Me llamo Tutankamón - Núria Castellano - E-Book

Me llamo Tutankamón E-Book

Núria Castellano

0,0

Beschreibung

Me llamo Nebjeperure Tutankamón, pero podéis llamarme Tut. Seguro que mi nombre os suena. Algunos de vosotros conoceréis mi rostro gracias a mi célebre máscara de oro. Otros quizás hayáis tenido la suerte de visitar mi tumba en Egipto. Incluso es posible que hayáis oído hablar de la maldición que me rodea. Bueno, la cuestión es que fui famoso no sólo en mi tiempo sino también en el vuestro. ¿Adivináis la razón? ¡Exacto! Yo fui un faraón del antiguo Egipto.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern

Seitenzahl: 46

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Me llamo...

Tutankamón

Proyecto y realización

Parramón PaidotriboDirección editorialLluís BorràsEdiciónCristina VilellaTextoNúria CastellanoIlustracionesSebastià SerraDiseño gráficoZink ComunicacióMaquetaciónJosé Carlos Escobar

TutankamónQuintaedición© 2020ParramónPaidotribowww.parramon.com [email protected]

ISBN:978-84-342-3785-8ISBNEPUB:978-84-342-4304-0THEMA:YNM

Derechos exclusivos de edición para todo el mundo

Prohibida la reproducción total o parcialdeestaobramediantecualquierrecursooprocedimiento,comprendidos la impresión, la reprografía,elmicrofilm,eltratamientoinformático,ocualquierotrosistema, sin permiso escrito de la editorial.

Me llamo Nebjeperure Tutankamón, pero podéis llamarme Tut.Seguro que mi nombre os resulta familiar. Probablementealgunos de vosotros conozcáis mi rostro gracias a mi célebremáscara de oro. Otros quizás hayáis tenido la suerte de visitarmi tumba en Egipto. Incluso es posible que hayáis oído hablarde la maldición que me rodea. Bueno, la cuestión es que nosólo fui famoso en mi tiempo, sino también en el vuestro.¿Sabéis por qué? ¡Exacto! Fui un faraón del antiguo Egipto.

No quiero parecer presumido, pero debo de ser el faraón másconocido de Egipto. Es cierto que hay otros que reinaron más tiempo que yo o que ganaron más batallas, pero seguro quesi en clase os preguntan el nombre de un solo faraón egipcio,el primero que os viene a la mente es el mío. Me nombraron reya la edad de siete años, aunque mi reinado fue muy corto.

Tenía sólo diecinueve años cuando dejé esta tierra para dirigirmea los Campos de Iaru, el Más Allá para los egipcios. Mi muerteestuvo envuelta por el misterio, pues no se sabe si seprodujo por accidente, por enfermedad o por asesinato.

De manera que, si mi vida fue interesante, mimuerte lo fue aún más. Mi tumba permanecióoculta más de tres mil años y no fuedescubierta hasta 1922 cuando…

¡Uf!, creo que me estoy adelantando alos acontecimientos, así que mejorserá que empiece desde elprincipio y os presente atoda mi familia.

Hola...

6/ Me llamo...

El niño que llegó a ser

faraón

Mi historia empieza en el año 1340 a.C., cuando en Egiptogobernaba el faraón Ajenatón, mi padre, de quien más adelanteos hablaré. En esa época mi país era conocido como Kemet, quesignifica «la tierra negra». Para vosotros, muchas veces el colornegro representa cosas negativas, pero para los egipcios era elcolor de la tierra que fertilizaba los campos cada año. No podéisimaginar qué espectáculo tan hermoso era el momento en que elrío Nilo se desbordaba, inundaba todos los campos de cultivo ydejaba una capa de tierra con limo fertilizante. Cuando lasaguas se retiraban, los campesinos podían plantar sus semillas,para posteriormente recoger una cosecha abundante.

En aquel tiempo la capital de Egipto era una ciudad que sellamaba Ajetatón. ¡Qué nombres más raros!, ¿verdad? Al parecerahora apenas se conserva ningún edificio de esa época, eincluso el nombre ha cambiado, porque hoy en día se llama Tell al-Amarna. Fue el faraón Ajenatón quien ordenó trasladar lacapital desde Tebas hasta su nueva localización, en un lugardonde hasta entonces nunca antes se había edificado.

¿Sabéis por qué? Mi padre no creía en todos los dioses deEgipto y únicamente adoraba al dios Atón, el disco del Sol.Pero como no quería tener problemas con los sacerdotes de losotros dioses, decidió marcharse y fundar una nueva ciudad.Para ser justos hay que decir que Tebas era mucho más bonitaque Ajetatón, y además, la nueva capital estaba en medio deldesierto. ¡Menudo aburrimiento!

8/ Me llamo...

Sin embargo, se produjo un acontecimiento que acabó conla monotonía de los días: un nacimiento en la casa real.

El dios con cabeza de carnero Cnum moldeó en su torno dealfarero una figura de barro. El dios Amón le dio el alientode vida y las siete Hathors (que eran una especie de hadas, paraque me entendáis) ayudaron a nacer al hijo del faraón, o sea,a mí, Tutankamón.

Tutankamón / 9

Acerca de mis padres

El día en que nací, mi padre, el faraón Ajenatón, estaba de visitaen el harén real, así que allí había mucho ajetreo. En Egipto, elfaraón se casaba con varias mujeres. Una de ellas pasaba a ser laGran Esposa Real. La esposa principal de mi padre era la reinaNefertiti, una mujer bellísima, que es exactamente lo quesignifica su nombre: «la más hermosa de todas».

Si queréis saber qué aspecto tenía, podéis visitar el Museo deBerlín, donde se encuentra su escultura más famosa.

Aunque Nefertiti me cuidó como a uno más de sus hijos, mimadre fue otra de las esposas del faraón que vivía en el harén realcon el resto de las mujeres. No puedo contaros muchoacerca de ella, pero sí deciros que se llamaba Kiya.

En mi época no existían las fotografías, así quela gente importante encargaba a los artistasesculturas con su imagen. Pero de mi madresólo se ha conservado una pequeñaescultura, o eso pensamos, porqueen realidad su nombre no estáescrito en la imagen y es difícilsaber si se trata de ella.