualquiera de ellos la necesidad de descubrirse a sí mismos, lo harán con mucho menos problemas sobre sus sentimientos, con sus propios méritos, sin la carga de residuos de una vida anterior ¡A menudo ni siquiera llevan consigo lecciones aprendidas en vidas anteriores!

Su transición a una vibración más elevada se producirá sin esfuerzo y comprenderán perfectamente cosas sumamente complicadas sobre los cambios vibratorios y sobre la manera en que éstos afectan al mismísimo polvo del planeta. Algunos llegarán incluso carentes de karma.

Todo ello no significa necesariamente que todos los nuevos niños se transformen en seres iluminados de la Nueva Era. Todavía contarán con la misma libertad de acción con que contamos para auto descubrirnos, aunque si se llega a producir el descubrimiento, ellos estarán mejor equipados que nosotros para realizar su labor.

CAPÍTULO 3Otros estudios sobre niños índigo

En su estudio sobre los niños índigo, Isabel Stelling revela las características más relevantes de este fenómeno, como la mayor utilización del hemisferio derecho del cerebro, su inteligencia y el despliegue de la creatividad.

La espiritualista Jan Tober y su esposo el canalizador Lee Carrol, en su libro The Índigo Children (los niños índigos), nos dicen que en este preciso momento vienen los cambios y transformaciones físicas que está teniendo el planeta tierra y la raza humana. Los conocimientos de estos niños son sorprendentes y muchos podrán parecernos descabellados pues no encajan en nuestras creencias.

Especialmente en Norteamérica, educadores y psicólogos se reúnen para compartir sus experiencias en el campo educacional en lo que se ha denominado “El Proyecto Índigo”, para cambiar prontamente las estructuras de los actuales sistemas de enseñanza. Se está experimentando con diferentes criterios, entre ellos los propuestos por el espiritualista y místico Rudolf Steiner denominados Escuelas Waldorf, que comenzaron en Stuttgart, Alemania, en 1919.

El objetivo de la educación Waldorf es tener establecidas metas concretas en enseñanza y desarrollar individuos capaces por sí mismos de dar significado a su vida. La enseñanza Waldorf apunta a educar la totalidad del niño, cabeza, corazón y manos. Estas escuelas existen en Estados Unidos, Canadá, Australia, Bélgica, Alemania, Italia, Argentina, Brasil, Ecuador, México, Perú, Uruguay, y Colombia.

También se están implementando las Escuelas Montessori, iniciadas en Roma. Su creadora María Montessori señalo que “Nuestra meta no es simplemente que el niño comprenda y mucho menos obligar a memorizar, sino más bien es tocar tanto su imaginación como su entusiasmo, en el mero centro de su corazón”

Ambos sistemas de enseñanza tienen una particularidad común, la cual es brindar honor al estudiante y no al sistema, dando a los niños la oportunidad de seleccionar entre varias alternativas en medio de un profundo respeto, sin violar su integridad. También se les permite incursionar y experimentar en áreas no tocadas por la educación tradicional, como el fortalecimiento de valores como la integridad, honestidad, veracidad, la justicia y el amor, introduciendo a los niños dentro de una vivencia y partiendo de preguntas que se formulan desde muy pequeños, como por ejemplo ¿qué significa ser honesto?

Estos niños saben y conocen muchas cosas que nosotros desconocemos. Requieren de un espacio abierto de comunicación donde ellos puedan expresar, sin juicios ni evaluaciones, su sentir y sus visiones que para nosotros pueden ser incomprensibles, porque ellos pueden vivir realidades muy diferentes a las nuestras. Burlarnos de ellos trae consigo resultados funestos y pérdida de confianza.

La mayoría de ellos son autodeterminados y nada de tímidos. Desde muy pequeños creen en sí mismos y muestran una gran seguridad en sus argumentos, actos y decisiones, sin importarles la aprobación de los demás. Son como adultos en cuerpos jóvenes.

Ellos exigen respeto y claridad en las explicaciones del porqué de las cosas y lo que se espera de ellos. Son nuestros aliados siempre y cuando les brindemos esta comprensión.

Ya dijimos anteriormente que son profundamente sabios y que dentro de poco tomarán las riendas del planeta porque representan una raza superior. Ellos vienen dotados de un profundo e incondicional Amor, cualidad rara en el universo, y responden eficazmente si son honrados y tratados con Amor.

El mejor amigo de un niño Índigo es otro niño Índigo y ellos se reconocen entre sí de inmediato. Una sociedad donde predomine el amor ha sido el anhelo que subyace en todos los corazones de los hombres y a esa es la meta final de estos niños.

Nuevos niños, mujeres y hombres.

Yamileth García Sosa escritora venezolana manifiesta: “Una nueva raza humana, más sensible y democrática, menos autoritaria y manipuladora, ya comienza a poblar el planeta. Se trata de seres especiales, aunque tan terrenales como sus padres. Sólo que, a diferencia de estos, traen consigo la tarea de propulsar cambios en la humanidad”.

Bautizados como Niños Índigo, estos muchachos tienen la capacidad de ver más allá de los espectros de la luz, escuchar todo tipo de sonidos (incluso su propio flujo sanguíneo) y una destacada sensibilidad táctil.

También se les adjudican grandes dosis de intuición que se demuestra en el desarrollo de la telepatía, cualidades para predecir el futuro y hasta la capacidad de reconocer la presencia de seres etéreos como hadas y duendes a su alrededor. Además, algunos poseen el don de sanación.

Pero ¿por qué vienen al planeta tierra?

La psico espiritualidad es un concepto relativamente nuevo que se refiere a la psicología transpersonal, donde se unen el conocimiento del ego con el conocimiento del alma.

Según la doctora María Dolores Paoli, la llegada de estos “nuevos hombres” no es casualidad, sino que tienen una tarea muy específica por delante porque son puentes entre la tercera y la cuarta dimensión, activando el verdadero cambio en la familia y en el hogar.

A juicio de la especialista, estos niños llegan al planeta con la misión de aumentar la raza vibratoria y poseen mejores condiciones biológicas para manejar las impurezas creadas por el hombre, incluso un potencial de cambio en su ADN. Científicamente, ya tenemos confirmación del cambio que aportan estos niños, manifestándose en la activación de cuatro códigos más en el ADN.

Lo normal en los humanos es tener cuatro núcleos que, combinados en sets de tres, producen sesenta y cuatro patrones diferentes, llamados códigos. Los humanos tenemos veinte de esos códigos activados que proporcionan toda la información genética, exceptuando los códigos de “arrancar y parar” como si fuese una computadora, añade la escritora.

Hasta ahora la ciencia ha considerado a estos códigos desactivados como programas remotos que hoy día no necesitamos. Pero aparentemente los niños Índigo nacen con un potencial de activación de cuatro códigos más, lo cual se denota en un claro fortalecimiento del sistema inmune.

Esto ha quedado demostrado en estudios realizados en la Universidad de California (UCLA), en donde se realizaron experimentos consistentes en mezclar células de niños índigo con dosis letales del virus del Sida y con células cancerosas, los cuales no tuvieron efecto alguno en las células de estos infantes. La conclusión fue que estos pequeños vienen con un sistema inmune fortalecido, manifestando inmunidad a las enfermedades.

Estos niños nacen en cualquier clase socioeconómica y se caracterizan básicamente por poseer un nuevo estado de conciencia. Paoli destaca ciertos rasgos físicos que distinguen a los niños azulados del nuevo mundo: más delgados, tienen ojos grandes, lóbulo frontal ligeramente abultado, por lo general zurdos o ambidiestros, comen poco e incluso algunos son vegetarianos por no soportar la carne.

Y es que, según estima Paoli, en el año 1999 esta raza ya abarcaba el ochenta por ciento de la población infantil mundial, por lo general en niños de menos de diez años.

Valores renovados.

De acuerdo con Paoli, la crianza y los valores que se transmitan a los niños de la actualidad requieren una revisión de parte de los padres y especialistas. Para ello hay que tomar en cuenta, ante todo, que las criaturas de la nueva Era no aceptan la imposición ni la autoridad, rechazan la manipulación, la falta de autenticidad y la deshonestidad. Tampoco aceptan los viejos trucos de la disciplina basados en crear temor y culpa.

Paoli señala en su libro “Educación de los niños del Futuro”, que a estos pequeños seres les gusta ser tratados y honrados como individuos, considerando que la crianza emocional debe basarse en la visibilidad y la transparencia.

A los niños índigo no se les debe hacer sentir avergonzados ni culpados, mentirles o gritarles. Por el contrario, hay que ayudarles a preservar su auto estima. Se les debe brindar la posibilidad de elegir y al mismo tiempo, evitar la comparación. “Deben recibir disciplina sin emoción”, agrega la psicóloga.

Otra característica importante para la crianza emocional de los infantes es estimular su excelencia, más no la competencia entre los individuos. Y además involucrar el buen humor.

Según Paoli, existen palabras claves durante el proceso de enseñanza de estos pequeños, de acuerdo con su edad biológica y basada en leyes espirituales para los padres.

Por ejemplo, hasta el primer año de vida los vocablos esenciales son: amor, afecto y atención. Es decir, a los bebés hay que tocarlos, abrazarlos, proveerles mucha seguridad y jugar con ellos. Luego, entre el primer y segundo año, hay que resaltar los términos: libertad, respeto y estímulo. No hay que condicionarlos a través del temor.

Merecimiento, explorar y aprobar son las palabras claves entre los dos y cinco años, época de transición entre el Yo Soy y el Yo Puedo. “Si les reprimimos el sentirse poderoso, no se logrará que sea un adulto capaz de enfrentar cualquier reto” enfatiza la especialista.

Posteriormente, entre los cinco y ocho años, el niño ya asimila conceptos más abstractos, por ello hay que manejar los términos dar, compartir, aceptación, verdad y no juzgar. La autora indica que a ellos les encanta compartir cuando sienten amor. Si se les enseña que para dar tienen que perder algo, entonces no aprenden el verdadero significado de dar. En cuanto a la verdad, deben aprender que va acompañada de un sentimiento agradable y no como antesala a un problema, en caso de ocultarla.

Los que aprendieron las lecciones de la crianza espiritual, entonces reflejarán la confianza de sus padres. De lo contrario, se encontrarán confusos, cederán a las presiones amistosas y buscarán experiencias indiscriminadas.

De acuerdo con Paoli, los colegios y demás centros educativos deben estar atentos para reconocer la presencia de niños índigo dentro de los salones escolares. A su juicio, estos particulares alumnos no funcionan con los métodos de enseñanza tradicionales. Por el contrario, aprenden de forma reflexiva y participativa, más no mediante la memorización.

Por ello no extraña que a muchos de estos pequeños se les califique como niños problema, ya que se dispersan con gran facilidad durante la clase.

¿Es tu niño un Índigo? (De Wendy H. Chapman)

1.¿Vino tu niño al mundo actuando como si fuera de la realeza?

2.¿Tiene un sentimiento de merecer estar aquí?

3.¿Tiene un evidente sentido de sí mismo?

4.¿Tiene dificultades con la disciplina y la autoridad?

5.¿Se niega hacer cosas que se le diga que haga?

6.¿Es una tortura para él o ella esperar en la fila?

7.¿Lo frustran sistemas orientados que exigen rituales y que requieren poca creatividad?

8.¿Ve formas mejores de hacer las cosas en casa y en la escuela?

9.¿Se muestra disconforme?

10.¿No responde a mecanismo basado en la culpa?

11.¿Se aburre con las tareas encomendadas?

12.¿Presenta síntomas de Trastorno de Déficit de atención (ADD)?

13.¿Es especialmente creativo?

14.¿Es intuitivo?

15.¿Tiene fuerte empatía por otros?

16.¿Desarrolló el pensamiento abstracto muy tempranamente?

17.¿Es muy inteligente o dotado especialmente en algún ámbito?

18.¿Es muy talentoso puede ser identificado como superdotado?

19.¿Parece soñar despierto?

20.¿Tiene una mirada profunda, sabia, de alma muy antigua?

21.¿Tiene inteligencia espiritual?

Si fueron más de quince respuestas afirmativas es seguro que tiene mucha energía índigo.

Si tu niño es Índigo.

Si es así ¡no es algo malo! Lo único difícil es que ellos son muy mal comprendidos en este momento en nuestra cultura y, por lo tanto, les puede resultar un tanto difícil manejar por ejemplo la rigidez del sistema educativo. Que tú los reconozcas y que comprendas como interactuar con ellos será de ayuda. Les puedes enseñar a otros como trabajar con tu hijo para obtener mejores resultados.

¡Reconoce que los niños Índigo son los que ayudarán a elevar la vibración de nuestro planeta! ¡Ellos son los que nos traerán la iluminación para ascender! Entiende que si eres padre o madre de uno de estos espíritus se te ha dado un regalo maravilloso ¡Te han honrado al elegirte y ayúdales a desarrollar su potencial Índigo pleno!

Otro cuestionario para evaluar cuánta energía Índigo tiene tu niño.

Lee la lista de características y marca con cuales coincide, con cuales no y con cuales coincidía hasta los tres años. Si has marcado unas siete, puedes decir que tu hijo es un Índigo, es decir que tiene mucha energía Índigo.

1. ¿Aprende de una forma diferente, más por la práctica que por el estudio?

2.¿No es importante para él tu pasado kármico?

3.¿Come poco o tiene alergias a los alimentos?

4.¿Tiene un amigo imaginario?

5.¿Diagnosticado con ADD O ADH?

6.Puede poner atención en varias cosas a la vez (como leer y ver tele).

7.Aprende muchas cosas diferentes, pero cuando tiene suficientes conocimientos lo deja por aburrimiento.

8.Si no encuentra comprensión a su alrededor se puede volver muy introvertido.

9.No responde a la autoridad. 10- Te respeta si tú lo respetas.

10.Pregunta con mucha frecuencia ¿Por qué?

11.Es un adulto en desarrollo.

12.Se siente un extraño en su entorno.

13.