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Un virus terminó eliminando a la mayoría de la población mundial en pocos meses. Hombres comiendo hombres, canibalismo, rabia, muertos en vida, zombis, infectados, el apocalipsis; se le nombró de mil formas pero el resultado fue solo uno: miles de millones de personas que tenían su vida,sus recuerdos, sus amores, hipotecas, cuentas, autos, sus anhelos y esperanzas, lo que podemos llamar una vida normal, se convirtieron en animales sedientos de sangre sin otro fin que atacara cualquier ser vivo que se les cruza en el camino. Esta es la historia de un grupo de sobrevivientes tratando resistir la infección y a ellos mismos. "Divertida, rápida, frenética y políticamente incorrecta, un nuevo clásico del género" -Daniel Pacheco- Rock and Pop Mendoza "Una novela espeluznante, divertidísima, y más mendocina que las acequias, las vendimias y el loco Juan" -El Mendolotudo-
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Seitenzahl: 143
Veröffentlichungsjahr: 2013
Japaz, Mario David MZA Mendoza Zombie Attack. – 1a ed. – Don Torcuato : Autores de Argentina, 2013. ISBN 978-987-711-006-7 1. Narrativa Argentina. 2. Novela. I. Título Editorial Autores de Argentina www.autoresdeargentina.com Mail: [email protected] © 2013 Mario Japaz
A mi emVerónica
[…]“This is the way the world ends
This is the way the world ends
This is the way the world ends
Not with a bang but a whimper.”
T.S. Eliot 1925
“TS Eliot nunca se hubiera imaginado lo profético que fue su poema, definitivamente el fin del mundo no vino con una explosión, sino con gemidos…”
Un virus que se presentó en una serie de noticias llamativas, o por lo menos particulares, infectó a la mayoría de la población mundial en pocos meses. Hombres comiendo hombres, canibalismo, rabia, muertos en vida, zombis, infectados, el apocalipsis; se le nombró de mil formas pero el resultado fue uno: miles de millones de personas que tenían su vida, sus recuerdos, sus amores, hipotecas, cuentas, autos, sus anhelos y esperanzas, lo que podemos llamar una vida normal, se convirtieron en animales sedientos de sangre, sin otro fin que atacar a cualquier ser vivo que se les cruzara en el camino.
Los gobiernos no existen más, la estructura social en la que tanto se creía se desmoronó como un castillo de naipes. No hay comunicaciones ni electricidad, no hay industria tampoco economía.
Cuando al ser humano le sacan sus comodidades, lujos, concepto de estado y de autoridad se vuelve al carácter tribal, inscripto en nuestro ADN.
En todo el mundo se pueden ver pequeños grupos de sobrevivientes luchando por subsistir un día más, y cada uno con total desconocimiento del otro. En todo el planeta se repite el mismo sentimiento “somos los últimos”.
Mendoza, Argentina….o lo que se conocía como ella. Alrededor de una fogata, dentro de lo que tiempo atrás eran oficinas de un estudio de abogados en un piso diez se ven caras sucias y cansadas pero con el sentimiento de grupo que solo el fuego y la compañía generan.
Este no es un grupo por elección, sino por necesidad y consta de los personajes más variados.
Fermín el “Negro” Núñez: ex comisario retirado, su último trabajo fue en la empresa de seguridad E’larte, más de 100 kg de puro resentimiento, de vez en cuando se le escapan “aventuras” de su pasado que dejan entrever que estuvo en la pesada durante la dictadura militar. Una basura de persona, pero capaz de pegarle a un zombi en la cabeza a cien metros con su Colt 45 mientras se prende un Parisienne. De noche, escondido, llora recordando a su esposa Stella Maris que fue devorada en la iglesia del Challao por zombis que bajaban de Papagallos.
Guillermo “Recatate” Ruiz y el Cubata: el quico y caco del barrio La Gloria, arma preferida Piero Beretta 9 mm y “tumbera”. Recatate estuvo tres veces en Casa de Piedra por robo a mano armada, el Cubata nunca lo metieron preso por su inteligencia práctica. El primero es verborrágico hincha enfermo de Boca y anda con una camiseta de Palermo. Cubata parece que fuera mudo, es del Rojo y anda con una camiseta del Barcelona. El apocalipsis zombi es lo mejor que les ha pasado en la vida, están felices y son super proactivos. Cubata siempre mata más Zombis por su buena puntería, a lo que Guillermo siempre le dice “Recatate” loco, dejá alguno!..de ahí su sobrenombre.
Francisco Vázquez: arquitecto, en sus cincuenta, alto, ex segunda línea del seleccionado mendocino de rugby. Clase alta. Conoce el mundo, tiene una sospechosa facilidad para el manejo de explosivos y armas largas. Según él es innato, según Núñez fue Montonero.
Arielito Cohen: hijo de vendedor de ropa de la Alameda, hábil con armas automáticas y cuchillo. A los 21 años se fue a buscar a una novia de Buenos Aires que había emigrado a Tel-Aviv. En el aeropuerto lo metieron derecho al servicio militar israelí, lo que no le gustó mucho pero le ha sido muy útil al grupo. Siempre hace los mismos chistes de judíos, que son bastante malos. Arma preferida: Ametralladora UZI fabricación Vektor Arms de origen israelí.
Omar “el Turco” Cahine: comerciante de telas de la alameda, vecino de Arielito, con quien se pelea todo el tiempo pero compartieron una niñez juntos jugando entre telas. Piloto amateur. Quiso hacer la carrera de aviación civil pero su padre lo puso en la caja del negocio familiar. Todo lo que ahorra lo gasta en cursos de piloto en el aeródromo de Rivadavia
Manuel Gutiérrez: flaco, ágil, sociólogo e inteligentísimo, pero no famoso por su valentía. Conoce Mendoza como la palma de su mano. Tiene algunos conocimientos de medicina ya que hizo hasta tercer año. Único sobreviviente de la incipiente y devorada ONG “Derechos PRO Zombis Mendocinos”, masacre ocurrida al principio de la epidemia donde gente del Movimiento Evita, MSP, agrupación Mate y demás hicieron una protesta frente a la legislatura para repudiar la mano dura de la policía sobre los zombis.
Jimena Jofré: de ascendencia huarpe, siempre tuvo dones de clarividencia comunes en toda su familia. Es también una mujer de armas tomar. Odia a Núñez porque siente las atrocidades hechas por este en los 70s.
Javier Batellini: ingeniero en sistemas de 23 años, flaco escuálido, usa anteojos, virgen. Ha pasado miles y miles de horas jugando al Left 4 Dead y Resident Evil, lo que increíblemente le ha dado un conocimiento sobre zombis fuera de serie.
Beatriz Giménez Lynch: lindísima y más tonta que una vaca, muchísimo dinero proveniente de negocios turbios hechos por su padre en los años noventa, veranea en Cancún o el Caribe todos los años. Ha metido al grupo varias veces en problemas con situaciones muy estúpidas como ponerse a gritar por una rata y que los zombis escuchen, ponerse a llorar por querer bañarse y que los zombis escuchen, reconocer entre la horda a su compañera del colegio Padre Claret y querer ver de cerca si estaba infectada. Muchos se preguntan cómo ha hecho para sobrevivir tanto tiempo y más de uno sospecha que es inmune a la infección. Gutiérrez está enamorada de ella, ella está enamorada del Cubata.
Todos ven el fuego y cada uno recuerda los distintos eventos que han sucedido en estos últimos meses.
Son los primeros días de la infección, no se sabe mucho, en la tele se habla de algunos disturbios, la frase “la gente está sacada” aumenta más de lo normal, pero nadie dice “loco, cagamos, se vino el apocalipsis”. Según el gobierno no pasa nada y los disturbios son solo unos ahorristas oligarcas enojados porque no les venden dólares. A una foto en primera plana de tres personas comiéndose a otra en Callao y Santa Fe, el ejecutivo dice en conferencia de prensa “los medios hegemónicos quieren meter miedo” y que en caso de que exista algún hecho delictivo, es territorio de la metropolitana. Dos horas después el ejecutivo, dieciséis senadores y treinta diputados hacen una misteriosa visita “de rutina” a la base Marambio, dicen que es para inaugurar un galpón.
Guillermo “Recatate” Ruiz y Cubata están “guardados” hace unas semanas por un asalto que “se fue al pasto” y no prenden la tele o radio si no es para escuchar fútbol, por lo que no se han enterado ni de los rumores.
Recatate quiere un poco de merca, hace días que no sale y antes de guardarse había quedado con una minita para esta noche, es momento de salir. Pasa por las casas de todos los puntas, no encuentra a nadie. Queda la última opción, el Gordo Pancuca, él siempre tiene.
Cubata dice, “no voy!”.
Recatate: Ehhh…¡recatate loco! No pasa nada, el gordo es buena onda.
Pancuca es a la única persona a la que Cubata le tiene miedo, mucho miedo.
De Pancuca se dice de todo, que el Pancuca mató a su hermano, que el Pancuca mató a su hermano porque le perdió una tuquera, que el Pancuca mató a tres sanjuaninos en un partido del Tomba contra San Martín de San Juan y los enterró en Mediagua, que el gordo Pancuca usa un chaleco antibalas hasta cuando duerme o se baña, que el Pancuca desayuna un papel de merca todas la mañanas, que el Pancuca se robó la estatua de monseñor Orsali, que el Pancuca tiene un cocodrilo de mascota que alimenta con la gente que se atrasó en el pago, que el Pancuca le vendió su alma al diablo a cambio que suba el Tomba y varias atrocidades más…obviamente la mayoría son mentira.
Cubata: – Vos tenés que dejar la merca loco, ¡empezá ahora! Che, hace un ofri de mierda vámonos.- ¿Y si andan los gorras por ahí?
Guillermo: Recatate loco, te dije que el gordo todo bien.
Cubata: … el cocodrilo…
Guillermo: – ¿Quién concha va a tener un cocodrilo en el barrio La Gloria!? Si serás pelotudo.
Cuando el Cubata está asustado parece que la mudez le desapareciera de golpe y se pone a hablar como un boludo. Guillermo lo ha visto solo tres veces asustado en 15 años, una a los 11 años cuando la nona negra los encontró de faso y esta lo cagó a chancletazos, la segunda cuando le dijeron que Racing y el Rojo se podían fusionar y esta.
Empiezan a caminar hacia la casa del gordo Pancuca. Recatate no para de contar lo “rica” que está la minita, que es re-posta, lo único malo es que el logi del primo es gorra….Cubata no lo quiere escuchar, se pone los auriculares, pone la radio, en la mayoría se escucha estática, solo en un par algunos ruidos y en una alguien habla sobre un “estado de emergencia” piensa que es una radio evangelista y apaga.
Es raro, no hay casi nadie en la calle. Llegan a la casa del gordo Pancuca, tocan la puerta, no atiende nade. La puerta está abierta. Recatate entra, en el piso hay sangre. “Vámonos loco” dice Cubata, pero no le hacen caso, por lo que saca la tumbera y lo sigue a su amigo. Llegan a una habitación, se ve la espalda del Gordo Pancuca que está comiendo en cuclillas desaforadamente y haciendo ruidos extrañísimos.
Recatate: Che gordito, ¿tenés un poco de vitamina para esta noche?tengo minita y quiero ser un galán…–el gordo se da vuelta de golpe, está deformado, los ojos blancos, la boca llena de sangre.
Cubata inclina el cuerpo de costado para ver detrás del gordo, ve que se está comiendo a una persona… le pega un coscacho en la cabeza a su amigo y le grita: ¡TEDIJEQUEESUNGORDOREMILCONCHADESUHERMANA!….¡es un caníbal!
El gordo Pancuca pone sus brazos hacia adelante, empieza a gritar y gruñir mientas camina en dirección de Recatate. ..gordito…no jodas…gordo…Pancuca…¡gordo cuilá respondé!…mete la mano en su campera azul y oro, saca su Beretta 9mm con número de serie limado, le dispara 6 tiros, 4 dan en el chaleco antibalas, uno en el hombro y uno falla, el gordo ni se inmuta y sigue. Cubata apunta la tumbera, dispara, solo lo frena un poco…el gordo empieza a correr en su dirección, agarra la tumbera como un bate y con un swing digno de un jugador de beisbol le revienta la cabeza al Pancuca….cae al piso… lo mira…lo escupe..
Recatate mirando al cubata: Che…¿Qué mierda le ponen a la frula últimamente?…
Salen a la vereda. Está atardeciendo. Hay gritos, gente comiéndose a otra, llantos, personas corriendo. Recatate pone otro cargador en su pistola, Cubata carga de nuevo. Los dos sonríen.
Fermín está cabeceando frente al televisor. Todos los días lo mismo, parejas bailando por el sueño de alguien, mariconadas, mariconadas puras. Su esposa ya se ha gastado una fortuna enviando mensajes de texto para que gane “no se que maricón que baila”. Él lo puede soportar porque se focaliza en lo único bueno del programa: tetas y culos, industria argentina.
- ¡Mirá Fermín, pero qué vestido tan bello!
- Sí, sí.
- Dame el teléfono que tengo que ayudarlos a ganar.
- Ni en pedo vieja.
- No seas amarrete Fermín.
- ¡Pero si está todo arreglado, siempre gana el equipo de la mina con tetas más grandes! Esto es como la vida vieja, las que tienen tetas ganan.
- Sos un guarango.
El teléfono suena
- ¡ Quizás me gane algo!
- Vos ya te ganaste el premio mayor, un macho bien macho, como yo. –Responde Fermín.
- Es para vos guarango.
Fermín toma el teléfono y se pregunta quién podrá ser a esta hora, quizás el gordo vago de Peralta pidió licencia de nuevo y él tenga que hacer guardia en el frigorífico de nuevo.
- ¿Comisario Fermín Núñez?- pregunta una voz.
- Eh, sí. Ex comisario, me jubilé, pero sí, soy yo.
- Mire, perdone importunarlo pero me han hablado muy bien de usted, me dicen que es una persona muy eficiente.
- Gracias, pero ¿Quién habla?
- Mire por ahora no importa, solo le voy a decir que estamos reclutando gente y un amigo suyo de la “dos” me habló muy bien de usted.
- ¿De la segunda?
- No, de la DOS, venga con su arma a Carbometal a las 2400 y colgó.
Fermín no escuchaba a alguien hablar directamente sobre la “dos” desde principios de los ochenta, cuando él era una figura en acenso en la fuerza, tanto por sus trabajos por dentro como por “fuera”, ¿un llamado a esta hora? O algún amigo de la fuerza le tenía un trabajo o era una trampa de los marxistas. De las dos formas iba a ir, y pensó “o gano algo de guita o me cargo un zurdo, todo es preferible a ver putos bailando por un sueño”.
Puso su Colt en la sobaquera y la escopeta recortada en el baúl de su Ford Falcon 73, se preparó un café y partió hacia Carbometal.
El portón de Carbometal estaba cerrado pero con una guardia en su interior. Fermín hizo un cambio de luces y le abrieron el portón.
Dentro del edificio abandonado lo esperaba un grupo de personas armadas, todos con armas largas, reconoció por lo menos a un par de la época de la policía que lo saludaron con un movimiento de cabeza al que Fermín no respondió. Luego se le acercó una persona de unos cincuenta años con uniforme militar, la insignia correspondía a teniente coronel.
- ¿Comisario Núñez?
- Sí, ¿Con quién tengo el gusto?
- Teniente Coronel Domínguez, Ejército Argentino – respondió el militar, haciendo una venía a la que Fermín respondió solo con dos dedos.
- ¿A qué se debe el honor?
- Mire comisario, voy al grano, no sé si ha estado viendo las noticias pero hace unos días empezó una infección en Estados Unidos, no se ha hablado mucho pero se está expandiendo.
- Sí algo vi, gente que está drogada y se pone violenta, unos pobres infelices.
- Bueno, no es tan así. Es una infección viral y necesitamos ayuda. Hay algunos infectados acá en Mendoza.
- Yo no soy médico.
- Es que la ayuda que necesitamos no es de médicos exactamente, lo llamamos por sus “habilidades particulares”. Acompáñeme.
El grupo de personas armadas, en su mayoría compuesto por ex policías y exmilitares acompañaron a Domínguez a un edificio donde abrió una puerta dejando cerrada una reja de seguridad con candado. Para asombro de todos adentro había más de cincuenta personas infectadas, gruñendo, gritando y aplastándose contra las rejas.
- Explíquese teniente coronel. – Dijo Fermín.
- Bueno, las cosas están complicadas y las noticias que llegan de afuera no son buenas. Esta gente digamos que …que está perdida… que son un peligro y algo hay que hacer.
- ¿Usted qué me quiere decir?
- Bueno…ehhh…como decía mi maestra hace mucho tiempo, cuando hay una manzana podrida hay que sacarla sino pudre a las demás.
- No soy jardinero, Domínguez. ¿Qué quiere?
- Ehhhh, esta gente no tiene cura, ustedes tendrían que …bueno.
- ¡Vaya al grano!
- ¡Déjese de joder Fermín! ¡Que los desaparezca! ¡Eso necesitamos!
- Ah, eso. – Dijo Fermín con tono irónico.
- Sí, eso.
- ¿Y yo qué gano con esto?
- Usted y varios de acá están complicados, y cuando terminen de prestar sus servicios a esta patria pueden desaparecer varios expedientes que digamos … “no los dejan bien parados”.
- Eso y una semana en Mar del Plata, todo pago.
- De acuerdo.